Juvé & Camps ha presentado su Colección Cruise 2019 diseñada por Sergio Mora

En el 2018, Josep María Mor­era del estu­dio Mor­era Design, fue el encar­ga­do de per­son­alizar las 12.000 botel­las del Gran Reser­va de Juvé & Camps con 6 dis­eños orig­i­nales car­ga­dos de pos­i­tivi­dad para con­ta­gia­rnos de ese espíritu ale­gre de estéti­cas flo­rales y exóti­cas de este gran cava. En este 2019, y segun­da edi­ción, el respon­s­able ha sido Ser­gio Mora o Magi­coMo­ra como se le conoce, recono­ci­do con el pre­mio Gram­my Lati­no al Mejor Dis­eño 2016, y que nos mues­tra su per­son­al visión en las 4 botel­las de edi­ción lim­i­ta­da del Reser­va de la Famil­ia bajo el sug­er­ente títu­lo de “Plac­er Cós­mi­co”, y que define esta colec­ción como una his­to­ria que cuen­ta que “del corazón del uni­ver­so no dejan de bro­tar expre­siones de vida, celebración en esta­do puro, sin razón aparente. Bur­bu­jas de cava llenas de alegría tiñen de fies­ta todos los rin­cones. Momen­tos de explosión, de big bang. Escoge tu botel­la, descórchala y deja que te trans­porte a momen­tos únicos de celebración”.

La Colec­ción Cruise están inspi­radas en el  mun­do de la moda, a la cual le rinde trib­u­to. Botel­las pen­sadas para regalar, para sor­pren­der a ami­gos y/o famil­iares y por supuesto para colec­cionar. Juvé & Camps da un paso más allá de la sim­ple elab­o­ración de cava, y une su pasión por la cul­tura, la cre­ativi­dad y el arte vistien­do sus icóni­cas botel­las, man­te­nien­do la cal­i­dad y aut­en­ti­ci­dad que la avalan después de años y años par­tic­i­pan­do de gen­eración en gen­eración en los momen­tos más impor­tantes de cel­e­bración de muchas familias.

Colección Cruise 2019 de Juvé & Camps

Colec­ción Cruise 2019 de Juvé & Camps

 

El cava elegi­do para vestirse con esta eti­que­ta que tan bien evo­can el carác­ter fes­ti­vo y ale­gre del ver­a­no ha sido el Reser­va de la Famil­ia 2015. Un cava ecológi­co tipo Brut Nature Gran Reserva, de 36 meses en botel­la. Elab­o­ra­do con las var­iedades clási­cas de xarel-lo, macabeo y par­el­la­da. El PVP de 88 euros el pack de las 4 botel­las y de 22 euros la botel­la. Su paso fres­co y sus bur­bur­jas se inte­gran per­fec­ta­mente en el pal­adar para ofre­cer una explosi­ción de sen­sa­ciones en cada sorbo.

Uno de los diseños para la Colección Cruise 2019 de Juvé & Camps

Uno de los dis­eños para la Colec­ción Cruise 2019 de Juvé & Camps

 

Juvé & Camps es líder en la elab­o­ración de Gran Reser­va y está con­sid­er­a­da como una de las bode­gas famil­iares más emblemáti­cas del Penedès y una de las más recono­ci­das de espumosos de cal­i­dad en el mun­do. La famil­ia lle­va sig­los ded­i­ca­dos a la viti­cul­tura y está pre­si­di­da por Joan Juvé. Tienen un total de 271 hec­táreas de viñe­do cul­ti­vadas 100% ecológ­i­cas y en sus cavas sub­ter­ráneas de Sant Sadurí d’Anoa reposan mar­cas como La Capel­la, La Siberia, Gran Juvé & Camps, Miles­imé, Miles­imé Rosé, Blanc de Noirs, Reser­va de la Famil­ia, Essen­tial, Cin­ta Púrpura, Nec­tar Blanc y el Brut Rosé.

