¡La vida actual es un chollo!

Según Rafael Santandreu “hay que dejar de quejarse por estupideces” 

Rafael Santandreu

Foto cor­te­sía de Rafael San­tan­dreu

Rafael Santandreu, psicólogo superventas y hombre libre y auténtico donde los haya, lo tiene claro: “está chupado ser megafeliz en esta sociedad”. “Nos basta con tener la comida y la bebida del día”, recuerda en sus intervenciones, convencido de lo sencillo que es renunciar a todo.  Mientras prepara su quinto libro, después de los exitosos  “El arte de no amargarse la vida”, “Ser feliz en Alaska”, “Las gafas de la felicidad” y  “Nada es tan terrible”, sigue disfrutando de cada  instante desde la alegría y la diversión. Lo importante ‑afirma Santandreu con desparpajo- “es saber darle un sentido chulo a las cartas que te reparta la vida en cada momento”. Lo que piensen los demás, por cierto, se la trae al pairo.

-Leí el otro día una fra­se del poe­ta Kar­me­lo Iri­ba­rren: “tan­to ame­na­zar y asus­tar y el futu­ro era esto”. Al final nada es tan terri­ble, ¿no?

Si tú quie­res, nada será terri­ble. Pero si te empe­ñas, todo pue­de ser un infierno. Como sólo depen­de de ti, hay para todos los gus­tos (o sis­te­ma de creen­cias). Lo esen­cial es que apren­das que las emo­cio­nes las pro­du­ce tu men­te con tus ideas, tus creen­cias. ¿Toda­vía no te has dado cuen­ta?

-Hace­mos mil cosas para encon­trar la paz inte­rior: pro­ba­mos méto­dos orien­ta­les, lee­mos libros de auto­ayu­da a man­sal­va, nos damos baños de agua helada…¿Tan com­pli­ca­do es vivir en esta socie­dad con un poco de tran­qui­li­dad?

Para nada. ¡Está chu­pa­do ser mega feliz en esta socie­dad! Es pre­ci­sa­men­te la creen­cia ésa de que “es difí­cil” la que te lo hace difí­cil. Pero es que es has­ta ridícu­lo pen­sar que esta vida “es difí­cil”. ¡Dios mío! ¿Pero no ves que es un cho­llo?

-Por cier­to, ¿los inge­nuos son más feli­ces?

Estar bien de la cabe­za y ser feliz no tie­ne nada que ver con la inge­nui­dad. Son dos con­cep­tos que ni se tocan. Hay gen­te inge­nua muy infe­liz y, al con­tra­rio, gen­te muy pers­pi­caz y pro­fun­da, mega feliz (como yo). Por ahí no va la cosa y repi­to: ” la vida actual es un cho­llo”.

-Y siguien­do con el tema: a muchas per­so­nas les moles­ta la gen­te feliz (o al menos los que no se que­jan con­ti­nua­men­te de sus pro­ble­mas). ¿Es mejor ser dis­cre­to en esto de la feli­ci­dad  para no levan­tar ampo­llas?  

Per­so­nal­men­te, toda esa gen­te me la trae al pai­ro. Yo inten­to rela­cio­nar­me solo con per­so­nas guays. Cuan­do me tro­pie­zo con ese tipo de per­so­nas neu­ró­ti­cas, pues nada, pacien­cia con ellos: pero yo no varío un ápi­ce mi ale­gría. La ver­dad es que es un tema que me afec­ta “cero”

-¿No es dema­sia­do pre­ten­cio­so inten­tar ser fuer­tes con­tra vien­to y marea? ¿Igual hay que per­mi­tir­se un poco de debi­li­dad de vez en cuan­do para lue­go vol­ver a la car­ga?   

Tú mis­ma. Su quie­res guar­dar­te una ración de neu­ras, sufri­mien­to, rabia, tris­te­za, ver­güen­za o ansie­dad, eres libre para hacer­lo. Yo, como ya sé que todo eso no es nece­sa­rio, pues me lo aho­rro. En mi opi­nión, la vida es dema­sia­do cor­ta para des­per­di­ciar­la con ese “poco de debi­li­dad (neu­ró­ti­ca)”.

