Dominik Huber presentó en Barcelona el proyecto Terroir sense Fronteres y las nuevas añadas de Terroir al Límit

En unos de los espa­cios de la tien­da barcelone­sa espe­cial­iza­da en vinos, El Petit Celler, Dominik Huber hizo la pre­sentación del proyec­to de vinos Ter­roir Sense Fron­teres en el Montsant y de las nuevas añadas de Ter­roir al Límit del Pri­o­rat.

En una ani­ma­da con­ver­sación Dominik Huber, alemán nat­ur­al de Baviera, con­tó su his­to­ria per­son­al de como llegó al Pri­o­rat hace ya más de 20 años con dos ideas claras: mejo­rar su dominio del castel­lano, y ampli­ar conocimien­tos del mun­do viní­co­la. A par­tir de aquí su metic­u­losi­dad y con­stan­cia le llevó a dom­i­nar sus dos obje­tivos, tan­to nue­stro idioma y como el del mun­do del vino, has­ta el pun­to de con­seguir los lau­re­les con sus 100 pun­tos Park­er en su vino Les Manyes 2016. Aunque recono­ció que su propósi­to últi­mo es que todos sus vinos alcan­cen el podio vinícola.

Los vinos que a él le gus­tan y que son los que elab­o­ra, se ale­jan del exce­so de madu­ración y del gus­to aña­di­do de la madera, quiere un vino sin maquil­la­je, que dé paso a la expre­sión del ter­roir. Y tiene su expli­cación ya que su fe en la biod­inámi­ca le hace respetar la nat­u­raleza, y por tan­to quiere que ese mar­avil­loso paisaje mediter­rá­neo que le rodea se vea refle­ja­do en sus vinos.

Sus vinos son para dis­fru­tar y para unir­los a una bue­na gas­tronomía, porque no entiende la bebi­da sin la comi­da. Su leit­mo­tiv es con­seguir que los clientes que com­pran, y obvi­a­mente beben su vino, se emo­cio­nen y for­men parte de una expe­ri­en­cia con la gas­tronomía como él cuan­do lo está elaborando.

Con los vinos de la Denom­i­nación de Ori­gen Montsant, Ter­roir sense Fron­teres, en el nom­bre que le ha puesto a la bode­ga nos lo está dicien­do todo, es su declaración de inten­ciones, sigue explo­ran­do la expre­sión del ter­ruño, del ter­roir que dirían los france­ses, obvia com­ple­ta­mente la madera y abo­ga por el acero, el cemen­to y/o el ánfo­ra para obten­er vinos fres­cos, direc­tos, de mar­ca­da acidez y menor grad­uación alco­hóli­ca que lo que con­sigue en la veci­na DO del Pri­o­rat.

Las nuevas añadas de Ter­roir al Límit

  • Ter­ra de Cuques Blanc 2017. Vi de ter­ra viva. De viñas de 25 a 30 años de antigüedad. Se elab­o­ra con 90% de Pedro Ximenez y 10% de mosca­tel de Alejandría.
  • Ter­ra de Cuques Negre 2017. Vi de ter­ra viva. De viñas entre 25 y 40 años de antigüedad. Se elab­o­ra con car­iñe­na y gar­nacha a partes iguales.
  • Pedra de Guix 2016. Vi de coster. De viñas vie­jas entre 50 y 80 años de edad. Var­iedades: PX, macabeo y gar­nacha blan­ca a partes iguales.
  • Arbossar 2017. Vi de coster. Viñas con 110 años. Mono­va­ri­etal de cariñena.
  • Dits del Ter­ra 2017. Vi de coster. Viñas con 85 años de antigüedad. Car­iñe­na 100%.
  • Les Manyes 2017. Vi de altura. Viñas con 55 años y situ­adas a 800 met­ros de alti­tud. Mono­va­ri­etal de garnacha.
  • Les Toss­es 2017. Vi de altura. Viñas sobre 80 años y plan­tadas a 600 met­ros de alti­tud. Car­iñe­na 100%.
botellas de vino de Terroir al Límit

Vinos de Ter­roir al Límit

Ter­roir Sense Fronteres

  • Ter­roir Sense Fron­teres Brisat 2018. Viñas entre 15 y 35 años. Var­iedades gar­nacha blan­ca 75%, macabeo 25%.
  • Ter­roir Sense Fron­teres Negre 2018. Viñas de edad entre 15 y 35 años. Var­iedades 75% gar­nacha y 25 % cariñena.
  • Vèr­te­bra de la Figuera 2018. Viñas entre 40 y 80 años y altura del viñe­do de 600 met­ros. Mono­va­ri­etal de gar­nacha negra, tam­bién cono­ci­da en la zona como “gar­nacha fina”.
  • Guix Ver­mell Negre 2017. Viñas de 45 años y la altura del viñe­do 800 met­ros. Úni­ca­mente 100% gar­nacha negra.
botellas de vino de Terroir Sense Fronteres

