Matías i Torres. El vino volcánico de una mujer valiente

Cer­ca del mar y ape­ga­do a la tie­rra. Al ampa­ro de vol­ca­nes y  pino cana­rio. Así, entre cepas vie­jas, cre­ce el vino de una mujer valien­te: el vino “Matías i Torres”. Vic­to­ria, la quin­ta gene­ra­ción de esta fami­lia aman­te de los viñe­dos, es cáli­da, humil­de y cer­ca­na. Como su son­ri­sa fran­ca. Habla con emo­ción del vino, de defen­der las peque­ñas cosas, de man­te­ner con­tra vien­tos, tem­pes­ta­des y algún que otro incen­dio mal­va­do, la tra­di­ción y la esen­cia. Vic­to­ria se man­cha las manos y se que­ma bajo el sol atlán­ti­co. No es fácil para una mujer joven apos­tar por un ofi­cio tan com­ple­jo en una isla peque­ña. Y sobre todo hacer­lo bien. Por­que el vino de “Matías i Torres” atra­pa y embe­le­sa. Por eso, y aun­que la pro­duc­ción es limi­ta­da, se bebe en Esta­dos Uni­dos, Ale­ma­nia, Fran­cia o Japón. Tam­bién en luga­res míti­cos como el Celler de Can Roca, entre muchos otros.

Listán Prieto de Bodega Matías i Torres. Fotografía de Noemi Martin

Como en todo lo impor­tan­te, el secre­to es poner el alma y dejar­la en cada sur­co, en cada ven­di­mia, en cada poda. Este vino tie­ne cuer­po. Y cara de una artis­ta espe­ran­do llu­via. Tam­bién espí­ri­tu cana­rio: el del her­mo­so muni­ci­pio de Fuen­ca­lien­te, en el sur de la isla de La Pal­ma. Es ele­gan­te, sutil y ori­gi­nal. Joven y car­ga­do de his­to­ria, la de una de las bode­gas más anti­guas de Cana­rias, fun­da­da en 1885.

Mal­va­sía aro­má­ti­ca, die­go o buja­rie­go cen­te­na­rio, albi­llo crio­llo, lis­tán prie­to, negra­moll: uvas sin­gu­la­res que duer­men en tone­les de roble y cas­ta­ño jun­to a dos pre­cio­sos laga­res de made­ra de tea: la pren­sa tra­di­cio­nal de ori­gen romano usa­da en el Archi­pié­la­go y que aún emplea Vic­to­ria en sus vinos úni­cos mien­tras escu­cha a Nina Simo­ne o Abbey Lin­coln.

Vinos atlán­ti­cos, musi­ca­les, vol­cá­ni­cos. Vinos feme­ni­nos y osa­dos. Vinos sin sexo. Vinos arte­sa­na­les y deli­cio­sos. Vinos isle­ños e inter­na­cio­na­les. Vinos, siem­pre vinos. Y hechos con el alma.

© 2017 Noe­mi Mar­tin. All rights reser­ved.

 

Moritz Scottish, la nueva especialidad del Moritz Beer Lab

La Fábri­ca Moritz, que fue cer­ve­za de refe­ren­cia en Bar­ce­lo­na des­de 1856 se con­ti­núa rein­ven­tan­do des­de que en el 2004 se recu­pe­ró el pro­yec­to de esta cer­ve­ce­ra. Sus ela­bo­ra­cio­nes clá­si­cas, Moritz y Epi­dor no pas­teu­ri­za­das, son todo un éxi­to que salen del cora­zón sub­te­rrá­neo del edi­fi­cio don­de se encuen­tra la micro­cer­ver­ce­ría, para su con­su­mo en el local o bien para lle­var a casa con fecha de cadu­ci­dad cor­ta.

En el 2016 se incor­po­ró la Moritz Beer Lab para rein­vin­di­car el carác­ter cer­ve­ce­ro arte­sa­nal de la com­pa­ñía y de aquí se lan­za­ron al mer­ca­do, con gran acep­ta­ción entre los con­su­mi­do­res, tres edi­cio­nes limi­ta­das en el tiem­po: la Moritz Red Ipa, una cer­ve­za que juga­ba con la sofis­ti­ca­ción del lúpu­lo y fue la pri­me­ra Moritz de alta fer­men­ta­ción. La Moritz Blat que se pre­pa­ró con leva­du­ra de masa madre de los pana­de­ros Tri­ti­cum (pre­sen­tes en la Moritz Sto­re) y por últi­mo la Moritz Negra, la cer­ve­za icó­ni­ca de la mar­ca y que los vie­jos del lugar recor­da­ban, fue recu­pe­ra­da con moti­vo de la cele­bra­ción del 160 ani­ver­sa­rio.

Moritz Scottish

Cer­ve­za Moritz Scot­tish. Foto­gra­fía de José María Toro

La Moritz Scot­tish Ale es la pri­me­ra aven­tu­ra de este año 2017 y que se ha pro­du­ci­do con moti­vo de la cele­bra­ción de la 6ª edi­ción de la Bar­ce­lo­na Beer Fes­ti­val (del 24 al 26 de Mar­zo) don­de ten­drán stand pro­pio para su degus­ta­ción. Por dicho moti­vo, excep­cio­nal­men­te sal­drá de la Fábri­ca para poder ser con­su­mi­da en la nue­va ubi­ca­ción de La Far­ga de L’Hos­pi­ta­let.

Moritz Scottish

Cer­ve­za Moritz Scot­tish. Foto­gra­fía de José María Toro

Esta edi­ción rin­de tri­bu­to al país del tar­tán y está ela­bo­ra­da con 6 tipos de mal­tas páli­das, cara­me­li­za­das y torre­fac­tas, ya que su par­ti­cu­lar cli­ma frío impo­si­bi­li­ta la posi­bi­li­dad de cul­ti­var lúpu­lo. Su color ámbar roji­zo recuer­da al whisky. Aro­mas a leva­du­ra, cara­me­los y galle­ta. En boca es dul­ce al prin­ci­pio, un lige­ro amar­gor de fon­do da paso a un sutil torre­fac­to final que se deri­van de las mal­tas. Espu­ma den­sa y adhe­ren­te que actúa como escu­do pro­tec­tor de los aro­mas has­ta el últi­mo sor­bo.

