Pan de Cea

29 de junio de 2017, San Cristo­vo de Cea (Ourense)

Queri­da tía:

Como sabes, en breve se cel­e­brará uno de los días que más esti­mamos en nues­tra famil­ia. Te escri­bo para recordártelo.

No hay día, no hay mañana, que atraviese la plaza Par­do Bazán y me sien­ta orgul­loso de lo que hemos sido, de lo que somos y de lo que espero, nue­stros hijos y sobri­nos sigan siendo.

Es subir la per­siana de la panadería y sen­tir toda esa tradi­ción que des­de el siglo XIII nos acom­paña y nos da el don de elab­o­rar lo que más quer­e­mos, nue­stro Pan de Cea.

IMG_1605.JPG

Fotografía gen­tileza IGP Pan de Cea

Supon­go que en la lejanía echarás de menos todos esos olores y detalles de su preparación. El aro­ma de las hari­nas de tri­go autóctono y de Castil­la mez­cladas con el fer­men­to nat­ur­al, el agua cristali­na de nues­tra tier­ra y la sal, sin nada quími­co, como nos gus­ta, para después dejar reposar la masa 20 min­u­tos durante los cuales me con­tabas anéc­do­tas de mi infan­cia y así, pasabas a hac­er las poias y moletes de medio y de un kilo, rea­masán­do­los y deján­do­los res­pi­rar, pero tapa­dos, durante otros tan­tos min­u­tos, en las telas de lino que con mimo cuidabas.

Tam­poco se te habrá olvi­da­do ese momen­to tan nue­stro como es el hornea­do. Recuer­do con mucho car­iño como real­iz­abas ese corte úni­co, la fen­da, que tenías como cada panadero tiene el suyo, como yo ten­go el mío, en mitad de la masa antes de intro­ducir los moletes y las poias en el horno uno a uno.

IMG_1610.JPG

Fotografía gen­tileza IGP Pan de Cea

Me acuer­do tam­bién de que durante las dos horas que dura­ba su coc­ción, tenías que aguan­tar que mi her­mano y yo te hiciéramos pre­gun­tas de lo más absur­das acer­ca de lo que podría pasar si metiéramos cualquier cosa en ese horno a 180 gra­dos como esta­ba… ¡Ben­di­ta pacien­cia la tuya, tía!

Eso sí, en el rev­er, cuan­do el pan tenía que madu­rar durante una hora, te volvías de lo más sev­era. Y te entien­do. No había ni hay crío que se resistiera a par­tir un pel­liz­co del pan para escuchar el estal­li­do de esas lámi­nas que for­man su a veces dora­da, a veces cas­taña codia, y hundir los dedos en esa espon­josa y firme miga para dis­fru­tar del ver­dadero e inten­so sabor a trigo.

En fin, tía, te ten­go que dejar que se me echa el tiem­po encima.

Un abra­zo enorme de tu sobrino.

PD: Recuer­da que el domin­go, día 2 de julio, te esper­amos aquí, en tu pueblo San Cristo­vo de Cea, más conc­re­ta­mente en el cam­po de A Sale­ta, para que vuel­vas a pro­bar y dis­fru­tar de este man­jar que es nue­stro Pan de Cea.

Para más infor­ma­cón Pan de Cea

© 2017 Aarón González. All rights reserved.

 

 

Euskadi, recetas de Donostia y alrededores por José Pizarro

Poco podía imag­i­nar el chef extremeño, José Pizarro, cuan­do llegó a Lon­dres hace 18 años con el claro obje­ti­vo de mejo­rar esa asig­natu­ra hue­so que es el inglés, sus ahor­ros y una male­ta llena de juven­tud y de ilu­siones sufi­cientes para com­erse el mun­do, que se acabaría comien­do lit­eral­mente la cap­i­tal del Táme­sis has­ta el pun­to de ser respeta­do y con­sid­er­a­do como todo un emba­jador de la gas­tronomía españo­la en la City.

Cam­bió sus estu­dios de arreglar dientes, como pro­tési­co den­tal, por dar de com­er, y hac­er felices a los dientes de sus futur­os clientes. Se for­mó en la Escuela de Restau­ración de Cáceres, donde cocinó, de aquí pasó a Madrid, tra­ba­jan­do en la coci­na del Mesón de Doña Filo, y final­mente probó for­tu­na en con­sol­i­da­dos restau­rantes españoles de Lon­dres como Eyre Broth­ers, Brindisa o Gaudí. Su evolu­ción nat­ur­al le llevó a lan­zarse a su primera aven­tu­ra en la cap­i­tal de Gran Bre­taña en el 2011. Des­de entonces, este inqui­eto ped­a­gogo de la despen­sa y coci­na españo­la ha segui­do abrien­do más restau­rantes, has­ta un total de 4, a saber: José Tapas Bar, Pizarro Restau­rant, José Pizarro Broadgate y el últi­mo en añadirse a la lista que ha sido Lit­tle José.

Libro Euskadi

Libro Euska­di, rec­etas de Donos­tia y alrede­dores, por José Pizarro

Con el libro Euska­di, rec­etas de Donos­tia y alrede­dores, José inau­gu­ra un recor­ri­do por su selec­ción de rec­etas de España. Un tomo que refle­ja su sen­si­bil­i­dad y espíritu ele­va­do, que se pre­sen­tó en sociedad hace uno año en el Reino Unido con­vir­tién­dose en todo un éxi­to de ven­tas en su ver­sión ingle­sa Basque y aho­ra ha hecho lo pro­pio en Madrid y Barcelona tra­duci­da al castel­lano para todo el públi­co his­panoh­ab­lante. El lugar elegi­do no podía ser otro que el Hotel Alma de la Ciu­dad Con­dal en su ele­gante y cuida­do jardín inte­ri­or. Un libro con alma en un hotel con alma. Pub­li­ca­do por la barcelone­sa edi­to­r­i­al inde­pen­di­ente Cin­co Tin­tas, espe­cial­iza­da en tomos prác­ti­cos ilustrados.