Vinos de Ter­roir Sense Fronteres

Más infor­ma­ción de los vinos en la web de Ter­roir Sense Fron­teres y en Ter­roir Al Límit

La cata del siglo en Tribut by El Petit Celler de Barcelona rinde homenaje a tres centurias de grandes vinos históricos

Un paseo por el tiem­po a lo largo de tres sig­los de la mano de grandes vinos que se guardan en la memo­ria más poéti­ca y hedo­nista. Comen­zan­do en el siglo XIX y conc­re­ta­mente en 1830 con PX Alvear Sol­era pasan­do de pun­til­las por el siglo XX con Clos de l’Obac en 1993 y para finalizar en el actu­al siglo XXI, en el año 2011, con Mil­man­da de la Famil­ia Tor­res. Un recor­ri­do por los avatares de la his­to­ria de la humanidad que estos vinos han sido tes­ti­gos mudos de todo lo acon­te­ci­do en este tiem­po. Cata dirigi­da y comen­ta­da por Sebastià Lozano, propi­etario y  alma mater de El Petit Celler.

La Cata del Siglo en Tribut by El Petit Celler

La Cata del Siglo en Trib­ut by El Petit Celler

 

El PX Alvear Sol­era 1830 puede vana­glo­ri­arse que es ante­ri­or a la pla­ga de la filox­era que atacó a las viñas españo­las en la déca­da de 1870. Por otro lado, rep­re­sen­ta a un año con­vul­so en Europa con su rev­olu­ción bur­gue­sa o lib­er­al tam­bién lla­ma­da, y el cuadro tan­tas veces admi­ra­do y socor­ri­do de “La lib­er­tad guian­do al pueblo” de Delacroix. Volvien­do al vino que nos ocu­pa, esta sol­era es la más antigua de Alvear, y recoge toda la influ­en­cia de los rayos del astro rey con­cen­tra­do en una copa, una vez pasi­fi­ca­da la uva Pedro Ximénez al sol, ofre­cien­do una alta con­cen­tración de azú­cares y 15 gra­dos alco­hóli­cos como el que no quiere la cosa. Bode­gas Alvear está den­tro de la DO Mon­til­la Moriles, y es la decana de las bode­gas en Andalucía ya que data de 1729, elab­o­ra ese vino sigu­ien­do los pasos de la cri­an­za oxida­ti­va, por el sis­tema tradi­cional de sol­eras y cri­aderas propias del Mar­co de Jerez, acu­mu­lan­do añadas históri­c­as y sacan­do muy poca can­ti­dad cada año. Col­or mag­néti­ca­mente negro que atrae casi de la mis­ma for­ma e inten­si­dad que un agu­jero negro del espa­cio y her­mosos ribetes caobas. Notas de uvas pasas, dátiles, miel y cacao. Me lo puedo imag­i­nar en una sobreme­sa larga con una selec­ción de choco­lates y una bue­na com­pañía para con­ver­sar. Vino que no se com­er­cial­iza y que tiene un pre­cio, de 275 euros, ridícu­la­mente bajo para todo lo que representa.

PX Alvear Solera 1830

PX Alvear Sol­era 1830

 

Un solo rep­re­sen­tante del siglo XX y tenía que ser muy rel­e­vante para esta cata del siglo: Clos de L’Obac 1993. Año maldito, económi­ca­mente hablan­do, porque se ini­ció una rece­sión en España, y de esta cri­sis poca gente se acuer­da ¡Qué poca memo­ria históri­ca ten­emos! Veníamos de vivir exul­tantes los Jue­gos Olímpi­cos de Barcelona y la Exposi­ción Uni­ver­sal de Sevil­la, grandes motores de nues­tra riqueza y que fue entrar en este año y pararse de golpe como si les fal­tase la energía que los movía. Con­sid­er­a­do uno de los pri­o­ratos más val­o­rados a niv­el inter­na­cional, esta aña­da en con­cre­to es muy difí­cil de encon­trar. Este vino rep­re­sen­ta el esfuer­zo de dos soñadores Car­les Pas­trana y Mar­i­ona Jar­que que a finales de los años seten­ta creyeron en el gran poten­cial de esta zona y que el tiem­po les dió la razón. Pre­cio 2.990 euros.