Pen­sa­da para acom­pa­ñar que­sos azu­les, y pla­tos como la terri­na de paté de cam­pa­ña, sal­món ahu­ma­do, car­ne ahu­ma­da y cre­ma de pata­tas entre otros.

Moritz

© 2016 José María Toro. All rights reser­ved.

Comienzan las catas de AOVE en OroLíquido

El acei­te de oli­va es uno de los gran­des clá­si­cos de nues­tra pre­cia­da die­ta medi­te­rrá­nea. Un bási­co de la coci­na que, todo hedo­nis­ta reco­no­ce­rá, apor­ta un sabor úni­co a las ela­bo­ra­cio­nes cuan­do es AOVE Pre­mium, bueno de ver­dad (AOVE son las siglas que los foo­dies hemos res­ca­ta­do para en un sus­pi­ro decir “acei­te de oli­va vir­gen extra” y así con­se­guir que el res­to de mor­ta­les crean que somos toda­vía más snobs, si es posi­ble).

¿Y cómo dis­tin­guir un buen AOVE? Más fácil de lo que podría pare­cer: un AOVE de cali­dad se reco­no­ce cuan­do se prue­ba. Así de sim­ple. Años y años comien­do “pa amb tomà­quet” (pan con toma­te) ali­ña­do con el que con­si­de­ras un buen AOVE para, sin espe­rar­lo, abrir­se los mares y pro­bar oro líqui­do de ver­dad.

cata de verdal en OroLíquido

Foto­gra­fía de Geòr­gia Casas

Este momen­to, en el que des­cu­bri­mos un acei­te de alta cali­dad, se recuer­da por siem­pre jamás. Per­ci­bir los aro­mas del buen acei­te, catar­lo en pala­dar, y dar­se así cuen­ta que real­men­te exis­te una éli­te en el mun­do de los acei­tes. Este momen­to, seño­res y seño­ras, es para un aman­te gour­mand la lle­ga­da a la tie­rra pro­me­ti­da. No hay caviar, foie ni lan­gos­ta que pue­da acer­car­se con tal sen­ci­llez a la exce­len­cia.

Cata de corbella en pieza diseñada por Elaia Sait

Pie­za dise­ña­da para la cata por Elaia Zait. Foto­gra­fía de Geòr­gia Casas

Para la narra­do­ra, este des­per­tar suce­dió el pasa­do vier­nes 3 de mar­zo a las 13h en la oleo­te­ca Oro­Lí­qui­do, el tem­plo al que todo aman­te del acei­te pre­mium debe acu­dir. Allí, de la mano de Oro­Lí­qui­do y Elaia Zait, arte­sa­nos de cris­ta­le­ría y vaji­llas dise­ña­das para la cata y dis­fru­te de acei­tes, se rea­li­za­ba una cata de los AOVE que Xavier Ruza­fa ela­bo­ra en su pro­pia masía, con oli­vas Cor­be­lla y Ver­dal, varie­da­des autóc­to­nas de la zona del Bages, feliz­men­te recu­pe­ra­das por Xavier y que embo­te­lla bajo la mar­ca  Oli­ve­res del Car­de­ner  per­te­nen­cien­tes al gru­po The Bar­ce­lo­na Oli­ve Oil Com­pany.

AOVE de Oliveres del Cardener

Foto­gra­fía de Geòr­gia Casas

Toda una expe­rien­cia que per­mi­tió apre­ciar los mati­ces de estos acei­tes de pri­me­rí­si­ma cali­dad: el Cor­be­lla Ori­gi­nal, un acei­te exqui­si­to y equi­li­bra­do en el que des­cu­bri­mos notas a fru­ta dul­ce, hino­jo y man­za­ni­lla, y que pro­ce­de de la zona de Navàs, Súria y Car­do­na, y el Ver­dal Ori­gi­nal, un acei­te  con aro­mas de fru­ta ver­de que recuer­dan a la hier­ba recién cor­ta­da y a almen­dras.

Ana, pro­pie­ta­ria de Oro­Lí­qui­do y exper­ta bus­ca­do­ra des­de el 2005 de los mejo­res acei­tes de la Penín­su­la, nos acon­se­ja que pro­be­mos el Cor­be­lla rocián­do­lo sobre una bola de hela­do de vai­ni­lla. Apun­ta­do que­da en nues­tro rece­ta­rio. El Ver­dal es un acei­te de tal carác­ter que resul­ta exce­len­te sim­ple­men­te con un poco de pan y supre­mo si con él rocia­mos un buen jamón de bello­ta.

Para todo aquel que quie­ra dejar­se fas­ci­nar por el mun­do del acei­te, os acon­se­ja­mos pasear has­ta la bar­ce­lo­ne­sa Plaça del Pi y des­pués acer­car­se a Oro­Lí­qui­do. Ellos, a tra­vés de sus  acei­tes sabia­men­te selec­cio­na­dos, se encar­ga­rán de lle­va­ros al nivel Pre­mium de este fas­ci­nan­te mun­do, bien con su ase­so­ra­mien­to per­so­na­li­za­do o bien con su ron­da de catas pro­gra­ma­das y que con una cita bimen­sual rea­li­zan en su espa­cio infe­rior habi­li­ta­do al efec­to.

Oro­Lí­qui­do Carrer de la Palla, 8 08002 Bar­ce­lo­na Telé­fono 933 022 980

The Bar­ce­lo­na Oli­ve Oil Com­pany

Elaia Zait

© 2016 Geòr­gia Casas. All rights reser­ved.

 

Cata de Cavas y Vinos de Castillo Perelada

El pasa­do 8 de mar­zo, el emble­má­ti­co Hotel W Bar­ce­lo­na, fue el esce­na­rio per­fec­to para la extra­or­di­na­ria pre­sen­ta­ción y cata de cavas y vinos del Grup Pera­la­da (D.O. Empor­dà) a manos de Ale­jan­dro Rodrí­guez.

Hablar de los cal­dos del Cas­ti­llo de Pere­la­da es hablar de his­to­ria, de tra­di­ción fami­liar y de arte.

Si bien la ela­bo­ra­ción de vinos en dicho encla­ve data de la Edad Media, no sería has­ta 1923   en el que Miquel Mateu, polí­ti­co, apa­sio­na­do del arte y la cul­tu­ra, e hijo del que fue­ra cofun­da­dor de His­pano-Sui­za Damián Mateu, com­pra­ra el con­jun­to monu­men­tal del Cas­ti­llo de Pere­la­da para con­ver­tir­lo en un refe­ren­te artís­ti­co y, por supues­to, para revi­ta­li­zar una impor­tan­te tra­di­ción viti­vi­ní­co­la pre­sen­te en la zona del Empor­dà.

