El Hierro: te mereces esta Isla

En medio del Océano Atlán­ti­co hay una isla, o mejor, un con­ti­nente pequeñi­to dónde la paz se viste de azul. Este reduc­to divi­no ale­ja­do de la urgen­cia y los rui­dos se lla­ma El Hier­ro y es la menor de las Canarias. 
 
El Hier­ro, Reser­va de la Bios­fera y Geop­ar­que, es por méri­to pro­pio, sinón­i­mo de paz y sosiego. Algo así como un monas­te­rio gigante con aguas cristali­nas donde el buceo se con­vierte en arte, cie­los níti­dos para hac­er para­pente, cum­bres donde res­pi­rar aire limpio, vinos deli­ciosos y un que­so ahu­ma­do espec­tac­u­lar. Así que si estás ago­ta­do y nece­si­tas un retiro urgente, olvi­da los can­tos gre­go­ri­anos. Tienes una opción mucho más diver­ti­da, com­ple­ta y vol­cáni­ca en el Archip­iéla­go Canario. Por mar y aire, el paraí­so está a tu dis­posi­ción. Aquí tienes un boce­to. Ven y pin­ta el resto. 
 
El Hierro. Fotografía de Noemi Martin

Embar­cadero de las Pun­tas. Fotografía de Noe­mi Martin

 
Valverde, El Pinar y La Fron­tera son los tres munici­p­ios que con­for­man la orga­ni­zación de El Hier­ro. En el primero se sitúa la cap­i­tal de la Isla, el Puer­to de la Esta­ca y el aerop­uer­to. Además,  un orig­i­nal pueblo pes­quero donde ini­ciar tus cha­pu­zones insu­lares, el Tamaduste. 
 
El Tamaduste. Fotografía de Noemi Martin

El Tamaduste. Fotografía de Noe­mi Martin

 

Tam­bién en el munici­pio de Valverde, es impre­scindible tomar un café o dis­fru­tar de una estu­pen­da cena en el Mirador de la Peña, obra del famoso arqui­tec­to canario César Man­rique y un prodi­gio de inte­gración de arqui­tec­tura y nat­u­raleza. Des­de su ter­raza, podrás divis­ar la cos­ta isleña y los Roques de Salmor, san­tu­ario de los lagar­tos gigantes de la Isla, especie en peli­gro de extinción. 
 
Mirador obra de César Manrique

Vista des­de el Mirador de la Peña obra de César Man­rique. Fotografía de Noe­mi Martin

 
Des­de aquí,  muy cer­ca, un lugar real­mente mági­co. Leyen­da, tradi­ción y poesía cuel­gan de las ramas del míti­co Árbol Garoé, un til (no tilo) encar­ga­do de atraer la llu­via y abaste­cer de agua a la Isla durante sig­los. Hoy en su lugar y después de su desapari­ción por cul­pa de un huracán, encon­tramos un árbol de su mis­ma especie. No dejes de vis­i­tar­lo porque el sitio, car­ga­do de energía ances­tral, sigue sien­do fascinante.
 
Árbol Garoé

Árbol Garoé. Fotografía de Noe­mi Martin

 

Al Norte de la Isla, recorre el munici­pio de La Fron­tera. En los alrede­dores de esta ani­ma­da local­i­dad encon­trarás lugares inolvid­ables como el Char­co Azul, las pisci­nas nat­u­rales de las Mac­etas o el Lagar­tario del Eco­museo de Guinea. Tam­bién las famosas sabi­nas mile­nar­ias, árboles de for­mas dis­pares mold­ea­d­os con gra­cia  al capri­cho de los vien­tos ali­sios. Si además, pasas un domin­go por el pueblo, aprovecha para com­prar que­sadil­las –el dulce a base de que­so típi­co de la Isla‑, mer­me­ladas  y fru­ta ecológ­i­ca en el mer­cadil­lo mañanero. Tam­bién, cómo no, tómate unos vinos en alguno de los restau­rantes y tas­cas de la zona. El Hier­ro ofrece cal­dos deli­ciosos, pro­duc­to de una tradi­ción fun­da­men­tal en la economía de la Isla que se remon­ta al siglo XVI cuan­do el inglés John Hill plan­tó el primer viñe­do en tier­ra her­reña. Dis­fru­ta de los blan­cos sec­os y afru­ta­dos, de los tin­tos potentes y de los amables vinos dul­ces.  

