Alma de Protos en el restaurante Bardot de Barcelona

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Inte­ri­or del Restau­rante Bardot

Cuan­do el enól­o­go y todo su equipo téc­ni­co se marchan a des­cansar después de una jor­na­da lab­o­ral, es el momen­to que el duende que se esconde entre las bar­ri­c­as de los grandes reser­vas, su lugar preferi­do para pasar desapercibido, se pon­ga a tra­ba­jar miman­do las uvas recién entradas en la bode­ga, si es el caso, y/o vig­i­lan­do las levaduras para que fer­menten cor­rec­ta­mente en los depósi­tos de acero inox­id­able. En algún momen­to de la noche tam­bién se dará un paseo por las galerías sub­ter­ráneas que recor­ren el inte­ri­or de la mon­taña en cuya cum­bre se alza, inex­pugnable y majes­tu­oso a los 4 vien­tos, el castil­lo for­t­aleza de Peñafiel, con su silue­ta alarga­da sim­u­lan­do una nave dis­pues­ta a zarpar y sur­car los Campos de Castil­la*. Ese duende que a veces, y sólo a veces, irá a la nue­va bode­ga, dis­eña­da por el arqui­tec­to Richard Rogers, a vis­i­tar al otro duende que vive allí, que habla una mez­cla de ital­iano e inglés, y que lo dejó el barón Rogers de River­side cuan­do acabó la obra.

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Verde­jo 2014 de Bode­gas Pro­tos en la D.O. Rueda

Ese duende, el primero (como el nom­bre de la bode­ga en griego), es el que está acom­pañan­do a la del­e­gación com­er­cial de Bode­gas Pro­tos en su visi­ta por difer­entes restau­rantes de la geografía españo­la para acer­car “sus vinos” al con­sum­i­dor final. Y como un polizón se coló en la male­ta del direc­tor com­er­cial para no perder­se ni un detalle de las difer­entes expe­ri­en­cias, y fue en el barcelonés restau­rante Bar­dot donde lo conocí y me ayudó a pro­fun­dizar aún más en su historia.

 

El restau­rante Bar­dot está situ­a­do en esa priv­i­le­gia­da zona peaton­al del final de la calle Enrique Grana­dos a un tiro de piedra de la Avda. Diag­o­nal. Sus mesas la ocu­pan financieros, abo­ga­dos, hip­sters y  bobo,s (bour­geois-bohème) gourmets. De capri­chosa plan­ta en for­ma de “u”, tiene la calidez de los bistrots parisi­nos, una bue­na selec­ción de platos, un envidi­a­ble catál­o­go de vinos y para los amantes de la cerveza un buen tirador conec­ta­do a dos tan­ques de Estrel­la Gali­cia sus­pendi­dos del techo.

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Pro­tos Cri­an­za 2014 “Mues­tra” D.O. Rib­era del Duero

La cata comen­ta­da y armo­niza­da con los platos de la coci­na de Bar­dot comen­zó con una primera copa, a modo de aper­i­ti­vo, con el verde­jo de la D.O. Rue­da, que se tomó de for­ma dis­ten­di­da en la puer­ta del restau­rante, rico en aro­mas de man­zana, fru­ta trop­i­cal y con un fon­do her­báceo. De la mis­ma denom­i­nación de ori­gen tam­bién probamos el verde­jo con un año de bar­ri­ca, sobre­salien­do las notas de las levaduras dán­dole ese car­ac­terís­ti­co aro­ma a pan. Ya en la mesa comen­zaron a salir los difer­entes tipos que se elab­o­ran en la D.O. Rib­era del Duero, empezan­do con una prim­i­cia y que todavía está en bar­ri­ca: el Cri­an­za 2014 que sal­drá a la ven­ta el próx­i­mo enero del 2016. Un vino que a pesar de su juven­tud ya apun­ta man­eras con sus aro­mas a fru­tas del bosque rojas y negras, tam­bién de carame­lo y bal­sámi­cas a medi­da que se fue abrien­do, acom­pañan­do a un pla­to de cala­mar a la plan­cha sobre lecho de habitas con­fi­tadas y cebol­la carameliza­da. El segun­do en pro­bar fue el Cri­an­za 2012 elab­o­ra­do con cepas de 20 a 50 años, y que después de 14 meses de bar­ri­ca se le han queda­do aro­mas de espe­cias y vainil­la, man­tenién­dose la fru­ta roja del bosque y regal­iz. Her­mana­do con ravi­o­lis de foie y sal­sa agridulce. El sigu­iente fue un Reser­va 2011 con aro­mas de choco­late, y casa­do con un risot­to de ceps y panc­eta ibéri­ca. El cuar­to fue un Gran Reser­va 2006, pre­vi­a­mente decanta­do dos horas antes para oxi­ge­narlo y encon­trarnos con esas notas de cuero, taba­co, café, resina y con­fi­tu­ra de higos proven­za­les ennovi­a­do con un rabo de toro deshue­sa­do al vino. El quin­to de la noche fue un Gran Reser­va 2001 clasi­fi­ca­do como exce­lente, de cepas muy selec­cionadas, y con fer­mentación en bar­ri­c­as de 500 litros, pre­dom­i­nan­do las notas de choco­late y min­erales.  Para finalizar una botel­la de la Fin­ca el Gra­jo Viejo 2012 de fer­mentación en bar­ri­ca france­sa con pre­do­minio de los tosta­dos y choco­late negro.

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Pro­tos Gran Reser­va 2006 D.O. Rib­era del Duero

Ese duende, de curiosi­dad infini­ta y de adaptación camaleóni­ca a los nuevos tiem­pos, viene pisan­do fuerte para con­ta­giar a todo el mun­do mundi­al por la pasión que siente por sus vinos, se lla­ma #Almade­Pro­tos

*Cam­pos de Castil­la es un libro de poesía de nue­stro inmor­tal escritor Anto­nio Macha­do.

BSO de este post es el ínti­mo tema Pho­to­graph de Ed Sheeran.

© 2015 José María Toro. Todos los dere­chos reservados

 

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