 

En la mod­er­na insta­la­ciones de Espiells se obtienen los vinos base para el cava y los vinos blan­cos Ermi­ta d’Espiells, Miran­da d’Espiells, Gre­gal d’Espiells y Flor d’Espiells, los rosa­dos Ermi­ta d’Espiells Rosé y Auro­ra d’Espiells Rosé, y los tin­tos Casa Vel­la d’Espiells, Viña Escar­la­ta y Iohannes, un vino de autor para guardar elab­o­ra­do en hom­e­na­je al fun­dador de la bodega.

© 2019 José María Toro. All rights reserved

Cava Escape de Codorníu

Nue­va vuelta de tuer­ca al for­ma­to escape room. Si has­ta aho­ra creías que lo habías vis­to todo en este tipo de prop­ues­tas, Codor­níu, de Sant Sadurní d’Anoia, amplía sus ser­vi­cios de eno­tur­is­mo, has­ta aho­ra nun­ca vis­to en el mun­do enológi­co, con esta orig­i­nal prue­ba de superación de enig­mas tras la búsque­da del tesoro en los laberín­ti­cos pasil­los sub­ter­rá­neos de la cava y que dejó escon­di­do en algún secre­to rincón, el antepasa­do Manuel Raven­tós. Son 75 min­u­tos de emo­ción y risas ase­gu­radas. Para finalizar una degustación de Cava Codor­níu. Indi­ca­do muy espe­cial­mente para todos aque­l­los que dis­fru­tan con las nuevas expe­ri­en­cias y para los que de pequeño soñaron con encon­trar, cual Indi­ana Jones, un tesoro.

Codorníu

Codor­níu

 

A Manuel Raven­tós le debe­mos el impul­so que le dió a Codor­níu y la ampliación de la bode­ga de corte mod­ernista fir­ma­do por Josep Puig i Cadafalch, arqui­tec­to con­tem­porá­neo de Antoni Gaudí. Este majes­tu­oso edi­fi­cio en piedra es todo un hom­e­na­je al silen­cio de la cava donde reposan, real­izan la segun­da fer­mentación y cri­an­za las botel­las que luego darán pie a mil­lones de cel­e­bra­ciones en todo el mun­do. Pero fue en 1872, Josep Raven­tós Fatjó, quién elaboró cava por primera vez en España, sigu­ien­do el méto­do tradi­cional y usan­do uvas autóc­tonas que le dan su per­son­al­i­dad propia: macabeo, xarel.lo y par­el­la­da, unien­do la his­to­ria de la mar­ca Codor­níu a la del cava ya que creó una indus­tria nue­va en el Penedés. Des­de 1976 este ejem­p­lo de arqui­tec­tura fue declar­a­do Mon­u­men­to Históri­co Artís­ti­co.

Pre­cio por grupo 195 para un mín­i­mo de 2 per­sonas y un máx­i­mo de 12. Con­sul­tar horar­ios y disponi­bil­i­dad en Cava Escape Para acced­er en cómo lle­gar  Más infor­ma­ción de otras activi­dades y de la bode­ga en Cava Codor­níu

© 2018 José María Toro. All rights reserved.

 

Cavas 10 d’Abril en El Petit Celler

El pasa­do jueves 20 de abril, El Petit Celler (Beethoven 8, Barcelona) sigu­ien­do su intere­sante y atrac­ti­va prop­ues­ta de catas y activi­dades rela­cionadas con el mun­do del vino y el cava, se encar­gó de traer a la ciu­dad con­dal a 10 d’Abril, una joven pero sabia bode­ga proce­dente de Sant Llorenç d’Hortons, munici­pio situ­a­do en el Alt Penedès, Barcelona. Como por su ori­gen se puede cole­gir, pertenecen a la D.O. Penedès así como a la D.O. Cava.