Este vol­u­men recopi­la didác­ti­ca­mente una serie de rec­etas fáciles de hac­er, para dis­fru­tar de la rica gas­tronomía vas­ca, para pon­er­las en prác­ti­ca cual chef de cam­panil­las, y para impre­sion­ar a famil­iares y ami­gos sacan­do el cocinil­las que lle­va­mos den­tro. Fotografías ilus­tra­ti­vas de la pre­sentación de platos y el siem­pre agrade­ci­do paisaje urbano de San Sebastián y Euska­di de fon­do. Ante­ri­or­mente Pizarro había pub­li­ca­do en el 2009 Sea­son­al Span­ish Food por Kyle Cathie y en el 2012 Span­ish Flavours. Ya está en mar­cha para el próx­i­mo otoño su ver­sión sobre la gas­tronomía cata­lana. La ter­cera entre­ga no se hará esper­ar y estará ded­i­ca­da a Extremadu­ra, su tier­ra natal.

Presentación del libro Euskadi con José Pizarro

Pre­sentación del libro Euska­di con José Pizarro en el jardín del Hotel Alma

En Gran Bre­taña ha con­segui­do labrarse un pres­ti­gio con mul­ti­tud de pre­mios y reconocimien­tos como haber queda­do este año en el número 39 del Top 50 de las per­sonas más influyentes de este país. Tam­bién es habit­u­al en pro­gra­mas de tele­visión de coci­na de la BBC y colab­o­ra­ciones con el pop­u­lar Jamie Oliv­er entre otros.

José Pizarro

Edi­to­r­i­al Cin­co Tintas

Hotel Alma Barcelona

© 2017 José María Toro. All rights reserved.

 

Presentación de Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia en Madrid

Como no podía ser de otra man­era, la Casa de Gali­cia en Madrid, fue el espa­cio elegi­do para la pre­sentación, cata y ejem­p­los prác­ti­cos de su uso en coctel­ería de “Augar­dentes e Licores Tradi­cionais de Gali­cia”. Este Con­sel­lo Reg­u­lador gal­lego ampara bajo su paraguas a las 4 Indi­ca­ciones Geográ­fi­cas de des­ti­la­dos que se elab­o­ran en la tier­ra de la inmor­tal escrito­ra Ros­alía de Cas­tro: Oru­jo de Gali­cia, Aguar­di­ente de Hier­bas de Gali­cia, Licor de Hier­bas de Gali­cia y Licor Café de Gali­cia. Este ente hace una labor titáni­ca por luchar con­tra el fraude y dester­rar del imag­i­nario pop­u­lar la fal­sa bon­dad de los oru­jos caseros, evi­den­te­mente sin eti­que­ta que los garan­tice, por no cumplir con los con­troles san­i­tar­ios opor­tunos y que sólo se con­suman los des­ti­la­dos que lle­van la con­trae­ti­que­ta que cer­ti­fi­ca la cal­i­dad y su elab­o­ración 100% gal­le­gos “Os úni­cos con espíritu gal­lego”. Es la encar­ga­da de cer­ti­ficar que las uvas usadas proce­den del ter­ri­to­rio gal­lego, que los sis­temas y téc­ni­cas empleadas para su elab­o­ración son las prác­ti­cas tradi­cionales de des­ti­lación medi­ante alam­bique, alquitara o arras­tre por vapor. Agluti­na un total de 137 empre­sa adscritas a este Con­se­jo Reg­u­lador entre pro­duc­tores (92), des­ti­ladores (18) y elab­o­radores y envasadores (27).  El obje­ti­vo final es su dig­nifi­cación y colo­car­la en el lugar que le cor­re­sponde den­tro del panora­ma tan­to nacional como inter­na­cional, ya que es equipara­ble a otros espir­i­tu­osos como las grap­pas italianas.

alambique

Fotografía de Óscar Fernández

El Oru­jo de Gali­cia se elab­o­ra con uva, evi­den­te­mente gal­le­ga, fer­men­ta­da con­sigu­ien­do un gra­do de alco­hol volumétri­co entre los 37,5º y los 50º. Su aspec­to es trans­par­ente, limpio y cristal­i­no. De aro­mas inten­sos que recuer­dan a la hier­ba, la fru­ta blan­ca, cítri­cos, la rosa o el jazmín. En boca es per­sis­tente en vía retronasal. La copa de ser­vi­cio ide­al es en for­ma de tuli­pa o de lira para percibir sus aro­mas, servi­do entre 8 y 10 gra­dos. Esta IG tam­bién incluye el  oru­jo que pasa un pro­ce­so de enve­jec­imien­to de un año mín­i­mo en envase de madera. Su col­or varía des­de un amar­il­lo paja has­ta un dora­do inten­so con aro­mas pro­pios de la madera como el tosta­do y la vainil­la. En boca es más suave pero per­sis­tente. El ser­vi­cio ide­al es usar una copa en for­ma de tuli­pa o lira y entre 15 y 18 gra­dos. Si el alguar­di­ente tiene un enve­jec­imien­to aún más largo, la opción es usar una copa tipo balón.

El Aguar­di­ente de Hier­bas de Gali­cia se con­sigue medi­ante la mac­eración y/o des­ti­lación de alco­hol con las hier­bas que le darán sus car­ac­terís­ti­cas par­tic­u­lares, como puede ser la men­ta, la man­zanil­la, hier­ba luisa, romero, orégano, tomil­lo, cilantro, aza­har, regal­iz, nuez mosca­da, canela o hino­jo. Grad­uación entre los 37,5º y los 50º. El con­tenido de azú­cares tiene que ser infe­ri­or a los 100 gramos por litro y su base tiene que ser Oru­jo de Gali­cia 100%. Su col­or vari­ará en fun­ción de las hier­bas usadas para su elab­o­ración, en boca es dulce y muy per­sis­tente. Ser­vi­cio entre 8 y 10 gra­dos en copa en for­ma de tuli­pa o lira.

