Gracias al éxito de La Bòbila en Corçà con su atelier de decoración y restaurante, pronto podremos disfrutar de su nuevo y sorprendente hotel-boutique

El munici­pio catalán de Corçà (en castel­lano, Corsá) se sitúa en la comar­ca del Baix Empordà (Bajo Ampur­dán), a muy poca dis­tan­cia de su veci­na y cap­i­tal de comar­ca La Bis­bal, epi­cen­tro cerámi­co de may­or impor­tan­cia en la región.

La Bòbila

La Bòbi­la

 

Sin embar­go, lo primero que sor­prende al lle­gar a La Bòbi­la, es un espa­cio enorme (con esta­cionamien­to) en el que des­de fuera no reciben con las habit­uales vasi­jas col­ori­das de cerámi­ca o las tan orig­i­nales en tiem­pos pasa­dos flo­res dec­o­ra­ti­vas del mis­mo mate­r­i­al, si no que lo hacen con madera antigua y hier­ro for­ja­do, al más puro esti­lo indus­tri­al neoy­orquino, con un toque proven­zal, ele­gante, y por qué no, vin­tage, que sor­prende y atra­pa a partes iguales. Se tra­ta en real­i­dad de las naves de una antigua fábri­ca indus­tri­al del siglo XIX donde antaño se fab­ri­ca­ban piezas de cerámi­ca y bar­ro, y que actual­mente con­ser­va dos antigu­os hornos de coc­ción acondi­ciona­dos en salones pri­va­dos para veladas román­ti­cas, even­tos de grupo o reuniones de trabajo.

La Bòbila

La Bòbi­la

 

Des­de 2013 padre e hija, Josep María Plana y Cristi­na Plana, arqui­tec­ta, se han prop­uesto plas­mar toda su ilusión, su predilec­ción por las piezas antiguas, nuevas o restau­radas, y sus inqui­etudes artís­ti­cas y cre­ati­vas, en un show­room de dec­o­ración, un ate­lier donde perder­se y recoger ideas, y un restau­rante, el , su prop­ues­ta fusión de coci­na japone­sa y mediter­ránea con pro­duc­tos ampur­dane­ses de proximidad.

La Bòbila

La Bòbi­la

 

Recor­rien­do el ate­lier, y mar­avil­lán­donos en cada esquina, topamos con la recreación de un dor­mi­to­rio indi­vid­ual, en tonos rosas y blan­cos, con cama de estruc­tura de hier­ro, grandes lám­paras y espe­jos de madera y acero. Tam­bién con grandes salones y salas de estar, con amplias alfom­bras, enormes mesas cen­trales y lám­paras de cristal y hier­ro, que cuel­gan del techo para dar calidez al espa­cio, pero dejan­do una tenue luz famil­iar y envol­vente. En fin, difer­entes estancias reple­tas de mue­bles y adornos, que no solo pueden adquirirse (ya que todo lo expuesto está a la ven­ta) si no que lo que inten­tan con ver­dadera pasión Josep María y Cristi­na, es con­ta­giar al vis­i­tante del esti­lo Bòbi­la y plas­mar ese encan­to cap­ta­do en nuevos proyec­tos de dec­o­ración para las casas pri­vadas de los clientes, bodas, fies­tas, o actos cor­po­ra­tivos, ya que se ocu­pan, jun­to a inte­ri­or­is­tas, dec­o­radores y arqui­tec­tos, en reha­bil­i­tar por com­ple­to hog­a­res y lugares con esa inspiración y emo­ciones des­per­tadas en la visi­ta al show­room.