La D.O. Penedès, situ­a­da entre la cordillera Pre­li­toral y las lla­nuras de la cos­ta mediter­ránea, se car­ac­ter­i­za por una gran riqueza en micro­cli­mas debido a su prox­im­i­dad litoral y a su alti­tud. Con un cli­ma mediter­rá­neo, la zona del Penedès Marí­ti­mo (Baix Penedès y Gar­raf) es más tem­pla­da por la influ­en­cia y prox­im­i­dad del mar, mien­tras  que el Penedès Supe­ri­or (Alt Penedès, Alt Camp, Anoia y Baix Llo­bre­gat) con más pre­cip­ita­ciones, pre­sen­ta  may­or difer­en­cia entre tem­per­at­uras máx­i­mas y mín­i­mas. El Penedès Cen­tral (Alt Penedès) es la sín­te­sis de ambos microclimas.

En cuan­to a sus vinos, la D.O. Penedès se car­ac­ter­i­za por la uti­lización de una vas­ta var­iedad de uva como son el xarel·lo, la par­el­la­da o el macabeo, entre otras, en blan­cos, y el mer­lot, el ull de lle­bre o la monas­trell en tin­tos.

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Cavas y vinos de 10 d’Abril

Cavas 10 d’Abril  da una vuelta de tuer­ca a los vinos y cavas de esta D.O. y, man­te­nien­do sus orí­genes, se cen­tra en la elab­o­ración de unos cal­dos de autor con per­son­al­i­dad propia. Para ello, apues­ta por una agri­cul­tura ecológ­i­ca y una elab­o­ración arte­sanal que garan­ti­zan mat­ices úni­cos y difer­entes en cada línea de producto.

Jaume Raven­tós y Javier Hernán­dez, cabezas vis­i­bles de 10 d’Abril, fueron los encar­ga­dos de expon­er los sigu­ientes vinos y cavas:

  • Vino blan­co Cál­i­da (20% mus­cat y 80% gewürz­tramin­er): Elab­o­ra­do a par­tir de una vendimia noc­tur­na para una madu­ración a baja tem­per­atu­ra de la uva, Cál­i­da se mues­tra ante los ojos con un tono áureo, de inten­si­dad media y con pince­ladas ver­dosas. En nar­iz, ofrece aro­mas prin­ci­pal­mente flo­rales como el jazmín o la rosa, jun­to con toques de melo­cotón. En boca, no es tan goloso como a pri­ori se podría esper­ar, sino que hace gala de esa acidez propia del Penedés. Sedoso y fres­co, per­siste larga­mente en el pal­adar. Acom­pañaría de for­ma ide­al a platos de marisco, ensal­adas y pesca­dos. Se puede decir que Cál­i­da es un vino que trans­mite cal­ma, la cal­ma de la noche campestre del Penedés.
  • Vino blan­co Picu Picu EM8 (Emma 8) (100% xarel·lo): Proce­dente de viñas de unos 50 años, este mono­va­ri­etal se cul­ti­va de for­ma ecológ­i­ca a 300 met­ros de alti­tud en sue­lo cal­cáreo y pedregoso. Si bien su fer­mentación tiene lugar en tan­ques de acero inox­id­able, es el paso por bar­ri­c­as nuevas de cas­taño el que le apor­ta esos sutiles toques bal­sámi­cos, pero, y gra­cias al no abusar de la madera, sin perder los aro­mas esen­ciales del xarel·lo. Con un col­or amar­il­lo cer­cano al dora­do mate, indi­ca que fiel al tipo de agri­cul­tura que prac­ti­can en 10 d’Abril, no se han aña­di­do clar­i­f­i­cantes ni se ha pro­ce­di­do a fil­tra­ciones. Los aro­mas vari­etales fres­cos como el albari­coque jun­to con grá­ciles notas de cri­an­za en cas­taño como ahu­ma­dos o vainil­la, fon­dos tosta­dos y otros mat­ices dul­ces se bat­en en due­lo en las fos­as nasales, mien­tras que su paso por boca es ancho y estruc­tura­do, fres­co, pero con toques áci­dos resul­ta­do del beso de la madera cas­taña. Picu Picu EM8 se tra­ta de un vino pecu­liar, que huye de la indifer­en­cia y del xarel·lo joven, casan­do de man­era ópti­ma con gran var­iedad de platos de la coci­na de prox­im­i­dad mediter­ránea como arro­ces, xaton­adas o esqueix­adas.
  • Cava Reser­va Clos de l’Albert (40% macabeo, 40% xarel·lo y 20% par­el­la­da): Fer­men­ta­do en dos tiem­pos, una primera fer­mentación de las tres var­iedades por sep­a­ra­do en acero inox­id­able con levaduras autóc­tonas del Penedés, y una segun­da en botel­la a tem­per­atu­ra con­stante de 14 y 15°C, Clos de l’Albert se tra­ta de un cava hon­ra­do, en el que se ha bus­ca­do el con­trol y el equi­lib­rio en el car­bóni­co. Ofrece un col­or amar­il­lo con refle­jos dora­dos y una bur­bu­ja ele­gante, fina y per­sis­tente. En nar­iz, la man­zana Gold­en y la verde son las pro­tag­o­nistas jun­to a deriva­dos de su cri­an­za como la almen­dra tosta­da. En el pal­adar, pre­sume de un muy buen equi­lib­rio en el que no hay exce­sos de acidez. Con toques de pastel­ería en el post gus­to y un pun­to lác­ti­co nada abu­si­vo, es exce­lente como aper­i­ti­vo y como paje de pesca­dos, mariscos y carnes blancas.
  • Cava Gran Reser­va Ter­rers de Cal Bayés (40% macabeo, 50% xarel·lo y 40% par­el­la­da): Un brut nature lle­va­do al límite. Sus tres var­iedades se fer­men­tan por sep­a­ra­do per­mi­tien­do al xarel·lo man­ten­er sus aro­mas pri­mar­ios y mejo­rar las car­ac­terís­ti­cas espumantes y a la macabeo apor­tar un per­fil aromáti­co inten­so y com­ple­jo que da ese per­fume tan dis­tin­ti­vo. El col­or, en gran parte debido a esta últi­ma var­iedad, es de un amar­il­lo tosta­do con una bur­bu­ja fina y de desprendimien­to lento. En nar­iz, fru­tas al horno y con­fi­tadas inspi­ran paisajes fres­cos y rús­ti­cos mien­tras que su paso por boca es equi­li­bra­do y suave, seco pero dulce, per­sis­tente y largo. Se tra­ta de un cava para ser toma­do de prin­ci­pio a fin, des­de el aper­i­ti­vo has­ta los postres.
Cava Gran Reserva Terrers de Cal Bagés

