Castelo de Medina: Vendimia Seleccionada 2018 verdejo y sauvignon blanc

La últi­ma pro­pues­ta de vinos de la bode­ga valli­so­le­ta­na Cas­te­lo de Medi­na ads­cri­ta a la DO Rue­da, se lla­ma Ven­di­mia Selec­cio­na­da y se tra­tan de dos blan­cos, un ver­de­jo y un sau­vig­non blanc, idea­les para la pri­ma­ve­ra y por supues­to para todas las esta­cio­nes del año.

Bode­gas Cas­te­lo de Medi­na ocu­pa un edi­fi­cio cons­trui­do en 1996 siguien­do los cáno­nes de la arqui­tec­tu­ra tra­di­cio­nal cas­te­lla­na, es decir a par­tir de ladri­llo, pie­dra, for­ja y made­ra, pero dota­do de la más avan­za­da tec­no­lo­gía para la ela­bo­ra­ción de vinos de cali­dad. Apues­tan por la I+D pero sin per­der de vis­ta los prin­ci­pios tra­di­cio­na­les de ela­bo­ra­ción de toda la vida. Tie­nen más de 180 hec­tá­reas de viñe­do pro­pio en Villa­ver­de de Medi­na (Valla­do­lid), de los cua­les 170 son de varie­da­des blan­cas: ver­de­jo, sau­vig­non blanc, viu­ra y char­don­nay, y las res­tan­tes 10 hec­tá­reas son tin­tas de tem­pra­ni­llo, gar­na­cha y syrah. Pue­den pre­su­mir de muchos pre­mios por sus mono­va­rie­ta­les tan­to de ver­de­jo como sau­vig­non blanc que se pue­den con­sul­tar en su web.

Castelo de Medina Verdejo y Sauvignon Blanc Vendimia Seleccionada 2018

Cas­te­lo de Medi­na Ver­de­jo y Sau­vig­non Blanc Ven­di­mia Selec­cio­na­da 2018

 

Cas­te­lo de Medi­na Ver­de­jo Ven­di­mia Selec­cio­na­da 2018 ha sido galar­do­na­do como Mejor Vino Blan­co Joven de la Guía Vivir el Vino 2020 y es uno los 11 Mag­ní­fi­cos de esta mis­ma publi­ca­ción. Tam­bién ha teni­do reco­no­ci­mien­tos en Fran­cia, así como Meda­lla de Oro en el pres­ti­gio­so con­cur­so Mun­dus Vini 2019 de Ale­ma­nia, y en los Saku­ra Awards 2020 de Japón. En su eti­que­ta está repre­sen­ta­da la luna y dife­ren­tes estre­llas que bri­llan con luz pro­pia en la bóve­da celes­te, en refe­ren­cia a la ven­di­mia noc­tur­na que se rea­li­za para man­te­ner todas las notas que carac­te­ri­za a la ver­de­jo. Ha pasa­do 6 meses en sus lías y pos­te­rior­men­te 3 meses en barri­ca de roble fran­cés, ganan­do en suti­le­za y ele­gan­cia sin per­der la fres­cu­ra de un vino joven. En la cata visual es de color ama­ri­llo lim­pio y bri­llan­te con ribe­tes ver­do­sos pro­pios de su juven­tud. En nariz nos recuer­da a hino­jo, anís y man­za­na, de su crian­za en lías nos trae a la memo­ria las notas de pas­te­le­ría y de la barri­ca lige­ros tos­ta­dos y espe­cias. En boca se mues­tra car­no­so, redon­do, y apa­re­cen las fru­tas y las espe­cias. Per­sis­ten­te retro­gus­to que invi­ta a seguir bebien­do. Para acom­pa­ñar ape­ri­ti­vos, maris­cos, pes­ca­dos azu­les, ahu­ma­dos y car­nes blan­cas.

Castelo de Medina Verdejo Vendimia Seleccionada 2018

Cas­te­lo de Medi­na Ver­de­jo Ven­di­mia Selec­cio­na­da 2018

 

Cas­te­lo de Medi­na Sau­vig­non Blanc Ven­di­mia Selec­cio­na­da 2018 ha sido reco­no­ci­do con Meda­lla de Oro en Mun­dus Vini 2020, en el Ber­li­ner Wein Trophy 2019 y en el Asia Wine Trophy 2019. En su eti­que­ta el pro­ta­go­nis­ta es el astro rey que hace aflo­rar los aro­mas y sabo­res tro­pi­ca­les pro­pios de esta uva. Ha pasa­do 9 meses sobre sus lías. La cata a nivel visual es ama­ri­llo paji­zo con refle­jos ver­do­sos, lim­pios y bri­llan­tes. En nariz apa­re­cen fru­tas tro­pi­ca­les y en boca tie­ne volu­men, de paso untuo­so, gra­so y bien estruc­tu­ra­do. Armo­ni­za con unas oli­vas o anchoas, con que­so, anchoas, ensa­la­das con fru­tos secos, arro­ces, car­nes blan­cas y pes­ca­dos a la plan­cha.

Castelo de Medina Sauvignon Blanc Vendimia Seleccionada 2018

Cas­te­lo de Medi­na Sau­vig­non Blanc Ven­di­mia Selec­cio­na­da 2018

 

Más infor­ma­ción en la web de Cas­te­lo de Medi­na con acce­so direc­to a la tien­da onli­ne para la com­pra de estos vinos o cual­quier otro de la bode­ga, así como con­di­cio­nes de entre­ga, des­cuen­to del 10% mien­tras dure el Esta­do de Alar­ma, etc.

© 2020 José María Toro. All rights reser­ved

 

Abadal Picapoll y las propuestas de Vinoteca Origen

La pica­poll es una varie­dad local y tra­di­cio­nal de la zona del Bages, don­de se está recu­pe­ran­do su cul­ti­vo. Una uva que expre­sa el terroir, que dicen los fran­ce­ses, mejor que nin­gu­na otra, dón­de está plan­ta­da des­de hace siglos.

La varie­dad pica­poll se fue aban­do­nan­do por su gran pro­duc­ti­vi­dad pero con poca con­cen­tra­ción de aro­mas. En el caso del Bages y con­cre­ta­men­te entre 1899 y 1890, era la varie­dad más exten­sa de la comar­ca. Des­de 1930, en esta comar­ca así como en el res­to de Cata­lun­ya se entró en un pro­ce­so de reduc­ción del cul­ti­vo viní­co­la que­dan­do un cul­ti­vo resi­dual de pica­poll en todo el terri­to­rio cata­lán, que por otro lado y gra­cias a sus con­di­cio­nes de adap­ta­ción está es la zona más ópti­ma para su cul­ti­vo y don­de mejor se expre­sa.

Vinya Abadal

Viña Aba­dal

 

La uva pica­poll pro­ce­de de raci­mos peque­ños y com­pac­tos, con bayas esfé­ri­cas peque­ñas que sue­len pre­sen­tar mar­cas o “pica­das” en la piel, de don­de le vie­ne el nom­bre. Sus vinos tie­nen un color ver­de-dora­do, con un buen cuer­po y sabor a limón.