Direc­ta­mente comu­ni­ca­do con el show­room, y sin pare­cer haber­lo deja­do atrás por su exquisi­ta dec­o­ración, podemos acced­er al restau­rante , que existía ya cuan­do la famil­ia adquir­ió La Bòbi­la, y que han impul­sa­do con su amplia y cuida­da selec­ción de pro­duc­tos de la zona fusion­a­dos con deli­ciosas rec­etas japone­sas. Recien­te­mente tuvi­mos la opor­tu­nidad de degus­tar una comi­da difí­cil de olvi­dar, por lo ele­gante del espa­cio, la mar­avil­la del entorno ampur­danés, el tra­to recibido y la deli­cia y mimo de cada pla­to, exce­len­te­mente pre­sen­ta­do y per­fec­ta­mente mari­da­do con vino blan­co del Empordà y tin­to Clos de Gos de la DO Montsant. Sobre la mesa, finísi­ma man­tel­ería de lino, vajil­la de porce­lana y lám­paras hechas con copas de vino de cristal de bohemia.

Con un ojo puesto en el futuro, el próx­i­mo proyec­to se tra­ta de un hotel-bou­tique, que estará situ­a­do a unos 20 min­u­tos de La Bòbi­la, y que con la expe­ri­en­cia emo­cional y vital de ésta, inten­tará sor­pren­der a nuevos clientes con quienes puedan sur­gir intere­santes sinergias.

Platos proba­dos:

  • Poke bowl con salmón, man­zana infu­sion­a­da, alga wakame, ajon­jolí, edamame, man­go y agua­cate, con base de arroz.
Poke bowl

Poke bowl

 

  • Vari­a­do de sushi y sashi­mi, con ura­ma­ki ebi de lan­gosti­no reboza­do, sashi­mi de atún toro y salmón rain­bow flambeado.
variado de sushi

Vari­a­do de sushi

 

  • Vieiras a la plan­cha con foie.
  • Vaca vie­ja filetea­da al esti­lo Bòbi­la, con ver­duras a la brasa.
Vaca vieja fileteada

Vaca vie­ja fileteada

 

  • Brown­ie de choco­late con plá­tano y pera.

Brownie

 

  • Lemon pie.
Lemon Pie

Lemon Pie

 

  • Mochi de té verde con marsh­mal­lows.
  • Ratafía Rus­set.
Ratafía

Ratafía

 

La Bòbi­la, show­room de arqui­tec­tura y dec­o­ración. Ctra. Palamós, 1, 17121 Corçà. Telé­fono 972 630 359

El Bò, restau­rante. Mis­ma local­ización y teléfono.

Para reser­vas de grupo o even­tos, 620 005 819 o info@bobila.com

© 2019 Raquel Car­rio. All rights reserved.

Cata de Cavas y Vinos de Castillo Perelada

El pasa­do 8 de mar­zo, el emblemáti­co Hotel W Barcelona, fue el esce­nario per­fec­to para la extra­or­di­nar­ia pre­sentación y cata de cavas y vinos del Grup Per­al­a­da (D.O. Empordà) a manos de Ale­jan­dro Rodríguez.

Hablar de los cal­dos del Castil­lo de Pere­la­da es hablar de his­to­ria, de tradi­ción famil­iar y de arte.

Si bien la elab­o­ración de vinos en dicho enclave data de la Edad Media, no sería has­ta 1923   en el que Miquel Mateu, políti­co, apa­sion­a­do del arte y la cul­tura, e hijo del que fuera cofun­dador de His­pano-Suiza Damián Mateu, com­prara el con­jun­to mon­u­men­tal del Castil­lo de Pere­la­da para con­ver­tir­lo en un ref­er­ente artís­ti­co y, por supuesto, para revi­talizar una impor­tante tradi­ción vitiv­iní­co­la pre­sente en la zona del Empordà.

En 1972, Arturo Suqué, yer­no de Miquel Mateu, lid­er­aría una trans­for­ma­ción enfo­ca­da en la cal­i­dad y en la meta de hac­er de Pere­la­da una de las más pres­ti­giosas bode­gas del país. A parte, jun­to a su esposa Car­men Mateu, inau­gu­raría el recono­ci­do inter­na­cional­mente Fes­ti­val del Castell de Pere­la­da por el que han pasa­do infinidad de grandes artis­tas y músicos.