 -Pues a mí me rela­ja mucho saber que, como leí en algu­na de tus obras, “pode­mos aspi­rar a tener una salud men­tal pero no com­ple­ta. Lo otro es un des­ca­la­bro”…   

A ver: pun­tua­li­ce­mos. Nun­ca sere­mos 100% no neu­ró­ti­cos por­que los huma­nos falla­mos, pero las neu­ras se pue­den redu­cir tan­to que la vida se con­vier­ta en un des­fi­le de ale­gría prác­ti­ca­men­te cons­tan­te. Para con­se­guir­lo: a) date cuen­ta pro­fun­da­men­te de que “tú” creas tus emo­cio­nes con “tu” diá­lo­go interno, b) deja de que­jar­te por estu­pi­de­ces, y c) fli­pa con lo que te rodea.

 ‑En las con­fe­ren­cias y cur­sos rela­cio­na­dos con el desa­rro­llo per­so­nal siem­pre hay más muje­res que hom­bres. ¿Los hom­bres están más satis­fe­chos con sus vidas, tie­nen mejor salud men­tal o es que pasan más del tema?

Mis datos me dicen que exis­te más o menos la mis­ma can­ti­dad de neu­ro­sis en hom­bres que en muje­res (aun­que varía un poco el tipo). Las muje­res acu­den más al médi­co, bus­can más ayu­da, lo hablan más, no se sien­ten mal por ser vul­ne­ra­bles… Solo eso.

-Nos damos dema­sia­da impor­tan­cia. A veces has­ta somos escla­vos de lo que pien­san los demás de noso­tros cuan­do los demás ni nos pien­san. ¿No debe­ría­mos ser un poco más cons­cien­tes de nues­tra insig­ni­fi­can­cia?

Sí, jeje. Eso es algo diver­ti­do: cree­mos que somos TAN impor­tan­tes. Mira, hace como un par de años, me hizo una entre­vis­ta Andreu Bue­na­fuen­te que no salió muy bien. Más bien fatal (se pue­de ver en you­tu­be). ¡¿Y qué?! Aquí estoy tan pan­cho en el Piri­neo, res­pon­dién­do­te a estas pre­gun­tas, más feliz que una codor­niz. Por los cas­cos escu­cho “A hou­se in the midd­le of the street” de Mad­ness y me acuer­do de cuan­do vivía en Ingla­te­rra y lo fli­po yo solo. ¿Qué nari­ces me impor­tan esas cosas: lo que pue­dan pen­sar de mí o hacer las cosas siem­pre bien o cum­plir con unos están­da­res socia­les u otros? Yo solo soy un ser humano que no pier­de el tiem­po en cho­rra­das por­que ahí afue­ra me está espe­ran­do la VIDA, el Piri­neo, mucha bue­na músi­ca y tan­tas cosas guays… ¿Para qué cara­jo que­rría ser impor­tan­te? ¿Para qué nari­ces nece­si­to la apro­ba­ción de los demás? Los que se quie­ran diver­tir com­par­tien­do con­mi­go la vida, aquí estoy. Los que no, ¿qué nari­ces tie­nen que ver con­mi­go? Sim­ple­men­te, no me intere­san.

¿ Y por qué hay tan­to odio en las redes socia­les? ¿Esto de insul­tar a des­ta­jo es    into­le­ran­cia, envi­dia, abu­rri­mien­to, mal­dad…?    

Un poco de todo eso pero hay que sub­ra­yar que casi todo el mun­do (el 98%) es mara­vi­llo­so, capaz de increí­bles mues­tras de gene­ro­si­dad y amor. Inclu­so de dar su pro­pia vida por los demás. Sim­ple­men­te, cuan­do hace­mos algo mal es por neu­ro­sis, igno­ran­cia de dón­de se encuen­tra la ver­da­de­ra fuen­te de feli­ci­dad: en el amor. Pero no es nada que no se pue­da arre­glar dán­do­les más amor.

-Me preo­cu­pan los niños y niñas de hoy en día. ¿Logra­rán ser feli­ces en medio de tan­to rui­do o ten­drán más herra­mien­tas de las que ha teni­do nues­tra gene­ra­ción?

No hay rui­do inven­ta­ble por el hom­bre capaz de impe­dir a nadie estar increí­ble­men­te genial. Así que no hay nada de lo que preo­cu­par­se.