Aba­dal, la emble­má­ti­ca bode­ga fami­liar del Bages, no ha para­do por recu­pe­rar esta uva, la pica­poll, como seña de iden­ti­dad de esta comar­ca cata­la­na y que está adhe­ri­da a la D.O. Pla de Bages, has­ta pre­sen­tar uno de sus vinos ense­ña bajo el nom­bre de Aba­dal Pica­poll y ela­bo­ra­da 100% con esta varie­dad de uva.

 

Abadal Picapoll

Aba­dal Pica­poll

 

La nota de cata de la pro­pia bode­ga defi­ne este vino como “sin­gu­lar, ele­gan­te y seduc­tor, com­bi­na las notas cítri­cas, la fru­ta blan­ca (piña y alba­ri­co­que) y las notas flo­ra­les del entorno bos­co­so (hino­jo, lavan­da y men­ta). La fer­men­ta­ción y crian­za de 3 meses sobre lías, le con­fie­ren volu­men y com­ple­ji­dad al vino”.

La crí­ti­ca inter­na­cio­nal y nacio­nal ha cali­fi­ca­do Aba­dal Pica­poll 2018 con 90 pun­tos en la pres­ti­gio­sa Decan­ter, 92 por James Suc­kling, el crí­ti­co esta­dou­ni­den­se de vinos y ciga­rros y ex edi­tor senior de la ofi­ci­na euro­pea de Wine Spec­ta­tor, y con 91 por la guía Peñín de nues­tro país.

Para tomar en cual­quier momen­to del día, y por supues­to para acom­pa­ñar pla­tos de pas­ta, arro­ces y pes­ca­do. Mi pro­pues­ta de mari­da­je es con unos ber­be­re­chos y con cala­ma­res a la roma­na, sus notas cítri­cas acom­pa­ñan a los ber­be­re­chos y lim­pian nues­tra boca del exce­so de gra­sa de los cala­ma­res invi­tán­do­nos a seguir dis­fru­tan­do de estos boca­dos pro­ce­den­tes del mar.

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Aba­dal Pica­poll armo­ni­za­do con ber­be­re­chos y cala­ma­res a la roma­na

 

La bode­ga fami­liar Aba­dal bus­ca ela­bo­rar vinos que expre­sen la sin­gu­la­ri­dad de su pai­sa­je de la zona cen­tro de Cata­lun­ya, con sus viñe­dos en terra­za para com­pen­sar los des­ni­ve­les del terreno, rodea­das de bos­ques que le apor­tan sus notas tan par­ti­cu­la­res de soto­bos­que y de bal­sá­mi­cos, sobre el sue­lo de arci­lla con abun­dan­te pie­dra y usan­do las varie­da­des tra­di­cio­na­les pica­poll y man­dó que for­man par­te de los cul­ti­vos his­tó­ri­cos de este terri­to­rio.

Bodega Abadal

Bode­ga Aba­dal

 

Aba­dal fue fun­da­da en 1983 por Valen­tín Roque­ta, alre­de­dor de la masía Roque­ta. Una his­to­ria fami­liar de viti­cul­to­res que se remon­ta has­ta el siglo XII, más con­cre­ta­men­te en 1199, aun­que exis­ten ves­ti­gios de tra­ba­jos rela­cio­na­dos con la vid ya en la épo­ca roma­na. Los docu­men­tos que con­fir­man estos tra­ba­jos de viti­cul­tu­ra se sitúan en la Masía Roque­ta, situa­da en San­ta María d’Hor­ta d’A­vin­yó, don­de se encuen­tran pren­sas, depó­si­tos de pie­dra, laga­res y otros ins­tru­men­tos de esta épo­ca pre­té­ri­ta. El ini­cio de la acti­vi­dad comer­cial de la fami­lia fue cuan­do Ramón Roque­ta Torren­tó en 1898 se tras­la­dó a Man­re­sa y fun­dó la bode­ga Ramón Roque­ta, per­te­ne­cien­te a la D.O. Cata­lun­ya. Ya en 1983 se sons­ti­tu­yó Aba­dal, de la D.O. Pla de Bages. Más ade­lan­te ven­drían otros pro­yec­tos de la fami­lia Roque­ta.

Den­tro de la web Vino­te­ca Ori­gen pode­mos encon­trar vinos de 3 DO dife­ren­tes: Pla de Bages, Terra Alta y  Cata­lun­ya. Las dife­ren­tes mar­cas del gru­po como son la pro­pia Aba­dal que nos ocu­pa, Lafou, Ramón Roque­ta, Sagris­tía, Mas­sa­lu­ca, La Picos­sa, Vin­ya Nos­tra, Syne­ra y el Acei­te Mas Oli­ve­ras. El elen­co de varie­da­des de uvas tam­bién es amplio como: caber­net franc, caber­net sau­vig­non, char­don­nay, gar­na­cha blan­ca, gar­na­cha negra, maca­beo, man­dó, mer­lot, more­ni­llo, pica­poll, sam­só, sau­vig­non blan­co, syrah, sumoll, tem­pra­ni­llo y xarel.lo. Edi­cio­nes limi­ta­das y en cajas para rega­lar por­que siem­pre hay una bue­na excu­sa para obse­quiar vino, ya sean las fies­tas de Navi­dad, un ani­ver­sa­rio, una cele­bra­ción o como gene­ro­sa mues­tra de agra­de­ci­mien­to.

Códi­go espe­cial de des­cuen­to de un 10% en la web Vino­te­ca Ori­gen con el códi­go HEDONISTA10

© 2019 José María Toro. All rights reser­ved

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Presentación de Vinyes de Barcelona, el único vino que se elabora en la Ciudad Condal

A seme­jan­za como otras ciu­da­des y capi­ta­les del mun­do, como por ejem­plo París en el bohe­mio Mont­mar­tre, o en Kah­len­berg de Vie­na, Bar­ce­lo­na ya pue­de pre­su­mir de tener su pro­pio vino ela­bo­ra­do den­tro del tér­mino muni­ci­pal, más con­cre­ta­men­te en la Masía Can Calo­pa de Dalt en la ver­tien­te occi­den­tal de la Sie­rra de Coll­se­ro­la, el pul­món ver­de que rodea a la Ciu­dad Con­dal.