El Licor de Hier­bas de Gali­cia su preparación es sim­i­lar que el ante­ri­or pero con la difer­en­cia de que su grad­uación alco­hóli­ca estará entre los 20º y 40ª y su con­tenido de azú­cares debe ser como mín­i­mo de 100 gramos por litro. El col­or vari­ará en fun­ción de las hier­bas uti­lizadas. En boca es dulce y per­sis­tente. El ser­vi­cio entre 15 y 18 gra­dos en copa de tuli­pa o lira.

El Licor Café de Gali­cia se obtiene a par­tir de aguar­di­ente de oru­jo de la IG Aguar­di­ente de Gali­cia y el alco­hol etíli­co de ori­gen agrí­co­la medi­ante mac­eración y/o des­ti­lación del alco­hol en pres­en­cia de café tosta­do nat­ur­al, con pro­hibi­ción de usar café tor­refac­to así como cualquier extrac­to, con­cen­tra­do u otro pro­duc­to susti­tu­ti­vo del café tosta­do nat­ur­al. El gra­do volumétri­co estará entre los 20 y 40 gra­dos. El con­tenido de azú­cares ten­drá como mín­i­mo 100 gramos por litro. En su cata se nota el col­or y aro­ma pro­pio del café tosta­do nat­ur­al. En boca tam­bién es dulce y muy per­sis­tente. Para su ser­vi­cio se usará copa en for­ma de tuli­pa o lira a una tem­per­atu­ra entre 15 y 18 grados.

Degustación

Fotografía de Óscar Fernández

La cata comen­ta­da se basó en 4 oru­jos gal­le­gos con diver­sas var­iedades de uvas: albar­iño, godel­lo, mencía y un híbri­do de la zona del Ulla para des­cubrir las difer­en­cias en mat­ices de col­ores, aro­mas y sabores según la uva usa­da para la elaboración.

Aguardinetes

Fotografía de Óscar Fernández

La ver­sa­til­i­dad y cal­i­dad de estos des­ti­la­dos per­mi­tió al bar­man Ángel Camiña la preparación de dos cócte­les denom­i­na­dos: Baga­zo Cítri­co y Matcha de oru­jo a par­tir del oru­jo gal­lego como base. Se abre todo un cam­po nue­vo y por des­cubrir en el mun­do de la coctel­ería creativa.

aguardientes

Fotografía de Óscar Fernández

En el Túnel de los “Augar­dentes e Licores Tadi­cionais de Gali­cia” esta­ban expuestos más de un cen­te­nar de mar­cas inclu­idas en las 4 Indi­ca­ciones Geográ­fi­cas, acom­pañadas de unos deli­ciosos melin­dres elab­o­ra­dos por la Aso­ciación de Repostería Tra­cional da Ter­ra, Melide Ter­ra Doce. Un mari­da­je geográ­fi­co per­fec­to e irrompible.

© 2017 José María Toro. All rights reserved.

La Fillaboa 1898 de Masaveu Bodegas

Este vino, La Fil­l­aboa 1898 albar­iño 2010, es la apues­ta más per­son­al, arries­ga­da y atre­v­i­da de la enólo­ga, Isabel Sal­ga­do, de Bode­gas Fil­l­aboa ampara­da en la DO Rías Baixas. A par­tir de esta cosecha excep­cional optó por exper­i­men­tar su evolu­ción y las posi­bil­i­dades que podía dar apartan­do un depósi­to de acero inox­id­able del pro­ce­so nor­mal que se real­iz­a­ba cada año. La enólo­ga seguro que tuvo muchas dudas, noches sin dormir y más de un sudor frío de quiró­fano recor­rien­do lenta­mente su espina­zo cuan­do tomó esta difí­cil decisión. Muchas lec­turas, muchos exper­i­men­tos escucha­dos a otros, pero en ese momen­to se lo juga­ba al todo o nada, como en una rule­ta rusa del Gran Casi­no de Móna­co. O se tira­ban todos esos litros de vino con el tiem­po y se cor­ría un tupi­do velo para no volver a jugar a ser alquimista en mucho tiem­po, o todo salía bien y se comen­zaría a hablar de esa aña­da, hacien­do his­to­ria con reconocimien­tos en con­cur­sos nacionales e inter­na­cionales y por supuesto porque sería el prin­ci­pio de una nue­va era de hac­er vinos en esta icóni­ca bode­ga gallega.

FullSizeRender-286

Han sido 6 lar­gos años de impa­ciente espera, con mediciones con­tin­uas como si de un frágil paciente en la UCI se tratase: nive­les de oxígeno, acidez, levaduras, con­trol de tem­per­atu­ra. Resul­ta­dos que iban aseveran­do que todo iba bien, porque la vol­un­tad del des­ti­no es que todo lle­gara a buen puerto.

Para su elab­o­ración se selec­cionó un coupage de uva 100% albar­iño de 8 parce­las con sue­los de tex­tu­ra fran­co-arenosa, de buen drena­je y abun­dan­cia de can­to roda­do. La vinifi­cación se real­izó medi­ante despalil­la­do, pren­sa­do y des­fan­ga­do estáti­co. La fer­mentación alco­hóli­ca se comen­zó en 14ºC para finalizar en 15ºC. La cri­an­za sobre lías finas. En el depósi­to se realizaron baton­ages per­iódi­cos para man­ten­er las lías en sus­pen­sión y evi­tar las temi­das oxi­da­ciones que pudier­an per­ju­dicar al vino, como con­se­cuen­cia se ha con­segui­do may­or vol­u­men y redondez en boca para dis­fru­tar en algu­nas de las 1.784 botel­las que ha dado de sí este exper­i­men­to. Es un albar­iño que mantiene la fres­cu­ra de los jóvenes y a la vez la com­ple­ji­dad y ele­gan­cia de los grandes vinos blan­cos que se elab­o­ran en otras latitudes.