 -Por cier­to, nos cuen­tas que “el esta­do natu­ral del ser humano es el ocio”. Eso no se lo diría nin­gún padre o madre a sus hijos. Gran error, ¿ver­dad?

Al con­tra­rio de lo que se pien­sa, los padres no tie­nen tan­ta influen­cia en sus hijos. Nues­tra filo­so­fía de vida es algo muy per­so­nal, con­for­ma­da por muchas influen­cias: pro­fe­so­res, ami­gos, pelí­cu­las, nove­las, nues­tra pro­pia lógi­ca, etc. Des­de niños vamos hacien­do un mega-revo­lu­tum con todo eso y al final sale un sis­te­ma de valo­res, una visión del mun­do úni­ca y, muy mayor­men­te, escul­pi­da por noso­tros mis­mos. Así que no hay de lo que preo­cu­par­se como padres.

 -Los cemen­te­rios de las mon­jas de clau­su­ra están lle­nos de nona­ge­na­rias. Siem­pre me ha lla­ma­do la aten­ción la lon­ge­vi­dad de estas seño­ras…   

Tie­nen una filo­so­fía de vida mejo­ra­ble pero mucho mejor que la media de la gen­te de la calle. Por eso viven tan­to y lo que es más impor­tan­te, son tan feli­ces. Pode­mos apren­der un mon­tón de cosas de ellas.

 -Dices que para hacer­se fuer­tes hay que saber crear paraí­sos en ver­te­de­ros. ¿Es posi­ble encon­trar la glo­ria ben­di­ta en todo tipo de ver­te­de­ros? ¿Inclu­so en los que hue­len peor?

Sí por­que la diver­sión, la ale­gría, el jue­go… depen­de de que no te que­jes nun­ca y sepas dar­le un sen­ti­do chu­lo a las car­tas que te repar­ta la vida en cada momen­to. Mi ami­go Jau­me San­llo­ren­te vive en un barrio cha­bo­lis­ta de Bom­bay y es mega feliz. No es tan difí­cil: abre tu men­te.

 -Esta­mos de acuer­do en que uno de los pri­me­ros y mejo­res “manua­les de auto­ayu­da” que se ha escri­to son las Medi­ta­cio­nes de Mar­co Aure­lio hace casi dos mil años. Mira que lle­va­mos tiem­po apren­dien­do a vivir…    

Sí. Era un tipo extre­ma­da­men­te inte­li­gen­te y, de hecho, es para muchos el mejor gober­nan­te que tuvo el Impe­rio Romano en todos los siglos de su his­to­ria.

 -¿ Y para cuán­do el pró­xi­mo libro de Rafael San­tan­dreu?

Espe­ro que antes de verano de 2020 apa­rez­ca mi nue­vo libro que será el mejor que he escri­to has­ta aho­ra. Estoy en ple­na redac­ción del mis­mo. Igual lo titu­lo: “Casi Magia: ni te ima­gi­nas el poder de tu men­te para hacer­te feliz”

© 2019 Noe­mi Mar­tin. All rights reser­ved

26 responses

  1. Muy de acuer­do. Hay gen­te que se empe­ña en bus­car­le el lado malo o nega­ti­vo a todo.para mi es mas fácil y agra­da­ble ver el lado bueno. Cuan­do has vivi­do muchos años y cono­ci­do otras épo­cas, te das cuen­ta de que vivi­mos mejor en muchos sen­ti­dos. Por des­gra­cia, no en todos.
    Salu­dos.

  2. Fan­tás­ti­ca entre­vis­ta a uno de los gran­des psi­có­lo­gos de este país. Muy bue­nas pre­gun­tas y res­pues­tas. Da que pen­sar.

  3. ¡Qué bue­nas pre­gun­tas! Mara­vi­llo­sa con­duc­ción a un con­te­ni­do de luz. ¡Enho­ra­bue­na!. Que­re­mos más …

  4. Es ver­dad hay gen­te muy nega­ti­va y todo lo ve negro, al final todo le sale mal pero por ellos mis­mo. Tene­mos que apre­ciar lo que tene­mos y sacar siem­pre lo posi­ti­vo. Me encan­ta este post.
    un salu­do

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