Vinyes de Barcelona

Vin­yes de Bar­ce­lo­na

 

Una anti­gua masía reha­bi­li­ta­da y ges­tio­na­da por L’o­li­ve­ra Coope­ra­ti­va es la encar­ga­da de esta ges­tión, una ini­cia­ti­va a caba­llo entre román­ti­ca y bucó­li­ca. Echan­do la mira­da atrás y para poner un poco de orden cro­no­ló­gi­co todo comen­zó en el 2001 cuan­do el Ajun­ta­ment de Bar­ce­lo­na ini­ció este pro­yec­to ins­ti­tu­cio­nal de pro­du­cir un vino medi­te­rrá­neo que repre­sen­ta­ra a la ciu­dad. Cla­se, el estu­dio de bran­ding, dise­ño y comu­ni­ca­ción visual fun­da­do y diri­gi­do por Cla­ret Serrahi­ma, asu­mió la direc­ción crea­ti­va de la iden­ti­dad de los vinos con eti­que­tas a car­go de artis­tas cata­la­nes a simi­li­tud de los gran­des cha­teaux fran­ce­ses. En el 2006 Cla­se rede­fi­nió el con­cep­to hacia un pro­yec­to de recu­pe­ra­ción del patri­mo­nio natu­ral de Bar­ce­lo­na en el anti­guo cul­ti­vo de la viña en la Masía de Can Calo­pa. En el 2010 entró L’O­li­ve­ra Coope­ra­ti­va y se hizo car­go de las 3 hec­tá­reas de viñe­do con un pro­gra­ma de inclu­sión social para 20 jóve­nes con nece­si­da­des espe­cia­les de dis­ca­pa­ci­dad y/o de ries­go de exclu­sión y son los que se encar­gan de todo el pro­ce­so, des­de el cul­ti­vo, el man­te­ni­mien­to de la viña has­ta su ela­bo­ra­ción. Este com­po­nen­te social se refle­ja en la eti­que­ta repre­sen­tan­do a la gen­te que lo hace posi­ble.

Este vino es el coupa­ge de dos varie­da­des medi­te­rrá­neas: la Syrah y la Gar­na­cha negra. La pri­me­ra aña­da, la del 2016, ha hecho la crian­za en barri­cas de roble fran­cés semi­nue­vas duran­te 12 meses. En la cata visual se apre­cia un color rojo rubí inten­so con tonos vio­lá­ceos pro­pios de su juven­tud. En nariz des­ta­ca la cere­za madu­ra, bal­sá­mi­cos y espe­cia­dos. En boca está equi­li­bra­do, sedo­so con su pun­to golo­so de tanino fino. Ideal para acom­pa­ñar todo tipo de car­nes y que­sos, espe­cial­men­te un cor­de­ro al horno con ver­du­ras.  Como micro pro­yec­to se tra­ta de una pro­duc­ción muy peque­ña de unas 4.500 bote­llas actual­men­te. Pre­cio ven­ta al públi­co apro­xi­ma­do de la bote­lla entre 15 y 20 euros.

© 2019 José María Toro. All rights reser­ved

Las catas-cenas del restaurante Tendiez de Barcelona

Ten­diez, el res­tau­ran­te, bar de tapas y cock­tails del hotel Pull­man Bar­ce­lo­na Skip­per, ha dado el pis­to­le­ta­zo de sali­da a sus sesio­nes de catas y cenas. La cita es cada ter­cer jue­ves de cada mes, a un pre­cio muy demo­crá­ti­co que es impo­si­ble per­dér­se­lo. Una invi­ta­ción para todos los públi­cos, cono nocio­nes o sin, para aden­trar­nos, con­so­li­dar o para ampliar cono­ci­mien­tos y de una mane­ra lla­na y cer­ca­na, por su par­te el res­tau­ran­te Ten­diez, se com­pro­me­te a sor­pren­der­nos perió­di­ca­men­te cada ter­cer jue­ves con una cata dife­ren­te y unos pla­tos que mari­den a los vinos selec­cio­na­dos para la oca­sión. 

Restaurante Tendiez

Res­tau­ran­te Ten­diez

 

La cata rea­li­za­da el pasa­do 21 de febre­ro se lle­vó a cabo, y las pró­xi­mas tam­bién, en el ele­gan­te espa­cio ane­xo semi reser­va­do del res­tau­ran­te Ten­diez, una mesa cen­tral para­pe­ta­da entre una biblio­te­ca que invi­ta a leer y cul­ti­var­se con sus volú­me­nes en una de las pare­des, y por la otra, una gran neve­ra expo­si­to­ra con los vinos de la car­ta del res­tau­ran­te que los con­ser­va a la tem­pe­ra­tu­ra correc­ta y que es a la vez toda una decla­ra­ción de inten­cio­nes de por qué esta­mos allí, obvia­men­te a degus­tar y apren­der de vinos y por últi­mo la coci­na abier­ta para poder obser­var los movi­mien­tos pre­ci­sos, casi de ciru­ja­nos, por los miem­bros que com­po­nen el cen­tro neu­rál­gi­co del res­tau­ran­te. 

Restaurante Tendiez

Res­tau­ran­te Ten­diez

 

Esta pri­me­ra cata estu­vo diri­gi­da por Móni­ca, sumi­ller del equi­po de Vila Vini­te­ca, la refe­ren­cia a nivel esta­tal en gran­des vinos tan­to nacio­na­les como inter­na­cio­na­les así por sus mar­cas exclu­si­vas y su gran ofer­ta de vinos a la avan­za­da para poder com­prar a pre­cios más redu­ci­dos antes de que sal­gan al mer­ca­do al pre­cio que le corres­pon­de, vamos lo que vie­ne sien­do una ope­ra­ción de “futu­ros”. 

Cata en Restaurante Tendiez

Cata en Res­tau­ran­te Ten­diez

 

Móni­ca hizo una cata peda­gó­gi­ca, fácil de enten­der, con expli­ca­cio­nes didác­ti­cas y con una acti­tud pró­xi­ma para per­der ese mie­do irra­cio­nal o esa ver­güen­za al rídicu­lo que nos inmo­vi­li­za ante el pro­ce­lo­so mun­do del vino y de su espe­cí­fi­ca y críp­ti­ca jer­ga, faci­li­tan­do en todo momen­to que los asis­ten­tes pudie­ran pre­gun­tar todo lo que qui­sie­ran y que nun­ca se habían atre­vi­do a ello has­ta enton­ces. Nocio­nes bási­cas de una cata y como empe­zar metó­di­ca­men­te des­de la visual para dis­tin­guir los colo­res tan­to en blan­co como en tin­to y enten­der su edad (más joven colo­res páli­dos en blan­co y ribe­tes vio­lá­ceos en los tin­tos ver­sus colo­res dora­dos y ribe­tes tejas res­pec­ti­va­men­te en los vinos con una edad) lágri­mas que nos indi­can el gra­do alcohó­li­co, es decir fina y rápi­da no tie­nen peso, estruc­tu­ra son bajas en alcohol, por el con­tra­rio si es grue­sa y baja len­ta­men­te nos indi­ca­rá que es un vino más car­no­so, con estruc­tu­ra y más car­ga alcohó­li­ca.  Aro­mas en la cata nasal expli­can­do los pri­ma­rios (vege­ta­les, fru­ta­les y flo­res), secun­da­rios de leva­du­ras con notas de pana­de­ría, bolle­ría y de man­te­qui­lla y los ter­cia­rios que nos lo apor­ta la made­ra de las barri­cas, ya sean de roble fran­cés o el ame­ri­cano más esos pun­tos que pue­den dar el tos­ta­do cuan­do se doman las made­ras en la con­fec­ción manual de la barri­ca. La cata oral comen­zó con la des­crip­ción de las dife­ren­tes zonas de la len­gua y como loca­li­zar­las de tal mane­ra que se acti­va esa sen­sa­ción cuan­do el vino entra en con­tac­to con la super­fi­cie lin­gual, de tal mane­ra que pode­mos dis­tin­guir esos sabo­res dul­ces, sala­dos, áci­dos o amar­go y de esta for­ma com­pren­der el por qué del uso de dife­ren­tes copas para que cai­ga el vino en la zona ade­cua­da de la len­gua.  