IMG_6631

El nom­bre elegi­do para esta genial­i­dad tenía que estar a la altura, esco­gien­do el año 1898 que con­mem­o­ra­ba el primer via­je de los vinos de albar­iño de esta bode­ga, denom­i­na­da entonces “Vino del Con­da­do de la Fil­l­aboa”,  cruzan­do el Océano Atlán­ti­co rum­bo a Cuba.

Nota de cata:

  • Visu­al: de col­or amar­il­lo paji­zo con tonal­i­dades doradas, limpio y brillante.
  • Nar­iz: aro­mas tosta­dos, a fru­ta muy madu­ra como los albari­co­ques, a ore­jones, a panadería de sus lías y algu­na nota balsámica.
  • Boca: una acidez muy bien integra­da con vol­u­men y larga persistencia.

Fil­l­aboa está den­tro del grupo de Masaveu Bode­gas jun­to con Murua en la Rio­ja Alavesa, Pagos de Araiz en Navar­ra, Leda en Vino de la Tier­ra de Castil­la y León y Valverán en Asturias.

Pre­sentación real­iza­da en Uma­mi Barcelona, empre­sa espe­cial­iza­da en orga­ni­zación de even­tos vin­cu­la­dos al mun­do del vino como catas gen­erales, per­son­al­izadas, ini­ciación, dirigi­da a pro­fe­sion­ales, eno­tur­is­mo y asesoría enológica.

Bode­gas Fillaboa

Masaveu Bode­gas

Uma­mi Barcelona C/ Pere Ser­afí, 15 baixos 08012 Barcelona

© 2017 José María Toro. All rights reserved.

 

 

Cena maridaje de vinos de la Bodega Conde de los Andes en Quillo Bar organizado por Idyllica

El pasa­do 16 de mayo, tuvo lugar de manos de Idyl­li­ca, una exclu­si­va cena mari­da­je en la que el alma de los vinos de Bode­gas Ollau­ri-Conde de los Andes (DOCa Rio­ja) sobrevoló cada mesa, cada rincón, de Quil­lo Bar.

El joven y «canal­la» establec­imien­to situ­a­do en el número 2 de la calle Rec Com­tal de El Born/La Rib­era se car­ac­ter­i­za por aunar con­cep­tos que van de la alta coci­na has­ta el tapeo o los platil­los, todo ello bajo el duende del fla­men­co y la ele­gan­cia y nat­u­ral­i­dad del mim­bre, la madera y la obra vista.

El inte­ri­or de Quil­lo Bar, sobre todo su come­dor prin­ci­pal, pre­sume de un estil­is­mo amante del sur de España pero que no huye de la Barcelona indus­tri­al y mod­er­na. Sil­las de mim­bre y de met­al se con­cen­tran alrede­dor de mesas de madera recu­per­a­da, las cuales, bajo el cobi­jo de arcadas de ladrillo antiguo y robus­tas tuberías de ven­ti­lación, se rinden al «que­jío», a la fuerza y a los acordes de gui­tar­ra que pare­cen provenir del gran mur­al que gob­ier­na la pared prin­ci­pal real­iza­do por Patri­cio Hidal­go.

Mural de Patricio Hidalgo.

Mur­al de Patri­cio Hidal­go. Fotografía de Aarón González

En cuan­to a su car­ta, super­visa­da por Jor­di Asen­sio, toca­do por la mano de Martín Berasategui, Quil­lo Bar ofrece un amplio y vari­a­do sur­tido de tapas, sofisti­ca­dos platil­los, tradi­cionales mol­letes andaluces y con­tun­dentes, pero a la vez del­i­ca­dos platos y arro­ces. Todos ellos elab­o­ra­dos con pro­duc­tos de alta cal­i­dad y miran­do siem­pre al sur del país.

Sita en Ollau­ri, en el corazón de la Rio­ja Alta, Conde de los Andes es una bode­ga úni­ca, a la que su his­to­ria, la magia y mis­te­rio de sus cal­a­dos sub­ter­rá­neos y su arqui­tec­tura, han con­ver­tido en una joya de enorme val­or patrimonial.

Los vinos de la Bodega Conde de los Andes

Los vinos de la Bode­ga Conde de los Andes. Fotografía de Aarón González

Integra­da en Muriel Wines, vive con ilusión un renacimien­to en el que respetan­do la cul­tura viní­co­la de la tier­ra rio­jana y aprovechan­do la cal­i­dad de viñe­dos viejos de tem­pranil­lo y viu­ra, elab­o­ra nuevos vinos, tan­to tin­tos como blan­cos y semi­dul­ces plenos de fres­cu­ra y com­ple­ji­dad a la vez que asume la respon­s­abil­i­dad de seguir con­ser­van­do miles de mis­te­riosas botel­las proce­dentes de antiguas añadas que se con­ser­van des­de 1892 en galerías de las que mana la ances­tral cul­tura del vino.