Hoy en día, Javier Suqué Mateu se encar­ga de diri­gir el rum­bo de este gran navío apo­s­tan­do por vinos de cal­i­dad, plan­tan­do y adquirien­do nuevos viñe­dos y enfa­ti­zan­do la impor­tan­cia del I+D medi­ante una con­stante inves­ti­gación en tier­ras ampur­dane­sas con la final­i­dad de aprovechar esas cual­i­dades geofísi­cas y cli­ma­tológ­i­cas que ofrece este ter­ri­to­rio tan ama­do por Sal­vador Dalí.

En cuan­to a la D.O. Empordà, se car­ac­ter­i­za por una het­ero­genei­dad en la tier­ra en la que pri­man la tex­tu­ra arenosa y la pobreza en mate­ria orgáni­ca. Sue­len ser sue­los áci­dos que se sitúan des­de el niv­el del mar has­ta una altura cer­cana a los 260 met­ros. El cli­ma dis­fru­ta del vien­to de tra­mon­tana, que con­tribuye de man­era acti­va a la bue­na salud de las viñas. Con invier­nos suaves y ver­a­nos calurosos pero tem­pla­dos por el Mediter­rá­neo, la tem­per­atu­ra se sitúa entre los 14 y los 16°C, per­mi­tien­do el cul­ti­vo de var­iedades de ciclo medio y largo. Ref­er­ente a los viñe­dos, son de antigua implantación, si bien en los últi­mos años se ha ido ren­o­van­do para adop­tar cier­tos cam­bios vari­etales. Las uvas que pre­dom­i­nan son prin­ci­pal­mente car­iñe­na y gar­nacha negra en tin­tos, y gar­nacha blan­ca y roja jun­to a  macabeo en blancos.

vinos y cavas de Castillo de Perelada

Para esta cata se pre­sen­taron los sigu­ientes cavas y vinos:

-Cava Stars Touch of Rosé 2014 (90% gar­nacha y 10% pinot noir): sien­do un hom­e­na­je a todas esas estrel­las que han pasa­do y pasarán por el Fes­ti­val Castell de Pere­la­da, este cava elab­o­ra­do a par­tir de uvas selec­cionadas bajo la D.O. Cava, ofrece un col­or páli­do y rosáceo, así como finas bur­bu­jas con for­ma­ción de coro­na. Mod­er­no y agrad­able, se mues­tra muy flo­ral en boca, seco, pero con vida áci­da. La pres­en­cia de fru­ta blan­ca es más que notable.

-Només Gar­natxa Blan­ca 2016 (100% gar­nacha blan­ca): con uvas proce­dentes de viñe­dos de entre cin­cuen­ta y sesen­ta años situ­a­dos en la fin­ca Pont de Molins, se obtiene este mono­va­ri­etal com­ple­jo y con alma de man­zana. A la vista, pre­sen­ta un col­or amar­il­lo páli­do con ligeros toques ver­dosos. En boca ofrece cier­to amar­gor y un gran recor­ri­do. Un claro ejem­p­lo de lo que es un vino con personalidad.

-Col­lec­tion Blanc 2015 (64% chardon­nay y 63% sauvi­gnon blanc): este joven de cabel­lo rubio bril­lante, rebelde e inten­so debe bue­na parte de su per­son­al­i­dad a un 5% de chardon­nay que durante el 2015 vivió inten­sa­mente en bar­ri­ca de aca­cia, adquirien­do un ligero y pecu­liar toque de madera que se sumaría a un per­fume de fru­tas dul­ces y trop­i­cales. En boca es redon­do y fres­co, con un ligero pun­to carbónico.

-Fin­ca Espol­la 2012 (50% syrah, 30% monas­trell, 8% caber­net sauvi­gnon, 6% gar­nacha y 6% sam­só): con una exten­sión de 21 hec­táreas, Fin­ca Espol­la se sitúa en Les Alberes, cer­ca de los Piri­neos, y tiene como prin­ci­pal car­ac­terís­ti­ca un sue­lo negro, áci­do y pizarroso. Este leal escud­ero de las carnes “cor­tas” (pies, car­rilleras…) desta­ca por un col­or rojo rubí de capa alta. Encon­tramos abun­dantes aro­mas de fru­tas rojas, así como a bal­sámi­cos. En boca es ele­gante y con una acidez propia de la tier­ra de la que procede.