Vinos catados de Ca N'Estruc

Vinos cata­dos de Ca N’Es­truc

 

Cua­tro vinos ase­qui­bles para una ini­cia­ción rápi­da y defi­ni­ti­va, de la bode­ga Ca N’Es­truc, de la DO Cata­lun­ya, per­te­ne­cien­te al gru­po de Vila Vini­te­ca. Dos blan­cos de dife­ren­te aña­da para encon­trar la dife­ren­cia en el color y tam­bién en los aro­mas y sabo­res: Ca N’Es­truc 2018 mono­va­rie­tal de xarel.lo e Idoia Blanc 2017 de xarel.lo, gar­na­cha blan­ca, maca­beo y char­don­nay. Dos tin­tos para obser­var  asi­mis­mo estas dife­ren­cias: Idoia 2014 de uva syrah (60%) y de gar­na­cha (40%) y L’E­qui­li­bris­ta 2015 de uvas syrah, gar­na­cha y cari­ñe­na.

Entrantes en Restaurante Tendiez

Entran­tes en Res­tau­ran­te Ten­diez

 

Des­pués de ven­cer esos mie­dos ini­cia­les y con la des­inhi­bi­ción pro­pia que pro­vo­ca el pro­bar varios vinos, es uno de los efec­tos secun­da­rios lógi­cos y habi­tua­les sino se escu­pe el vino, se pasó a la cena pre­pa­ra­da para la oca­sión y con­sis­ten­te en tapas a com­par­tir: cucha­ra de lubi­na en sal­mue­ra de remo­la­cha, tar­tar de algas, sali­cor­nia y mayo­ne­sa de planc­ton; bom­bón de foie con fru­ta de la pasión y pan de espe­cias; pul­po envuel­to en kadai­fi con sal­sa romes­co; cro­que­tas cua­dra­das de jamón ibé­ri­co y coca tos­ta­da con toma­te de col­gar y acei­te de oli­va Ten­diez. De pla­to prin­ci­pal pollo del Prat o pota bla­va IGP (reco­no­ci­do por el color azu­la­do de sus patas) des­hue­sa­do, ser­vi­do con ciga­las y sal­sa de vino ran­cio. De pos­tre  tram­pan­to­jo de fal­sa ham­bur­gues de cre­ma hela­da de specu­loos, cho­co­la­te y piña natu­ral.

Pollo Prat IGP o "pota blava"

Pollo Prat IGP o “pota bla­va”

 

Pla­tos fir­ma­dos por el chef titu­lar del res­tau­ran­te Ten­diez, José Sán­chez. Bar­ce­lo­nés for­ma­do en la pres­ti­gio­sa Escue­la de Res­tau­ra­ción y Hos­te­le­ría de Bar­ce­lo­na, defi­ne su coci­na como medi­te­rrá­nea con la cual se sien­te cómo­do y casa­do emo­cio­nal­men­te des­pués de su paso por gran­des tem­plos de la gas­tro­no­mía de la Ciu­dad Con­dal como el ya des­apa­re­ci­do Reno, y don­de apren­dió entre sus fogo­nes de coci­na clá­si­ca bebien­do de la fuen­te, es decir, de la fran­ce­sa. De su paso por Roig Robí vol­vió a los tra­di­cio­na­les pla­tos cata­la­nes y en espe­cial a dis­fru­tar con el pes­ca­do fres­co recién lle­ga­do de la Cos­ta Bra­va. Un pun­to de infle­xión en su carre­ra fue cuan­do entró a cola­bo­rar en el res­tau­ran­te de tres estre­llas Miche­lin del pri­mer espa­da de los puche­ros y sar­te­nes Mar­tin Bera­sa­te­gui. Su for­ja­do en el Hotel Arts  (5 estre­llas G.L.) como chef en el depar­ta­men­to de ban­que­tes y cate­ring, le sir­vió para tomar la alter­na­ti­va ya  como jefe de coci­na del Hotel Euros­tars Grand Mari­na 5 estre­llas G.L. y des­pués de 5 años aquí empe­zó a tra­ba­jar en el Hotel Pull­man Bar­ce­lo­na Skip­per en el 2006 sien­do el chef titu­lar al man­do de sus fogo­nes. 

Falsa hamburguesa

Fal­sa ham­bur­gue­sa

 

Las futu­ras catas orga­ni­za­das son pro­me­te­do­ras y la pró­xi­ma será el 21 de mar­zo y que se tra­ta de un via­je eno­ló­gi­co sin mover­se de la silla del res­tau­ran­te Ten­diez: Rue­da ver­sus Rías Bai­xas, y Rio­ja ver­sus Ribe­ra del Duero. Dife­ren­cias y simi­li­tu­des, tipos de uvas, cli­ma, terreno, dos blan­cos y dos tin­tos fren­te a fren­te que nos per­mi­ti­rá ima­gi­nar­nos diver­sos esce­na­rios para mari­dar con pla­tos de nues­tra gas­tro­no­mía. 

Como avan­ce de las siguien­tes catas, has­ta un total de 9 para este año 2019,  irán sobre los siguien­tes temas: vinos bio del Pene­dès, de vinos inter­na­cio­na­les, de cavas: 2 rosa­dos y dos tra­di­cio­na­les, de vinos cata­la­nes: 2 de la Con­ca de Bar­be­rà y 2 de Cos­ters del Segre, com­pa­ra­ción de un Rio­ja con deno­mi­na­cio­nes de ori­gen más peque­ñas pero con gran­des vinos como es el caso de Cala­ta­yud ( Las Rocas de San Ale­jan­dro), de Madrid ( con el gra­cio­so y cir­cen­se nom­bre El Hom­bre Bala) y de Mén­tri­da (con el cine­ma­to­grá­fi­co y nove­lís­ti­co nom­bre de Las Uvas de la Ira). Para fina­li­zar esta serie y como fin de fies­ta con fue­gos arti­fi­cia­les una cata con vinos de alto nivel: 2 Rio­jas de Pala­cios Remon­do, 1 Prio­rat (Les Terras­ses de Alva­ro Pala­cios)  y 1 Cier­zo (Villa De Coru­llón).