Los platos y vinos degus­ta­dos en esta cena mari­da­je fueron:

-Ostra a la brasa con graniza­do de pepino acom­paña­da de un Conde de los Andes Blan­co 2015 (100% viu­ra): Un primer boca­do fres­co y exóti­co que se car­ac­ter­i­za por unas fas­es gus­ta­ti­vas bien difer­en­ci­adas: la primera con pre­do­minio de ahu­ma­dos y una segun­da en la que el graniza­do de pepino refres­ca el pal­adar. El blan­co acom­pañante se tra­ta de una novedad de Conde de los Andes. Fer­men­ta­do y madu­ra­do en bar­ri­c­as nuevas de roble francés de gra­no fino, a la vista se pre­sen­ta con un col­or amar­il­lo páli­do con refle­jos dora­dos. En nar­iz, pre­dom­i­nan cítri­cos, flo­res blan­cas, vainil­la y tosta­dos pro­pios de su madu­ración en madera. Su paso por boca es estruc­tura­do, con bue­na acidez y con un post­gus­to per­sis­tente y jugoso.

Ostra a la brasa.

Ostra a la brasa. Fotografía de Aarón González

-Tata­ki de atún rojo con salmore­jo acom­paña­do por un Conde de los Andes Blan­co 2013 (100% viu­ra): un pla­to en el que la suavi­dad de un atún rojo se fusiona con el potente sabor y lig­era­mente avina­gra­do de esa cre­ma tan cor­dobe­sa como es el salmore­jo. Su blan­co acól­i­to ha fer­men­ta­do y madu­ra­do de for­ma sim­i­lar a su her­mano más joven, por lo que respe­ta ese tono áureo y una nar­iz muy pare­ci­da. En boca, pese a com­por­tarse de for­ma sim­i­lar, este 2013 se mues­tra con más cuer­po, más «cru­jiente».

Tataki de atún

Tata­ki de atún. Fotografía de Aarón González

-Carpac­cio de pre­sa ibéri­ca con viru­tas de foie secun­da­do por un Conde de los Andes Blan­co 1983 (90% viu­ra, 10% mal­vasía): dos fuerzas nat­u­rales de sabor se unen para recibir en el pal­adar a un vino muy espe­cial. Con una vendimia muy tem­prana, has­ta dos sem­anas antes que el resto de pro­duc­tores rio­janos, se ha con­segui­do un cal­do con menor madurez y may­or capaci­dad de enve­jec­imien­to. Tras 24 meses en bar­ri­c­as usadas de roble amer­i­cano, se embotel­ló, per­manecien­do un mín­i­mo de dos años en los cal­a­dos antes de su com­er­cial­ización. Al ojo, mues­tra un amar­il­lo páli­do con vivos refle­jos. En su fase olfa­ti­va, si bien pre­dom­i­nan los aro­mas flo­rales, de aca­cia y limón, van apare­cien­do mat­ices cre­mosos, de pastel­ería y una sutil vainil­la. Su paso por boca se car­ac­ter­i­za por ofre­cer sen­sa­ciones fru­tales con notas de madera, miel, hino­jo y fru­ta madu­ra, así como una cre­mosi­dad abun­dante y una lig­era acidez que «mata» con pre­cisión las grasas que la pre­sa y el foie hayan deja­do tras su bocado.

-Pulpo a la brasa sobre papas «arrugás» y mojo mari­da­do con un Conde de los Andes Tin­to 2013 (100% tem­pranil­lo): poderoso pla­to que evo­ca a las Islas Canarias en el que el cefalópo­do absorbe aro­mas y gus­tos del car­bón para acom­pañarse de unas papas tier­nas bañadas de un mojo que no cae en el exce­so. El tin­to se ha fer­men­ta­do en inox­id­able durante 21 días y cri­a­do 14 meses en roble francés y 12 meses en botel­la. Pre­sen­ta un inten­so y bril­lante col­or rojo cereza y en nar­iz es rico en aro­mas con fru­tos rojos, fru­ta madu­ra y mator­ral de soto­bosque. En su fase gus­ta­ti­va, se mues­tra muy fres­co, estruc­tura­do y persistente.

-Canelón de ros­tit con toques de jamón acom­paña­do de un Conde de los Andes Tin­to 2001 (100% tem­pranil­lo): un sabroso canelón cuyo sabor recuer­da a cenas al lado de una lum­bre en fres­cas noches campestres de la sier­ra sub­béti­ca. El excep­cional escud­ero de este pla­to posee una fer­mentación 25 días en depósi­tos de acero inox­id­able y una cri­an­za de 20 a 24 meses en bar­ri­c­as de roble francés y amer­i­cano, y más de 12 años en botel­la. Este rubí líqui­do ofrece un aban­i­co de aro­mas que, de una for­ma envol­vente y com­ple­ja, se apoder­an de las fos­as nasales como son la fru­ta negra madu­ra, espe­cias, taba­co o hier­bas de monte bajo. En el pal­adar, es estruc­tura­do y suave, largo y pro­fun­do, un placer.

-Rabo de toro al vino tin­to con gam­bas y jen­gi­bre casa­do con un Conde de los Andes Tin­to 1970 (80% tem­pranil­lo, 20% de gar­nacha, mazue­lo y gra­ciano): Sin duda uno de los mat­ri­mo­nios más sóli­dos y fuertes que puede uno encon­trar. Un rabo de toro cubier­to por su pro­pio velo, meloso, cuyo enér­gi­co sabor se poten­cia medi­ante unos toques de tin­to y jen­gi­bre para coro­narse con la sapi­dez del marisco. El impe­rioso tin­to que lo abraza per­maneció entre 12 y 18 meses en depósi­tos de madera, reposan­do antes de ser cri­a­do en bar­ri­c­as usadas de roble amer­i­cano durante un peri­o­do de entre 48 y 60 meses. Con un embotel­la­do que data del 1977, aguardó un mín­i­mo de 3 años en el botellero antes de com­er­cializarse pre­via solic­i­tud de com­pra. A los ojos, es de un rubí amar­rona­do con refle­jos de ámbar y cobre mate, escase­an­do en bril­lo. Al olfa­to, recuer­da a licor en un ini­cio jugan­do con la nuez mosca­da y rem­i­nis­cen­cias de naran­ja, hier­bas aromáti­cas y hojas secas. En boca, aún posee fres­cu­ra acom­paña­da de una bue­na acidez. Se perciben notas de vainil­la y caramelo.