 
Tanajara 2010 vino tinto de El Hierro

Tana­jara 2010 vino tin­to de El Hier­ro. Fotografía de Noe­mi Martin

   
En El Pinar, el ter­cer munici­pio de El Hier­ro, es visi­ta fun­da­men­tal un pun­to de rel­e­van­cia históri­ca y geográ­fi­ca: el Faro de Orchilla, recogi­do por la car­tografía en una esquina de La Tier­ra des­de la época de Clau­dio Ptolomeo. Tam­bién los france­ses establecieron el merid­i­ano cero en dicha pun­ta en 1634, antes de que a par­tir de 1884 lo fuera Green­wich. De ahí que El Hier­ro ‑el extremo más occi­den­tal del mun­do has­ta el des­cubrim­ien­to de Améri­ca-  sea cono­ci­da tam­bién como la Isla del Merid­i­ano. Además, como dato curioso, El Pinar es el munici­pio más ale­ja­do de la cap­i­tal del país de la que dista 1.916 km en línea rec­ta.
        
Faro de Orchilla

Faro de Orchilla. Fotografía de Noe­mi Martin

 
Para los amantes de los fon­dos mari­nos, un lugar para archivar en la reti­na es el cono­ci­do como Mar de las Cal­mas en La Restin­ga: fon­dos níti­dos con una increíble bio­di­ver­si­dad donde en 2011 un vol­cán sub­mari­no, el Tagoro,  estu­vo acti­vo durante casi tres meses. Para los de tier­ra aden­tro, este pequeño pueblo es un buen enclave para sabore­ar la cal­ma her­reña con un pesca­di­to y una copa de vino a la oril­la del mar. De entrante o postre un tro­zo del que­so de cabra ecológi­co Los Bar­ran­cos, del famoso Her­reño o del Cam­pos Viejos,  nue­stros favoritos. 
 
Queso de cabra ecológico elaborado con leche cruda.

Que­so de cabra tier­no ecológi­co. Elab­o­ra­do con leche cru­da, de la minique­sería El Barranco

 

Tam­bién en La Restin­ga, den­tro de El Pinar, aprovecha y dis­fru­ta de un baño al abri­go de la lava en las pisci­nas nat­u­rales de Tacorón. No podrás bor­rar de tus recuer­dos via­jeros la pues­ta de sol entre vol­canes y agua transparente. 

 
Piscinas naturales de Tacorón

Pisci­nas nat­u­rales de Tacorón. Fotografía de Noe­mi Martin

 

Para alo­jarte, tienes numerosas casitas rurales dis­per­sas por la Isla. Algu­nas, como la pre­ciosa Agua Nue­va, admiten mas­co­tas. Tam­bién puedes alo­jarte en el deli­cioso Parador de El Hier­ro, a pie de playa o en el bal­n­eario Pozo de la Salud donde con sus aguas minero-med­i­c­i­nales sal­drás como nue­vo. El hotel Pun­ta Grande, cono­ci­do como el hotel más pequeño del mun­do por haber apare­ci­do en el Libro Guin­ness como tal en 1989, es un establec­imien­to emblemáti­co situ­a­do en un entorno de cuen­to: el embar­cadero de las Pun­tas.       
 
Hotel Punta Grande.

Hotel Pun­ta Grande. Fotografía de Noe­mi Martin

 
Aunque no seas creyente, no te march­es de esta encan­ta­do­ra Isla sin vis­i­tar la ermi­ta de la Vir­gen de los Reyes. Cada cua­tro años, en 2017 ha toca­do, la ima­gen sale del san­tu­ario en el Par­que Nat­ur­al de la Dehe­sa y recorre los pueb­los de la Isla acom­paña­da de sus bailar­ines, al son de chá­caras (cas­tañue­las) y tam­bores. Cuen­ta la his­to­ria que en 1546 un bar­co que se dirigía hacia Améri­ca pasó jun­to a las costas isleñas quedan­do vara­do en el Mar de las Cal­mas. Cuan­do los ali­men­tos se ter­mi­naron, los pas­tores de El Hier­ro surtieron de víveres a los marineros que a cam­bio entre­garon, en agradec­imien­to, una ima­gen de la Vir­gen María. En ese momen­to, dice la leyen­da, una suave brisa comen­zó a sopar y el bar­co pudo ale­jarse camino al Nue­vo Mundo.
Ermita de Nuestra Señora de los Reyes

Ermi­ta de Nues­tra Seño­ra de los Reyes. Fotografía de Noe­mi Martin

 

Que­da claro que El Hier­ro por su his­to­ria y sus paisajes es una isla mila­grosa, sobre todo si nece­si­tas car­gar tu batería vital. Así que, no te lo piens­es y aprovecha su alquimia disponible en cualquier época  del año: des­cansa, toma sol, escucha el silen­cio, mira las estrel­las, pasea por sus montes, come bien, vive…
Sé feliz. Te mere­ces esta Isla.
© 2017 Noe­mi Mar­tin. All rights reserved.
 