Cava Gran Reser­va Ter­rers de Cal Bayés

  • Cava Gran Reser­va Masia Les Forques (100% xarel·lo): Una exce­len­cia proce­dente de viñe­dos viejos situ­a­dos en sue­los de nat­u­raleza cal­cárea en pleno corazón del Penedés. Con una pro­duc­tivi­dad muy baja, todas las viñas se cul­ti­van sin her­bi­ci­das ni insec­ti­ci­das respetan­do así la bio­di­ver­si­dad y el medio ambi­ente. La fer­mentación de la fru­ta se lle­va a cabo en inox­id­able a muy baja tem­per­atu­ra. Tras esta fer­mentación, se deja cer­ca de 12 días en lías de xarel·lo para pasar a otra fer­mentación a base de una levadu­ra de la famil­ia y otra impor­ta­da de Cham­pagne que le otor­ga un toque difer­en­cial a la ulte­ri­or cri­an­za. Este Gran Reser­va mues­tra un tono amar­il­lo paji­zo con refle­jos dora­dos, con rosario de bur­bu­jas finas, per­sis­tentes y lentas. Tan­to en nar­iz como en boca, se com­por­ta de man­era sim­i­lar: notas cre­mosas de fru­ta madu­ra y vainil­la con­viv­en con fon­dos tosta­dos y un com­ple­jo ahu­ma­do que deno­ta una larga cri­an­za. Es pre­cisa­mente este ahu­ma­do tan espe­cial e inten­so el que hace de Masia Les Forques un cava con una capaci­dad inher­ente para difer­en­cia­rse del resto. Caviares, pesca­dos salsea­d­os, carnes y que­sos cura­dos se sen­tirán orgul­losos de ser acom­paña­dos por este cava.
  • Vino tin­to Picu Picu 9 (85% mer­lot y 15% ull de lle­bre): Cri­a­do en bar­ri­c­as de roble francés y pos­te­ri­or­mente en botel­la, es un tin­to en el que se ha bus­ca­do sobreto­do la fres­cu­ra y la ligereza. De un atrac­ti­vo rojo bril­lante pero sin exce­so de col­or, Picu Picu 9 recuer­da a bosque, a jar­dines de jazmín y a tosta­dos. En boca, se mues­tra joven pero sin olvi­dar su cri­an­za en bar­ri­ca que le apor­ta esos mat­ices de vainil­la y de fru­tos sec­os, mien­tras que la pos­te­ri­or en botel­la le hace ser un vino ligero y estruc­tura­do. Picu Picu 9 se tra­ta de un vino ver­sátil, apropi­a­do para acom­pañar carnes, segun­dos platos e inclu­so para el copeo puro y duro (error, el copeo nun­ca es duro), que nació de una nue­va expe­ri­en­cia y que tiene pin­ta de per­du­rar en el mun­do vinícola.
Vino tinto Picu Picu número 9