Rabo de toro

Rabo de toro. Fotografía de Aarón González

-Tar­ta tib­ia de que­so con Conde de los Andes Semi­dulce 2003 (100% viu­ra): toda una deli­cia para los que­seros muy que­seros. Un postre que lle­va a la con­fusión, pero no de for­ma neg­a­ti­va, sino porque de la sen­sación de que podría fun­cionar per­fec­ta­mente como pla­to. Con una fer­mentación inter­rump­i­da para man­ten­er el dul­zor de la viu­ra, el vino maduró un año en bar­ri­c­as de roble para, a con­tin­uación, enve­je­cer en botel­la más de 10 años. De un atrac­ti­vo col­or oro, en nar­iz se man­i­fi­es­ta en for­ma de cítri­cos, hier­vas, almen­dras y pastel­ería. En boca es dulce, fres­co y agradable.

Idyl­li­ca Ram­bla del Prat, 11 Barcelona Telé­fono 934 151 725

Quil­lo Bar C/ Rec Com­tal, 2 08003 Barcelona Telé­fono 931 383 130

Conde de los Andes C/ Sol de la Cabra, s/n Ollau­ri (La Rio­ja) Telé­fono 941 338 380

© 2017 Aarón González. All rights reserved.

 

Cena maridaje en el restaurante MUG con los vinos de Bernaví

El pasa­do 27 de abril, el restau­rante MUG cele­bró un primer año de vida reple­to de éxi­tos y emo­ciones, así como el posi­cionarse como una de las prin­ci­pales ref­er­en­cias gas­tronómi­cas ital­ianas en L’Hos­pi­talet de Llo­bre­gat (Barcelona).

De unos años para aquí, L’Hospitalet de Llo­bre­gat se ha con­ver­tido en ese bosque lleno de piedras pre­ciosas y mis­te­rios pen­di­entes de ser des­cu­bier­tos y exhibidos con orgul­lo. El restau­rante MUG puede decirse que es uno de ellos.

Situ­a­do en el número 14 de la calle Roselles, en el bar­rio del Cen­tre de la ciu­dad, MUG se erige entre pequeños edi­fi­cios y calles cuasi peatonales car­ac­terís­ti­cos de la parte más rús­ti­ca y antigua de la vil­la, de una for­ma tími­da, invi­tan­do a la curiosidad.

Interior del Restaurante MUG

Inte­ri­or del Restau­rante MUG. Fotografía gen­tileza de ARte de MARTE Studio

Tras pasar una puer­ta corred­era de cristal y dejan­do atrás un coque­to y ele­gante escaparate de pro­duc­tos pura­mente ital­ianos, uno se da cuen­ta de que MUG no es el típi­co restau­rante ital­iano de man­te­les a cuadros, enormes aceit­eras y olores a leña (con mucha humil­dad y sabiduría, recono­cen que éste es el prin­ci­pal moti­vo por los que no se sir­ven piz­zas: si no hay leña, no hay piz­za). Con una dec­o­ración refi­na­da, ARte de MARte Stu­dio se ha encar­ga­do de bus­car la luz en cada rincón, esen­cial para apre­ciar los orig­i­nales y col­ori­dos emplata­dos de este restau­rante, así como de dotar­lo de sub­limes detalles, como por ejem­p­lo una pecu­liar car­ta de vinos o unos cen­tros en los que se con­ju­gan el cam­po y la coci­na, ayu­dan­do a definir la per­son­al­i­dad úni­ca del local.

Pared con mensaje

Pared con men­saje de la filosofía del Restau­rante MUG. Fotografía gen­tileza de ARte de MARte Studio

Mar­co Buono­core, propi­etario y cabeza pen­sante en la coci­na de MUG, ha sabido encon­trar y, por qué no, crear la necesi­dad de mostrar la ver­dadera coci­na ital­iana huyen­do del pas­ta & piz­za que inun­da las ciu­dades de medio mun­do. Naci­do en Roma e hijo de restau­radores, Mar­co se ha encar­ga­do de traer aro­mas y sabores transalpinos, pecu­liares de cada región, y com­bi­na­r­los de man­era ópti­ma con pro­duc­tos de la tier­ra de primera cal­i­dad. En sus pal­abras «en MUG ofre­ce­mos platos típi­cos de toda Italia y dis­fru­ta­mos enseñan­do a la gente aque­l­los pro­duc­tos que aquí no se cono­cen, e inclu­so los trata­mos de un modo difer­ente. Con­sid­er­amos de fun­da­men­tal impor­tan­cia la cal­i­dad de la mate­ria pri­ma, máxime en algo tan cono­ci­do e imi­ta­do como es la coci­na italiana»

Fotografía gentileza de ARte de MARte Studio

Fotografía gen­tileza de ARte de MARte Studio

En este primer aniver­sario, MUG orga­nizó una cena mari­da­je con los exce­lentes «vinos ter­ralti­nos» de Bernaví (D.O. Ter­ra Alta). Para ello, con­tó con la pres­en­cia de Mar­co Berna­va, uno de los apa­sion­a­dos vitic­ul­tores y fun­dadores de Bernaví. Al igual que Buono­core, Berna­va ha com­bi­na­do las esen­cias ital­ianas y las cata­lanas para la creación de unos vinos con gran per­son­al­i­dad, vinos que hablan de la tier­ra y de las añadas.