Maná 75º

Maná 75º no podía estar mejor situ­a­do: jun­to al Mar Mediter­rá­neo para ofre­cer todo lo mejor que este espa­cio acu­oso nos pro­por­ciona. En un entorno de pescadores: el bar­rio de la Barcelone­ta. Y con un claro obje­ti­vo como dice su eslo­gan: “Dis­fru­ta, com­parte, come, bebe, pero sobre todo vive cada momen­to”. Porque el carác­ter lati­no es así, de com­par­tir, de hablar, de reír, mien­tras comem­os y bebe­mos y esta­mos dis­fru­tan­do de ese gran momen­to, por eso nos gus­tan tan­to las mesas redondas (aquí las hay) para poder socia­bi­lizar el máx­i­mo posi­ble con nue­stros com­pañeros de mesa, así como tam­bién porque nos per­mite com­par­tir platos diferentes.

El local está plantea­do como un teatro, dónde la coci­na a la vista y su 19 paelleros están situ­a­dos en el esce­nario, en un plano más alto que la platea, para que los comen­sales puedan dis­fru­tar obser­van­do el rit­mo frenéti­co de los chefs. Es un espec­tácu­lo ver actu­ar a los cocineros delante de las pael­las, como vir­tu­osos músi­cos de una orques­ta dan­do for­ma a ese pla­to tan desea­do y que nos hace sali­var como el per­ro de Pavlov. Doce var­iedades dife­trentes de arro­ces y pael­las se preparan en ese largo mostrador de 20 met­ros. Es un espa­cio amplio, con mucha luz que entra a rau­dales por sus enormes cristaleras, con una dec­o­ración fres­ca salpic­a­da de telas a rayas para col­ore­ar y dar calidez a este gran come­dor. Dis­eño que lle­va el sel­lo del pres­ti­gioso estu­dio de arqui­tec­tura Turull Sore­sen.

Rec­etas tradi­cionales que todos guardamos en nues­ta memo­ria sen­so­r­i­al pero que en Maná 75º se revisan para actu­alizarlas y mod­ern­izarlas sin perder un ápice de ese sabor y aro­ma. Arro­ces como el Saran­don­ga (de bacalao y setas) en claro hom­e­na­je a la con­ta­giosa rum­ba magis­tral­mente inter­pre­ta­da por Loli­ta, la hija de la Faraona, que a su vez es una adaptación de la orig­i­nal de Com­pa­ny Segun­do; la de lubi­na o la de foie y setas, son las grandes estrel­las de esta casa de comi­das. Platos sor­pren­dentes como el Sin­ga­pur Day (boga­vante y mejil­lones brasea­d­os a la sal­sa Sin­ga­pur acom­paña­do de la fres­cu­ra del cilantro y la cebol­la tier­na) o el Hue­vo con bacon temp­ta­tion (hue­vo a baja tem­per­atu­ra con papa­da asa­da en su jugo).

Maná es ese man­jar mila­groso, y el número que acom­paña al nom­bre del restau­rante es una clara ref­er­en­cia a los 75º gra­dos cen­tí­gra­dos nece­sar­ios para garan­ti­zar un fon­do sabroso en los cal­dos y fumets que se elab­o­ran a fuego lento.

Platos degus­ta­dos:

  • Ensal­a­da de con­trastes: Escaro­la frisée, con brunoise de fru­tos rojos y que­so de cabra. Aliñada al aceite de tru­fa y parme­sano, con man­zana carameliza­da y viru­tas de foie.
  • Ensal­a­da de man­go y nube de parme­sano: Bou­quet de ensal­adas fres­cas y brotes con nube de parme­sano, man­go en ron­delle y su no coulis. Arom­a­ti­za­da con una vina­gre­ta suave a la mostaza.
  • Ensal­a­da de lan­gosti­nos y ajo blan­co de almen­dras: Man­to cru­jiente de arroz que esconde unos lan­gosti­nos al vapor en ajoblan­co de almen­dras mar­cona, con may­one­sa de planc­ton, brotes de wakame y suave aro­ma de sichimi
  • Crakets de arroz negro: Cro­que­tas de arroz negro, rebozadas en hari­na de arroz y gar­ban­zos, con torreznos.
  • Fish and chips: Rod­a­bal­lo frito con pata­ta platil­lo, sal­sa hoisin de fre­sa, lima y mojo verde.
  • Sin­ga­pur Day: un pla­to bien com­ple­to a base de pan chi­no para mojar a dis­cre­ción en la sal­sa Sin­ga­pur,  boga­vante y mejil­lones brasea­d­os. Para chu­parse los dedos. 
Singapur Day