Clos de L'Obac

Clos de L’Obac 1993

 

Ya entra­do en el siglo XXI el primer vino cata­do fue Barón de Chirel 2006, el pre­cur­sor de los vinos mod­er­nos de Rio­ja que en 1986 rompió una lan­za por acabar con los cánones estable­ci­dos en la DOCa Rio­ja. Elab­o­ra­do a partes iguales con uva tem­pranil­lo y caber­net sauvingnon fue acep­ta­do excep­cional­mente por el Con­se­jo Reg­u­lador como vino exper­i­men­tal ya que la foránea caber­net sauvi­gnon no es una var­iedad autor­iza­da en esta DO. La bodeguera Mar­qués de Riscal, la mis­ma del emblemáti­co e icóni­co edi­fi­cio van­guardista dis­eña­do por el arqui­tec­to Frank Gehry, sólo elab­o­ra este vino, ya un clási­co, en las grandes añadas. Aro­mas de cueros has­ta apare­cer fru­ta negra y roja. Pre­cio 75 euros. 

Barón de Chirel

Barón de Chirel 2006

 

Vega Sicil­ia Úni­co 2007, de la bode­ga míti­ca de la DO Rib­era del Duero, fun­da­da en 1864 se con­vir­tió en leyen­da cuan­do en 1915 las botel­las de esa aña­da se regalaron a ami­gos y aristócratas creán­dose el halo de exclu­si­vo porque el resto de mor­tales no podían com­prar­lo. Los pre­mios con­segui­dos le fueron dan­do alas al imag­i­nario colec­ti­vo sobre este vino, otorgán­dole el títu­lo de vino de cul­to.  A títu­lo de recorda­to­rio, la aña­da de 1970 con­sigu­ió la con­sid­eración de mejor vino de España de todos los tiem­pos. Aro­mas a fru­ta pasi­fi­ca­da y en boca exce­lente tex­tu­ra. Pre­cio 450 euros.

Vega Sicilia Único 2007

Vega Sicil­ia Úni­co 2007

 

Mil­ma­da 2011 de la Famil­ia Tor­res en la DO Con­ca de Bar­berà, pro­cede de unas viñas plan­tadas en 1980 y elab­o­ra­do como en la zona de Bor­goña y dán­dole el tratamien­to que se merece así como su per­ti­nente enve­jec­imien­to para con­seguir que la chardon­nay luz­ca en toda su ele­gan­cia y majes­tu­osi­dad. La viña rodea al castil­lo de Mil­man­da del siglo IX y está situ­a­do muy cer­ca del Monas­te­rio de Poblet. La Famil­ia Tor­res tiene una gran sen­si­bil­i­dad por recu­per­ar espa­cios que for­man parte de nues­tra his­to­ria y es todo un hom­e­na­je a los mon­jes cis­ter­ciens­es que en el siglo XII proce­dentes de Bor­goña plan­taron sus viñas en esta zona, por dos motivos prin­ci­pales: nece­sita­ban vino para la San­ta Misa y porque era una man­era de delim­i­tar el ter­ri­to­rio cris­tiano del musul­mán en la época de la Recon­quista de la Penín­su­la Ibéri­ca. Aro­mas a albari­coque y fru­tas exóti­cas. En boca a aro­mas lác­ti­cos de man­te­qui­l­la. Pre­cio 100 euros.

Milmanda

Mil­man­da 2011

 

El orden de degustación fue el sigu­iente: Barón de Chirel, Mil­man­da, Vega Sicil­ia, Clos de L’Obac, Alvear PX 1830.