-Fin­ca Malaveï­na 2013 (46% mer­lot, 21% caber­net sauvi­gnon, 12% caber­net franc, 11% syrah y 10% gar­nacha): uno de los buques insignia de Pere­la­da, esta «bue­na veci­na» nace de 19 hec­táreas de arcil­la rojiza y de can­tos roda­dos. Mues­tra en su ros­tro un bel­lo col­or rojo cereza y desprende un aro­ma a fru­tos negros con toques tosta­dos. Sus besos son redon­dos, carnosos, casi cre­mosos, y lig­era­mente áci­dos, son besos que per­du­ran. Esta veci­na enve­je­cerá, por supuesto, pero lo hará de la mejor for­ma, enam­oran­do de nuevo.

-Aires de Gar­bet 2013 (100% gar­nacha): De una con­jun­ción dada por el Mediter­rá­neo, la calidez del sol, la tra­mon­tana y el sue­lo pizarroso de la fin­ca Gar­bet surge este esplen­di­do tin­to pla­ga­do de recuer­dos a hier­bas mediter­ráneas, bal­sámi­cos, tor­refac­tos, min­erales y fru­tos rojos. Pre­sen­ta unos tani­nos maduros y sedosos, así como un paso por boca agrad­able y exten­so. Igual que Fin­ca Malaveï­na, pre­sen­ta un enve­jec­imien­to con buen potencial.

-Cava Gran Claus­tro 2012 (45% pinot noir, 45% chardon­nay y 10% xarel·lo): elab­o­ra­do arte­sanal­mente, se cri­a­ba en su ori­gen en las bode­gas del claus­tro situ­a­do jun­to al Castil­lo Pere­la­da. Se tra­ta de un cava bas­tante acham­pana­do, de apari­en­cia col­or amar­il­lo paja con refle­jos ver­dosos y bril­lantes. Su bur­bu­ja es fina y con­tin­ua, y su sabor, seco y suave, deja ves­ti­gios afrutados.

© 2017 Aarón González. All rights reserved 

Menú degustación de la trufa en Crowne Plaza Barcelona

La tuber melanospo­rum o tru­fa negra o tru­fa de Périg­ord des­de tiem­po inmem­o­rable ha sido obje­to de deseo. Se la cita en la Bib­lia donde se la definía como “man­zanas del amor”, y las difer­entes cul­turas egip­cias, grie­gas y romanas dis­fru­taron de sus aro­mas. Galeno le atribuyó propiedades afro­disi­a­cas y Bril­lat-Savarin en su bril­lante Filosofía del gus­to reafir­mó esta con­vic­ción pop­u­lar en la Med­itación VI, obvi­a­mente gas­tronómi­ca. Y así has­ta nue­stros tiem­pos cibernéti­cos actuales.

Los prin­ci­pales pro­duc­tores de tru­fas son Fran­cia, España e Italia. Den­tro de España las prin­ci­pales especies que cre­cen son la tru­fa de ver­a­no (Tuber aes­tivum vitt), tru­fa de otoño negra (Tuber bru­male) y la apre­ci­a­da tru­fa negra. Las may­ores zonas truferas nat­u­rales en nue­stro país se encuen­tran en El Maes­traz­go, entre las provin­cias de Castel­lón y Teru­el, cre­cien­do en ter­renos cal­i­zos per­me­ables, de tex­tu­ra fran­ca y con algo de pen­di­ente, jun­to a árboles trufer­os (prin­ci­pal­mente las enci­nas) ya que este apre­ci­a­do hon­go se for­ma en sim­bio­sis con ellos. En Catalun­ya se encuen­tran entre las estriba­ciones pirien­aicas y la cordillera costera catalana.