En 1972, Artu­ro Suqué, yerno de Miquel Mateu, lide­ra­ría una trans­for­ma­ción enfo­ca­da en la cali­dad y en la meta de hacer de Pere­la­da una de las más pres­ti­gio­sas bode­gas del país. A par­te, jun­to a su espo­sa Car­men Mateu, inau­gu­ra­ría el reco­no­ci­do inter­na­cio­nal­men­te Fes­ti­val del Cas­tell de Pere­la­da por el que han pasa­do infi­ni­dad de gran­des artis­tas y músi­cos.

Hoy en día, Javier Suqué Mateu se encar­ga de diri­gir el rum­bo de este gran navío apos­tan­do por vinos de cali­dad, plan­tan­do y adqui­rien­do nue­vos viñe­dos y enfa­ti­zan­do la impor­tan­cia del I+D median­te una cons­tan­te inves­ti­ga­ción en tie­rras ampur­da­ne­sas con la fina­li­dad de apro­ve­char esas cua­li­da­des geo­fí­si­cas y cli­ma­to­ló­gi­cas que ofre­ce este terri­to­rio tan ama­do por Sal­va­dor Dalí.

En cuan­to a la D.O. Empor­dà, se carac­te­ri­za por una hete­ro­ge­nei­dad en la tie­rra en la que pri­man la tex­tu­ra are­no­sa y la pobre­za en mate­ria orgá­ni­ca. Sue­len ser sue­los áci­dos que se sitúan des­de el nivel del mar has­ta una altu­ra cer­ca­na a los 260 metros. El cli­ma dis­fru­ta del vien­to de tra­mon­ta­na, que con­tri­bu­ye de mane­ra acti­va a la bue­na salud de las viñas. Con invier­nos sua­ves y vera­nos calu­ro­sos pero tem­pla­dos por el Medi­te­rrá­neo, la tem­pe­ra­tu­ra se sitúa entre los 14 y los 16°C, per­mi­tien­do el cul­ti­vo de varie­da­des de ciclo medio y lar­go. Refe­ren­te a los viñe­dos, son de anti­gua implan­ta­ción, si bien en los últi­mos años se ha ido reno­van­do para adop­tar cier­tos cam­bios varie­ta­les. Las uvas que pre­do­mi­nan son prin­ci­pal­men­te cari­ñe­na y gar­na­cha negra en tin­tos, y gar­na­cha blan­ca y roja jun­to a  maca­beo en blan­cos.

vinos y cavas de Castillo de Perelada

Para esta cata se pre­sen­ta­ron los siguien­tes cavas y vinos:

-Cava Stars Touch of Rosé 2014 (90% gar­na­cha y 10% pinot noir): sien­do un home­na­je a todas esas estre­llas que han pasa­do y pasa­rán por el Fes­ti­val Cas­tell de Pere­la­da, este cava ela­bo­ra­do a par­tir de uvas selec­cio­na­das bajo la D.O. Cava, ofre­ce un color páli­do y rosá­ceo, así como finas bur­bu­jas con for­ma­ción de coro­na. Moderno y agra­da­ble, se mues­tra muy flo­ral en boca, seco, pero con vida áci­da. La pre­sen­cia de fru­ta blan­ca es más que nota­ble.

-Només Gar­natxa Blan­ca 2016 (100% gar­na­cha blan­ca): con uvas pro­ce­den­tes de viñe­dos de entre cin­cuen­ta y sesen­ta años situa­dos en la fin­ca Pont de Molins, se obtie­ne este mono­va­rie­tal com­ple­jo y con alma de man­za­na. A la vis­ta, pre­sen­ta un color ama­ri­llo páli­do con lige­ros toques ver­do­sos. En boca ofre­ce cier­to amar­gor y un gran reco­rri­do. Un cla­ro ejem­plo de lo que es un vino con per­so­na­li­dad.

-Collec­tion Blanc 2015 (64% char­don­nay y 63% sau­vig­non blanc): este joven de cabe­llo rubio bri­llan­te, rebel­de e inten­so debe bue­na par­te de su per­so­na­li­dad a un 5% de char­don­nay que duran­te el 2015 vivió inten­sa­men­te en barri­ca de aca­cia, adqui­rien­do un lige­ro y pecu­liar toque de made­ra que se suma­ría a un per­fu­me de fru­tas dul­ces y tro­pi­ca­les. En boca es redon­do y fres­co, con un lige­ro pun­to car­bó­ni­co.

-Fin­ca Espo­lla 2012 (50% syrah, 30% monas­trell, 8% caber­net sau­vig­non, 6% gar­na­cha y 6% sam­só): con una exten­sión de 21 hec­tá­reas, Fin­ca Espo­lla se sitúa en Les Albe­res, cer­ca de los Piri­neos, y tie­ne como prin­ci­pal carac­te­rís­ti­ca un sue­lo negro, áci­do y piza­rro­so. Este leal escu­de­ro de las car­nes “cor­tas” (pies, carri­lle­ras…) des­ta­ca por un color rojo rubí de capa alta. Encon­tra­mos abun­dan­tes aro­mas de fru­tas rojas, así como a bal­sá­mi­cos. En boca es ele­gan­te y con una aci­dez pro­pia de la tie­rra de la que pro­ce­de.

-Fin­ca Mala­veï­na 2013 (46% mer­lot, 21% caber­net sau­vig­non, 12% caber­net franc, 11% syrah y 10% gar­na­cha): uno de los buques insig­nia de Pere­la­da, esta «bue­na veci­na» nace de 19 hec­tá­reas de arci­lla roji­za y de can­tos roda­dos. Mues­tra en su ros­tro un bello color rojo cere­za y des­pren­de un aro­ma a fru­tos negros con toques tos­ta­dos. Sus besos son redon­dos, car­no­sos, casi cre­mo­sos, y lige­ra­men­te áci­dos, son besos que per­du­ran. Esta veci­na enve­je­ce­rá, por supues­to, pero lo hará de la mejor for­ma, ena­mo­ran­do de nue­vo.