Cada cata y cena al imba­ti­ble pre­cio de 22,50 euros inclui­do el IVA y el par­king en el pro­pio hotel para que no per­der el tiem­po en bus­car apar­ca­mien­to. 

Más infor­ma­ción de nove­da­des y acti­vi­da­des en la web del res­tau­ran­te Ten­diez y en Ins­ta­gram @tendiezbarcelona

Res­tau­ran­te Ten­diez en el Hotel Pull­man Bar­ce­lo­na Skip­per de la Avda. Lito­ral, 10 Bar­ce­lo­na 08005 Tel. 932 216 565. Abier­to des­de las 10h has­ta la 1:30h de la madru­ga­da. Ser­vi­cio a la car­ta des­de las 12h has­ta las 24h. Menú sema­nal por 19,50 euros.

© 2019 José María Toro. All rights reser­ved.

Cata de Cavas y Vinos de Castillo Perelada

El pasa­do 8 de mar­zo, el emble­má­ti­co Hotel W Bar­ce­lo­na, fue el esce­na­rio per­fec­to para la extra­or­di­na­ria pre­sen­ta­ción y cata de cavas y vinos del Grup Pera­la­da (D.O. Empor­dà) a manos de Ale­jan­dro Rodrí­guez.

Hablar de los cal­dos del Cas­ti­llo de Pere­la­da es hablar de his­to­ria, de tra­di­ción fami­liar y de arte.

Si bien la ela­bo­ra­ción de vinos en dicho encla­ve data de la Edad Media, no sería has­ta 1923   en el que Miquel Mateu, polí­ti­co, apa­sio­na­do del arte y la cul­tu­ra, e hijo del que fue­ra cofun­da­dor de His­pano-Sui­za Damián Mateu, com­pra­ra el con­jun­to monu­men­tal del Cas­ti­llo de Pere­la­da para con­ver­tir­lo en un refe­ren­te artís­ti­co y, por supues­to, para revi­ta­li­zar una impor­tan­te tra­di­ción viti­vi­ní­co­la pre­sen­te en la zona del Empor­dà.

En 1972, Artu­ro Suqué, yerno de Miquel Mateu, lide­ra­ría una trans­for­ma­ción enfo­ca­da en la cali­dad y en la meta de hacer de Pere­la­da una de las más pres­ti­gio­sas bode­gas del país. A par­te, jun­to a su espo­sa Car­men Mateu, inau­gu­ra­ría el reco­no­ci­do inter­na­cio­nal­men­te Fes­ti­val del Cas­tell de Pere­la­da por el que han pasa­do infi­ni­dad de gran­des artis­tas y músi­cos.

Hoy en día, Javier Suqué Mateu se encar­ga de diri­gir el rum­bo de este gran navío apos­tan­do por vinos de cali­dad, plan­tan­do y adqui­rien­do nue­vos viñe­dos y enfa­ti­zan­do la impor­tan­cia del I+D median­te una cons­tan­te inves­ti­ga­ción en tie­rras ampur­da­ne­sas con la fina­li­dad de apro­ve­char esas cua­li­da­des geo­fí­si­cas y cli­ma­to­ló­gi­cas que ofre­ce este terri­to­rio tan ama­do por Sal­va­dor Dalí.

En cuan­to a la D.O. Empor­dà, se carac­te­ri­za por una hete­ro­ge­nei­dad en la tie­rra en la que pri­man la tex­tu­ra are­no­sa y la pobre­za en mate­ria orgá­ni­ca. Sue­len ser sue­los áci­dos que se sitúan des­de el nivel del mar has­ta una altu­ra cer­ca­na a los 260 metros. El cli­ma dis­fru­ta del vien­to de tra­mon­ta­na, que con­tri­bu­ye de mane­ra acti­va a la bue­na salud de las viñas. Con invier­nos sua­ves y vera­nos calu­ro­sos pero tem­pla­dos por el Medi­te­rrá­neo, la tem­pe­ra­tu­ra se sitúa entre los 14 y los 16°C, per­mi­tien­do el cul­ti­vo de varie­da­des de ciclo medio y lar­go. Refe­ren­te a los viñe­dos, son de anti­gua implan­ta­ción, si bien en los últi­mos años se ha ido reno­van­do para adop­tar cier­tos cam­bios varie­ta­les. Las uvas que pre­do­mi­nan son prin­ci­pal­men­te cari­ñe­na y gar­na­cha negra en tin­tos, y gar­na­cha blan­ca y roja jun­to a  maca­beo en blan­cos.

vinos y cavas de Castillo de Perelada

Para esta cata se pre­sen­ta­ron los siguien­tes cavas y vinos:

-Cava Stars Touch of Rosé 2014 (90% gar­na­cha y 10% pinot noir): sien­do un home­na­je a todas esas estre­llas que han pasa­do y pasa­rán por el Fes­ti­val Cas­tell de Pere­la­da, este cava ela­bo­ra­do a par­tir de uvas selec­cio­na­das bajo la D.O. Cava, ofre­ce un color páli­do y rosá­ceo, así como finas bur­bu­jas con for­ma­ción de coro­na. Moderno y agra­da­ble, se mues­tra muy flo­ral en boca, seco, pero con vida áci­da. La pre­sen­cia de fru­ta blan­ca es más que nota­ble.

-Només Gar­natxa Blan­ca 2016 (100% gar­na­cha blan­ca): con uvas pro­ce­den­tes de viñe­dos de entre cin­cuen­ta y sesen­ta años situa­dos en la fin­ca Pont de Molins, se obtie­ne este mono­va­rie­tal com­ple­jo y con alma de man­za­na. A la vis­ta, pre­sen­ta un color ama­ri­llo páli­do con lige­ros toques ver­do­sos. En boca ofre­ce cier­to amar­gor y un gran reco­rri­do. Un cla­ro ejem­plo de lo que es un vino con per­so­na­li­dad.

-Collec­tion Blanc 2015 (64% char­don­nay y 63% sau­vig­non blanc): este joven de cabe­llo rubio bri­llan­te, rebel­de e inten­so debe bue­na par­te de su per­so­na­li­dad a un 5% de char­don­nay que duran­te el 2015 vivió inten­sa­men­te en barri­ca de aca­cia, adqui­rien­do un lige­ro y pecu­liar toque de made­ra que se suma­ría a un per­fu­me de fru­tas dul­ces y tro­pi­ca­les. En boca es redon­do y fres­co, con un lige­ro pun­to car­bó­ni­co.

-Fin­ca Espo­lla 2012 (50% syrah, 30% monas­trell, 8% caber­net sau­vig­non, 6% gar­na­cha y 6% sam­só): con una exten­sión de 21 hec­tá­reas, Fin­ca Espo­lla se sitúa en Les Albe­res, cer­ca de los Piri­neos, y tie­ne como prin­ci­pal carac­te­rís­ti­ca un sue­lo negro, áci­do y piza­rro­so. Este leal escu­de­ro de las car­nes “cor­tas” (pies, carri­lle­ras…) des­ta­ca por un color rojo rubí de capa alta. Encon­tra­mos abun­dan­tes aro­mas de fru­tas rojas, así como a bal­sá­mi­cos. En boca es ele­gan­te y con una aci­dez pro­pia de la tie­rra de la que pro­ce­de.