Insta­l­a­dos en Mas Ver­net (Ter­ra Alta, Tar­rag­o­na), los viñe­dos de Bernaví aprovechan las car­ac­terís­ti­cas y pecu­liari­dades de una zona pre litoral en la que con­fluyen cli­mas mediter­rá­neos y con­ti­nen­tales, con escasas pre­cip­ita­ciones y con los con­stantes vien­tos Gar­bí y Cerç para lle­var a cabo una viti­cul­tura con­cien­ci­a­da con el medio ambi­ente, respetan­do el equi­lib­rio del eco­sis­tema medi­ante la gestión de cov­er crops (cubier­ta veg­e­tal), con mar­cos de plantación reduci­dos y con una gestión fitosan­i­taria integrada.

Vinos de Bernaví

Vinos de Bernaví. Fotografía de Aarón González

Los platos y vinos ofre­ci­dos en la noche fueron:

-Pani­no con Mor­tadel­la: pan de cristal con Mor­tadel­la D.O.P Bologna (con pis­ta­cho), rico­ta al cebolli­no, rúcu­la, tomate seco y may­one­sa de lima. Se acom­paña de Not­te­Bian­ca (gar­nacha blan­ca), un blan­co de 2016 cuya uva se ha vendimi­a­do durante la noche con inten­ción de mimar una viña nona­ge­nar­ia. Cri­a­do en inox­id­able con sus del­i­cadas lías, desta­ca un col­or paja bril­lante con refle­jos ver­dosos. En nar­iz, pre­dom­i­nan notas lác­ti­cas y her­báceas como el anís mien­tras que, en su paso por boca, pre­sen­ta un vol­u­men con­sid­er­able, untu­oso y a la vez sali­no, equi­li­bra­do y persistente.

Panino con Mortadella

Pani­no con Mor­tadel­la. Fotografía de Aarón González

Una primera pequeña y vis­tosa com­bi­nación en la que cada boca­do, cada sor­bo, ofrece difer­entes sabores y emo­ciones. Un con­traste tan­to visu­al como, por extrap­o­lación, gus­ta­ti­vo que recuer­da a la «Musa Metafísi­ca» de Car­rà, en el que tonos ocres, arenosos y amarfi­la­dos con­viv­en con amar­il­los, rojos o verdes para mostrar una obra excelsa.

-Car­bonara «a modo mio»: una ver­sión mod­er­na y joven de la car­bonara com­pues­ta de sup­plì al guan­ciale (albóndi­ga de risot­to reboza­da con car­rillera cura­da de cer­do) y riga­toni rel­leno de rico­ta y guan­ciale cru­jiente. Todo ello con una sal­sa car­bonara estric­ta­mente romana a base de yema de hue­vo, pimien­ta negra mol­i­da y pecori­no romano rallado.

Se regó con Ven­tuno (gar­nacha y more­nil­lo), un pri­mav­er­al y ele­gante rosé del 2016 de col­or coral páli­do y del­i­ca­do olfa­to con partes flo­rales y sutiles fru­tos rojos. Su paso por boca se car­ac­ter­i­za por huir de la pre­po­ten­cia golosa de los rosa­dos: se mues­tra seco, con cier­to toque táni­co, más áci­do que sali­no y equilibrado.

Vino y pla­to que casan a la per­fec­ción y en el que la acidez de Ven­tuno se encar­ga de limpiar el pal­adar de la grasa deja­da por una car­bonara orig­i­nal y única.

-Risot­to al gor­gonzo­la, radic­chio e pro­sciut­to di Par­ma: si como de una tragi­co­me­dia de Fed­eri­co Felli­ni se tratase, mul­ti­tud de sen­sa­ciones se enfrentan en este pla­to. La achico­ria, seño­ra amar­ga, no sabe si pasar las noches con el dulce, pero a la vez sal­a­do pro­sciut­to de Par­ma o con el sobrio y con­tun­dente gor­gonzo­la. Ante tan­tas dudas, decide citar­los en este pla­to frente la atóni­ta mira­da del públi­co, el cual, acom­paña­do por un tin­to 3D3 (gar­nacha negra, syrah y mer­lot) dis­fru­ta de la situación.

Risotto al gorgonzola

Risot­to al gor­gonzo­la. Fotografía de Aarón González

3D3 fusiona las tres iden­ti­dades y ras­gos pro­pios de las var­iedades con las que se elab­o­ra para ofre­cerse como un vino poli­va­lente y ver­sátil, apto tan­to para acom­pañar platos com­ple­jos como para copeo. A la vista, pri­ma un col­or rubí con refle­jos vio­le­ta En la fase olfa­ti­va mat­ices de fru­tos rojos se con­fun­den con notas espe­ci­adas y bal­sámi­cas mien­tras que en el pal­adar pre­sen­ta el tani­no pro­pio de la uva mer­lot, así como su redondez y persistencia.

-Car­rillera ibéri­ca con polen­ta y romero: un sober­bio ejem­p­lo de coci­na cir­cu­lar, sin fron­teras, en el que la coci­na ital­iana se encuen­tra con la españo­la. Una ópera en la que una tier­na y del­i­ca­da car­rillera ibéri­ca yace sobre un lecho de polen­ta soñan­do en un mar de seda de la mano de Negre­i­ta (more­nil­lo y mon­tepul­ciano), tin­to del 2014 y máx­i­ma expre­sión de lo que Bernaví rep­re­sen­ta: una fusión de culturas.

La uva more­nil­lo, autóc­tona de la Ter­ra Alta, se une a la mon­tepul­ciano, car­ac­terís­ti­ca de la zona adriáti­ca de Italia, para ofre­cer un cal­do rubí inten­so, con notas de tier­ra, de monte bajo mediter­rá­neo y de cuero, pro­pio de sus 12 meses en bar­ri­ca grande de roble de Eslavo­nia. En boca, se pre­sen­ta ele­gante, homogé­neo, con tani­no envol­vente y retro nasales intensos.