Sin­ga­pur Day

  • Arroz con chipirones y cala­mares brasea­d­os y alme­jas.
Arroz con chipirones, calamares y almejas

Arroz con chipirones, cala­mares y almejas

  • Pastelito de algar­ro­ba.
  • Espuma de cre­ma cata­lana.
Espuma de crema catalana

Espuma de cre­ma catalana

Maná 75º Pas­seig Joan de Bor­bó, 101 Barcelona. Telé­fono 938 326 415 Park­ing gra­tu­ito en el Hotel W.

© 2017 José María Toro. All rights reserved.

 

Pop-up de Casa Corona en Barcelona

Después de su gran éxi­to de públi­co en Madrid, Casa Coro­na se insta­la por un tiem­po lim­i­ta­do en Barcelona des­de el 7 de Sep­tiem­bre has­ta el 14 de Octubre, con el claro obje­ti­vo de hac­er­nos menos traumáti­co esa ren­trée o vuelta a la ruti­na después del nece­sario parón vaca­cional. En defin­i­ti­va, para que el cam­bio de col­ores (azules, blan­cos, y otros tonos muy vivos por los ocres, mar­rones y gris­es más apa­ga­dos) y de estación (ese paso de días eter­nos de ver­a­no por jor­nadas más cor­tas) sea más llevadero.

Casa Corona pop up

Pop-up de Casa Coro­na. Fotografía gen­tileza de Casa Corona

El espa­cio elegi­do, ROC35, no ha sido casu­al ni tam­poco su ubi­cación en el vibrante bar­rio barcelonés del Poble Nou. Todo ha sido muy pre­med­i­ta­do, por un lado este dis­tri­to está vivien­do con­tin­u­a­mente una serie de cam­bios gra­cias a la gen­tri­fi­ca­tion, y por otro lado porque este local a pie de calle, antigua­mente una fábri­ca de hari­nas y hoy se ha recon­ver­tido en un exci­tante sito donde pasa todo lo que tiene que pasar en la Ciu­dad Con­dal. Un oasis urbano, vamos, para dis­fru­tar de una bue­na cerveza con los ami­gos o de algu­na de sus activi­dades en su priv­i­le­gia­do patio o en su inte­ri­or si ame­naza tormenta.

Pop-up Casa Corona.

Pop-up Casa Coro­na. Fotografía gen­tileza de Casa Corona

Una más que intere­sante pro­gra­mación de talleres, en gran parte gra­tu­itos, que giran en torno a los 5 ref­er­entes estéti­cos de la mar­ca: la músi­ca, la gas­tronomía, el deporte, la cre­ativi­dad y la moda.

Como pun­tal del cal­en­dario de activi­dades es su elen­co de músi­cos que pasarán por este esce­nario: Mr. Kilo­m­bo, Iseo & Dodosound, Depe­dro, The New Rae­mon, Bely Basarte, Vil­lanue­va, Alice Won­der, The Crabap­ples, Niña Vin­tage y Car­los Sad­ness entre otros. Serán gra­tu­itos has­ta com­ple­tar aforo, pre­via inscrip­ción en Casa Coro­na

Pop-up Casa Corona

Pop-up Casa Coro­na. Fotografía gen­tileza de Casa Corona

La ofer­ta gas­tronómi­ca incluye sába­dos de brunch y domin­gos de aper­i­ti­vo + DJ. Los viernes abrirán a par­tir de las 12h para poder com­er y comen­zar un atrac­ti­vo fin de sem­ana. Los talleres culi­nar­ios irán des­de hac­er pan de masa madre con cerveza, creación de tapas cre­ati­vas con el chef ital­iano Ascanio Panut­ti, de platil­los mex­i­canos, así como preparar aper­i­tivos con deli­ciososo pesca­dos de Peix al Plat.

Pop-up Casa Corona

Pop-up Casa Coro­na. Fotografía gen­tileza de Casa Corona

Rela­ciona­dos con el deporte, los sába­dos por la mañana a las 10h habrá clase de yoga, y la sur­fista Aritz Aran­bu­ru nos dará un baño, sin mojarnos obvi­a­mente, sobre el mun­do del surf.

La cre­ativi­dad y la moda piv­otarán alrede­dor de un taller sobre el arte de hac­er pajar­i­tas con Pese­ta o sobre el dis­eño de joyas con Papiroga.

Más infor­ma­ción de la pro­gra­mación en Casa Coro­na

Roc35 Pasaje Mas Oliv­er, 8 Barcelona.