Vin­to tin­to Picu Picu nº 9

10 d’Abril se reivin­di­can como unos hace­dores espe­ciales, con­cien­ci­a­dos con el carác­ter que tiene que poseer un vino o un cava del Penedès al mis­mo tiem­po que se rigen por unos prin­ci­p­ios en los que pri­man el respeto al medio ambi­ente y la sin­gu­lar­i­dad de la propia bode­ga. En pal­abras de Jaume, «se coopera con payeses para ade­cuar la viña vie­ja a la final­i­dad de la bode­ga», y ese propósi­to no es otro que el de sor­pren­der, ilu­sion­ar y crear unas altas expec­ta­ti­vas que, con el tiem­po, cumplirán.

Más infor­ma­ción de la bode­ga en Cavas 10 d’Abril Para saber más del catál­o­go de ref­er­en­cias así como de las activi­dades futuras de la vinote­ca orga­ni­zado­ra en El Petit Celler  del Car­rer Beethoven, 8 Barcelona 08021 Telé­fono 932 008 260

© 2017 Aarón González. All rights reserved.

Menú degustación modernista dentro de la Restaurant Lover Week en Restaurante Galaxó del Hotel Casa Fuster

«Per­fec­to Sr. Doménech, si ust­ed me con­fir­ma que ya tiene todos per­misos nece­sar­ios para la edi­fi­cación, pro­ce­da a ello. Avis­aré a la Sra. Fab­ra para que se per­sone en su despa­cho y puedan conc­re­tar los detalles de la obra.»

Así, tras col­gar su pecu­liar y rús­ti­co Gow­er-Bell, Mar­i­ano Fuster i Fuster, caballero de la alta sociedad mal­lorquina, pin­tor e indus­tri­al, segu­ra­mente habría dado el vis­to bueno al planteamien­to ofre­ci­do por el respeta­do arqui­tec­to barcelonés Lluís Doménech i Mon­tan­er para la con­struc­ción en 1905 de uno de los edi­fi­cios mod­ernistas más exclu­sivos y ele­gantes de la cap­i­tal cata­lana: La Casa Fuster.

Situ­a­do en el número 132 del con­cur­ri­do Paseo de Gra­cia, el Hotel Casa Fuster esconde bajo su sin­u­osa y mar­mórea arqui­tec­tura el restau­rante Galaxó. En claro hom­e­na­je a quién fuera el señor de la casa, Mar­i­ano Fuster, el local adquiere el nom­bre de la cum­bre mal­lorquina Puig de Galatzó dan­do a enten­der un carác­ter mediter­rá­neo que se aúna en per­fec­ta con­so­nan­cia con la van­guardia encar­na­da en el espíritu mod­ernista que rezu­ma cada rincón del hotel. En pal­abras de Ori­ol Canil­las (chef) y Mireia Pel­licer (maître som­me­li­er) «Nues­tra gas­tronomía apues­ta por el pro­duc­to mediter­rá­neo, mati­za­do con gus­tos exóti­cos. Pri­or­izamos el sabor tradi­cional y la min­u­ciosa com­bi­nación de gus­tos; además de una estu­di­a­da selec­ción cromáti­ca acorde con el peri­o­do mod­ernista al que pertenece este emblemáti­co edi­fi­cio».