-Fin­ca Mala­veï­na 2013 (46% mer­lot, 21% caber­net sau­vig­non, 12% caber­net franc, 11% syrah y 10% gar­na­cha): uno de los buques insig­nia de Pere­la­da, esta «bue­na veci­na» nace de 19 hec­tá­reas de arci­lla roji­za y de can­tos roda­dos. Mues­tra en su ros­tro un bello color rojo cere­za y des­pren­de un aro­ma a fru­tos negros con toques tos­ta­dos. Sus besos son redon­dos, car­no­sos, casi cre­mo­sos, y lige­ra­men­te áci­dos, son besos que per­du­ran. Esta veci­na enve­je­ce­rá, por supues­to, pero lo hará de la mejor for­ma, ena­mo­ran­do de nue­vo.

-Aires de Gar­bet 2013 (100% gar­na­cha): De una con­jun­ción dada por el Medi­te­rrá­neo, la cali­dez del sol, la tra­mon­ta­na y el sue­lo piza­rro­so de la fin­ca Gar­bet sur­ge este esplen­di­do tin­to pla­ga­do de recuer­dos a hier­bas medi­te­rrá­neas, bal­sá­mi­cos, torre­fac­tos, mine­ra­les y fru­tos rojos. Pre­sen­ta unos tani­nos madu­ros y sedo­sos, así como un paso por boca agra­da­ble y exten­so. Igual que Fin­ca Mala­veï­na, pre­sen­ta un enve­je­ci­mien­to con buen poten­cial.

-Cava Gran Claus­tro 2012 (45% pinot noir, 45% char­don­nay y 10% xarel·lo): ela­bo­ra­do arte­sa­nal­men­te, se cria­ba en su ori­gen en las bode­gas del claus­tro situa­do jun­to al Cas­ti­llo Pere­la­da. Se tra­ta de un cava bas­tan­te acham­pa­na­do, de apa­rien­cia color ama­ri­llo paja con refle­jos ver­do­sos y bri­llan­tes. Su bur­bu­ja es fina y con­ti­nua, y su sabor, seco y sua­ve, deja ves­ti­gios afru­ta­dos.

© 2017 Aarón Gon­zá­lez. All rights reser­ved 

Menú degustación modernista dentro de la Restaurant Lover Week en Restaurante Galaxó del Hotel Casa Fuster

«Per­fec­to Sr. Domé­nech, si usted me con­fir­ma que ya tie­ne todos per­mi­sos nece­sa­rios para la edi­fi­ca­ción, pro­ce­da a ello. Avi­sa­ré a la Sra. Fabra para que se per­so­ne en su des­pa­cho y pue­dan con­cre­tar los deta­lles de la obra.»

Así, tras col­gar su pecu­liar y rús­ti­co Gower-Bell, Mariano Fus­ter i Fus­ter, caba­lle­ro de la alta socie­dad mallor­qui­na, pin­tor e indus­trial, segu­ra­men­te habría dado el vis­to bueno al plan­tea­mien­to ofre­ci­do por el res­pe­ta­do arqui­tec­to bar­ce­lo­nés Lluís Domé­nech i Mon­ta­ner para la cons­truc­ción en 1905 de uno de los edi­fi­cios moder­nis­tas más exclu­si­vos y ele­gan­tes de la capi­tal cata­la­na: La Casa Fus­ter.

Situa­do en el núme­ro 132 del con­cu­rri­do Paseo de Gra­cia, el Hotel Casa Fus­ter escon­de bajo su sinuo­sa y mar­mó­rea arqui­tec­tu­ra el res­tau­ran­te Gala­xó. En cla­ro home­na­je a quién fue­ra el señor de la casa, Mariano Fus­ter, el local adquie­re el nom­bre de la cum­bre mallor­qui­na Puig de Galatzó dan­do a enten­der un carác­ter medi­te­rrá­neo que se aúna en per­fec­ta con­so­nan­cia con la van­guar­dia encar­na­da en el espí­ri­tu moder­nis­ta que rezu­ma cada rin­cón del hotel. En pala­bras de Oriol Cani­llas (chef) y Mireia Pelli­cer (maî­tre som­me­lier) «Nues­tra gas­tro­no­mía apues­ta por el pro­duc­to medi­te­rrá­neo, mati­za­do con gus­tos exó­ti­cos. Prio­ri­za­mos el sabor tra­di­cio­nal y la minu­cio­sa com­bi­na­ción de gus­tos; ade­más de una estu­dia­da selec­ción cro­má­ti­ca acor­de con el perio­do moder­nis­ta al que per­te­ne­ce este emble­má­ti­co edi­fi­cio».

Nada más atra­ve­sar la arca­da del Hotel Casa Fus­ter, la sen­sa­ción de via­jar a otra épo­ca e inclu­so a otra dimen­sión, se apo­de­ra del espí­ri­tu de uno. Mobi­lia­rio dota­do de vida gra­cias a sus for­mas orgá­ni­cas, pomos for­ja­dos que ins­pi­ran natu­ra­le­za, jarro­nes que bai­lan al son de tenues luces rega­lan­do mís­ti­cos reflejos…Todo ello da la bien­ve­ni­da, invi­tan­do a aden­trar­se en lo pro­fun­do de este bos­que de már­mol, for­ja y made­ra. Ya en la plan­ta noble, Gala­xó se deja ver tími­da­men­te al final de un dis­tri­bui­dor que lóbre­go, como si fue­ra el momen­to en el que se besan los pár­pa­dos para ini­ciar un boni­to y oní­ri­co via­je, es el encar­ga­do de con­du­cir al comen­sal a su des­tino. El Hada de Azú­car dan­za y dan­za.

Una vez en su inte­rior, un techo que evo­ca un ondu­lan­te mar de pla­ta aco­ge en su fon­do las mesas dis­pues­tas con bas­tan­te espa­cio entre sí para que cada expe­rien­cia sea úni­ca, ínti­ma e inol­vi­da­ble.

Gar­gan­tues­cos arcos de már­mol hacen la fun­ción de guar­dia­nes y de sepa­rar las dife­ren­tes sec­cio­nes del Gala­xó. Mis­te­rio­sos espe­jos añe­jos y que­bra­dos pare­cen por­ta­les a uni­ver­sos de Carroll. Amplios ven­ta­na­les son cubier­tos por impo­nen­tes cor­ti­nas mora­das que como cata­ra­tas de vino, caen y se fun­den en un vacío que esca­pa a la vis­ta de la per­so­na ya sen­ta­da alre­de­dor de unas mesas siem­pre acom­pa­ña­das por escul­tu­ras y moti­vos moder­nis­tas.