Esta cata del siglo se real­izó en Trib­ut by El Petit Celler. Lo que fuera en un tiem­po pretéri­to una tien­da de vinos y pro­duc­tos gourmet se trans­for­mó tiem­po atrás en un wine bar expe­ri­ence exclu­si­vo donde se sir­ven escogi­dos vinos de todo el mun­do, los mejores de toda España, y muy espe­cial­mente vinos muy bus­ca­dos de colec­cionista. Ofre­cen la posi­bil­i­dad de degustación a copas, gra­cias al inge­nioso sis­tema de Coravin, y que está com­puesto por un elen­co total de 250 ref­er­en­cias, de los cuales 60 son vinos gen­erosos y 20 añadas del leg­en­dario “Vega Sicil­ia”. Dispo­nen de 12 mod­e­los de copas difer­entes, entre Riedel y Zal­to, para lograr toda la expre­sivi­dad de cada vino. Los pre­cios ven­ta al públi­co son de bode­ga más 6 euros por el descorche si se con­sume allí. Diver­sos ambi­entes: ter­raza exte­ri­or, ter­raza inte­ri­or, bar­ra para el ver­mut, la tien­da propi­a­mente dicha con más de 3.000 ref­er­en­cias, la bib­liote­ca, la zona acrista­l­a­da donde reposan los vinos de cul­to con con­trol de tem­per­atu­ra y humedad, desta­can­do al final una caja fuerte en desu­so que recuer­da la ante­ri­or ocu­pación de este local, el almacén con ese aire de speakeasy entre cajas de vinos y bebidas espir­i­tu­osas, y el hall con cómo­d­os sofás y mesas para pedir tablas de selec­ciona­dos embu­ti­dos, que­sos y con­ser­vas, en ser­vi­cio de lunes a sába­do a media tarde. Algu­nas de las ofer­tas Wine Xpe­ri­ence ya preparadas para dis­fru­tar son: “Sé Gen­eroso”, “Vuelta por Catalun­ya”, “Vuelta por España”, “Los 5 Mag­ní­fi­cos”, y la últi­ma “Trib­ut” para tocar con los dedos de la mano el cielo más hedo­nista. Abier­tos a cualquier peti­ción, ofre­cen su equipo de sumilleres para vivir una expe­ri­en­cia más personalizada.

Más infor­ma­ción en la web de Trib­ut by El Petit Celler Car­rer Beethoven, 8 08021 Barcelona. Telé­fono 932 008 260.

© 2018 José María Toro. All rights reserved.

Cavas 10 d’Abril en El Petit Celler

El pasa­do jueves 20 de abril, El Petit Celler (Beethoven 8, Barcelona) sigu­ien­do su intere­sante y atrac­ti­va prop­ues­ta de catas y activi­dades rela­cionadas con el mun­do del vino y el cava, se encar­gó de traer a la ciu­dad con­dal a 10 d’Abril, una joven pero sabia bode­ga proce­dente de Sant Llorenç d’Hortons, munici­pio situ­a­do en el Alt Penedès, Barcelona. Como por su ori­gen se puede cole­gir, pertenecen a la D.O. Penedès así como a la D.O. Cava.

La D.O. Penedès, situ­a­da entre la cordillera Pre­li­toral y las lla­nuras de la cos­ta mediter­ránea, se car­ac­ter­i­za por una gran riqueza en micro­cli­mas debido a su prox­im­i­dad litoral y a su alti­tud. Con un cli­ma mediter­rá­neo, la zona del Penedès Marí­ti­mo (Baix Penedès y Gar­raf) es más tem­pla­da por la influ­en­cia y prox­im­i­dad del mar, mien­tras  que el Penedès Supe­ri­or (Alt Penedès, Alt Camp, Anoia y Baix Llo­bre­gat) con más pre­cip­ita­ciones, pre­sen­ta  may­or difer­en­cia entre tem­per­at­uras máx­i­mas y mín­i­mas. El Penedès Cen­tral (Alt Penedès) es la sín­te­sis de ambos microclimas.

En cuan­to a sus vinos, la D.O. Penedès se car­ac­ter­i­za por la uti­lización de una vas­ta var­iedad de uva como son el xarel·lo, la par­el­la­da o el macabeo, entre otras, en blan­cos, y el mer­lot, el ull de lle­bre o la monas­trell en tin­tos.

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Cavas y vinos de 10 d’Abril

Cavas 10 d’Abril  da una vuelta de tuer­ca a los vinos y cavas de esta D.O. y, man­te­nien­do sus orí­genes, se cen­tra en la elab­o­ración de unos cal­dos de autor con per­son­al­i­dad propia. Para ello, apues­ta por una agri­cul­tura ecológ­i­ca y una elab­o­ración arte­sanal que garan­ti­zan mat­ices úni­cos y difer­entes en cada línea de producto.

