
Entrada Restaurante Acqua e Sale
“Il bere trionfarà sempre sul male” Alcolista anónimo. Cartel de la entrada a modo de máxima que define la filosofía de la casa.
Disfrutar de una embajada de las míticas osterias italianas es todo un regalo para Barcelona, en general, y para el Poble Nou, en particular. El restaurante Acqua e Sale está situado en este vibrante barrio barcelonés. Un distrito en continua transformación, donde conviven antiguos almacenes de mercancías de un pasado más industrial con otros reconvertidos en el mundo virtual y digital, casas decimonónicas con otras de rabiosa modernidad, así como su consecuente renovación demográfica con un gran peso de población foránea.

Entrada con la mesa de los antipasti
La entrada al local es ya un buen recibimiento, un presagio de lo que vendrá después, compuesto de una mesa alta repleta de un colorido y generoso surtido de antipasti: mortadella Bologna de la prestigiosa y reconocida marca Negrini, formaggio de altura -de familia lejana de los parmegiano reggiano pero con un sabor más delicado y cremoso‑, y corazones de alcachofas entre otras delicadezas del país de la bota. Detrás una pequeña biblioteca con una buena colección de libros de jurisprudencia alternando con otros de aventura, de intriga, de historia y por supuesto de romances, l’amore è sempre presente nella nostra vita.

Decoración con libros, vinilos y carteras vintage
El rasgueo de una guitarra clásica acompañando a una deliciosa voz de una bella cantante de ojos magnéticos invita a sentarse y disfrutar con esta experiencia gastronómica dominical mientras la melodía de O Sole mio endulza mi oídos y me transporta imaginariamente en un fugaz recorrido ‑lo que duró la canción- por el país de los Appennini. Desde sus famosas escalinatas de la Piazza di Spagna, donde he practicado más de una vez ese dolce far niente contemplando a la gente caminando de un lado a otro, pasando por algún impresionante palazzo obra del genial arquitecto Palladio, hasta pararme en alguno de los seductores escaparates de los grandes modistos de la Via della Spiga milanés.

Vinos italianos degustados
Desde mi estratégica mesa, justo en el epicentro del comedor, pude observar con gran detenimiento el resto de comensales y los platos que habían pedido. En un rincón una pareja de acaramelados enamorados comiéndose a besos y también una strascinati al nero con ragu di polipo, mientras se juraban palabras de amor eterno ‑seguro que habían cumplido con el ritual de tirar la llave del candado en el puente Milvio sobre el río Tiber antes de que se prohibiera (de aquí a unos cientos de años descubrirán un yacimiento de metal en el lecho del mencionado río)- En otra mesa una elegantísima familia preparándose para disfrutar de la comida, la giovane mamma parecía salida del backstage de un desfile de los diseñadores Dolce & Gabbana, con su bonito vestido estampado con las llamativas flores de esta temporada y esbelta sobres sus taconazos de aguja infinita no dejaba de repartir sonrisas a todos los que la admiraban, pero sus ojos almendrados no perdían de vista a sus bambini y aún menos a su marito mientras disfrutaban de unos orecchiette con pesto di friarelli.

Burrata con tomates asados
Otra mesa más concurrida de jóvenes entusiastas de la comida italiana esperaban sus platos recién salidos del horno de leña de encina mientras saboreaban una botella de Nº Zero de la IGP Salento con sus antipasti. Un curioso vino elaborado a nivel de mar con la uva negramaro, autóctona de esta región felizmente recuperada. Recordé sus aromas a ciruelas e higos secos de la calurosa Campania italiana.

Surtido de antipasti
El local pintado en blanco nuclear, de paredes con estratégicos desconchados que dejan entrever los ladrillos originales y que le dan personalidad. Lámparas modelo araña colgadas del alto techo de bóveda catalana. Decoración con guiños vintage a partir de viejas maletas haciendo de improvisados contenedores de libros clásicos, también algún viejo vinilo, toda una declaración de intenciones de Il Capo Giuseppe de su amor por la lectura y la música junto con la buena cocina. En el altillo una recoleta bodega y una mesa para catas y degustaciones en petit comité formando un pequeño reservado muy especial y con carácter.

Bistecca alla Fiorentina
Mis glándulas salivares comenzaron a reaccionar con el profundo aroma que me llegaba de la zona de brasa, donde se estaba preparando mi plato principal: bistecca alla Fiorentina, un trozo cuidadosamente seleccionado por el chef. De esa misma brasa salieron una deliciosas chuletas de cordero aderezadas con el imprescindible romero y que como un suspiro pasaron por delante de mi mesa.

Chuletas de cordero
El postre no podía ser más tentador: chocolate fundido con sal y aceite de oliva. ¡Para tirar cohetes!

Grappa Sarpa de Poli Distillerie
Un recoleto rincón junto al piano de cola compuesto de dos sillones con años de historia y encarados uno frente al otro para disfrutar de la sobremesa con un excelente café expreso ‑como no podía ser de otra manera- y un grappa de Poli Distillerie donde disfrutar de una buena conversación y hablar de lo humano y lo divino, reflexionar sobre la estética y la gastronomía, sobre las nuevas tendencias en vinos y lo que hiciera falta. Para rematar la tarde un refrescante gin tonic preparado con el gin Marconi 46 de la misma factoría de destilados citada anteriormente, elaborado con botánicos que recordaban a los aromas que desprenden los pinos al borde del mar Mediterráneo en una tórrida tarde del período canicular.

gin tonic preparado con la ginebra Marconi 46 de Poli Distillerie
La BSO de este post es el tema Ti ho voluto bene veramente de Marco Mengoni
Restaurante Acqua e Sale C/ Joncar, 17 teléfono 935 170 709 Barcelona.
Menú mediodía de martes a viernes 15,90 euros. Menú mediodía ejecutivo de martes a viernes 27 euros. Menú degustación 38 euros. Menú degustación con maridaje de vinos 65 euros. Menú “música, maestro” 26,90 euros.
© 2015 José María Toro. Todos los derechos reservados
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