Del 7 de Sep­tiem­bre al 14 de Octubre de 2017.

Horar­ios: lunes cer­ra­do, de martes a jueves de 17h a 00h, de viernes a domin­go de 12h a 00h.

© 2017 José María Toro. All rights reserved.

 

Masala73 Curry Bar

De nues­tras ansias de via­jar y explicar lo que hemos proba­do por un lado, y por otro, la lle­ga­da a Barcelona de ciu­dadanos de lejanas lat­i­tudes del mun­do que han traí­do sus cos­tum­bres y su gas­tronomía, han prop­i­ci­a­do la creación de restau­rantes con las ric­as y difer­entes crea­ciones de estos país­es. De esta for­ma, sin ape­nas ale­jarnos del sofá de casa y sin ten­er que pasar por el mal tra­go de las vac­u­na­ciones nece­sarias para vis­i­tar estas naciones, hemos cono­ci­do otros sabores, aro­mas y col­ores a par­tir de ali­men­tos total­mente descono­ci­dos  por nosotros. La quinoa, el ceviche, los nachos y el cur­ry son ya pal­abras habit­uales en nue­stro vocab­u­lario diario. 

De esta curiosi­dad por los sabores picantes y la nue­va moda impor­ta­da de los food trucks y del street food aven­turó tiem­po atrás, al inqui­eto Jor­di Aros a aso­cia­rse con Kuldeep Singh para ini­ciar un nego­cio de gas­tronomía india en una recu­per­a­da fur­gone­ta donde ofre­cer pre­senta­ciones con pro­duc­tos de allí y de aquí y la unión de las téc­ni­cas de coci­nar orig­i­nales actu­al­izadas con las nues­tras. El resul­ta­do han sido unos platos hon­estos, autén­ti­cos y desen­fada­dos que se ha gana­do un públi­co de todas las edades y nos ha edu­ca­do en ese adic­ti­vo picante que se que­da en la boca. 

El nom­bre Masala es todo un hom­e­na­je, y leit­mo­tiv, a esa mez­cla de espe­cias aromáti­cas orig­i­nar­ias de ese gigante país asiáti­co. Este tér­mi­no tam­bién se refiere al género que englo­ba a todos los demás tipos de cine en la India, incluyen­do la come­dia, el dra­ma, el romance, el de acción, el humor y los siem­pre ale­gres números musi­cales. El número 73 se refiere al año del auto­bús que les da nom­bre. 

El nóma­da auto­bús Masala73 con­tinúa asistien­do a even­tos así como ofrece ser­vi­cios de cater­ing, mien­tras que por oposi­ción, el seden­tario local del car­rer Muntan­er, pre­sen­ta un elen­co de platos más elab­o­ra­dos basa­dos en rec­etas famil­iares del joven chef hindú y sin ten­er que esper­ar a una con­vo­ca­to­ria de street food. En este cén­tri­co local barcelonés, el cur­ry es pro­tag­o­nista indis­cutible en 4 posi­bil­i­dades difer­entes. Un espa­cio nada bar­ro­co, más bien aus­tero, pero con ele­men­tos dec­o­ra­tivos clara­mente iden­ti­fica­tivos de lo que se cuece aquí y en espe­cial en su horno tandoor. 

Platos degus­ta­dos:

  • Papad­um con sal­sas de semi­l­la de hino­jo y tamarindo; de chut­ney de man­go y cilantro; y,  de yogur y men­ta y cilantro.
Papadum acompañado de sus salsas

Papad­um acom­paña­do de sus salsas

  • Bom­ba Mum­bai: pata­ta, gar­ban­zos, may­one­sa de cur­ry y sal­sa bra­va para valientes, al esti­lo de la “bom­ba de la Barceloneta”.
Bomba Mumbai

Bom­ba Mumbai

  • Taco Vin­daloo: rel­leno de secre­to ibéri­co, cebol­la encur­ti­da y cilantro. Es todo un guiño a la coci­na mexicana.
Taco Vindaloo

Taco Vin­daloo

  • Deli­cioso Naan o pan de horno. Para com­er a cubos.
  • Cur­ry de pol­lo.
  • Exquisi­ta pluma ibéri­ca de bel­lota de matan­za mari­na­da con yogur y especias.
Pluma ibérica de bellota

Pluma ibéri­ca de bellota

  • Postre de zana­ho­ria y hela­do de pis­ta­cho de DelaCrem

Masala73 Cur­ry Bar Car­rer Muntan­er, 152 08036 Barcelona Telé­fono 937 978 702

© 2017 José María Toro. All rights reserved.

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