Nada más atrav­es­ar la arca­da del Hotel Casa Fuster, la sen­sación de via­jar a otra época e inclu­so a otra dimen­sión, se apodera del espíritu de uno. Mobil­iario dota­do de vida gra­cias a sus for­mas orgáni­cas, pomos for­ja­dos que inspi­ran nat­u­raleza, jar­rones que bailan al son de tenues luces rega­lan­do mís­ti­cos reflejos…Todo ello da la bien­veni­da, invi­tan­do a aden­trarse en lo pro­fun­do de este bosque de már­mol, for­ja y madera. Ya en la plan­ta noble, Galaxó se deja ver tími­da­mente al final de un dis­tribuidor que lóbrego, como si fuera el momen­to en el que se besan los pár­pa­dos para ini­ciar un boni­to y oníri­co via­je, es el encar­ga­do de con­ducir al comen­sal a su des­ti­no. El Hada de Azú­car dan­za y danza.

Una vez en su inte­ri­or, un techo que evo­ca un ondu­lante mar de pla­ta acoge en su fon­do las mesas dis­pues­tas con bas­tante espa­cio entre sí para que cada expe­ri­en­cia sea úni­ca, ínti­ma e inolvidable.

Gar­gantuescos arcos de már­mol hacen la fun­ción de guardianes y de sep­a­rar las difer­entes sec­ciones del Galaxó. Mis­te­riosos espe­jos añe­jos y que­bra­dos pare­cen por­tales a uni­ver­sos de Car­roll. Amplios ven­tanales son cubier­tos por impo­nentes corti­nas moradas que como cataratas de vino, caen y se fun­den en un vacío que escapa a la vista de la per­sona ya sen­ta­da alrede­dor de unas mesas siem­pre acom­pañadas por escul­turas y motivos modernistas.

Tras un aper­i­ti­vo de bien­veni­da del chef con­sis­tente en un suave gua­camole con gam­bas y una selec­ción de sales: la sutil sal rosa del Himalaya, la Flor de Sal con hibis­co y la poderosa y oscu­ra sal vol­cáni­ca de Hawaï, acom­pañadas con pan blan­co y de nue­ces, y de un exce­lente AOVE como es el leri­dano y ecológi­co Uma­mi, se pro­cedió a la degustación de los sigu­ientes platos:

aperitivo

Aper­i­ti­vo mod­ernista. Fotografía de Aarón González

-Pica Pica Mod­ernista, ele­gante y col­ori­da com­posi­ción for­ma­da por:

      -Drac del Parc Güell (Canelón de cal­abacín rel­leno de mató y vina­gre­ta de pimien­tos de col­ores): un tren­cadís a base de vina­gre­ta de pimien­tos mul­ti­col­ores cubre a un dragón de suave cal­abacín que guar­da en su inte­ri­or una nube de ligero requesón.

    -Vidri­eres Mod­ernistes (Tar­tar de salmón con gelati­nas de pimien­to, pepino y tomate): un tar­tar de salmón fina­mente cor­ta­do, que evi­ta así la mal­ogra­da tex­tu­ra de puré, cobi­ja­do por un méz­clum de hojas jóvenes al que cada boca­do va son­sacan­do pequeños secre­tos de pal­adar. Las gelati­nas, difer­en­ci­adas y llenas de sabor, apor­tan ese aspec­to visu­al que le con­fiere el nom­bre al plato.