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Tostadas con difer­entes tipos de tru­fas. Crowne Plaza Barcelona. Fotografía de José María Toro

Este tesoro está escon­di­do a unos 20 cen­tímet­ros deba­jo de tier­ra. Los recolec­tores, aunque reconoz­can cier­tas pis­tas irrefuta­bles, final­mente nece­si­tan la ayu­da de per­ros adiestra­dos capaces de detec­tar sus incon­fundibles aro­mas. De la difi­cul­tad en su local­ización y su alta coti­zación en los mer­ca­dos gas­tronómi­cos le ha vali­do el sobrenom­bre de dia­mante negro.

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Tru­fi­ta de foie-gras y cro­cante con man­go. Tosta­da de foie con micro-mesclum, piñones y tru­fa. Crowne Plaza Barcelona. Fotografía de José María Toro

El “Menú degustación de la Tru­fa” del Hotel Crowne Plaza Barcelona nos acer­ca este man­jar, que es todo aro­ma en su momen­to jus­to de madu­ración, y que com­bi­na­do sabi­a­mente con otros ali­men­tos nos regala sen­sa­ciones nuevas. A car­go de Pau San­ta­maría, hijo del mal­o­gra­do y siem­pre recor­da­do chef San­ti San­ta­maría, se puede dis­fru­tar has­ta el próx­i­mo 24 de Mar­zo de 2016 en el restau­rante El Mall situ­a­do en el inte­ri­or de las insta­la­ciones del hotel.

Platos degus­ta­dos:

Aper­i­tivos de tru­fi­ta de foie-gras y cro­cante con man­go y sub­lime tosta­da de foie con micro-mesclum, piñones y tru­fa. Todo sober­bia­mente armo­niza­do con Aire de L’Ori­g­an Cava Brut Nature, con el fin de provo­car que las bur­bu­jas hagan salir los aro­mas de la tierra.

Entrante: Pata­ta nature, hue­vo poché y tru­fa con brou de gal­li­na. Acom­paña­do del mis­mo cava.

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Rol­li­tos de lengua­do con cre­ma de ostras tru­fadas y hor­tal­izas cru­jientes. Crowne Plaza Barcelona. Fotografía de José María Toro

Degustación de un ele­gante arroz cre­moso con calçots, ceci­na y lámi­nas de tru­fa melanospo­rum. Casa­do con una copa de Lágri­ma Rosa­do de Navar­ra.

Rol­li­tos de lengua­do con cre­ma de ostras tru­fadas y hor­tal­izas cru­jientes. Ennovi­a­do con una copa de Scala Dei, un Pri­o­rat elab­o­ra­do con uva gar­nacha.

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Brasea­do de solomil­lo con con­trastes y sal­sa Perig­or­di­na. Crowne Plaza Barcelona. Fotografía de José María Toro

Brasea­do de solomil­lo con con­trastes y sal­sa Perig­or­di­na y el camaleóni­co Scala Dei anterior.

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Chou Crum­ble y cre­ma de carame­lo. Crowne Plaza Barcelona. Fotografía de José María Toro

Espec­tac­u­lar postre Chou Crum­ble y cre­ma de carame­lo com­bi­na­do con Masía Estela Dolç Nat­ur­al Sol­era, de l’Empordà.

Crowne Plaza Barcelona Fira Cen­ter de Avda. Rius i Taulet, 1–3 de Barcelona 08004, está situ­a­do estratégi­ca­mente jun­to al recin­to fer­i­al de Fira de Barcelona, en la fal­da de la mon­taña de Mon­tjuïc, muy cer­ca del pop­u­lar bar­rio del Poble Sec y tam­bién del cen­tro de la ciudad.

Fuentes: “Enci­clo­pe­dia del Gourmet” de Juan Muñoz Ramos y “Fisi­ología del gus­to” de J.A. Brillat-Savarin

© 2016 José María Toro. Todos los dere­chos reservados

 

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