¡La vida actual es un chollo!

Según Rafael Santandreu “hay que dejar de quejarse por estupideces” 

Rafael Santandreu

Foto cortesía de Rafael Santandreu

Rafael Santandreu, psicólogo superventas y hombre libre y auténtico donde los haya, lo tiene claro: “está chupado ser megafeliz en esta sociedad”. “Nos basta con tener la comida y la bebida del día”, recuerda en sus intervenciones, convencido de lo sencillo que es renunciar a todo.  Mientras prepara su quinto libro, después de los exitosos  “El arte de no amargarse la vida”, “Ser feliz en Alaska”, “Las gafas de la felicidad” y  “Nada es tan terrible”, sigue disfrutando de cada  instante desde la alegría y la diversión. Lo importante ‑afirma Santandreu con desparpajo- “es saber darle un sentido chulo a las cartas que te reparta la vida en cada momento”. Lo que piensen los demás, por cierto, se la trae al pairo.

-Leí el otro día una frase del poeta Karme­lo Irib­ar­ren: “tan­to ame­nazar y asus­tar y el futuro era esto”. Al final nada es tan ter­ri­ble, ¿no?

Si tú quieres, nada será ter­ri­ble. Pero si te empeñas, todo puede ser un infier­no. Como sólo depende de ti, hay para todos los gus­tos (o sis­tema de creen­cias). Lo esen­cial es que apren­das que las emo­ciones las pro­duce tu mente con tus ideas, tus creen­cias. ¿Todavía no te has dado cuenta?

-Hace­mos mil cosas para encon­trar la paz inte­ri­or: probamos méto­dos ori­en­tales, leemos libros de autoayu­da a mansal­va, nos damos baños de agua helada…¿Tan com­pli­ca­do es vivir en esta sociedad con un poco de tranquilidad?

Para nada. ¡Está chu­pa­do ser mega feliz en esta sociedad! Es pre­cisa­mente la creen­cia ésa de que “es difí­cil” la que te lo hace difí­cil. Pero es que es has­ta ridícu­lo pen­sar que esta vida “es difí­cil”. ¡Dios mío! ¿Pero no ves que es un chollo?

-Por cier­to, ¿los ingen­u­os son más felices?

Estar bien de la cabeza y ser feliz no tiene nada que ver con la ingenuidad. Son dos con­cep­tos que ni se tocan. Hay gente ingen­ua muy infe­liz y, al con­trario, gente muy per­spi­caz y pro­fun­da, mega feliz (como yo). Por ahí no va la cosa y repi­to: ” la vida actu­al es un chollo”.

-Y sigu­ien­do con el tema: a muchas per­sonas les moles­ta la gente feliz (o al menos los que no se que­jan con­tin­u­a­mente de sus prob­le­mas). ¿Es mejor ser dis­cre­to en esto de la feli­ci­dad  para no lev­an­tar ampollas? 

Per­sonal­mente, toda esa gente me la trae al pairo. Yo inten­to rela­cion­arme solo con per­sonas guays. Cuan­do me tropiezo con ese tipo de per­sonas neuróti­cas, pues nada, pacien­cia con ellos: pero yo no varío un ápice mi ale­gría. La ver­dad es que es un tema que me afec­ta “cero”

-¿No es demasi­a­do pre­ten­cioso inten­tar ser fuertes con­tra vien­to y marea? ¿Igual hay que per­mi­tirse un poco de debil­i­dad de vez en cuan­do para luego volver a la carga? 

Tú mis­ma. Su quieres guardarte una ración de neuras, sufrim­ien­to, rabia, tris­teza, vergüen­za o ansiedad, eres libre para hac­er­lo. Yo, como ya sé que todo eso no es nece­sario, pues me lo ahor­ro. En mi opinión, la vida es demasi­a­do cor­ta para des­perdi­cia­r­la con ese “poco de debil­i­dad (neuróti­ca)”.

 -Pues a mí me rela­ja mucho saber que, como leí en algu­na de tus obras, “podemos aspi­rar a ten­er una salud men­tal pero no com­ple­ta. Lo otro es un descalabro”… 

A ver: pun­tu­al­ice­mos. Nun­ca ser­e­mos 100% no neuróti­cos porque los humanos fal­lam­os, pero las neuras se pueden reducir tan­to que la vida se con­vier­ta en un des­file de ale­gría prác­ti­ca­mente con­stante. Para con­seguir­lo: a) date cuen­ta pro­fun­da­mente de que “tú” creas tus emo­ciones con “tu” diál­o­go inter­no, b) deja de que­jarte por estu­pid­e­ces, y c) fli­pa con lo que te rodea.

 ‑En las con­fer­en­cias y cur­sos rela­ciona­dos con el desar­rol­lo per­son­al siem­pre hay más mujeres que hom­bres. ¿Los hom­bres están más sat­is­fe­chos con sus vidas, tienen mejor salud men­tal o es que pasan más del tema?

Mis datos me dicen que existe más o menos la mis­ma can­ti­dad de neu­ro­sis en hom­bres que en mujeres (aunque varía un poco el tipo). Las mujeres acu­d­en más al médi­co, bus­can más ayu­da, lo hablan más, no se sien­ten mal por ser vul­ner­a­bles… Solo eso.

-Nos damos demasi­a­da impor­tan­cia. A veces has­ta somos esclavos de lo que pien­san los demás de nosotros cuan­do los demás ni nos pien­san. ¿No deberíamos ser un poco más con­scientes de nues­tra insignificancia?

Sí, jeje. Eso es algo diver­tido: creemos que somos TAN impor­tantes. Mira, hace como un par de años, me hizo una entre­vista Andreu Bue­na­fuente que no sal­ió muy bien. Más bien fatal (se puede ver en youtube). ¡¿Y qué?! Aquí estoy tan pan­cho en el Piri­neo, respondién­dote a estas pre­gun­tas, más feliz que una codor­niz. Por los cas­cos escu­cho “A house in the mid­dle of the street” de Mad­ness y me acuer­do de cuan­do vivía en Inglater­ra y lo flipo yo solo. ¿Qué narices me impor­tan esas cosas: lo que puedan pen­sar de mí o hac­er las cosas siem­pre bien o cumplir con unos están­dares sociales u otros? Yo solo soy un ser humano que no pierde el tiem­po en chor­radas porque ahí afuera me está esperan­do la VIDA, el Piri­neo, mucha bue­na músi­ca y tan­tas cosas guays… ¿Para qué cara­jo quer­ría ser impor­tante? ¿Para qué narices nece­si­to la aprobación de los demás? Los que se quier­an diver­tir com­par­tien­do con­mi­go la vida, aquí estoy. Los que no, ¿qué narices tienen que ver con­mi­go? Sim­ple­mente, no me interesan.

¿ Y por qué hay tan­to odio en las redes sociales? ¿Esto de insul­tar a desta­jo es    intol­er­an­cia, envidia, abur­rim­ien­to, maldad…? 

Un poco de todo eso pero hay que sub­ra­yar que casi todo el mun­do (el 98%) es mar­avil­loso, capaz de increíbles mues­tras de gen­erosi­dad y amor. Inclu­so de dar su propia vida por los demás. Sim­ple­mente, cuan­do hace­mos algo mal es por neu­ro­sis, igno­ran­cia de dónde se encuen­tra la ver­dadera fuente de feli­ci­dad: en el amor. Pero no es nada que no se pue­da arreglar dán­doles más amor.

-Me pre­ocu­pan los niños y niñas de hoy en día. ¿Lograrán ser felices en medio de tan­to rui­do o ten­drán más her­ramien­tas de las que ha tenido nues­tra generación?

No hay rui­do inventable por el hom­bre capaz de impedir a nadie estar increíble­mente genial. Así que no hay nada de lo que preocuparse.

 -Por cier­to, nos cuen­tas que “el esta­do nat­ur­al del ser humano es el ocio”. Eso no se lo diría ningún padre o madre a sus hijos. Gran error, ¿ver­dad?

Al con­trario de lo que se pien­sa, los padres no tienen tan­ta influ­en­cia en sus hijos. Nues­tra filosofía de vida es algo muy per­son­al, con­for­ma­da por muchas influ­en­cias: pro­fe­sores, ami­gos, pelícu­las, nov­e­las, nues­tra propia lóg­i­ca, etc. Des­de niños vamos hacien­do un mega-rev­o­lu­tum con todo eso y al final sale un sis­tema de val­ores, una visión del mun­do úni­ca y, muy may­or­mente, esculp­i­da por nosotros mis­mos. Así que no hay de lo que pre­ocu­parse como padres.

 -Los cemente­rios de las mon­jas de clausura están llenos de nona­ge­nar­ias. Siem­pre me ha lla­ma­do la aten­ción la longev­i­dad de estas señoras… 

Tienen una filosofía de vida mejorable pero mucho mejor que la media de la gente de la calle. Por eso viv­en tan­to y lo que es más impor­tante, son tan felices. Podemos apren­der un mon­tón de cosas de ellas.

 -Dices que para hac­erse fuertes hay que saber crear paraí­sos en vert­ederos. ¿Es posi­ble encon­trar la glo­ria ben­di­ta en todo tipo de vert­ederos? ¿Inclu­so en los que hue­len peor? 

Sí porque la diver­sión, la ale­gría, el juego… depende de que no te que­jes nun­ca y sepas dar­le un sen­ti­do chu­lo a las car­tas que te repar­ta la vida en cada momen­to. Mi ami­go Jaume San­l­lorente vive en un bar­rio chabolista de Bom­bay y es mega feliz. No es tan difí­cil: abre tu mente.

 -Esta­mos de acuer­do en que uno de los primeros y mejores “man­uales de autoayu­da” que se ha escrito son las Med­ita­ciones de Mar­co Aure­lio hace casi dos mil años. Mira que lle­va­mos tiem­po apren­di­en­do a vivir… 

Sí. Era un tipo extremada­mente inteligente y, de hecho, es para muchos el mejor gob­er­nante que tuvo el Impe­rio Romano en todos los sig­los de su historia.

 -¿ Y para cuán­do el próx­i­mo libro de Rafael Santandreu?

Espero que antes de ver­a­no de 2020 aparez­ca mi nue­vo libro que será el mejor que he escrito has­ta aho­ra. Estoy en ple­na redac­ción del mis­mo. Igual lo tit­u­lo: “Casi Magia: ni te imag­i­nas el poder de tu mente para hac­erte feliz”

© 2019 Noe­mi Mar­tin. All rights reserved

48 horas en Ibiza. ¿Qué ver y hacer? ¿Dónde comer y dormir?

Vistas de Ibiza desde la Catedral en Dalt Vila

Vis­tas de Ibiza des­de la Cat­e­dral en Dalt Vila

 

Una visi­ta difer­ente a la Isla Blan­ca puede comen­zar con un agrad­able paseo por sus emp­inadas y estre­chas calles de Dalt Vila, que fue declar­a­da en 1999 por la UNESCO Ciu­dad Pat­ri­mo­nio de la Humanidad. Es todo un bil­lete de ida y vuelta al pasa­do de Ibiza en cuan­to se sube por su ram­pa y se traspasa la Puer­ta de Tablas con un gran escu­do nobil­iario de Felipe II para entrar así en su recin­to amu­ral­la­do. Durante el trayec­to nos encon­tramos con casas restau­radas recon­ver­tidas en ele­gantes hote­les, salas de arte, restau­rantes y obvi­a­mente tien­das de recuer­dos. La subidi­ta tam­bién es difí­cil de olvi­dar. Hay que lle­gar a la cima, has­ta la Cat­e­dral que como un vig­i­lante per­ma­nente de la bahía des­de su priv­i­le­gia­da ata­laya se divisan boni­tas vis­tas. Ya de baja­da hay que pasear por La Mari­na con sus bul­li­ciosas calles cer­canas al puer­to, su Mer­ca­do Viejo epi­cen­tro de su población cuan­do sus paradas están abier­tas con el col­ori­do del pro­duc­to local. Perder­se por sus calles blan­cas casi laberín­ti­cas pero siem­pre encon­tran­do la tien­da de “las cerezas” tan iden­ti­fica­ti­vas de Pacha. Un desayuno a base de cru­asanes o cualquiera de sus paste­les en Crois­sant Show (Plaça de la Con­sti­tu­ció, 2) para coger fuerzas en la subi­da a Dalt Vila, o recu­per­ar­las a la baja­da. Sa Penya en el extremo del puer­to es un antiguo bar­rio de pescadores y cen­tro de la vida noc­tur­na de la cap­i­tal de la isla, con sus casas blan­cas for­man­do un caóti­co y pin­toresco espa­cio urbano. La acrópo­lis mejor con­ser­va­da del Mediter­rá­neo, donde vivieron feni­cios, cartagi­ne­ses, romanos y por supuesto judíos que des­perdi­ga­dos en su par­tic­u­lar diás­po­ra huyen­do de la temi­ble Inquisi­ción encon­traron cobi­jo entre sus casas blan­cas has­ta que se con­fundieron con los cris­tianos del lugar.

Ibiza

Ibiza

 

Mien­tras hay una Ibiza que se divierte como sino hubiera un mañana, sigu­ien­do al pide de la letra aquel men­saje de las val­las pub­lic­i­tarias de hace unos años paga­da por una bebi­da espir­i­tu­osa para que bebieras toda la noche y “Ya dormirás cuan­do duer­mas”, hay otra Ibiza que reza,  una pequeña comu­nidad de mon­jas en la cap­i­tal de la isla que sigue una vida monacal y con­tem­pla­ti­va resistien­do numan­ti­na­mente a las mun­danas tenta­ciones, y que son las Canone­sas de San Agustín o Mon­jas de Dalt Vila. Den­tro de su espir­i­tu­al­i­dad y su rezos diar­ios por tod@s, tienen tiem­po para elab­o­rar una serie de platos sal­a­dos y dul­ces que se pueden adquirir en el torno, siem­pre después del con­sigu­iente salu­do de “Ave María Purísi­ma”. Opciones dul­ces diarias: orel­letas, rubi­ols y pas­tas de San Agustín. Por encar­go: cocar­rois, empana­da de carne, coca de plá­tano, empana­da de pimien­to, coca de San Cristóbal y coca de choco­late. En horario de 10 a 15h y de 16:30 a 18h. Con­ven­to de San Cristóbal en Car­rer de Sant Ciri­ac, 2 Ibiza.

Pero si bus­camos entrar en la meca del hedo­nis­mo, ten­emos que mez­clam­os con la gente de chan­clas, pareo y joyas de dis­eño para ir a algu­na de las sigu­ientes direc­ciones, y algu­nas de ellas sola­mente acce­si­ble por car­reteras secun­darias que le da may­or atrac­ti­vo y autenticidad.

  • Vivi’s Cream­ery C/ Mestre Juan Mayans, 6 de Ibiza. Propiedad de Nico Ros­berg con­jun­ta­mente con su esposa Vivian Sibold, que con­sigu­ió ser campeón de la Fór­mu­la 1 en el 2016, aunque aho­ra ya está reti­ra­do del deporte motor. Des­de entonces se ded­i­ca a su otra pasión: esta heladería que ya tienes que ano­tar en tu agen­da como un impre­scindible. Las rec­etas de esta heladería ibi­cen­ca son del francés Vicent Cro­visi­er y se basa en pro­duc­tos locales. Opciones para veg­anos, tam­bién sin gluten y sin azúcar.
  • Pas­sion Ibiza tiene var­ios restau­rantes por toda la isla, todos con opciones muy salud­ables para com­er a cualquier hora del día. En Ibiza, en San­ta Eulalia, San José de Sa Tala­ia, etc.
Hamburguesa de salmón con sus patatas fritas. En Passion Ibiza

Ham­bur­gue­sa de salmón con sus patatas fritas. En Pas­sion Ibiza

 

  • Cocoq Ibiza Situ­a­do en una nave total­mente ded­i­ca­da a las últi­mas ten­den­cias en dec­o­ración de vivien­da. Tam­bién refor­mas y con­struc­ción de nuevas. Car­retera Ibiza a San­ta Eulària, km. 6,2 Telé­fono 971 090 186.
Interior de Cocoq

Inte­ri­or de Cocoq

 

  • SLUIZ. diver­ti­da tien­da mul­ti­es­pa­cio ambi­en­ta­da en un cir­co. Gra­ciosas pla­cas de aparcamien­to para coches: para clowns, para los domadores, para los acró­batas, etc. Sala de degustación. En Ron­da Eivis­sa — Sant Miquel, km. 4 de San­ta Gertrudis.
SLUIZ.

SLUIZ.

 

  • Es cucons tien­da mar­avil­losa donde te lo lle­varías todo: toal­las, pare­os, moda ibi­cen­ca, con aparta­do espe­cial para niños. Pulseras y col­lares. En san­ta Gertrud­is. Tam­bién es hotel y restau­rante en San­ta Agnès.
Es Cucons

Es Cucons

 

  • L’ate­lier nº 74 en Ven­da de Fruit­era, 4 de San­ta Gertrud­is, primera tien­da físi­ca que abren. Ropa de chi­ca y niñas. Tam­bién para bebes y de casa, todo está hecho a mano por mujeres de Tai­lan­dia con algo­dón ecológi­co. Imparten cur­sos de yoga, pun­to de cruz y macramé. Restau­rante tipo bufé.
  • Bar Cos­ta de San­ta Gertrud­is. En un ambi­ente tiran­do a bohemio. Jamones y paletil­las col­ga­dos del techo en la zona de bar­ra. El come­dor tiene cubier­ta todas sus pare­des de cuadros de clientes que quisieron pagar en especie sus con­sum­i­ciones. Mem­o­rables bocadil­los gen­erosos de jamón ibéri­co con pan tosta­do y tomate a 8,80 euros.
Bocadillo de jamón ibérico en Bar Costa

Bocadil­lo de jamón ibéri­co en Bar Costa

 

  • Bar Ani­ta o Ca n’An­neta es el sabor de lo autén­ti­co, donde se mez­clan tur­is­tas despis­ta­dos o no, de esos que saben dónde van, algún hip­py trasnocha­do ya entra­do en años y lugareños que salan al hablar y que además de recoger sus car­tas (cada veci­no tiene su buzón aquí) se reú­nen para pon­erse al día, tomar una cerveza o com­er jun­tos. Sar­di­nas en tem­po­ra­da. En Sant Car­les de Per­al­ta. Imposi­ble no encon­trar­lo porque sí o sí pasarás por esa cur­va de 90 gra­dos donde los clientes se sien­tan en la estrecha acera para ver la vida pasar lentamente.
Flaó en Bar Anita

Flaó en Bar Anita

 

  • Wild Beets restau­rante espe­cial­iza­do en coci­na cru­da, veg­ana y basa­da en pro­duc­tos veg­e­tales. Abier­to des­de las 9 a las 23h en el blan­co pueblo de San­ta Gertrud­is.
En Wild Beets

Rad­i­cal roots (delante) y Edi­ble For­est (detrás) en Wild Beets

 

  • Cervezas Ibosim. La úni­ca arte­sanal de la isla y con nom­bres pro­pios de la zona. Recibe el nom­bre del que le dieron en su tiem­po los cartagi­ne­ses y sig­nifi­ca “isla del dios Bes”. En Car­rer Valèn­cia, 4 de Port des Torrent.
  • Las Dalias el mer­cadil­lo hip­py por exce­len­cia que ya ha cumpli­do 50 años de exis­ten­cia. Ropa ibi­cen­ca ad lib, san­dalias, bol­sos de cuero y obje­tos de dec­o­ración sobre todo tex­til. Aquí no hay imita­ciones todo es orig­i­nal, como su con­cep­to bohemio que sobre­vive a lo largo de los años. Abier­to todos los sába­dos del año a par­tir de las 10h. Mer­cadil­lo noc­turno los lunes de junio a sep­tiem­bre y los martes de julio y agos­to de 19 a 1h de la madru­ga­da. En la Car­retera de San­ta Eulària a Sant Car­les jus­to a la entra­da de este pin­toresco pueblo.
  • Hotel Me by Melia en S’arga­mas­sa. Además de los ser­vi­cios pro­pios de la mar­ca Me by Melia, se le añaden los de tienen los ser­vi­cios de CODAGE Paris la fir­ma parisi­na de cos­méti­cos espe­cial­iza­dos en elab­o­rar pro­duc­tos según las necesi­dades de cada piel y el acla­ma­do inter­na­cional­mente Nik­ki Beach Ibiza que a su ser­vi­cio diario de restau­rante en tem­po­ra­da se le suman las fies­tas temáti­cas “Drink Pink” todos los sába­dos ded­i­ca­dos a esta bebi­da rosa­da con tan­to glam­our, y los jueves son los “Ladies First” espe­cial­mente para señori­tas por 59€ de 12pm a 4pm.
Hotel Me by Melia

Jun­to a la pisci­na del Hotel Me by Melia

 

Para otro artícu­lo quedará por explicar la expe­ri­en­cia en Blue Mar­lin, Ushuaïa, Lío, Hacien­da Na Xam­e­na 5 Estrel­las y su car­ac­terís­ti­co spa exte­ri­or con sus cas­cadas sus­pendi­das y que son 8 lagu­nas de agua mari­na clima­ti­za­da y situ­adas al aire libre sobre un acan­ti­la­do de 200 met­ros, con vis­tas úni­cas. Pero como he escrito ante­ri­or­mente, que­da para otro post.

© 2019 José María Toro. All rights reserved

¡ES HORA DE DISOLVER TODAS LAS ANSIEDADES!

Según Cur­ro Cañete, “el opti­mis­mo se entre­na y desarrolla”
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Fotografía gentileza de Curro Cañete

Fotografía gen­tileza de Cur­ro Cañete

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Cur­ro Cañete es un hom­bre mági­co. Su segun­do libro: “El poder de con­fi­ar en ti” está entre los más ven­di­dos del momen­to en Ama­zon y Casa del Libro. Cur­ro cree en la magia que se tra­ba­ja cada día porque así ha crea­do el futuro que soña­ba y pre­tende que todos hag­amos lo mis­mo. Si lees sus reflex­iones, pen­sarás que es total­mente posi­ble y que éste no es un libro más de crec­imien­to per­son­al. Es una obra bril­lante para releer y sub­ra­yar. Tit­u­la­do en Dere­cho y Peri­odis­mo y Máster en Coach­ing Per­son­al y Pro­fe­sion­al, Cur­ro der­rocha sen­cillez, ama­bil­i­dad, ale­gría y opti­mis­mo. Es el ami­go-guía que todos quisiéramos ten­er. Su propósi­to es claro: que cada vez más per­sonas sean felices. Y parece que no es tan com­pli­ca­do si nos enfo­camos y, por fin, nos atreve­mos a vivir.
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-Dices en tu últi­mo libro que para ser feliz es nece­sario mirar a la vida sin miedo. ¿Crees que el miedo es el prin­ci­pal obstácu­lo al que nos enfrenta­mos cada día? ¿Es posi­ble vivir sin miedo en cualquier circunstancia?
El miedo puede ser un imped­i­men­to muy grande para que puedas hac­er tu vida. Lo mejor es enfrentarse a él con decisión y deter­mi­nación porque en el momen­to en que lo haces obser­vas cómo se dis­uelve mági­ca­mente. Con respec­to a la segun­da pre­gun­ta, vivir con muchísi­mo menos miedo es posi­ble, pero vivir sin miedo es más com­pli­ca­do. Si lo logras te con­ver­tirías en Dios, en Jesu­cristo o en Buda por lo menos, y pasarías a la his­to­ria, jeje.
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-¿La ansiedad es miedo a vivir?
 La ansiedad es miedo a que suce­da una fan­tasía cat­a­stró­fi­ca que está en nues­tra mente o a que se repi­ta algo del pasa­do que nos hizo sufrir. ¡Es hora de dis­olver todas las ansiedades!
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-Soy una cobardi­ca que se empeña en ser valiente. ¿cómo lo con­si­go? ¿Se podría luchar con­tra una “genéti­ca ansiosa o negativa”?
Los genes pueden influir pero jamás tienen la últi­ma pal­abra.  Tu poderosa inten­ción de ser valiente, si es ver­dadera, te lle­vará a ser­lo. Y lo serás. Y recuer­da lo que dijo Aristóte­les: “Si quieres lle­gar a ser valiente, actúa como si lo fueras”.
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-¿Por qué casi siem­pre pen­samos que los demás son más afor­tu­na­dos que nosotros?¿Fomentan las redes sociales una “fal­sa felicidad”?
No siem­pre pen­samos eso. Puedes dejar de com­para­rte con los demás si te lo pro­pones. Y serás mucho más feliz si lo haces. Si nadie está cam­i­nan­do sobre tus zap­atos y nadie tiene tu des­ti­no, ¿para qué vas a mirar el des­ti­no de otros?
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-¿Serenidad o feli­ci­dad? ¿Es la primera sólo una parte de la segunda?
Creo que estás en lo cier­to: la feli­ci­dad es algo más grande, incon­men­su­rable, que efec­ti­va­mente está por enci­ma de la serenidad y del sufrimiento.
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-¿Se puede super­ar cualquier expe­ri­en­cia vital por muy dramáti­ca que sea?
Cualquier cosa que suce­da en la vida, por dramáti­ca que sea, podemos enfo­car­la de un modo que nos haga menos daño. Hay gente que ha super­a­do cosas que parecían muy difí­ciles de super­ar. Por ejem­p­lo, Irene Vil­la está hacien­do una vida extra­or­di­nar­ia e inclu­so per­donó a quienes le habían arrebata­do sus pier­nas. Me con­s­ta que es muy muy feliz.
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-Cur­ro, has cam­bi­a­do de vida varias veces bus­can­do tu camino. De abo­ga­do a peri­odista. De peri­odista de éxi­to a “coach” en feli­ci­dad y escritor. ¿Qué hace­mos cuan­do hay aspec­tos de nues­tra vida que es imposi­ble cam­biar (tra­ba­jo, enfer­medades, “famil­iares imposi­bles”) y que nos roban energía? ¿Entra en juego la aceptación?
Para mí no hay nada imposi­ble pero me parece que antes de cam­biar algo hay que acep­tar­lo, sí. Cuan­do acep­tas algo tienes paz y clar­i­dad de ideas y des­de ahí es mucho más fácil hac­er real­i­dad tus nuevos deseos.
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-La gen­erosi­dad for­ma parte del camino hacia la feli­ci­dad. ¿Cómo podemos ser buenos sin caer en el “buenis­mo”?
Hay gente que con­funde ser gen­eroso con com­por­tarse de una man­era ton­ta. El que se com­por­ta de for­ma ton­ta es fácil­mente manip­u­la­ble. El que es gen­eroso es con­sciente. Decide con­scien­te­mente con qué y con quiénes quiere ser gen­eroso. Y has­ta dónde.
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-¿ Y por qué nos impor­ta tan­to lo que opinen los demás? Tan­to como para cer­rar la boca o apa­gar nue­stros sueños.
En mis talleres Inten­sivos, sesiones y con mi libro lo que más he bus­ca­do con­seguir es una cosa: que la gente se libere del qué dirán. Es posi­ble lib­er­arse. Te lo prome­to. Y solo cuan­do te lib­eras puedes hac­er de ver­dad tu camino de vida. Y en tu camino de vida está tu felicidad.
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- No ten­go claro si el opti­mista nace o se hace… 
El opti­mis­mo se entre­na y se desar­rol­la. Has­ta la per­sona más pes­imista puede apren­der a ser más opti­mista si se decide a tomarse el tra­ba­jo en serio.
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-¿Es más fácil ser­lo con­fian­do o creyen­do en la vida aunque haya cosas que resul­ten inexplicables?
Efec­ti­va­mente. Las per­sonas ver­dadera­mente inteligentes son las que con­fían en ellos y en la vida. Y con eso son felices.
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-Y hablan­do de todo un poco ¿Se puede ser espir­i­tu­al sin pon­er veli­tas o músi­ca new age?
Todos somos seres espir­i­tuales pero no todos lo sabe­mos. Des­cubrir­lo for­ma parte de uno de los apren­diza­jes de la vida. Y como tú lleves tu espir­i­tu­al­i­dad es cosa tuya. ¡Tienes lib­er­tad para hac­er lo que quieras! ¿No es maravilloso?
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-Abso­lu­ta­mente, aunque hay quien dice que el crec­imien­to per­son­al es una moda…
Hablar de crec­imien­to per­son­al es hablar de la vida pues todos esta­mos en per­ma­nente cam­bio y evolu­ción. El crec­imien­to per­son­al nació con todas las filosofías y reli­giones del mun­do, así que ha exis­ti­do toda la vida. Cada pelícu­la que ves, can­ción que escuchas y libro que lees esconde den­tro crec­imien­to per­son­al. Y el may­or genio del crec­imien­to per­son­al fue Jesu­cristo. Otros grandes genios del crec­imien­to per­son­al fueron Buda, Sócrates, Aristóte­les, Platón, Gand­hi… por pon­er unos cuan­tos ejem­p­los. Pero hay muchísi­mas mentes bril­lantes que nos han ayu­da­do a crecer.
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-¿Para crear un pre­sente dis­tin­to hay que mirar al pasa­do y limpiar­lo de algu­na for­ma, por ejem­p­lo per­do­nan­do, o sim­ple­mente olvidarlo?
Lo impor­tante es que logres enfo­carte en el pre­sente y en lo que quieres crear a par­tir de aho­ra. En este sen­ti­do hac­er las paces con el pasa­do y lib­er­arnos del ren­cor nos ayu­da muchísi­mo a lograr más foco.
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Parece que nos han edu­ca­do para reprim­ir las emo­ciones. Aho­ra se habla de “ges­tionarlas” o sim­ple­mente de sen­tir­las. ¿Qué hace­mos con nue­stro saco de emociones?
Yo voto por lo que decían los grandes filó­so­fos grie­gos: cul­ti­var las vir­tudes. Es decir, voto por cul­ti­var las emo­ciones pos­i­ti­vas que tú sientes que te dan fuerza y poder.
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-Después de leer tu libro ten­go claro que quiero cam­biar. ¿Cómo med­i­mos el tamaño de nues­tras metas y sueños sin pasar del cero al imposible?
Creo que la man­era de medir­lo es con la con­cien­cia. Tienes que lle­gar a ser con­sciente de lo que ver­dadera­mente deseas. Así podrás conseguirlo.
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- ¿Al final el secre­to es el amor con mayúsculas? 
El amor es una mar­avil­la. Estar enam­ora­do de la vida es lo mejor que le puede suced­er a una per­sona. Por amor esta­mos aquí y hacia el amor vamos. Ten­emos mucha suerte. ¡No pudo nadie inven­tar un des­ti­no mejor!
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© 2019 Noe­mi Mar­tin. All rights reserved
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Leche de Tigre, el restaurante de cocina urbana peruana en el barrio de Gracia de Barcelona

Después de labrarse una bue­nas hojas de ser­vi­cio en difer­entes restau­rantes de gas­tronomía peru­a­na, tres socios inqui­etos orig­i­nar­ios de ese país andi­no han traí­do la mejor coci­na urbana de Perú has­ta el corazón del bar­rio de Gra­cia, unidos por su amor patrio y por colo­car en el lugar que le cor­re­sponde a la gas­tronomía de sus país. Nicky Ramos como chef ejec­u­ti­vo, Alex­is Mas­troka­los  y José Manuel von Bishoff­shausen son los socios respon­s­ables del restau­rante Leche de Tigre. Una coci­na urbana que rep­re­sente todos los sabores que están en Perú, pero que tam­bién recoge influ­en­cias asiáti­cas de Viet­nam o de Fil­ip­inas que se pueden inte­grar ple­na­mente en los platos de la car­ta de Leche de Tigre. Un nom­bre que por sí solo ya te lo deja todo claro, es en sí una declaración de inten­ciones, impre­scindible para la elab­o­ración del pla­to más emblemáti­co de Perú, el ceviche o cebiche (ambas for­mas acep­tadas por la RAE). No se entiende el uno sin el otro, ya que la leche de tigre da vida al ceviche, como adere­zo de inten­so sabor y refres­cante y que ya se ha con­ver­tido en un clási­co pla­to que se encuen­tra fijo en muchos restau­rantes sean o no rep­re­sen­tantes de la cul­tura inca.

Dec­o­ración sin grandes florit­uras, dom­i­na­do por un grafi­to urbano que es otra de las señas de iden­ti­dad del restau­rante y del bar­rio barcelonés que los acoge entre sus estre­chas y laberín­ti­cas calles. Guiños a su ori­gen con sil­las que lle­van impre­sos el sím­bo­lo de los incas. Zona de bar­ra alta con tabu­retes ide­al para com­par­tir con gru­pos de ami­gos y/o famil­ia. Y mesas bajas para una comi­da o cena más formal.

Pro­duc­tos locales y peru­anos para dar­le sen­ti­do a la coci­na que aquí se prac­ti­ca. Siem­pre de tem­po­ra­da y con platos veg­e­tar­i­anos y veg­anos, con ese toque casero. Car­ta cor­ta pero inten­sa, divi­di­da en lech­es de tigre, ceviche, piqueos o tapas como aquí lo lla­mamos, sand­wich, wok y postres.

Platos des­gus­ta­dos con sus cócte­les para maridar.

Cóc­tel Amazóni­co con gin Ama­zon­ian, sake para dar­le un toque Nikkei, pepino, wasabi y Chartreuse.

Cóctel Amazónico

Cóc­tel Amazónico

 

Leche de tigre “lev­an­ta muer­tos” prepara­do con marisco y corv­ina y puré de ají amar­il­lo. Su pun­to cítri­co lo hace muy refres­cante para el verano.

Leche de tigre

Leche de tigre “lev­an­ta muertos”

 

Tira­di­to Tokio que con­siste en pesca azul del día en finas lámi­nas y leche de tigre de tamarindo.

Tiradito Tokio

Tira­di­to Tokio

 

Chichar­rón de Lerín: el clási­co bocadil­lo peru­ano prepara­do en deli­cioso pan francés de la casa, cer­do cru­jiente, boni­a­to y sal­sa criolla.

Chicharrón de Lerín

Chichar­rón de Lerín

 

Cóc­tel con base de pis­co peru­ano infu­sion­a­do con fru­tos rojos, zumo de naran­ja, maracuyá, hibis­co que le da un toque muy fres­co y cítrico.

Cóctel a base de pisco peruano

Cóc­tel a base de pis­co peruano

 

Picarones con hela­do de limón y jen­gi­bre, son buñue­los fritos de boni­a­to y cal­abaza con miel de chan­ca­da. La dul­zor de este postre con his­to­ria, se con­trasta con el refres­cante sabor del limón y del jen­gi­bre. Pla­to tradi­cional con for­ma de anil­los, y que ven­drían a ser nue­stros buñue­los que lo incor­po­raron los con­quis­ta­dores. La rec­eta fue pasan­do a las cocin­eras de las casas seño­ri­ales con­vir­tién­dose en muy pop­u­lar, y que ganaron may­or aceptación durante las pro­ce­siones reli­giosas y muy espe­cial­mente en la muy ven­er­a­da del Señor de los Mila­gros en Lima, ya que se ofrecía a los fieles creyentes.

Picarones

Picarones

 

Leche de Tigre. Car­rer Martínez de la Rosa, 10 (Gra­cia) Barcelona. Telé­fono 934 161 923. Horario de martes a sába­dos de 13 a 16h y de 20 a 23:30h. Los domin­gos de 13 a 17 en la fór­mu­la de brunch donde se fusion­arán platos peru­anos con cata­lanes y opcional­mente se invi­tará a chefs extran­jeros para su par­tic­i­pación pop-up en Leche de Tigre. Pre­cio medio entre 25 y 30 euros a la car­ta. Menú del día 14,90 euros los días lab­orables no festivos.

© 2019 José María Toro. All rights reserved

48 horas en Carcassonne. ¿Qué ver y hacer? ¿dónde comer y dormir?

Su his­to­ria

Car­cas­sonne en francés y Car­cas­sona en occ­i­tano o lengua de oc, está situ­a­da en el sur de Fran­cia, en la fla­mante gran región france­sa de Occ­i­ta­nia, a medio camino entre Per­pig­nan y Toulouse, y fácil­mente recono­ci­ble des­de la autopista que cir­cu­la entre estas dos ciu­dades galas por su ciu­dadela amu­ral­la­da, un con­jun­to medieval restau­ra­do por Eugène Vio­l­let-le-Duc en el siglo XIX y que fue declar­a­da en 1997 Pat­ri­mo­nio de la Humanidad por la Unesco.

 

Murallas de la Cité de Carcassonne

Mural­las de la Cité de Carcassonne

 

Su local­ización geográ­fi­ca la con­vir­tió en un impor­tante cen­tro de inter­cam­bio com­er­cial des­de la época de la col­o­nización romana. Para pro­te­gerse de las inva­siones la ciu­dad se pro­te­gió con la con­struc­ción de un muro en los sig­los III y IV y esa parte de mural­la romana es aún vis­i­ble. En el siglo V los visigo­dos ocu­paron la ciu­dad y con­struyeron más for­ti­fi­ca­ciones que siguen en pie. Los musul­manes tam­bién la tomaron por breve tiem­po des­de el año 725 has­ta el 759 que fueron expul­sa­dos por el rey Pipino el Breve. Lo que hace ver­dadera­mente impor­tante es su con­struc­ción en sí como for­t­aleza y los trági­cos suce­sos vivi­dos entre sus mural­las durante la Edad Media en la cruza­da con­tra los albi­gens­es cuan­do la ciu­dad era el feu­do de los cátaros. En agos­to de 1209 el ejérci­to de los cruza­dos al man­do de Simón de Mont­fort y después de sitiar la ciu­dad durante 15 días con­sigu­ió la ren­di­ción de sus habitantes.

El cataris­mo fue la doc­t­ri­na teológ­i­ca de los cátaros, tam­bién lla­ma­dos albi­gens­es, y que fue un movimien­to reli­gioso que se extendió por Europa Occi­den­tal en el siglo XI y logró lle­gar has­ta el sigu­iente siglo entre los lugareños del Midi francés, espe­cial­mente en la zona lla­ma­da Langue­doc ya que con­ta­ban con la pro­tec­ción de algunos señores feu­dales que eran vasal­los de la Coro­na de Aragón. Sus pred­i­ca­dos implic­a­ba una vida total­mente asc­eta y renun­cia del mun­do mate­r­i­al para con­seguir la sal­vación div­ina. La Igle­sia Católi­ca con­sid­eró esta doc­t­ri­na como ale­ja­da de la cor­ri­ente mar­ca­da y tras un primer inten­to de con­vencer­los por la pal­abra y la vuelta a la ofi­cial­i­dad, se invocó la ayu­da de la coro­na france­sa que tam­bién vió una ame­naza en el poder de los cátaros y se erradi­caron en la men­ciona­da Cruza­da albi­gense de 1209. El movimien­to se fue debil­i­tan­do y se extin­guió final­mente a finales del siglo XIII.

Debe­mos su con­ser­vación y restau­ración al movimien­to artís­ti­co del Roman­ti­cis­mo que puso de moda la Edad Media y más conc­re­ta­mente a la inter­ven­ción de varias per­sonas: Pros­per Mer­imée, inspec­tor gen­er­al de Mon­u­men­tos Históri­cos de Fran­cia y el autor de la nov­ela cor­ta “Car­men”, que sirvió de inspiración para el libre­to de la ópera homón­i­ma de Georges Bizet, el que se interesó por las ruinas de esta antigua for­ti­fi­cación defen­si­va y que estu­vieron a pun­to de ser demol­i­da. Tam­bién a un arqueól­o­go local, Cros-Mayre­vielle y que se pasó su vida supli­can­do por la restau­ración de su vil­la. Y final­mente Vio­l­let-le-Duc, arqui­tec­to, arqueól­o­go y escritor, que con­sigu­ió que la Com­mis­sion des Mon­u­ments históri­cos en 1844 aprobase su recon­struc­ción como la cono­ce­mos actual­mente. Vio­l­let-le-Duc fue famoso, y muy con­tro­ver­tido, por sus inter­preta­ciones en la restau­ración de los edi­fi­cios medievales, has­ta el pun­to que fue crit­i­ca­do dura­mente por el atre­vimien­to de sus solu­ciones y aña­di­dos no históri­cos como las incor­po­ra­ciones en la parte supe­ri­or de cada una de las tor­res de la mural­la de techos en for­ma de cono que en real­i­dad son pro­pios del norte de Francia. 

¿Qué ver?

Dónde antes se oían el batir de los aceros aho­ra se escucha la ale­gría de los tur­is­tas que la vis­i­tan. Dónde antes se tenía miedo de los cruza­dos al man­do de Simón de Mont­fort inclu­so entre sus mural­las inex­pugnables, aho­ra su población por un día, de habit­u­al es muy pequeña, se divierte recor­rien­do esta mag­ní­fi­ca obra defen­si­va que ha queda­do para la posteridad.

Hay que entrar a La Cité, la más grande for­t­aleza de Europa, por la porte Nar­bon­naise, que es la entra­da prin­ci­pal y que tras pasar la mural­la exte­ri­or de 14 tor­res defen­si­vas y la sigu­iente mural­la inte­ri­or de 24 tor­res defen­si­vas, nos da acce­so a la Rue Cros-Mayre­vielle llena de tien­das de obje­tos arte­sanales y de recuer­dos de la visi­ta, has­ta lle­gar a Le Château Com­tal con visi­ta al Museo lap­i­dario, la Cour d’hon­neur y la Cour du midi.

Salien­do des­de le Château Com­tal hay que vis­i­tar la mural­la Oeste para darse cuen­ta de la mag­ni­tud de la obra defen­si­va que se con­struyó cen­turias atrás. La Tour de la Jus­tice, la Tour de l’In­qui­si­tion que con­ser­va algún ele­men­to pro­pio de sus temi­bles tor­turas por here­jía y la Tour car­rée de l’Evêque, son de paso obligado.

Para impre­sion­arse con el hor­ror dan­tesco de la frat­ri­ci­da batal­la vivi­da en la liza, cam­po dis­puesto entre las dos mural­las inte­ri­or y exte­ri­or, hay que acced­er por la Tour St-Nazaire o la Porte d’Aude.

La Basilique St-Nazaire es impre­scindible de ver por su vidri­eras o vit­raux y que proce­den de los sig­los XIII y XIV. Fue la cat­e­dral de Car­cas­sonne has­ta 1801 cuan­do fue susti­tu­i­da por la actu­al Cat­e­dral situ­a­da en la vil­la baja o bur­go de Saint-Michel. La actu­al igle­sia es de ori­gen románi­co del siglo XI y que fue con­sagra­da como tal por el Papa Urbano II en 1096. Fue con­stru­i­do en el mis­mo lugar que ocupó una cat­e­dral car­olin­gia pero que por des­gra­cia no que­da ningu­na huel­la en la actu­al­i­dad. Ampli­a­da al esti­lo góti­co entre 1269 y 1330

Salien­do de la Cité hay que vis­i­tar la Bastide Saint-Louis man­da­da con­stru­ir por el rey Saint Louis y que ofrece un plano reg­u­lar de los con­sid­er­a­dos de “la ville nou­velle”. La cat­e­dral de Saint Michel, la igle­sia de Saint Vicent y el recono­ci­ble Canal du Midi son algunos de sus prin­ci­pales atractivos.

Colorida calle de paraguas de la Bastide de Saint-Louis

Col­ori­da calle de paraguas de la Bastide de Saint-Louis

 

¿Dónde com­er?

  • L’Ate­lier de la Truffe 51, rue Trivaille. Telé­fono 33 4 68 25 92 65 con este esclare­ce­dor nom­bre, en este coque­to Bar à vins tan francés, su patron Philippe Bar­rière y antiguo respon­s­able en la Cámara de Com­er­cio de la tru­fi­cul­tura en la zona, sirve este apre­ci­a­do oro negro en sus difer­entes opciones mien­tras se acom­paña de alguno de los vinos de la zona. Tru­fas que proce­den de la cer­cana Mon­tagne Noire.
L'Atelier de la Truffe

L’Ate­lier de la Truffe

 

L'Atelier de la Truffe

L’Ate­lier de la Truffe

 

  • Le jardin en ville 5, rue des fram­boisiers. Telé­fono 33 4 68 47 80 91. Encan­ta­dor mul­ti espa­cio con ter­raza para el restau­rante y en su inte­ri­or en for­ma­to con­cep store con mobil­iario y obje­tos de decoración.
le Jardin en Ville

Le Jardin en Ville

 

  • La Table de Franck Pute­lat 80 Chemin des Anglais. Telé­fono 33 4 68 71 80 70 Con dos estrel­las Miche­lin des­de el año 2012, ofrece una coci­na cre­ati­va, respetan­do los sabores de cada pro­duc­to pero con ese toque cre­ati­vo pro­pio de un dos estrel­las de la famosa guía roja gala. Una opción más económi­ca es su Brasserie à 4 temps tam­bién del mis­mo chef Franck Pute­lat en 2, Boule­vard Barbés.
La Table de Franck Putelat

La Table de Franck Putelat

 

¿Dónde dormir?