-Aires de Gar­bet 2013 (100% gar­na­cha): De una con­jun­ción dada por el Medi­te­rrá­neo, la cali­dez del sol, la tra­mon­ta­na y el sue­lo piza­rro­so de la fin­ca Gar­bet sur­ge este esplen­di­do tin­to pla­ga­do de recuer­dos a hier­bas medi­te­rrá­neas, bal­sá­mi­cos, torre­fac­tos, mine­ra­les y fru­tos rojos. Pre­sen­ta unos tani­nos madu­ros y sedo­sos, así como un paso por boca agra­da­ble y exten­so. Igual que Fin­ca Mala­veï­na, pre­sen­ta un enve­je­ci­mien­to con buen poten­cial.

-Cava Gran Claus­tro 2012 (45% pinot noir, 45% char­don­nay y 10% xarel·lo): ela­bo­ra­do arte­sa­nal­men­te, se cria­ba en su ori­gen en las bode­gas del claus­tro situa­do jun­to al Cas­ti­llo Pere­la­da. Se tra­ta de un cava bas­tan­te acham­pa­na­do, de apa­rien­cia color ama­ri­llo paja con refle­jos ver­do­sos y bri­llan­tes. Su bur­bu­ja es fina y con­ti­nua, y su sabor, seco y sua­ve, deja ves­ti­gios afru­ta­dos.

© 2017 Aarón Gon­zá­lez. All rights reser­ved 

Mi padre

Mi padre me ense­ñó a mirar la vida con ojos poé­ti­cos.  A que las cosas bue­nas me ale­gra­ran mucho y las tris­tes me ras­ga­ran el alma. A afron­tar los pro­ble­mas con un toque de dul­zu­ra. Qui­zá por eso a los dos nos pican los mos­qui­tos. Debe ser esta san­gre azu­ca­ra­da. Tam­bién a hablar menos y escri­bir más. Y a emo­cio­nar­me sin medi­da y sin pre­jui­cios. Ya lo saben.

Mi padre me pre­pa­ró para ser una chi­ca edu­ca­da. La con­sig­na era cla­ra. No te olvi­des de dar los bue­nos días a todo el mun­do. Inclu­so a los bichos con pelo o plu­mas, tipo gallo o galli­nas: ‑Hola Teo. ‑Hola Pin­tas. Los for­ja­do­res de esos “hue­vos feli­ces” tan ricos se mere­cen un res­pe­to y un salu­do.

Mi con­cien­cia sobre el valor del dine­ro tam­bién es obra de mi pro­ge­ni­tor. Cien pese­tas por una can­ción en inglés y dos­cien­tas por una melo­día en el “orga­ni­to” a pilas. Que que­de cla­ro que, con poco éxi­to, inten­tó for­jar una artis­ta. Aun­que siem­pre nos que­da la pala­bra y la exis­ten­cia: obra de arte rega­la­da y eter­na­men­te agra­de­ci­da. Sor­bi­tos de café leyen­do el perió­di­co.

Mi padre me mos­tró los colo­res de la natu­ra­le­za y el ape­go a la tie­rra isle­ña. Man­da­ri­nas, higos y nís­pe­ros dora­dos en la huer­ta. Ver­du­ras por doquier, fres­qui­tas y cul­ti­va­das con amor y cons­tan­cia. Como todos los pro­yec­tos impor­tan­tes. Ces­tos de fru­ta y sue­ños para obse­quiar a fami­lia y ami­gos. Gene­ro­si­dad inusi­ta­da.

Mi padre me ense­ñó a pisar uvas y no pisar gen­te. Geo­gra­fía huma­na y divi­na. Vol­ca­nes de con­se­jos y recuer­dos. Via­jes en las enci­clo­pe­dias y en la carre­te­ra. Tra­yec­tos de con­ver­sa­cio­nes rum­bo al tra­ba­jo. Pie­dras en el camino. Algu­nas gran­des, otras peque­ñas. Y como la can­ción: rodar y rodar. Siem­pre hacia delan­te.  Mi padre me ense­ñó muchas cosas. Y las que aún le que­dan.

BSO Papá cuén­ta­me otra vez Ismael Serrano

© 2017 Noe­mi Mar­tin. All rights reser­ved 

Noches Cervezas Alhambra by Nacho Manzano en Barcelona

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Menú de la cena de Noches Cer­ve­zas Alham­bra by Nacho Man­zano. Foto­gra­fía de José María Toro

Nun­ca Astu­rias, Gra­na­da y Bar­ce­lo­na habían esta­do tan cer­ca. La alta gas­tro­no­mía acor­ta dis­tan­cias y une per­so­nas. Los pla­tos del con­de­co­ra­do chef astu­riano Nacho Mazano armo­ni­za­dos con las dife­ren­tes varie­da­des de Cer­ve­zas Alham­bra que nació cer­ca del monu­men­to homó­ni­mo decla­ra­do Patri­mo­nio de la Huma­ni­dad por la UNESCO, y un lugar de encuen­tro en Bar­ce­lo­na, en La Cui­na de la Boque­ria, a dos pasos de ese tem­plo gas­tro­nó­mi­co que es el Mer­cat de la Boque­ria.

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Cajas de Cer­ve­zas Alham­bra en La Cui­na de la Boque­ría. Foto­gra­fía de José María Toro

De este matri­mo­nio sur­gió hace algún tiem­po las cenas pop-up y clan­des­ti­nas por dife­ren­tes rin­co­nes de Madrid y Bar­ce­lo­na. Luga­res con his­to­rias que con­tar y que se están con­vir­tien­do en cenas de cul­to por­que son úni­cas e irre­pe­ti­bles, y estás o no estás, o lo vives o te lo cuen­tan. Ya comien­zan a ser legión los segui­do­res de este tipo de even­tos que tie­nen un plus a una cena en un res­tau­ran­te, diri­gi­do prin­ci­pal­men­te a per­so­nas que dis­fru­tan con la comi­da y aún más con la expe­rien­cia sor­pre­sa.

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Bote­lli­nes de Cer­ve­za Alham­bra Espe­cial. Foto­gra­fía de José María Toro

Los pla­tos, la par­te sóli­da, de la mano del chef Nacho Man­zano, con una male­ta car­ga­da de his­to­rias vivi­das y sus 3 estre­llas Miche­lin que bri­llan con luz pro­pia en su CV (2 en Casa Mar­cial de Arrion­das y una en La Sal­gar de Gijón) más todo lo que ha apren­di­do como chef eje­cu­ti­vo en el gru­po Ibé­ri­ca Res­tau­rants del Rei­no Uni­do, que se ha con­ver­ti­do en un emba­ja­dor de la gas­tro­no­mía espa­ño­la y de nues­tros pro­duc­tos en Gran Bre­ta­ña don­de sus loca­les rea­li­zan acti­vi­da­des gas­tro­nó­mi­cas muy nues­tras como calço­ta­das, cho­co­la­te con chu­rros, etc.

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Ori­cios en una holan­de­sa aci­du­la­da y aro­má­ti­cos sobre yogur. Foto­gra­fía de José María Toro

Cer­ve­zas Alham­bra, la par­te líqui­da, hecha sin pri­sas, con la sere­ni­dad de los más de los 90 años de exis­ten­cia y que acon­se­ja tomar­la con cal­ma, para dis­fru­tar­la con todo el cari­ño como ellos la pre­pa­ran, igual que la vida: “parar más, sen­tir más”. En la cena se die­ron expli­ca­cio­nes cla­ras y sen­ci­llas de como ser­vir correc­ta­men­te una cer­ve­za para con­se­guir esa espu­ma, que como un escu­do pro­tec­tor, evi­ta la eva­po­ra­ción rápi­da de sus aro­mas. Tam­bién un aná­li­sis de color, olfa­to y gus­to de cada una de las varie­da­des. Cer­ve­za Alham­bra Espe­cial, una lager de color dora­do bri­llan­te, con aro­mas a cereal tos­ta­do y fru­tas como la man­za­na y el plá­tano, su sabor es equi­li­bra­do entre el dul­ce de los cerea­les tos­ta­dos y el cara­me­lo, recuer­da a las fru­tas ver­des y las flo­ra­les del lúpu­lo con el con­tra­pun­to de amar­gor. Cer­ve­za Alham­bra Reser­va 1925 es una extra lager de colo ámbar dora­do, con aro­mas a cereal, fru­ta­les, flo­ra­les y espe­cia­dos pro­pios del lúpu­lo de Saaz, de sabor es inten­so pero refres­can­te a la vez. Por últi­mo, la Cer­ve­za Alham­bra Roja, del men­cio­na­do color tiran­do a  cobre anti­guo, tie­ne aro­mas de cereal tos­ta­do y man­za­na ver­de, en boca su sabor es volup­tuo­so y pene­tran­te para apa­re­cer en últi­ma ins­tan­cia el cereal.

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Nem de papa­da, lan­gos­ti­nos y finas hier­bas. Foto­gra­fía de José María Toro

La Cui­na de la Boque­ria, muy cer­ca del popu­lar mer­ca­do bar­ce­lo­nés homó­ni­mo, fue el lugar ele­gi­do para esta unión, para este mari­da­je, para esta armo­ni­za­ción de comi­da astu­ria­na y bebi­da gra­na­di­na, para cerrar este trián­gu­lo gas­tro­nó­mi­co.

Pla­tos degus­ta­dos:

  • Ape­ri­ti­vos: ori­cios en una holan­de­sa aci­du­la­da y aro­má­ti­cos sobre yogur. Katai­fi de cen­to­llo y Nem de papa­da, lan­gos­ti­nos y finas hier­bas. Todo acom­pa­ña­do de Cer­ve­za Alham­bra Espe­cial.
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Alca­cho­fa rus­ti­da con emul­sión de codium. Foto­gra­fía de José María Toro

  • Para empa­re­jar la Cer­ve­za Alham­bra Reser­va 1925: alca­cho­fa rus­ti­da con emul­sión de codium y callos de baca­lao con agua de vege­ta­ción de pimien­tos, pil-pil y len­te­jas al comino.
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Callos de baca­lao con agua de vege­ta­ción de pimien­tos, pil-pil y len­te­jas al comino. Foto­gra­fía de José María Toro

  • Terri­na de jaba­lí con sus des­tro­zos enno­via­da de Cer­ve­za Alham­bra Reser­va Roja.
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Terri­na de jaba­lí con sus des­tro­zos. Foto­gra­fía de José María Toro

  • Pos­tre: cre­ma de yogur con espu­ma de gui­san­tes y albaha­ca.
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Cre­ma de yogur con espu­ma de gui­san­tes y albaha­ca. Foto­gra­fía de José María Toro

El pan arte­sano, no podía ser de otra mane­ra, para acom­pa­ñar los dife­ren­tes pla­tos, se ela­bo­ró con Cer­ve­za Alham­bra Reser­va 1925 y Cer­ve­za Alham­bra Reser­va Roja, con notas áci­das y aro­mas a leva­du­ra.

Este even­to estu­vo a la ven­ta en la pla­ta­for­ma de Time Out.

© 2017 José María Toro. All rights reser­ved 

 

Cotton House Hotel

Este cén­tri­co hotel bar­ce­lo­nés cum­ple 2 años de exis­ten­cia y como con­se­cuen­cia de su talen­to­so savoir fai­re des­de el pri­mer día, le ha vali­da­do entrar en la pres­ti­gio­sa lis­ta inter­na­cio­nal de For­bes Tra­vel Gui­de con una cla­si­fi­ca­ción de 4 estre­llas, sien­do 5 el máxi­mo. Nació como una peque­ña estre­lla per­te­ne­cien­do a la extra­odi­na­ria selec­ción Auto­graph Collec­tion by Marriott Rewards y que úni­ca­men­te aglu­ti­na a unos 100 hote­les alre­de­dor del mun­do.

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Esca­le­ra de cara­col en Cot­ton Hou­se Hotel. Foto­gra­fía gen­ti­le­za de Feli­ces Com­mu­ni­co­logy & PR

Los ins­pec­to­res de esta exclu­si­va guía valo­ran aspec­tos como su ubi­ca­ción en el epi­cen­tro de la Ciu­dad Con­dal, rodea­do de tien­das de las gran­des Mai­son de la alta cos­tu­ra, monu­men­tos pró­xi­mos de esos que “jus­ti­fi­can el via­je” según la guía ver­de de turis­mo Miche­lin, así como estar envuel­to de una gran varie­dad de res­tau­ran­tes de lujo y galar­do­na­dos con estre­llas por la guía de tapas roja fran­ce­sa.

Cotton House Hotel

Biblio­te­ca de Cot­ton Hou­se Hotel. Foto­gra­fía gen­ti­le­za de Feli­ces Com­mu­ni­co­logy & PR

Otros aspec­tos que han teni­do en cuen­ta: la ele­gan­te deco­ra­ción diri­gi­da por el pres­ti­gio­so inte­rio­ris­ta de pro­yec­ción inter­na­cio­nal Láza­ro Rosa Vio­lán y que ha cui­da­do sus ele­men­tos que le dan per­so­na­li­dad, como la esca­le­ra de cara­col sus­pen­di­da o la esca­le­ra prin­ci­pal de már­mol que con­du­ce a su zona común y más exqui­si­ta: la biblio­te­ca con pres­ti­gio­sas vis­tas a la Gran Vía, así como los salo­nes que con­ser­van su deco­ra­ción en made­ras nobles refle­jo de lo que fue una anti­gua casa bur­gue­sa y que nos tras­la­da al siglo XIX, al más puro esti­lo oche­cen­tis­ta clá­si­co. Su ante­rior uso, la sede de la Fun­da­ción Tex­til Algo­do­ne­ra, fue la ins­pi­ra­ción para su actual nom­bre y el leit­mo­tiv sobre el cual gira todo su dise­ño. Su cui­da­da ofer­ta gas­tro­nó­mi­ca del Restau­ran­te Batuar que está abier­to des­de las 7 de la maña­na has­ta la media­no­che. Un jar­dín inte­rior que es un pri­vi­le­gia­do oasis en Bar­ce­lo­na. Ser­vi­cio de sas­tre­ría a car­go de San­ta Eula­lia, la tien­da que des­de 1843 es un refe­ren­te en moda de lujo, tam­bién ha sido valo­ra­do por el com­pro­ba­dor de la guía.

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Brunch en Cot­ton Hou­se Hotel. Foto­gra­fía gen­ti­le­za de Feli­ces Com­mu­ni­co­logy & PR

Por últi­mo des­ta­car el ser­vi­cio de con­cier­ge del hotel que ha mere­ci­do la dis­tin­ción de Les Clefs d’Or por los aten­tos con­se­jos a los hués­pe­des para vivir con inten­si­dad la vibran­te capi­tal cata­la­na.

Cot­ton Hou­se Hotel Gran Vía de les Corts Cata­la­nes, 670 Bar­ce­lo­na 08010 Telé­fono 934 505 045

© 2017 José María Toro. All rights reser­ved

Menú degustación modernista dentro de la Restaurant Lover Week en Restaurante Galaxó del Hotel Casa Fuster

«Per­fec­to Sr. Domé­nech, si usted me con­fir­ma que ya tie­ne todos per­mi­sos nece­sa­rios para la edi­fi­ca­ción, pro­ce­da a ello. Avi­sa­ré a la Sra. Fabra para que se per­so­ne en su des­pa­cho y pue­dan con­cre­tar los deta­lles de la obra.»

Así, tras col­gar su pecu­liar y rús­ti­co Gower-Bell, Mariano Fus­ter i Fus­ter, caba­lle­ro de la alta socie­dad mallor­qui­na, pin­tor e indus­trial, segu­ra­men­te habría dado el vis­to bueno al plan­tea­mien­to ofre­ci­do por el res­pe­ta­do arqui­tec­to bar­ce­lo­nés Lluís Domé­nech i Mon­ta­ner para la cons­truc­ción en 1905 de uno de los edi­fi­cios moder­nis­tas más exclu­si­vos y ele­gan­tes de la capi­tal cata­la­na: La Casa Fus­ter.

Situa­do en el núme­ro 132 del con­cu­rri­do Paseo de Gra­cia, el Hotel Casa Fus­ter escon­de bajo su sinuo­sa y mar­mó­rea arqui­tec­tu­ra el res­tau­ran­te Gala­xó. En cla­ro home­na­je a quién fue­ra el señor de la casa, Mariano Fus­ter, el local adquie­re el nom­bre de la cum­bre mallor­qui­na Puig de Galatzó dan­do a enten­der un carác­ter medi­te­rrá­neo que se aúna en per­fec­ta con­so­nan­cia con la van­guar­dia encar­na­da en el espí­ri­tu moder­nis­ta que rezu­ma cada rin­cón del hotel. En pala­bras de Oriol Cani­llas (chef) y Mireia Pelli­cer (maî­tre som­me­lier) «Nues­tra gas­tro­no­mía apues­ta por el pro­duc­to medi­te­rrá­neo, mati­za­do con gus­tos exó­ti­cos. Prio­ri­za­mos el sabor tra­di­cio­nal y la minu­cio­sa com­bi­na­ción de gus­tos; ade­más de una estu­dia­da selec­ción cro­má­ti­ca acor­de con el perio­do moder­nis­ta al que per­te­ne­ce este emble­má­ti­co edi­fi­cio».

Nada más atra­ve­sar la arca­da del Hotel Casa Fus­ter, la sen­sa­ción de via­jar a otra épo­ca e inclu­so a otra dimen­sión, se apo­de­ra del espí­ri­tu de uno. Mobi­lia­rio dota­do de vida gra­cias a sus for­mas orgá­ni­cas, pomos for­ja­dos que ins­pi­ran natu­ra­le­za, jarro­nes que bai­lan al son de tenues luces rega­lan­do mís­ti­cos reflejos…Todo ello da la bien­ve­ni­da, invi­tan­do a aden­trar­se en lo pro­fun­do de este bos­que de már­mol, for­ja y made­ra. Ya en la plan­ta noble, Gala­xó se deja ver tími­da­men­te al final de un dis­tri­bui­dor que lóbre­go, como si fue­ra el momen­to en el que se besan los pár­pa­dos para ini­ciar un boni­to y oní­ri­co via­je, es el encar­ga­do de con­du­cir al comen­sal a su des­tino. El Hada de Azú­car dan­za y dan­za.

Una vez en su inte­rior, un techo que evo­ca un ondu­lan­te mar de pla­ta aco­ge en su fon­do las mesas dis­pues­tas con bas­tan­te espa­cio entre sí para que cada expe­rien­cia sea úni­ca, ínti­ma e inol­vi­da­ble.

Gar­gan­tues­cos arcos de már­mol hacen la fun­ción de guar­dia­nes y de sepa­rar las dife­ren­tes sec­cio­nes del Gala­xó. Mis­te­rio­sos espe­jos añe­jos y que­bra­dos pare­cen por­ta­les a uni­ver­sos de Carroll. Amplios ven­ta­na­les son cubier­tos por impo­nen­tes cor­ti­nas mora­das que como cata­ra­tas de vino, caen y se fun­den en un vacío que esca­pa a la vis­ta de la per­so­na ya sen­ta­da alre­de­dor de unas mesas siem­pre acom­pa­ña­das por escul­tu­ras y moti­vos moder­nis­tas.

Tras un ape­ri­ti­vo de bien­ve­ni­da del chef con­sis­ten­te en un sua­ve gua­ca­mo­le con gam­bas y una selec­ción de sales: la sutil sal rosa del Hima­la­ya, la Flor de Sal con hibis­co y la pode­ro­sa y oscu­ra sal vol­cá­ni­ca de Hawaï, acom­pa­ña­das con pan blan­co y de nue­ces, y de un exce­len­te AOVE como es el leri­dano y eco­ló­gi­co Uma­mi, se pro­ce­dió a la degus­ta­ción de los siguien­tes pla­tos:

aperitivo

Ape­ri­ti­vo moder­nis­ta. Foto­gra­fía de Aarón Gon­zá­lez

-Pica Pica Moder­nis­ta, ele­gan­te y colo­ri­da com­po­si­ción for­ma­da por:

      -Drac del Parc Güell (Cane­lón de cala­ba­cín relleno de mató y vina­gre­ta de pimien­tos de colo­res): un tren­ca­dís a base de vina­gre­ta de pimien­tos mul­ti­co­lo­res cubre a un dra­gón de sua­ve cala­ba­cín que guar­da en su inte­rior una nube de lige­ro reque­són.

    -Vidrie­res Moder­nis­tes (Tar­tar de sal­món con gela­ti­nas de pimien­to, pepino y toma­te): un tar­tar de sal­món fina­men­te cor­ta­do, que evi­ta así la malo­gra­da tex­tu­ra de puré, cobi­ja­do por un méz­clum de hojas jóve­nes al que cada boca­do va son­sa­can­do peque­ños secre­tos de pala­dar. Las gela­ti­nas, dife­ren­cia­das y lle­nas de sabor, apor­tan ese aspec­to visual que le con­fie­re el nom­bre al pla­to.

      -Sagra­da Fami­lia (pata­ta bra­va): unir dos con­cep­tos tan arrai­ga­dos como son las pata­tas bra­vas con uno de los sím­bo­los emble­má­ti­cos no solo del moder­nis­mo cata­lán, sino de la pro­pia iden­ti­dad bar­ce­lo­ne­sa, es todo un acier­to. Más aún cuan­do se da la pri­me­ra den­te­lla­da y la lava de este peque­ño vol­cán empie­za a ver­ter­se por sus cos­ta­dos al mis­mo tiem­po que hace pre­sen­cia en las papi­las del comen­sal.

Un pri­mer pla­to digno de un mural de Mucha en el que colo­res y sabo­res vuel­ven a recor­dar que no se está en un res­tau­ran­te cual­quie­ra. Se acom­pa­ña con un Pri­mer Brut Natu­re de Pere Ven­tu­ra (xarel.lo, pare­lla­da y maca­beo), que apor­ta refle­jos dora­dos y bri­llan­tes.

-Mer­lu­za en suquet de cho­co­la­te con pas­tel de pata­ta y bole­tus: una cama de espon­jo­sas pata­tas es tes­ti­go de este curio­so idi­lio. No se sabe cuán­do el cacao empe­zó su rela­ción con la sire­na, lo que sí es más que evi­den­te es que recos­ta­dos en esos coji­nes de bole­tus, man­tie­nen una rela­ción de ensue­ño, casi prohi­bi­da, que sella­ron con un blan­co e inten­so Prín­ci­pe de Via­na D.O. Nava­rra (char­don­nay). Shos­ta­ko­vich habría com­pues­to una sui­te para esta pare­ja sin dudar­lo.

-Fri­can­dó de ter­ne­ra al ver­mut con naran­jas fres­cas y oli­vas negras: o como el pla­to se trans­for­ma en un cam­po de bata­lla por ver cuál de los ingre­dien­tes per­ma­ne­ce más tiem­po en la men­te y en el gus­to del comen­sal. La pode­ro­sa pero deli­ca­da ter­ne­ra avan­za impa­ra­ble para ganar­se el pues­to de pala­dín moder­nis­ta, “lás­ti­ma” que una naran­ja que no se deja ame­dren­tar por una car­ne tan fina y dul­ce, des­ha­ga todo ese sabor para suplan­tar­lo por un fres­cor lige­ra­men­te áci­do. Esto pro­vo­ca un tira y aflo­ja en el que el comen­sal está desean­do pro­bar otro boca­do de la pri­me­ra para obli­gar al cítri­co a actuar. Has­ta aquí todo sería más o menos sen­ci­llo si no fue­ra por­que otro ele­men­to entra en dis­cor­dia: de for­ma fur­ti­va, las oli­vas negras hacen acto de pre­sen­cia dan­do peque­ñas esto­ca­das tos­ta­das en el pala­dar. Han veni­do, y lo hacen para que­dar­se. Un tin­to joven de Jar­dins Monas­trell D.O. Empor­dà (gar­na­cha, mer­lot, syrah y caber­net sua­vig­non) es tes­ti­go de tan cruen­ta bata­lla.

-Casa Fus­ter (semi­es­fe­ra de mous­se de cho­co­la­te con leche y baño de cho­co­la­te blan­co): líneas cur­vas moder­nis­tas para pre­sen­tar un pos­tre poten­te a la par que lige­ro y, por supues­to, dul­ce. Una pie­za que se podría extra­po­lar al cam­po de la arqui­tec­tu­ra y enca­jar per­fec­ta­men­te en cual­quier obra de Josep Puig i Cada­falch.

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Semi­es­fe­ra de mous­se de cho­co­la­te con leche y baño de cho­co­la­te blan­co. Foto­gra­fía de Aarón Gon­zá­lez

Tras esta degus­ta­ción, se con­clu­ye que Gala­xó es un uni­ver­so para­le­lo, un por­tal al pasa­do ¿o tal vez al futu­ro? En defi­ni­ti­va, se pue­de decir que Gala­xó es un lugar para soñar.

Gala­xó for­ma par­te de la Res­tau­rant Lover Week orga­ni­za­da por Atrá­pa­lo. Del tres al doce de mar­zo, una selec­ción de res­tau­ran­tes de Madrid y Bar­ce­lo­na ofre­ce­rán menús exclu­si­vos a un pre­cio ase­qui­ble e infe­rior al habi­tual: 24 euros más IVA y un euro muy espe­cial que irá des­ti­na­do a cola­bo­rar con la ONG Accem y ayu­dar así a refu­gia­dos y a las per­so­nas más des­fa­vo­re­ci­das.

Más infor­ma­ción y reser­vas en Atrá­pa­lo

© 2017 Aarón Gon­zá­lez. All rights reser­ved 

Me gustan las mujeres

Me gus­tan las muje­res. Así, como con­cep­to. En gran­de. Soy una les­bia­na filo­só­fi­ca. Me gus­ta la pala­bra mujer y todo lo que evo­ca: gran­des dosis de fuer­za, unas gotas de supera­ción, cua­tro cucha­ra­das de volun­tad y todo al cal­de­ro. Que hier­va den­tro de ese cóc­tel hor­mo­nal que nos rega­ló la natu­ra­le­za.
Me gus­tan las muje­res: del­ga­das y con kilos de más, madres de voca­ción y sol­te­ras empe­der­ni­das, reli­gio­sas, ateas, mate­má­ti­cas y artis­tas. Me encan­ta ver­las ves­ti­das de poli­cía o de bom­be­ra,  al fren­te de un ayun­ta­mien­to o de un juz­ga­do. En un pues­to del mer­ca­do, en una tien­da o pre­sen­tan­do un pro­gra­ma de tele­vi­sión. Don­de quie­ran estar o don­de pue­dan pero siem­pre libres y valien­tes.
Me gus­tan las muje­res. Esas que tie­nen arru­gas alre­de­dor de los ojos y que des­pués de ver la vida des­de un rin­cón aho­ra pue­den decir bas­ta. Las que saben que ya está casi todo dicho pero no hecho. Las que entien­den que la lucha con­ti­núa. Cada día, en cada esqui­na. En cada mujer que calla. En cada lágri­ma, en cada esque­la.  
Me gus­tan las muje­res pero tam­bién los hom­bres que nos ayu­dan a lim­piar nues­tras alas. Los que nos res­pe­tan y valo­ran. Los que nos acom­pa­ñan en las bata­llas dia­rias. Los que com­pren­den que hay que cele­brar jor­na­das como ésta y brin­dan con noso­tras con una son­ri­sa. Los que com­par­ten la vida con mayús­cu­la y sin rodeos. Los que coci­nan, cui­dan a los niños o van a la com­pra. Los que en defi­ni­ti­va  nos aman como se debe amar. Esos, que cons­te,  me gus­tan casi tan­to como las muje­res.  
© 2017 Noe­mi Mar­tin. All rights reser­ved 

Experiencias gastronómicas de Cervezas Alhambra by Nacho Manzano

Una nue­va expe­rien­cia pop-up y clan­des­ti­na ani­ma­rá la Ciu­dad Con­dal el 7 de Mar­zo del corrien­te año en ser­vi­cio de medio­día y cena. El pro­ta­go­nis­ta será el chef astu­riano Nacho Man­zano con tres estre­llas Miche­lin en su curri­culm (2 por Casa Mar­cial de Arrion­das y con una estre­lla en La Sal­gar de Gijón) así como res­pon­sa­ble del ase­so­ra­mien­to gas­tro­nó­mi­co como chef eje­cu­ti­vo de los 8 res­tau­ran­tes Ibé­ri­ca Res­tau­rants en Gran Bre­ta­ña. Toda una emba­ja­da gas­tro­nó­mi­ca espa­ño­la en el Rei­no Uni­do que ha con­quis­ta­do los estó­ma­gos de los nati­vos de ese pais.

Nacho pone la par­te sóli­da y la líqui­da ven­drá de la mano de Cer­ve­zas Alham­bra y sus tres espe­cia­li­da­des arte­sa­nas Pre­mium: Alham­bra Espe­cial, Alham­bra Reser­va 1925 y Alham­bra Reser­va Roja para armo­ni­zar con los sabo­res y aro­mas del chef. Esta cer­ve­ce­ra nación en 1925 en Gra­na­da y lle­va el nom­bre en home­na­je del monu­men­to Patri­mo­nio de la Huma­ni­dad por la Unes­co más repre­sen­ta­ti­vo de la ciu­dad. Des­de el 2007 for­ma par­te de Mahou San Miguel, la com­pa­ñía fami­liar 100% de capi­tal espa­ñol y líder del sec­tor cer­ve­ce­ro en nues­tro país con una cuo­ta de mer­ca­do del 34%. Mahou nació en 1890 y por tan­to cuen­ta con más de 125 años de his­to­ria. En el 2000 adqui­rió San Miguel. En el 2004 incor­po­ró la mar­ca cana­ria Rei­na y des­de el 2011 Solán de Cabras. Pre­sen­te en más de 70 paí­ses pro­du­ce más del 70% de la cer­ve­za espa­ño­la que se con­su­me en el mun­do.

Del mari­da­je de los pla­tos de Man­zano con las men­cio­na­das cer­ve­zas sal­drá un menú muy espe­cial y sor­pre­sa que inclui­rá tres ape­ri­ti­vos, tres pla­tos prin­ci­pa­les y los pos­tres. Para algu­nos pla­tos Nacho usa­rá sus rece­tas más ova­cio­na­das por sus habi­tua­les y por la crí­ti­ca en gene­ral. La expe­rien­cia gas­tro­nó­mi­ca nos tras­la­da­rá al uni­ver­so culi­na­rio del tries­tre­lla­do con aires de Astu­rias y tam­bién a las influen­cias más cos­mo­po­li­tas de sus con­ti­nuos via­jes alre­de­dor del mun­do y adqui­ri­do a lo lar­go de los años al fren­te de los fogo­nes.  El even­to ocu­rri­rá en el popu­lar Barrio del Raval en turno de medio­día y de noche a un pre­cio de 55 euros. Y has­ta aquí pue­do leer (que diría la famo­sa pre­sen­ta­do­ra tele­vi­si­va del con­cur­so 1, 2, 3…)

Entra­das a la ven­ta en Time Out

© 2017 José María Toro. All rights reser­ved 

 

 

 

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