El aceite de oliva es uno de los grandes clásicos de nuestra preciada dieta mediterránea. Un básico de la cocina que, todo hedonista reconocerá, aporta un sabor único a las elaboraciones cuando es AOVE Premium, bueno de verdad (AOVE son las siglas que los foodies hemos rescatado para en un suspiro decir “aceite de oliva virgen extra” y así conseguir que el resto de mortales crean que somos todavía más snobs, si es posible).
¿Y cómo distinguir un buen AOVE? Más fácil de lo que podría parecer: un AOVE de calidad se reconoce cuando se prueba. Así de simple. Años y años comiendo “pa amb tomàquet” (pan con tomate) aliñado con el que consideras un buen AOVE para, sin esperarlo, abrirse los mares y probar oro líquido de verdad.

Fotografía de Geòrgia Casas
Este momento, en el que descubrimos un aceite de alta calidad, se recuerda por siempre jamás. Percibir los aromas del buen aceite, catarlo en paladar, y darse así cuenta que realmente existe una élite en el mundo de los aceites. Este momento, señores y señoras, es para un amante gourmand la llegada a la tierra prometida. No hay caviar, foie ni langosta que pueda acercarse con tal sencillez a la excelencia.

Pieza diseñada para la cata por Elaia Zait. Fotografía de Geòrgia Casas
Para la narradora, este despertar sucedió el pasado viernes 3 de marzo a las 13h en la oleoteca OroLíquido, el templo al que todo amante del aceite premium debe acudir. Allí, de la mano de OroLíquido y Elaia Zait, artesanos de cristalería y vajillas diseñadas para la cata y disfrute de aceites, se realizaba una cata de los AOVE que Xavier Ruzafa elabora en su propia masía, con olivas Corbella y Verdal, variedades autóctonas de la zona del Bages, felizmente recuperadas por Xavier y que embotella bajo la marca Oliveres del Cardener pertenencientes al grupo The Barcelona Olive Oil Company.

Fotografía de Geòrgia Casas
Toda una experiencia que permitió apreciar los matices de estos aceites de primerísima calidad: el Corbella Original, un aceite exquisito y equilibrado en el que descubrimos notas a fruta dulce, hinojo y manzanilla, y que procede de la zona de Navàs, Súria y Cardona, y el Verdal Original, un aceite con aromas de fruta verde que recuerdan a la hierba recién cortada y a almendras.
Ana, propietaria de OroLíquido y experta buscadora desde el 2005 de los mejores aceites de la Península, nos aconseja que probemos el Corbella rociándolo sobre una bola de helado de vainilla. Apuntado queda en nuestro recetario. El Verdal es un aceite de tal carácter que resulta excelente simplemente con un poco de pan y supremo si con él rociamos un buen jamón de bellota.
Para todo aquel que quiera dejarse fascinar por el mundo del aceite, os aconsejamos pasear hasta la barcelonesa Plaça del Pi y después acercarse a OroLíquido. Ellos, a través de sus aceites sabiamente seleccionados, se encargarán de llevaros al nivel Premium de este fascinante mundo, bien con su asesoramiento personalizado o bien con su ronda de catas programadas y que con una cita bimensual realizan en su espacio inferior habilitado al efecto.
OroLíquido Carrer de la Palla, 8 08002 Barcelona Teléfono 933 022 980
The Barcelona Olive Oil Company
© 2016 Geòrgia Casas. All rights reserved.