Un mari­da­je excep­cional que, unido a la aria «Vesti la Giub­ba» de la famosa ópera de Rug­gero Leon­cav­al­lo «Pagli­ac­ci», emo­cionaría al más rudo de los comensales.

-Cop­pa Gian­duia: cre­ma de tiramisú sobre base de tier­ra de choco­late con gian­duia, una cre­ma típi­ca del Piemonte a base de avel­lana, cacao y leche, mer­me­la­da de fre­sas y noc­ci­oli­ni, unas gal­leti­tas de Chivas­so elab­o­radas con clara de hue­vo, avel­lana y azú­car. Una dulce reivin­di­cación del choco­late y el cacao como reyes de un postre que, con tran­quil­i­dad, se podría tomar sen­ta­do al lado de la escul­tura pin­ta­da en el cuadro «La rec­om­pen­sa del adi­vi­no» de Gior­gio de Chirico.

Coppa Gianduia

Cop­pa Gian­duia. Fotografía de Aarón González

Se acom­paña de un tin­to Ca’Vernet (caber­net franc y caber­net suavi­gnon) col­or rojo pico­ta.  De olfa­to inten­so con fru­tas negras y espe­cias como la pimien­ta, en boca es carnoso con tani­no dulce y sedoso, muy equi­li­bra­do y persistente.

La cena se des­pidió a modo de sor­pre­sa con un MMXI (gar­nacha negra, car­iñe­na, caber­net y mer­lot), un poderoso tin­to con 24 meses de cri­an­za. A la vista, mues­tra un col­or pico­ta mien­tras que en nar­iz ofrece notas de fru­tos rojos, espe­cias y cacao. En el pal­adar se com­por­ta de for­ma ele­gante, con un buen equi­lib­rio y tani­nos dulces.

Sin duda una noche llena de cul­tura, fusión y buen hac­er, en la que quedó patente el buen esta­do por el que pasan tan­to MUG como Bernaví, tal­en­tos jóvenes pero llenos de expe­ri­en­cia y con ganas de rev­olu­cionar sus respec­tivos ámbitos.

Para finalizar, se haría bien en recor­dar una frase que guar­da el local:

«Non si può pen­sare bene, amare bene, dormiré bene, se non si ha man­gia­to bene»

Restau­rante MUG Car­rer Roselles, 14 08901 L´Hospitalet de Llo­bre­gat (Barcelona) Telé­fono 935 187 6363

Vinos Bernaví

© 2017 Aarón González. All rights reserved.

Cafès Cornellà y Vichy Catalan se unen para conseguir el mejor café expreso del mercado

El agua del gri­fo de Barcelona es potable, y pun­to. Una asev­eración obvia y de per­o­grul­lo. Eso es lo que es: apta para el con­sumo humano, pero no es la más apropi­a­da para coci­nar y mucho menos para preparar un buen café. Y se nota en su sabor extraño tiran­do a amar­goso. Somos legión los que a niv­el domés­ti­co usamos agua min­er­al nat­ur­al, para hervir y preparar guisos y por supuesto para tomarnos un bue­na taza de café.

Des­de hace algún tiem­po se va toman­do con­cien­cia de hac­er buen café en la restau­ración, pero ten­emos que seguir hacien­do ped­a­gogía has­ta con­seguir que cualquier bar de nues­tra geografía, por humilde que sea, a seme­jan­za de Italia, haga un buen café. Y en esa lucha de con­cien­ciación se han puesto manos a la obra Cafès Cor­nel­là y Vichy Cata­lan Cor­po­ra­tion, con algo tan sen­cil­lo como inge­niar un dis­pos­i­ti­vo , el Water Cube, conec­ta­do a la máquina pro­fe­sion­al, que le pro­por­cione agua min­er­al nat­ur­al, para elab­o­rar el mejor café expre­so del mercado.

Cafès Cornellà y Agua de Sant Hilari de Vichy Catalan

Cafès Cor­nel­là y Agua min­er­al nat­ur­al del Man­an­tial de Sant Hilari de Vichy Catalan

De entre las difer­entes clases de agua, han elegi­do el agua min­er­al nat­ur­al porque es la de mejor cal­i­dad, porque pro­cede de ori­gen sub­ter­rá­neo y con una com­posi­ción quími­ca de sales min­erales ópti­mas para el organ­is­mo. Y de entre el elen­co de mar­cas de Vichy Cata­lan Cor­po­ra­tion se ha selec­ciona­do la del man­an­tial de Sant Hilari porque está ubi­ca­do en un entorno priv­i­le­gia­do, en el maci­zo de las Guillerías a más de 1.000 met­ros de alti­tud y en medio de grandes bosques de enci­nas, rob­les, hayas, chopos y cas­taños, dónde está lim­i­ta­do el paso de ani­males y per­sonas y donde la llu­via se fil­tra por ter­renos de roca graníti­ca durante años. Es un agua sin regus­tos, que gra­cias a su baja min­er­al­ización y su pureza nat­ur­al le con­fieren sutiles propiedades organolép­ti­cas. En defin­i­ti­va, este tipo de agua extrae todo lo mejor del café para obten­er un sabor más inten­so, cre­mosi­dad y un post­gus­to más largo (puede durar casi una hora).

FullSizeRender-281

El sigu­iente paso es con­seguir que todos los aso­ci­a­dos del gremio de restau­ración se apun­ten a este ser­vi­cio extra de cal­i­dad y que el recuer­do amar­go de ese café que bebíamos en muchos bares pase a los libros de his­to­ria (esos que acabamos que­man­do en algu­na hoguera de San Juan) para entrar en una nue­va eta­pa de dis­fru­tar de mem­o­rables cafés a cualquier hora y en cualquier momento.

Más infor­ma­ción de Cafès Cor­nel­là y Vichy Cata­lan

© 2017 José María Toro. All rights reserved.

 

A %d blogueros les gusta esto: