Sartoria Panatieri, from farm to pizza, en el barrio de Gràcia de Barcelona

Rafa Pana­tie­ri y Jor­ge Sas­tre triun­fa­ron con Gar­den Piz­za en el barrio bar­ce­lo­nés de Grà­cia y aho­ra han rebau­ti­za­do el mis­mo local como Sar­to­ria Pana­tie­ri, jugan­do con los ape­lli­dos de ambos, Sar­to­ria (sas­tre­ría) por Jor­ge Sas­tre y Pana­tie­ri el del pro­pio Rafa, para evo­lu­cio­nar hacia nue­vos retos como la inclu­sión de su pro­pio embu­ti­do en la car­ta de esta piz­ze­ría poco al uso. Sar­to­ria tam­bién les ha veni­do como ani­llo al dedo, ya que repre­sen­ta un ofi­cio manual, de que todo se hace a medi­da, nada indus­trial, en sin­to­nía con los obje­ti­vos de estos dos chefs urba­nos con tin­tes neo­rru­ra­les.

From farm to pizza es el leitmotiv de estos dos chefs que provienen de la alta cocina (Roca Moo fue el anterior restaurante donde estuvieron) y donde el perfeccionismo es una forma de entender la cocina.


La filo­so­fía de estos dos chefs es ele­gir el mejor pro­duc­to, y a su ela­bo­ra­dor, que coin­ci­da con sus prin­ci­pios de sos­te­ni­bi­li­dad y cali­dad para que entre en la coci­na de Sar­to­ria Pana­tie­ri. Su natu­ral incon­for­mis­mo les ha lle­va­do a ela­bo­rar sus pro­pios embu­ti­dos y que­sos para poder­los dis­fru­tar en su res­tau­ran­te, tal como hacen otros res­tau­ran­tes de otras lati­tu­des, y es por eso que tam­bién tie­nen sus cul­ti­vos hor­tí­co­las en el peque­ño patio de este res­tau­ran­te, como albaha­ca o mini zanaho­rias para auto­abas­te­cer­se.

Las piz­zas siguen sien­do el cen­tro de la car­ta e igual de adic­ti­vas y siem­pre pre­pa­ra­das con pro­duc­tos de pro­xi­mi­dad y tem­po­ra­da. Obvia­men­te masa de hari­na eco­ló­gi­ca moli­da a la pie­dra y que fer­men­ta 72 horas. El sabor y aro­ma que le da el horno de leña es impres­cin­di­ble para ellos. Bus­can un clien­te sen­si­ble que cap­te todo lo que hay detrás de cada piz­za y de cada pla­to de la car­ta de Sar­to­ria Pana­tie­ri.

Pla­tos degus­ta­dos:
1) Embu­ti­dos arte­sa­nos, pan con toma­te, y strac­cia­te­lla de burra­ta con bole­tus lami­na­dos y acei­te de enci­na del apar­ta­do “Según nos dé (la tem­po­ra­da)”

embutidos, pan de pizza con tomate, stracciatella. Copa de vino. Silla metálica.
Los embu­ti­dos arte­sa­nos


2) Piz­za a la leña de mor­ta­de­la tru­fa­da, strac­cia­te­lla de burra­ta, hojas de espi­na­cas y tru­fa negra ralla­da.

pizza con mortadela trufada, stracciatella de burrata, hojas de espinacas y trufa negra. Copa de vino. Silla metálica.
Piz­za a la leña


3) De pos­tre (antes de irte como aquí lo lla­man) un impre­sio­nan­te tira­mi­sú, ¡una locu­ra de rico!

tiramisú. Silla de metal
Tira­mi­sú


4) Los embu­ti­dos de ela­bo­ra­ción pro­pia (cáma­ra seca­de­ro detrás) de cer­do Gas­cón (en peli­gro de extin­ción) y que son cria­dos en la gran­ja eco­ló­gi­ca DPa­gès.

embutidos, mesa y nevera secadero de embutidos.
Los embu­ti­dos de ela­bo­ra­ción pro­pia



Más infor­ma­ción en la web de http://sartoriapanatieri.com
📌 Carrer de l’Encarnació, 51. 08024 Bar­ce­lo­na.
📞 931 376 385

Opción deli­very dis­po­ni­ble.

© 2020 José María Toro. All rights reser­ved

Leche de Tigre, el restaurante de cocina urbana peruana en el barrio de Gracia de Barcelona

Des­pués de labrar­se una bue­nas hojas de ser­vi­cio en dife­ren­tes res­tau­ran­tes de gas­tro­no­mía perua­na, tres socios inquie­tos ori­gi­na­rios de ese país andino han traí­do la mejor coci­na urba­na de Perú has­ta el cora­zón del barrio de Gra­cia, uni­dos por su amor patrio y por colo­car en el lugar que le corres­pon­de a la gas­tro­no­mía de sus país. Nicky Ramos como chef eje­cu­ti­vo, Ale­xis Mas­tro­ka­los  y José Manuel von Bishoffshau­sen son los socios res­pon­sa­bles del res­tau­ran­te Leche de Tigre. Una coci­na urba­na que repre­sen­te todos los sabo­res que están en Perú, pero que tam­bién reco­ge influen­cias asiá­ti­cas de Viet­nam o de Fili­pi­nas que se pue­den inte­grar ple­na­men­te en los pla­tos de la car­ta de Leche de Tigre. Un nom­bre que por sí solo ya te lo deja todo cla­ro, es en sí una decla­ra­ción de inten­cio­nes, impres­cin­di­ble para la ela­bo­ra­ción del pla­to más emble­má­ti­co de Perú, el cevi­che o cebi­che (ambas for­mas acep­ta­das por la RAE). No se entien­de el uno sin el otro, ya que la leche de tigre da vida al cevi­che, como ade­re­zo de inten­so sabor y refres­can­te y que ya se ha con­ver­ti­do en un clá­si­co pla­to que se encuen­tra fijo en muchos res­tau­ran­tes sean o no repre­sen­tan­tes de la cul­tu­ra inca.

Deco­ra­ción sin gran­des flo­ri­tu­ras, domi­na­do por un gra­fi­to urbano que es otra de las señas de iden­ti­dad del res­tau­ran­te y del barrio bar­ce­lo­nés que los aco­ge entre sus estre­chas y labe­rín­ti­cas calles. Gui­ños a su ori­gen con sillas que lle­van impre­sos el sím­bo­lo de los incas. Zona de barra alta con tabu­re­tes ideal para com­par­tir con gru­pos de ami­gos y/o fami­lia. Y mesas bajas para una comi­da o cena más for­mal.

Pro­duc­tos loca­les y perua­nos para dar­le sen­ti­do a la coci­na que aquí se prac­ti­ca. Siem­pre de tem­po­ra­da y con pla­tos vege­ta­ria­nos y vega­nos, con ese toque case­ro. Car­ta cor­ta pero inten­sa, divi­di­da en leches de tigre, cevi­che, piqueos o tapas como aquí lo lla­ma­mos, sand­wich, wok y pos­tres.

Pla­tos des­gus­ta­dos con sus cóc­te­les para mari­dar.

Cóc­tel Ama­zó­ni­co con gin Ama­zo­nian, sake para dar­le un toque Nik­kei, pepino, wasa­bi y Char­treu­se.

Cóctel Amazónico

Cóc­tel Ama­zó­ni­co

 

Leche de tigre “levan­ta muer­tos” pre­pa­ra­do con maris­co y cor­vi­na y puré de ají ama­ri­llo. Su pun­to cítri­co lo hace muy refres­can­te para el verano.

Leche de tigre

Leche de tigre “levan­ta muer­tos”

 

Tira­di­to Tokio que con­sis­te en pes­ca azul del día en finas lámi­nas y leche de tigre de tama­rin­do.

Tiradito Tokio

Tira­di­to Tokio

 

Chi­cha­rrón de Lerín: el clá­si­co boca­di­llo peruano pre­pa­ra­do en deli­cio­so pan fran­cés de la casa, cer­do cru­jien­te, bonia­to y sal­sa crio­lla.

Chicharrón de Lerín

Chi­cha­rrón de Lerín

 

Cóc­tel con base de pis­co peruano infu­sio­na­do con fru­tos rojos, zumo de naran­ja, mara­cu­yá, hibis­co que le da un toque muy fres­co y cítri­co.

Cóctel a base de pisco peruano

Cóc­tel a base de pis­co peruano

 

Pica­ro­nes con hela­do de limón y jen­gi­bre, son buñue­los fri­tos de bonia­to y cala­ba­za con miel de chan­ca­da. La dul­zor de este pos­tre con his­to­ria, se con­tras­ta con el refres­can­te sabor del limón y del jen­gi­bre. Pla­to tra­di­cio­nal con for­ma de ani­llos, y que ven­drían a ser nues­tros buñue­los que lo incor­po­ra­ron los con­quis­ta­do­res. La rece­ta fue pasan­do a las coci­ne­ras de las casas seño­ria­les con­vir­tién­do­se en muy popu­lar, y que gana­ron mayor acep­ta­ción duran­te las pro­ce­sio­nes reli­gio­sas y muy espe­cial­men­te en la muy vene­ra­da del Señor de los Mila­gros en Lima, ya que se ofre­cía a los fie­les cre­yen­tes.

Picarones

Pica­ro­nes

 

Leche de Tigre. Carrer Mar­tí­nez de la Rosa, 10 (Gra­cia) Bar­ce­lo­na. Telé­fono 934 161 923. Hora­rio de mar­tes a sába­dos de 13 a 16h y de 20 a 23:30h. Los domin­gos de 13 a 17 en la fór­mu­la de brunch don­de se fusio­na­rán pla­tos perua­nos con cata­la­nes y opcio­nal­men­te se invi­ta­rá a chefs extran­je­ros para su par­ti­ci­pa­ción pop-up en Leche de Tigre. Pre­cio medio entre 25 y 30 euros a la car­ta. Menú del día 14,90 euros los días labo­ra­bles no fes­ti­vos.

© 2019 José María Toro. All rights reser­ved

El restaurante japonés del Maestro Fukamura aterriza en el barrio de Gracia pensado solo para 18 comensales

El espa­cio gas­tro­nó­mi­co del Maes­tro Fuka­mu­ra ate­rri­za en el barrio bar­ce­lo­nés de Gra­cia con mucho fuer­za y todo el sabor de su país natal. Su tra­yec­to­ria es dila­ta­da, comen­zan­do sus pasos en el sushi tra­di­cio­nal y coci­na calien­te en el res­tau­ran­te Asa­ku­sa Sushi Sei, que posee una lar­ga tra­di­ción de más de 130 años en Japón. De Tokio se tras­la­dó a Bar­ce­lo­na para con­ti­nuar su cre­ci­mien­to per­so­nal y pro­fe­sio­nal y tras su paso por res­tau­ran­tes emble­má­ti­cos de la Ciu­dad Con­dal como Espai Kru, Icho, Koy Shun­ka y Shi­bui, el maes­tro Dai­su­ke Fuka­mu­ra abrió sus alas para ini­ciar su vue­lo en soli­ta­rio reen­con­trán­do­se con sus orí­ge­nes de la coci­na tra­di­cio­nal de su país natal. Un sue­ño per­se­gui­do des­de su lle­ga­da a Espa­ña hace 10 años y de esta mane­ra lo ofre­ce en for­ma­to de taber­na japo­ne­sa con coci­na a la vis­ta, y para solo 18 per­so­nas. Su leit­mo­tiv es ofre­cer la cali­dez y cer­ca­nía del ser­vi­cio japo­nés así como pla­tos de su país sin olvi­dar las influen­cias medi­te­rrá­neas que se han ido calan­do duran­te este dece­nio y enri­que­cien­do en su for­ma de enten­der la gas­tro­no­mía.

Restaurante Fukamura

Res­tau­ran­te Fuka­mu­ra

 

Para él, la coci­na es total­men­te arte­sa­na, de una con­cen­tra­ción extre­ma, casi mili­tar, para trans­mi­tir cari­ño, emo­cio­nes y ener­gías posi­ti­vas a cada pla­to. No es de extra­ñar de esta mane­ra que triun­fe en todo el mun­do este tipo de trans­mi­tir la coci­na japo­ne­sa. Para Fuka­mu­ra deta­lles como el uso y afi­la­do del cuchi­llo es bási­co ya que la téc­ni­ca de su uso hacia fue­ra mejo­ra el sabor que no al revés. Para hacer un simil, se podría poner el mis­mo ejem­plo del cor­te del jamón que no sabe igual cor­tar­lo a cuchi­llo o a máqui­na, y otros muchos casos. La mate­ria pri­ma no es un tema bala­dí para el maes­tro y es otra de sus obse­sio­nes es bus­car la máxi­ma cali­dad para sus pla­tos. La base del sabor de su coci­na está en el dashi, el cal­do japo­nés que sir­ve de apo­yo en muchos pla­tos sin alte­rar sus sabo­res ori­gi­na­les, y la sabia com­bi­na­ción del uma­mi, el sabor más tra­di­cio­nal e impor­tan­te de la comi­da nipo­na.

Restaurante Fukamura

Res­tau­ran­te Fuka­mu­ra

 

Curio­so por natu­ra­le­za se sin­tió atraí­do des­de muy joven por la alta gas­tro­no­mía espa­ño­la muy de moda en Tokio, así como un con­tac­to posi­ti­vo con espa­ño­les, con quie­nes con­ge­nió rápi­da­men­te por el derro­che de sim­pa­tía y ale­gría. Últi­ma­men­te se está intere­san­do por cono­cer la gas­tro­no­mía cari­be­ña y sud­ame­ri­ca­na y muy espe­cial­men­te por la perua­na. Su car­ta se basa en el rece­ta­rio de clá­si­cos japo­ne­ses con su toque medi­te­rrá­nea­men­te de autor. Tira de la des­pen­sa local para crear pla­tos como la sopa de miso con cal­do de buey con setas, su trío de nigui­ris con toro, angui­la y viei­ra con eri­zo entre otros pla­tos sobre­sa­lien­tes. Sus pro­pues­tas tie­ne pre­cios muy demo­crá­ti­cos.

Vino La Charla

Vino La Char­la

 

Pla­tos degus­ta­dos acom­pa­ña­do de La Char­la de uva ver­de­jo (DO Rue­da) de Vinos del Pasean­te. Un vino casi todo terreno que se lle­va bien con los ahu­ma­dos, arro­ces, pes­ca­dos y car­nes blan­cas. De aro­mas a fru­ta blan­ca como la pera y el melo­co­tón, así como de fru­tas tro­pi­ca­les como el mara­cu­yá y el man­go. Tam­bién notas ani­sa­das. Aci­dez bien equi­li­bra­da y un final per­sis­ten­te.

  • Sopa de miso con cebo­llas cara­me­li­za­das y setas. Ver­sión cata­la­ni­za­da de la ver­sión ori­gi­nal del Japón.

Sopa de miso

Sopa de miso

 

  • Tata­ki de sal­món con cre­ma de coli­flor y yuzu, est­pá­rra­gos blan­cos y ver­des a la bra­sa con hue­vas de sal­món.

Tataki de salmón

Tata­ki de sal­món

 

  • Colo­ri­do Rain­bow roll de sal­món, atún, pes­ca­do blan­co y agua­ca­te con flo­res comes­ti­bles.

Rainbow Roll

Rain­bow Roll

 

  • Tori no Karaa­ge con Brus­chet­ta (fri­to de pechu­ga de pollo con sal­sa de toma­te, maíz dul­ce, ajo y cebo­lla) Este pla­to es una mez­cla de gas­tro­no­mías y de cul­tu­ras, des­de Japón a Ita­lia pasan­do por Méxi­co.

Tori no Karaage

Tori no Karaa­ge

 

  • Nigi­ri de angui­la (del Del­ta del Ebro) coci­na­do a la bra­sa que le da ese deli­ca­do per­fu­me de humo.

Nigiri de anguila

Nigi­ri de angui­la

 

  • Tacos de solo­mi­llo de buey con shii­ta­ke sal­tea­do.

Tacos de solomillo

Tacos de solo­mi­llo

 

  • Mochis de té ver­de, de fre­sa y tru­fas con té mat­cha.

Mochis y trufas de té matcha

Mochis y tru­fa de té mat­cha

 

Res­tau­ran­te Fuka­mu­ra Calle Cór­ce­ga, 479 Bar­ce­lo­na 08025 Telé­fono 930 233 643 Cie­rra los lunes.

© 2018 José María Toro. All rights reser­ved.

 

 

 

La festival. Una tienda de vinos hipster en el barcelonés barrio de Gracia.

 

La Fes­ti­val. The pla­ce to vi C/ de Ver­di, 67 Bar­ce­lo­na 08012 Telé­fono 930 232 281

Pron­to la bri­tá­ni­ca biblia hips­ter de Mono­cle se fija­rá en esta recién inau­gu­ra­da tien­da de vinos y la inclui­rá en su nómi­na de impres­cin­di­bles en la Ciu­dad Con­dal, para que toda la tri­bu urba­na resi­den­te en Bar­ce­lo­na que comul­ga con esta reli­gión, y los forá­neos de paso por la capi­tal cata­la­na, vayan en pere­gri­na­ción para com­prar algu­nos de sus vinos a la ven­ta. Aun­que el obje­ti­vo final es ser una refe­ren­cia para todos los apa­sio­na­dos del vino en gene­ral, y en espe­cial, para los intere­sa­dos en los ela­bo­ra­dos bajo los cáno­nes de pro­xi­mi­dad, de la eco­lo­gía, la bio­di­ná­mi­ca y natu­ra­les, sean o no veci­nos del barrio de Gra­cia.

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Garra­fas reci­cla­bes para relle­nar de vino Orga­nic & Orgas­mic de La Fes­ti­val

Los depen­dien­tes no son aje­nos a esta ola de moder­ni­dad y con su look ‑al menos el día de la inau­gu­ra­ción- de bar­ba pobla­da, repei­na­dos para atrás, con sus cami­sas a cua­dros mode­lo leña­dor de Portland, y tiran­tes para suje­tar los vaque­ros, son gui­ños indis­cu­ti­bles de la esté­ti­ca del hips­te­ris­mo.
La ubi­ca­ción tam­po­co está deja­da al azar, y entre ele­gir el barrio del Born más de pos­tu­reo, es acer­ta­dí­si­ma la pre­fe­ren­cia por Gra­cia, y con­cre­ta­men­te la calle Ver­di, 67, casi enfren­te de la sala míti­ca de cine, don­de se siguen pro­yec­tan­do pelí­cu­las ente indies, sub­ti­tu­la­das y de cul­to. La calle del céle­bre com­po­si­tor ita­liano es un eje comer­cial den­tro de la vecin­dad por don­de pasa todo lo que tie­ne que pasar en este emble­má­ti­co dis­tri­to.

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Selec­ción de vinos del gru­po “De tra­ca i moca­dor” de La Fes­ti­val

Su inte­rior de pare­des des­nu­das con los ladri­llos rojos a la vis­ta le da per­so­na­li­dad al espa­cio, sin ador­nos super­fluos para no des­pis­tar al visi­tan­te de la ver­da­de­ra estre­lla de la tien­da que es el vino. Tam­bién cuen­ta con una sala ane­xa que sir­ve de pre­sen­ta­cio­nes, catas y degus­ta­cio­nes. Apro­ve­chan las colum­nas para hacer una sin­gu­lar divi­sión de la mate­ria pri­ma, es decir, aquí no se cata­lo­ga por D.O., ni por colo­res, ni por pre­cios, sino por una sim­pa­tí­ca cla­si­fi­ca­ción del tipo “D’un sol glop” (de un sor­bo) don­de están los vinos fres­cos, sin com­pli­ca­cio­nes, que se beben rápi­da­men­te y en cual­quier momen­to del día, para el ape­ri­ti­vo o el after­work.“Per un bon tibe­ri” (para una bue­na comi­da) en las que se orde­nan vinos que se mere­cen su tiem­po y una com­pa­ñía en con­so­nan­cia como un domin­go en fami­lia, para Navi­dad, para una cena for­mal, para una cele­bra­ción, para lo cane­lo­nes de la yaya, o ese día que tene­mos anto­ja­di­zo y saca­mos el coci­ni­llas que lle­va­mos den­tro. “De tra­ca i moca­dor” (lite­ral­men­te de tra­ca y pañue­lo, que ven­dría a ser espec­ta­cu­lar, de qui­tar­se el som­bre­ro)  para los momen­tos impor­tan­tes de la vida, como una con­quis­ta amo­ro­sa, para impre­sio­nar o para un home­na­je solo o en bue­na com­pa­ñía.

Es digno de ala­bar a los pro­mo­to­res de esta tien­da por la recu­pe­ra­ción de las vie­jas barri­cas ‑que le da un plus de auten­ti­ci­dad- como las cada vez más esca­sas bode­gas de barrio, para ven­der vino y ver­mú a gra­nel median­te pre­cio­sos tira­do­res-sur­ti­do­res de rabio­so dise­ño por don­de expen­den vinos cata­la­nes que sean eco­ló­gi­cos, bio­di­ná­mi­cos y natu­ra­les a pre­cios demo­crá­ti­cos. Una prue­ba más de la cla­ra voca­ción de reci­cla­je y de acer­car el buen vino de bode­gue­ros de pro­xi­mi­dad a mon­tos ase­qui­bles, rom­pien­do el mito de que el vino de cali­dad es caro. Para ello dis­po­nen de una sim­pá­ti­cas garra­fas para relle­nar con el eslo­gan impre­so de “orga­nic & orgas­mic”.

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Bote­lla de Fosc en La Fes­ti­val

El leit­mo­tiv  de esta nove­do­sa tien­da es la defen­sa en espe­cial de los vinos cata­la­nes, pero tam­bién de todos aque­llos que res­pon­dan al con­cep­to de viti­cul­tu­ra orgá­ni­ca con lo que for­man un elen­co de 500 refe­ren­cias selec­cio­na­das espe­cial­men­te por la dis­tri­bui­do­ra Human Vins.
Todo este pro­yec­to es con­se­cuen­cia de la unión de  6 incon­for­mis­tas vin­cu­la­dos al mun­do del dios Baco: Rubén Pare­ra e Iñi­go Haughey  como viti­cul­to­res de Fin­ca Pare­ra, Josep Lava­do y Ludo­vic Dar­bla­de como sumi­lle­res de Human Vins, y Alex y Albert Vir­gi­li ela­bo­ra­do­res de Casa Ber­ger,  uni­dos por una cla­ra voca­ción lúdi­ca y peda­gó­gi­ca de acer­car este tipo de vinos poco con­ven­cio­na­les a todo tipo de públi­co, hips­ters o no, con talle­res y visi­tas a los ela­bo­ra­do­res.

Como dirían sus pen­sa­do­res: ¡Salud y fes­ti­val!

La BSO es la emi­so­ra de radio de Mono­cle (no podía ser otra)

 

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