Su historia
Carcassonne en francés y Carcassona en occitano o lengua de oc, está situada en el sur de Francia, en la flamante gran región francesa de Occitania, a medio camino entre Perpignan y Toulouse, y fácilmente reconocible desde la autopista que circula entre estas dos ciudades galas por su ciudadela amurallada, un conjunto medieval restaurado por Eugène Viollet-le-Duc en el siglo XIX y que fue declarada en 1997 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Murallas de la Cité de Carcassonne
Su localización geográfica la convirtió en un importante centro de intercambio comercial desde la época de la colonización romana. Para protegerse de las invasiones la ciudad se protegió con la construcción de un muro en los siglos III y IV y esa parte de muralla romana es aún visible. En el siglo V los visigodos ocuparon la ciudad y construyeron más fortificaciones que siguen en pie. Los musulmanes también la tomaron por breve tiempo desde el año 725 hasta el 759 que fueron expulsados por el rey Pipino el Breve. Lo que hace verdaderamente importante es su construcción en sí como fortaleza y los trágicos sucesos vividos entre sus murallas durante la Edad Media en la cruzada contra los albigenses cuando la ciudad era el feudo de los cátaros. En agosto de 1209 el ejército de los cruzados al mando de Simón de Montfort y después de sitiar la ciudad durante 15 días consiguió la rendición de sus habitantes.
El catarismo fue la doctrina teológica de los cátaros, también llamados albigenses, y que fue un movimiento religioso que se extendió por Europa Occidental en el siglo XI y logró llegar hasta el siguiente siglo entre los lugareños del Midi francés, especialmente en la zona llamada Languedoc ya que contaban con la protección de algunos señores feudales que eran vasallos de la Corona de Aragón. Sus predicados implicaba una vida totalmente asceta y renuncia del mundo material para conseguir la salvación divina. La Iglesia Católica consideró esta doctrina como alejada de la corriente marcada y tras un primer intento de convencerlos por la palabra y la vuelta a la oficialidad, se invocó la ayuda de la corona francesa que también vió una amenaza en el poder de los cátaros y se erradicaron en la mencionada Cruzada albigense de 1209. El movimiento se fue debilitando y se extinguió finalmente a finales del siglo XIII.
Debemos su conservación y restauración al movimiento artístico del Romanticismo que puso de moda la Edad Media y más concretamente a la intervención de varias personas: Prosper Merimée, inspector general de Monumentos Históricos de Francia y el autor de la novela corta “Carmen”, que sirvió de inspiración para el libreto de la ópera homónima de Georges Bizet, el que se interesó por las ruinas de esta antigua fortificación defensiva y que estuvieron a punto de ser demolida. También a un arqueólogo local, Cros-Mayrevielle y que se pasó su vida suplicando por la restauración de su villa. Y finalmente Viollet-le-Duc, arquitecto, arqueólogo y escritor, que consiguió que la Commission des Monuments históricos en 1844 aprobase su reconstrucción como la conocemos actualmente. Viollet-le-Duc fue famoso, y muy controvertido, por sus interpretaciones en la restauración de los edificios medievales, hasta el punto que fue criticado duramente por el atrevimiento de sus soluciones y añadidos no históricos como las incorporaciones en la parte superior de cada una de las torres de la muralla de techos en forma de cono que en realidad son propios del norte de Francia.
¿Qué ver?
Dónde antes se oían el batir de los aceros ahora se escucha la alegría de los turistas que la visitan. Dónde antes se tenía miedo de los cruzados al mando de Simón de Montfort incluso entre sus murallas inexpugnables, ahora su población por un día, de habitual es muy pequeña, se divierte recorriendo esta magnífica obra defensiva que ha quedado para la posteridad.
Hay que entrar a La Cité, la más grande fortaleza de Europa, por la porte Narbonnaise, que es la entrada principal y que tras pasar la muralla exterior de 14 torres defensivas y la siguiente muralla interior de 24 torres defensivas, nos da acceso a la Rue Cros-Mayrevielle llena de tiendas de objetos artesanales y de recuerdos de la visita, hasta llegar a Le Château Comtal con visita al Museo lapidario, la Cour d’honneur y la Cour du midi.
Saliendo desde le Château Comtal hay que visitar la muralla Oeste para darse cuenta de la magnitud de la obra defensiva que se construyó centurias atrás. La Tour de la Justice, la Tour de l’Inquisition que conserva algún elemento propio de sus temibles torturas por herejía y la Tour carrée de l’Evêque, son de paso obligado.
Para impresionarse con el horror dantesco de la fratricida batalla vivida en la liza, campo dispuesto entre las dos murallas interior y exterior, hay que acceder por la Tour St-Nazaire o la Porte d’Aude.
La Basilique St-Nazaire es imprescindible de ver por su vidrieras o vitraux y que proceden de los siglos XIII y XIV. Fue la catedral de Carcassonne hasta 1801 cuando fue sustituida por la actual Catedral situada en la villa baja o burgo de Saint-Michel. La actual iglesia es de origen románico del siglo XI y que fue consagrada como tal por el Papa Urbano II en 1096. Fue construido en el mismo lugar que ocupó una catedral carolingia pero que por desgracia no queda ninguna huella en la actualidad. Ampliada al estilo gótico entre 1269 y 1330
Saliendo de la Cité hay que visitar la Bastide Saint-Louis mandada construir por el rey Saint Louis y que ofrece un plano regular de los considerados de “la ville nouvelle”. La catedral de Saint Michel, la iglesia de Saint Vicent y el reconocible Canal du Midi son algunos de sus principales atractivos.