Tras un ape­ri­ti­vo de bien­ve­ni­da del chef con­sis­ten­te en un sua­ve gua­ca­mo­le con gam­bas y una selec­ción de sales: la sutil sal rosa del Hima­la­ya, la Flor de Sal con hibis­co y la pode­ro­sa y oscu­ra sal vol­cá­ni­ca de Hawaï, acom­pa­ña­das con pan blan­co y de nue­ces, y de un exce­len­te AOVE como es el leri­dano y eco­ló­gi­co Uma­mi, se pro­ce­dió a la degus­ta­ción de los siguien­tes pla­tos:

aperitivo

Ape­ri­ti­vo moder­nis­ta. Foto­gra­fía de Aarón Gon­zá­lez

-Pica Pica Moder­nis­ta, ele­gan­te y colo­ri­da com­po­si­ción for­ma­da por:

      -Drac del Parc Güell (Cane­lón de cala­ba­cín relleno de mató y vina­gre­ta de pimien­tos de colo­res): un tren­ca­dís a base de vina­gre­ta de pimien­tos mul­ti­co­lo­res cubre a un dra­gón de sua­ve cala­ba­cín que guar­da en su inte­rior una nube de lige­ro reque­són.

    -Vidrie­res Moder­nis­tes (Tar­tar de sal­món con gela­ti­nas de pimien­to, pepino y toma­te): un tar­tar de sal­món fina­men­te cor­ta­do, que evi­ta así la malo­gra­da tex­tu­ra de puré, cobi­ja­do por un méz­clum de hojas jóve­nes al que cada boca­do va son­sa­can­do peque­ños secre­tos de pala­dar. Las gela­ti­nas, dife­ren­cia­das y lle­nas de sabor, apor­tan ese aspec­to visual que le con­fie­re el nom­bre al pla­to.

      -Sagra­da Fami­lia (pata­ta bra­va): unir dos con­cep­tos tan arrai­ga­dos como son las pata­tas bra­vas con uno de los sím­bo­los emble­má­ti­cos no solo del moder­nis­mo cata­lán, sino de la pro­pia iden­ti­dad bar­ce­lo­ne­sa, es todo un acier­to. Más aún cuan­do se da la pri­me­ra den­te­lla­da y la lava de este peque­ño vol­cán empie­za a ver­ter­se por sus cos­ta­dos al mis­mo tiem­po que hace pre­sen­cia en las papi­las del comen­sal.

Un pri­mer pla­to digno de un mural de Mucha en el que colo­res y sabo­res vuel­ven a recor­dar que no se está en un res­tau­ran­te cual­quie­ra. Se acom­pa­ña con un Pri­mer Brut Natu­re de Pere Ven­tu­ra (xarel.lo, pare­lla­da y maca­beo), que apor­ta refle­jos dora­dos y bri­llan­tes.

-Mer­lu­za en suquet de cho­co­la­te con pas­tel de pata­ta y bole­tus: una cama de espon­jo­sas pata­tas es tes­ti­go de este curio­so idi­lio. No se sabe cuán­do el cacao empe­zó su rela­ción con la sire­na, lo que sí es más que evi­den­te es que recos­ta­dos en esos coji­nes de bole­tus, man­tie­nen una rela­ción de ensue­ño, casi prohi­bi­da, que sella­ron con un blan­co e inten­so Prín­ci­pe de Via­na D.O. Nava­rra (char­don­nay). Shos­ta­ko­vich habría com­pues­to una sui­te para esta pare­ja sin dudar­lo.

-Fri­can­dó de ter­ne­ra al ver­mut con naran­jas fres­cas y oli­vas negras: o como el pla­to se trans­for­ma en un cam­po de bata­lla por ver cuál de los ingre­dien­tes per­ma­ne­ce más tiem­po en la men­te y en el gus­to del comen­sal. La pode­ro­sa pero deli­ca­da ter­ne­ra avan­za impa­ra­ble para ganar­se el pues­to de pala­dín moder­nis­ta, “lás­ti­ma” que una naran­ja que no se deja ame­dren­tar por una car­ne tan fina y dul­ce, des­ha­ga todo ese sabor para suplan­tar­lo por un fres­cor lige­ra­men­te áci­do. Esto pro­vo­ca un tira y aflo­ja en el que el comen­sal está desean­do pro­bar otro boca­do de la pri­me­ra para obli­gar al cítri­co a actuar. Has­ta aquí todo sería más o menos sen­ci­llo si no fue­ra por­que otro ele­men­to entra en dis­cor­dia: de for­ma fur­ti­va, las oli­vas negras hacen acto de pre­sen­cia dan­do peque­ñas esto­ca­das tos­ta­das en el pala­dar. Han veni­do, y lo hacen para que­dar­se. Un tin­to joven de Jar­dins Monas­trell D.O. Empor­dà (gar­na­cha, mer­lot, syrah y caber­net sua­vig­non) es tes­ti­go de tan cruen­ta bata­lla.

-Casa Fus­ter (semi­es­fe­ra de mous­se de cho­co­la­te con leche y baño de cho­co­la­te blan­co): líneas cur­vas moder­nis­tas para pre­sen­tar un pos­tre poten­te a la par que lige­ro y, por supues­to, dul­ce. Una pie­za que se podría extra­po­lar al cam­po de la arqui­tec­tu­ra y enca­jar per­fec­ta­men­te en cual­quier obra de Josep Puig i Cada­falch.

postre,

Semi­es­fe­ra de mous­se de cho­co­la­te con leche y baño de cho­co­la­te blan­co. Foto­gra­fía de Aarón Gon­zá­lez

Tras esta degus­ta­ción, se con­clu­ye que Gala­xó es un uni­ver­so para­le­lo, un por­tal al pasa­do ¿o tal vez al futu­ro? En defi­ni­ti­va, se pue­de decir que Gala­xó es un lugar para soñar.

Gala­xó for­ma par­te de la Res­tau­rant Lover Week orga­ni­za­da por Atrá­pa­lo. Del tres al doce de mar­zo, una selec­ción de res­tau­ran­tes de Madrid y Bar­ce­lo­na ofre­ce­rán menús exclu­si­vos a un pre­cio ase­qui­ble e infe­rior al habi­tual: 24 euros más IVA y un euro muy espe­cial que irá des­ti­na­do a cola­bo­rar con la ONG Accem y ayu­dar así a refu­gia­dos y a las per­so­nas más des­fa­vo­re­ci­das.

Más infor­ma­ción y reser­vas en Atrá­pa­lo

© 2017 Aarón Gon­zá­lez. All rights reser­ved 

Una escapada al Hotel Plaza de Andorra

Des­co­nec­ta (del móvil y del orde­na­dor) para conec­tar con los tuyos” Con este boni­to y direc­to eslo­gan nos reci­be un car­tel de bien­ve­ni­da al Prin­ci­pa­do de Ando­rra. Toda una decla­ra­ción de inten­cio­nes.

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Hall del Hotel Pla­za. Foto gen­ti­le­za del mis­mo hotel.

Hotel Pla­za C/ Na Maria Plà, 19–21 Ando­rra la Vella (Prin­ci­pa­do de Ando­rra)
Es de agra­de­cer entrar en este ele­gan­te hotel don­de el frío mini­ma­lis­mo no cabe en el idea­rio filo­só­fi­co de este emble­má­ti­co esta­ble­ci­mien­to hote­le­ro del peque­ño país de los Piri­neos. Sen­tir esa cali­dez nada más tras­pa­sar la puer­ta gira­to­ria y dis­fru­tar de la visión de una dis­tin­gui­da deco­ra­ción muy ingle­sa, a base de mue­bles nobles de made­ra oscu­ra, de gran­des cor­ti­nas con cuer­po, escul­tu­ras aca­dé­mi­cas, jarro­nes dora­dos y de cris­tal talla­do, alfom­bras mulli­das del dise­ña­dor Paul Smith que inci­tan a pisar­las sua­ve y deli­ca­da­men­te, piano de cola de color ébano bri­llan­te que invi­ta a dis­fru­tar­lo, lar­ga mesa de cen­tro con jarro­nes en dife­ren­tes medi­das y ador­na­das con flo­res que se dispu­tan nues­tra aten­ción con su pale­ta cro­má­ti­ca en blan­co y lila alter­nan­do con velas de aspec­to níveo,  pare­des empa­pe­la­das en colo­res cla­ros, sillas tapi­za­das en tonos clá­si­cos, sofás tipo chés­ter y sillo­nes en piel que con­vi­dan a dis­fru­tar de sus asien­tos en los espa­cios comu­nes con una taza de humean­te café y copa de un buen Armag­nac que nos impreg­ne con sus aro­mas volá­ti­les per­fu­ma­dos de made­ra mien­tras espe­ra­mos pacien­te­men­te un ir o venir para prac­ti­car el shop­ping por las calles ando­rra­nas o pasear por cual­quie­ra de sus mon­ta­ñas que ena­mo­ran. Un tra­ga­luz cen­tral que inun­da de cla­ri­dad ceni­tal el lumi­no­so patio cen­tral y alre­de­dor del cual pivo­tan las habi­ta­cio­nes para los hués­pe­des en los pisos supe­rio­res. Un gran reloj sui­zo con la impre­sión de la ciu­dad de Genè­ve en su esfe­ra blan­ca, con maqui­na­ria a la vis­ta, mar­ca el des­pia­da­do e inexo­ra­ble paso del tiem­po hacien­do las veces de indi­ca­dor de la hora y de cabe­ce­ra de la recep­ción del hotel. Todos estos ele­men­tos le apor­tan iden­ti­dad y carác­ter regio jun­to con los cua­dros de ins­pi­ra­ción tra­di­cio­nal crean­do una atmós­fe­ra cáli­da y aco­ge­do­ra.

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Inte­rior del res­tau­ran­te Pla­za en el Hotel Pla­za. Foto gen­ti­le­za del mis­mo hotel.

Las 90 habi­ta­cio­nes de este hotel de 5 estre­llas, 47 son sui­tes, están deco­ra­das siguien­do la mis­ma línea esté­ti­ca cita­da ante­rior­men­te, y están pre­pra­das para faci­li­tar tan­to una esca­pa­da cor­ta o una lar­ga estan­cia, para pare­jas, fami­lias (niños gra­tis com­par­tien­do habi­ta­ción con 2 adul­tos) o de nego­cios. Cui­da­do sur­ti­do de ame­ni­ties en las habi­ta­cio­nes. Dis­po­ne asi­mis­mo de gim­na­sio, sau­na, y spa para rela­jar­se en su cir­cui­to de aguas y dejar­se mimar por manos exper­tas en la zona de masa­jes. Salas para reunio­nes o con­gre­sos ale­ja­dos del mun­da­nal rui­do. Las estan­cias de los pisos más altos dis­fru­tan de pri­vi­le­gia­das vis­tas al mar de teja­dos y tam­bién a las escar­pa­das mon­ta­ñas que se pue­den divi­sar des­de su estra­té­gi­ca situa­ción, en la zona más comer­cial de Ando­rra, es otro atrac­ti­vo más de este esta­ble­ci­mien­to hote­le­ro.

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sal­món mari­na­do con wasa­bi y bolas de melón Can­ta­loup

El capí­tu­lo gas­tro­nó­mi­co está repre­sen­ta­do por la coci­na de autor del Res­tau­ran­te Pla­za en el pri­mer piso, diri­gi­do por el acre­di­ta­do chef Ser­gi Jeró­ni­mo con amplia expe­rien­cia en res­tau­ran­tes de reco­no­ci­do pres­ti­gio como los pari­si­nos La Tour d’Ar­gent o Le Grand Vefour y el sui­zo La Sau­lie­re entre otros. En la ofer­ta eno­ló­gi­ca tam­po­co se que­da atrás con una bue­na repre­sen­ta­ción de vinos espa­ño­les, inter­na­cio­na­les y tam­bién las pocas bode­gas ando­rra­nas. Del menú degus­ta­ción des­ta­co el sal­món mari­na­do con wasa­bi y refres­can­te bola de melón Can­ta­loup como ape­ri­ti­vo. De entran­te alca­cho­fas bra­sea­das con un lige­ro per­fu­me ahu­ma­do y lan­gos­tino. Estas dos pri­me­ras degus­ta­cio­nes armo­ni­za­das con cava Juvé & Camps brut natu­re reser­va de la fami­lia. El siguien­te pla­to fue foie­gras con man­za­na y reduc­ción de opor­to mari­da­do con Escol, un vino de altu­ra, de 1.190 metros, a par­tir de uva ries­ling de cul­ti­vo eco­ló­gi­co en las mon­ta­ñas ando­rra­nas. Un vino con aro­mas de piña y fru­tas como el agua­ca­te, el man­go y la fru­ta de la pasión. Rape con ris­sot­to de aza­frán, sal­sa de maris­co y cru­jien­tes tiras de nabos. Para la car­ne un deli­cio­so Tocat de l’a­la de la D.O. Empor­dà ela­bo­ra­do con uva sam­só, gar­na­cha y syrah para casar con una espal­di­ta de cabri­to des­hue­sa­da, zumo de cere­zas y laca­do con miel. Para fina­li­zar, un mous­se de tof­fee.

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Vino de altu­ra (vi d’a­lça­da) Escol. Ando­rra

Tam­bién se pue­de optar por una comi­da más infor­mal en la Cafe­te­ría Pla­za de la plan­ta baja abier­to a todo el mun­do, tan­to si están hos­pe­da­dos como no, ade­más de tener un ser­vi­cio de té/café muy cui­da­do, coc­te­le­ría y wine bar duran­te toda la jor­na­da.

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Tar­ta de fre­sa en la Cafe­te­ría Pla­za.

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