  • Hôtel Aragon 15, Mon­tée Combel­er­an. Telé­fono 33 4 68 47 16 31.  Hotel de tres estrel­las a 50 met­ros de la puer­ta prin­ci­pal a la Cité. Habita­ciones cómodas con aire acondi­ciona­do. Pisci­na exte­ri­or pri­va­da. Aparcamien­to exte­ri­or para los clientes. Es el alo­jamien­to ide­al para realizar una visi­ta tan­to a la for­ti­fi­cación como a la Ciu­dad Baja por su prox­im­i­dad a ambas.

Direc­ciones gas­tronómi­cas imprescindibles:

  • La Ferme 55, rue de Ver­dun. Es una epicerie fine espe­cial­i­dad en que­sos de Fran­cia y pro­duc­tos gas­tronómi­cos galos. Plan­ta a niv­el de calle ded­i­ca­da a mer­cadería gourmet y piso supe­ri­or con todo lo últi­mo en gad­gets para la coci­na y para la pre­sentación en mesa.
Surtido de quesos en La Ferme

Sur­tido de que­sos en La Ferme

 

  • Fro­magerie Bous­quet  28, rue Char­trand que­sos arte­sano de leche cru­da como el brie de Meaux, St. Feli­cien, Comté de difer­entes madu­ra­ciones, Coeur de Neufchâ­tel, etc.
Surtido de quesos en Fromagerie Bousquet

Sur­tido de que­sos en Fro­magerie Bousquet

 

  • Pâtis­serie Remi Tou­ja 10, rue de Ver­dun Para una mira­da dulce a sus crea­ciones entrar en su web de pastel­ería mod­er­na, choco­lates, hela­dos y mer­me­ladas. Ha sido campeón de France de postres.
Patisserie Rémi Touja

Pâtis­serie Rémi Touja

 

  • Choco­lati­er Yves Thuriès 27–28 Place Carnot. Telé­fono 33 4 68 71 19 81.
  • Les Halles es el mer­ca­do cubier­to en la plaza Carnot
  •  Domaine de Can­ta­lauze a las afueras de Car­cas­sonne y conc­re­ta­mente en la ville de Trèbes, es un viñe­do donde además cul­ti­van azafrán y elab­o­ran aceite de oli­va de sus pro­pios olivos. Tam­bién venden pro­duc­tos regionales, real­izan catas de sus vinos y alquilan casas para pasar estancias más o menos cor­tas en este mar­avil­loso y bucóli­co viñedo.
Cata de vinos en Domaine de Cantalauze

Cata de vinos en Domaine de Cantalauze

 

¿Cómo ir?

  • Sin duda y de la for­ma más ráp­i­da y cómo­da es a través de los trenes direc­tos de Renfe SNCF en Coop­eración, que une Barcelona, Girona y Figueres con Car­cas­sonne durante el perío­do de ver­a­no. Durante el resto del año hay que hac­er transbordo.

Más infor­ma­ción

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Babula Bar 1937 de Barcelona es todo un homenaje a todas las abuelas del mundo y muy especialmente a la de Leo

Un hom­e­na­je a todas las abue­las del mun­do y en espe­cial a la abuela del propi­etario Leo Chechel­nit­skiy. Su bar restau­rante es una oda (y una ola muy grande) a esas seño­ras may­ores, con los sig­nos de expre­sión de los años vivi­dos mar­ca­dos en la cara con may­or o menor inten­si­dad, siem­pre con una son­risa cóm­plice a nue­stros pequeñas trav­es­uras y defedién­donos a capa y espa­da de nues­tras sev­eras madres. A veces ejer­cien­do de mamá y otra de com­pañera de jue­gos infan­tiles, pero siem­pre con una mira­da benévola recon­for­t­a­da con una sim­ple cari­cia o son­risa. Cocin­era de rec­etas que guardamos escri­ta con tin­ta indele­ble en nues­tra memo­ria más poéti­ca y hedo­nista y que Leo recu­pera de su abuela esos platos que le hacía de pequeño, llenos de sabor y mucho car­iño en un tiem­po que todo iba más lento (sin inter­net ni net­flix vivíamos segu­ra­mente mucho mejor). Y éste es el leit­mo­tiv de Bab­u­la Bar 1937, un lugar con encan­to, donde com­par­tir platos del chef Dami­an Monie, con ami­gos y/o famil­ia, o solo ¿por qué no? durante todo el día y empare­ja­dos con cócte­les de Leo que ya tiene expe­ri­en­cia en el mun­do de la restau­ración, en Sasha Bar en el Poble Sec, que fue su primera aper­tu­ra en la Ciu­dad Con­dal. En éste su primer restau­rante hom­e­na­jea a su madre con el nom­bre del local.

Interior de Babula Bar 1937

Inte­ri­or de Bab­u­la Bar 1937

 

Leo lla­ma car­iñosa­mente así a su abuela o babush­ka que en real­i­dad se lla­ma Estela, bau­ti­za­da así por su padre ruso en hon­or a una cata­lana de la que se enam­oró cuan­do vino con el escuadrón soviéti­co de las Brigadas Inter­na­cionales en la frat­ri­ci­da Guer­ra Civ­il españo­la. Un guiño del des­ti­no o algu­na con­jun­ción cós­mi­ca de plan­e­tas hizo que Leo lle­gase con 5 años a la cap­i­tal cata­lana y donde orga­ni­zase su vida sin olvi­dar la azarosa vida de sus may­ores, cre­cien­do entre las bam­bali­nas del primer restau­rante ruso de Barcelona y que se llamó Naz­darovia.

Con el lema “no recor­damos días, recor­damos momen­tos” trans­mi­ti­do por su abuela, Leo bus­ca crear instantes muy hedo­nistas alrede­dor de una mesa donde se dis­frute comien­do, armo­niza­do con sus cócte­les y una bue­na con­ver­sación. Su tradi­ción culi­nar­ia se basa en la gas­tronomía rusa pero sin renun­ciar a otras coci­nas como la del sur de Europa, del sureste asiáti­co y de Sudaméri­ca, que lo ha apor­ta­do su chef Dami­an Monie de ori­gen francés y que estu­vo una tem­po­ra­da en Tai­lan­dia donde aprendió téc­ni­cas de coci­na asiáti­ca. Con una amplia selec­ción de platos en crudo, el 60% de la car­ta no se coci­na, y es donde el pro­duc­to bril­la con luz propia.

Del espíritu aven­turero y nóma­da de Leo trae rec­etas y tra­gos de un país invi­ta­do a su restau­rante, de esta for­ma Méx­i­co es el vis­i­tante de hon­or los lunes con 3 opciones de nachos y 6 de tacos, acom­paña­dos de 5 cócte­les prepara­dos con mez­cal o tequi­la o com­bi­na­dos clási­cos como el Palo­ma, el Mar­gari­ta o la Michela­da. Ten­dremos que esper­ar nuevas sor­pre­sas via­jeras para los próx­i­mos meses.