Colorida calle de paraguas de la Bastide de Saint-Louis
¿Dónde comer?
- L’Atelier de la Truffe 51, rue Trivaille. Teléfono 33 4 68 25 92 65 con este esclarecedor nombre, en este coqueto Bar à vins tan francés, su patron Philippe Barrière y antiguo responsable en la Cámara de Comercio de la truficultura en la zona, sirve este apreciado oro negro en sus diferentes opciones mientras se acompaña de alguno de los vinos de la zona. Trufas que proceden de la cercana Montagne Noire.

L’Atelier de la Truffe

L’Atelier de la Truffe
- Le jardin en ville 5, rue des framboisiers. Teléfono 33 4 68 47 80 91. Encantador multi espacio con terraza para el restaurante y en su interior en formato concep store con mobiliario y objetos de decoración.

Le Jardin en Ville
- La Table de Franck Putelat 80 Chemin des Anglais. Teléfono 33 4 68 71 80 70 Con dos estrellas Michelin desde el año 2012, ofrece una cocina creativa, respetando los sabores de cada producto pero con ese toque creativo propio de un dos estrellas de la famosa guía roja gala. Una opción más económica es su Brasserie à 4 temps también del mismo chef Franck Putelat en 2, Boulevard Barbés.

La Table de Franck Putelat
¿Dónde dormir?
- Hôtel Aragon 15, Montée Combeleran. Teléfono 33 4 68 47 16 31. Hotel de tres estrellas a 50 metros de la puerta principal a la Cité. Habitaciones cómodas con aire acondicionado. Piscina exterior privada. Aparcamiento exterior para los clientes. Es el alojamiento ideal para realizar una visita tanto a la fortificación como a la Ciudad Baja por su proximidad a ambas.
Direcciones gastronómicas imprescindibles:
- La Ferme 55, rue de Verdun. Es una epicerie fine especialidad en quesos de Francia y productos gastronómicos galos. Planta a nivel de calle dedicada a mercadería gourmet y piso superior con todo lo último en gadgets para la cocina y para la presentación en mesa.

Surtido de quesos en La Ferme
- Fromagerie Bousquet 28, rue Chartrand quesos artesano de leche cruda como el brie de Meaux, St. Felicien, Comté de diferentes maduraciones, Coeur de Neufchâtel, etc.

Surtido de quesos en Fromagerie Bousquet
- Pâtisserie Remi Touja 10, rue de Verdun Para una mirada dulce a sus creaciones entrar en su web de pastelería moderna, chocolates, helados y mermeladas. Ha sido campeón de France de postres.

Pâtisserie Rémi Touja
- Chocolatier Yves Thuriès 27–28 Place Carnot. Teléfono 33 4 68 71 19 81.
- Les Halles es el mercado cubierto en la plaza Carnot
- Domaine de Cantalauze a las afueras de Carcassonne y concretamente en la ville de Trèbes, es un viñedo donde además cultivan azafrán y elaboran aceite de oliva de sus propios olivos. También venden productos regionales, realizan catas de sus vinos y alquilan casas para pasar estancias más o menos cortas en este maravilloso y bucólico viñedo.

Cata de vinos en Domaine de Cantalauze
¿Cómo ir?
- Sin duda y de la forma más rápida y cómoda es a través de los trenes directos de Renfe SNCF en Cooperación, que une Barcelona, Girona y Figueres con Carcassonne durante el período de verano. Durante el resto del año hay que hacer transbordo.
Más información
- Oficina de turismo de Carcassonne 26, rue de Verdun. Teléfono 33 4 68 10 24 30 Para concertar visitas guiadas, enoturismo y agenda.
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