      -Sagra­da Famil­ia (pata­ta bra­va): unir dos con­cep­tos tan arraiga­dos como son las patatas bravas con uno de los sím­bo­los emblemáti­cos no solo del mod­ernismo catalán, sino de la propia iden­ti­dad barcelone­sa, es todo un acier­to. Más aún cuan­do se da la primera den­tel­la­da y la lava de este pequeño vol­cán empieza a vert­erse por sus costa­dos al mis­mo tiem­po que hace pres­en­cia en las papi­las del comensal.

Un primer pla­to dig­no de un mur­al de Mucha en el que col­ores y sabores vuel­ven a recor­dar que no se está en un restau­rante cualquiera. Se acom­paña con un Primer Brut Nature de Pere Ven­tu­ra (xarel.lo, par­el­la­da y macabeo), que apor­ta refle­jos dora­dos y brillantes.

-Mer­luza en suquet de choco­late con pas­tel de pata­ta y bole­tus: una cama de espon­josas patatas es tes­ti­go de este curioso idilio. No se sabe cuán­do el cacao empezó su relación con la sire­na, lo que sí es más que evi­dente es que recosta­dos en esos cojines de bole­tus, mantienen una relación de ensueño, casi pro­hibi­da, que sel­l­aron con un blan­co e inten­so Príncipe de Viana D.O. Navar­ra (chardon­nay). Shostakovich habría com­puesto una suite para esta pare­ja sin dudarlo.

-Frican­dó de tern­era al ver­mut con naran­jas fres­cas y oli­vas negras: o como el pla­to se trans­for­ma en un cam­po de batal­la por ver cuál de los ingre­di­entes per­manece más tiem­po en la mente y en el gus­to del comen­sal. La poderosa pero del­i­ca­da tern­era avan­za impa­ra­ble para ganarse el puesto de pal­adín mod­ernista, “lás­ti­ma” que una naran­ja que no se deja ame­drentar por una carne tan fina y dulce, desha­ga todo ese sabor para suplan­tar­lo por un fres­cor lig­era­mente áci­do. Esto provo­ca un tira y aflo­ja en el que el comen­sal está dese­an­do pro­bar otro boca­do de la primera para obligar al cítri­co a actu­ar. Has­ta aquí todo sería más o menos sen­cil­lo si no fuera porque otro ele­men­to entra en dis­cor­dia: de for­ma furti­va, las oli­vas negras hacen acto de pres­en­cia dan­do pequeñas esto­cadas tostadas en el pal­adar. Han venido, y lo hacen para quedarse. Un tin­to joven de Jardins Monas­trell D.O. Empordà (gar­nacha, mer­lot, syrah y caber­net suavi­gnon) es tes­ti­go de tan cru­en­ta batalla.

-Casa Fuster (semi­es­fera de mousse de choco­late con leche y baño de choco­late blan­co): líneas cur­vas mod­ernistas para pre­sen­tar un postre potente a la par que ligero y, por supuesto, dulce. Una pieza que se podría extrap­o­lar al cam­po de la arqui­tec­tura y enca­jar per­fec­ta­mente en cualquier obra de Josep Puig i Cadafalch.

postre,

Semi­es­fera de mousse de choco­late con leche y baño de choco­late blan­co. Fotografía de Aarón González

Tras esta degustación, se con­cluye que Galaxó es un uni­ver­so para­le­lo, un por­tal al pasa­do ¿o tal vez al futuro? En defin­i­ti­va, se puede decir que Galaxó es un lugar para soñar.

Galaxó for­ma parte de la Restau­rant Lover Week orga­ni­za­da por Atrá­pa­lo. Del tres al doce de mar­zo, una selec­ción de restau­rantes de Madrid y Barcelona ofre­cerán menús exclu­sivos a un pre­cio ase­quible e infe­ri­or al habit­u­al: 24 euros más IVA y un euro muy espe­cial que irá des­ti­na­do a colab­o­rar con la ONG Accem y ayu­dar así a refu­gia­dos y a las per­sonas más desfavorecidas.

Más infor­ma­ción y reser­vas en Atrá­pa­lo

© 2017 Aarón González. All rights reserved 

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