Y si los lunes (ese día que todos queríamos bor­rar de la sem­ana de un pluma­zo has­ta que conoci­mos las prop­ues­tas de Bab­u­la Bar 1937) ya están reser­va­dos en nues­tra agen­da, jun­to con los viernes, y como en la pelícu­la de finales de los “70” ¡por fin es viernes! Thank God It’s Fri­day!, en Bab­u­la Bar 1937 se rinde hom­e­na­je a la músi­ca: en vivo, de Dj’s y de jóvenes artis­tas con ganas de com­erse el mundo.

La parte coctel­era, ges­tion­a­da por Leo, se basa en la línea clási­ca con la base de des­ti­la­dos pre­mi­um, donde el ingre­di­ente y la cal­i­dad del licor es el pro­tag­o­nista más allá de florit­uras innece­sarias más propias de una ensal­a­da veg­e­tal o de fru­tas. Con un máx­i­mo de 4 ingre­di­entes en cada com­bi­na­do y que cualquier cliente sea capaz de adiv­inar su com­posi­ción por los sabores y aro­mas iden­ti­fi­ca­dos níti­da­mente. Todo ello suma­do a una mod­eración en la grad­uación alco­hóli­ca para poder­lo dis­fru­tar con­scien­te­mente y que el alco­hol no apague el sabor de su composición.

Platos degus­ta­dos:

  • Negroni de Bab­u­la a base de Cam­pari, gin, ver­mut rosso y pacharán.
Negroni Babula

Negroni Bab­u­la

 

  • Dúo de ostras Thai, una fría en vina­gre­ta con hue­vo de codor­niz y la otra tem­pla­da con un tom kha (sopa de galan­ga) al cur­ry verde.
Dúo de ostras Thai

Dúo de ostras Thai

 

  • Foie mi-cuit a la vainil­la mari­na­do con brandy Tor­res y vainil­la. Se empla­ta con una mer­me­la­da de plá­tano, galan­ga (pare­ci­do al jen­gi­bre) y ron.
Foie mi-cuit a la vainilla

Foie mi-cuit a la vainilla

 

  • Cóc­tel Pachacúte de pis­co peru­ano de los Andes de Uva Italia, leche de tigre y fru­ta de la pasión para acom­pañar los platos de pescado.
Cóctel Pachacúte

Cóc­tel Pachacúte

 

  • Salmón mari­na­do al esti­lo de la bab­u­la Estela, durante 30 horas en un gravlax (mez­cla de sal y azú­car) con cit­ronela, jen­gi­bre y enel­do. Aliña­do con una sal­sa de mostaza dulce con Laphroaig 10 años, whisky con aro­mas ahumados.

 

Salmón marinado al estilo de Babula

Salmón mari­na­do al esti­lo de Babula

 

  • Ven­tresca de atún mar y mon­taña, pre­sen­ta­da con mor­cil­la de arroz y top­ping de chut­ney de tomate cher­ry y mango.
Ventresca de atún mar y montaña

Ven­tresca de atún mar y montaña

 

  • Dlump­ing de gam­bas con su caldito: el rel­leno de gam­bas se ha saltea­do en man­zana, cúcuma, galan­ga y coco.
Dumpling de gambas con su caldito

Dumpling de gam­bas con su caldito

 

  • Cóc­tel Sum­mer Punch de licor de gin June, gin Roku, cava brut nature Rov­el­lats, alba­ha­ca y melocotón.
  • Steak tar­tar a la ital­iana con top­pings de pic­a­da de tomate semi­seco, alba­ha­ca, alca­parrón, chalota y parmi­giano y pre­sen­ta­do sobre una tos­ta cru­jiente Cara­su (típi­ca de la isla de Cerdeña).
Steak tartar a la italiana

Steak tar­tar a la italiana

 

  • Bao burg­er de cordero, coci­do a baja tem­per­atu­ra con romero, ajo y raz el hanout (guiño a la abuela argeli­na del chef).
Bao burger de cordero

Bao burg­er de cordero

 

  • Taco de pato hoisin, una mez­cla de gas­tronomía chi­na y mexicana.
Tacos de pato hoisin

Tacos de pato hoisin

 

  • Para finalizar un Espres­so Mar­ti­ni de vod­ka Belvedere, licor de café Borguet­ti y el expre­so prepara­do con café de espe­cial­i­dad de la fin­ca Parcela Corego Boni­to de Brasil.
  • Pas­tel de oreo y mousse de pan­dam.
Pastel de oreo

Pas­tel de oreo

 

Bab­u­la Bar 1937 Car­rer Pau Claris, 139. Barcelona 08009. Telé­fono 933 826 096. Abier­to de lunes a jueves de 12 a 2h y viernes y sába­dos de 12 a 3h. Domin­gos cerrado.

© 2019 José María Toro. All rights reserved

 

 

Itadakimasu

Hace poco leí que para ten­er la mente en for­ma resulta­ba fan­tás­ti­co apren­der tres pal­abras en otro idioma cada día. Como resul­ta que quiero lle­gar a viejecita y seguir dis­fru­tan­do de la vida, decidí pon­erme a ello. La primera pal­abra que resolví mem­o­rizar tiene su intrín­gulis pero me parece encan­ta­do­ra. Como casi todo lo japonés. Más que un voca­blo, itadaki­ma­su es una expre­sión que no cuen­ta con un equiv­a­lente en español pero que deberíamos adop­tar urgen­te­mente para nue­stro idioma.  Itadaki­ma­su sig­nifi­ca:  grat­i­tud por los ali­men­tos a tomar. Se pro­nun­cia, se siente y se res­pi­ra. Por un lado, supone agrade­cer a las per­sonas que han prepara­do la comi­da que recibi­mos y, por otro, es el reconocimien­to a los ali­men­tos en sí mis­mos: a las ver­duras, a los ani­males que dieron su carne, a las fru­tas que saborearemos…

En real­i­dad, Itadaki­ma­su es un ejer­ci­cio de con­cien­cia que dura ape­nas unos segun­dos pero que nos per­mite con­cen­trarnos en lo que vamos a hac­er: en este caso, com­er.  En el noven­ta y nueve por cien­to de las oca­siones, nues­tras comi­das son de todo menos con­scientes. Engul­limos delante de la tele o con­ver­san­do sin prestar aten­ción a lo que nos lle­va­mos a la boca. A veces, si lo hace­mos solos, lleg­amos a con­tes­tar corre­os o con­sul­tar el insta­gram al tiem­po que desayu­namos o cen­amos. Un dis­parate que choca de frente con un famoso prover­bio zen: “Cuan­do camines, cam­i­na. Cuan­do comas, come”. No se tra­ta de aban­donar de repente el salud­able acto social que supone com­par­tir una comi­da, sim­ple­mente de vivir con un poco de aten­ción. De dis­fru­tar pero des­de dentro.

La aten­ción ple­na o con­sciente, el mind­ful­ness del que tan­to oímos hablar últi­ma­mente, debe posarse en cada una de las ramas de nues­tra pre­cip­i­ta­da exis­ten­cia. Algo tan sen­cil­lo como recor­dar la expre­sión Itadaki­ma­su cuan­do mire­mos nue­stro pla­to, puede ser el comien­zo de una nue­va for­ma de com­er. Inclu­so de vivir.

Libro recomen­da­do: Com­er aten­tos. Jan Chozen Bays. 

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