Jaume Raven­tós y Javier Hernán­dez, cabezas vis­i­bles de 10 d’Abril, fueron los encar­ga­dos de expon­er los sigu­ientes vinos y cavas:

  • Vino blan­co Cál­i­da (20% mus­cat y 80% gewürz­tramin­er): Elab­o­ra­do a par­tir de una vendimia noc­tur­na para una madu­ración a baja tem­per­atu­ra de la uva, Cál­i­da se mues­tra ante los ojos con un tono áureo, de inten­si­dad media y con pince­ladas ver­dosas. En nar­iz, ofrece aro­mas prin­ci­pal­mente flo­rales como el jazmín o la rosa, jun­to con toques de melo­cotón. En boca, no es tan goloso como a pri­ori se podría esper­ar, sino que hace gala de esa acidez propia del Penedés. Sedoso y fres­co, per­siste larga­mente en el pal­adar. Acom­pañaría de for­ma ide­al a platos de marisco, ensal­adas y pesca­dos. Se puede decir que Cál­i­da es un vino que trans­mite cal­ma, la cal­ma de la noche campestre del Penedés.
  • Vino blan­co Picu Picu EM8 (Emma 8) (100% xarel·lo): Proce­dente de viñas de unos 50 años, este mono­va­ri­etal se cul­ti­va de for­ma ecológ­i­ca a 300 met­ros de alti­tud en sue­lo cal­cáreo y pedregoso. Si bien su fer­mentación tiene lugar en tan­ques de acero inox­id­able, es el paso por bar­ri­c­as nuevas de cas­taño el que le apor­ta esos sutiles toques bal­sámi­cos, pero, y gra­cias al no abusar de la madera, sin perder los aro­mas esen­ciales del xarel·lo. Con un col­or amar­il­lo cer­cano al dora­do mate, indi­ca que fiel al tipo de agri­cul­tura que prac­ti­can en 10 d’Abril, no se han aña­di­do clar­i­f­i­cantes ni se ha pro­ce­di­do a fil­tra­ciones. Los aro­mas vari­etales fres­cos como el albari­coque jun­to con grá­ciles notas de cri­an­za en cas­taño como ahu­ma­dos o vainil­la, fon­dos tosta­dos y otros mat­ices dul­ces se bat­en en due­lo en las fos­as nasales, mien­tras que su paso por boca es ancho y estruc­tura­do, fres­co, pero con toques áci­dos resul­ta­do del beso de la madera cas­taña. Picu Picu EM8 se tra­ta de un vino pecu­liar, que huye de la indifer­en­cia y del xarel·lo joven, casan­do de man­era ópti­ma con gran var­iedad de platos de la coci­na de prox­im­i­dad mediter­ránea como arro­ces, xaton­adas o esqueix­adas.
  • Cava Reser­va Clos de l’Albert (40% macabeo, 40% xarel·lo y 20% par­el­la­da): Fer­men­ta­do en dos tiem­pos, una primera fer­mentación de las tres var­iedades por sep­a­ra­do en acero inox­id­able con levaduras autóc­tonas del Penedés, y una segun­da en botel­la a tem­per­atu­ra con­stante de 14 y 15°C, Clos de l’Albert se tra­ta de un cava hon­ra­do, en el que se ha bus­ca­do el con­trol y el equi­lib­rio en el car­bóni­co. Ofrece un col­or amar­il­lo con refle­jos dora­dos y una bur­bu­ja ele­gante, fina y per­sis­tente. En nar­iz, la man­zana Gold­en y la verde son las pro­tag­o­nistas jun­to a deriva­dos de su cri­an­za como la almen­dra tosta­da. En el pal­adar, pre­sume de un muy buen equi­lib­rio en el que no hay exce­sos de acidez. Con toques de pastel­ería en el post gus­to y un pun­to lác­ti­co nada abu­si­vo, es exce­lente como aper­i­ti­vo y como paje de pesca­dos, mariscos y carnes blancas.
  • Cava Gran Reser­va Ter­rers de Cal Bayés (40% macabeo, 50% xarel·lo y 40% par­el­la­da): Un brut nature lle­va­do al límite. Sus tres var­iedades se fer­men­tan por sep­a­ra­do per­mi­tien­do al xarel·lo man­ten­er sus aro­mas pri­mar­ios y mejo­rar las car­ac­terís­ti­cas espumantes y a la macabeo apor­tar un per­fil aromáti­co inten­so y com­ple­jo que da ese per­fume tan dis­tin­ti­vo. El col­or, en gran parte debido a esta últi­ma var­iedad, es de un amar­il­lo tosta­do con una bur­bu­ja fina y de desprendimien­to lento. En nar­iz, fru­tas al horno y con­fi­tadas inspi­ran paisajes fres­cos y rús­ti­cos mien­tras que su paso por boca es equi­li­bra­do y suave, seco pero dulce, per­sis­tente y largo. Se tra­ta de un cava para ser toma­do de prin­ci­pio a fin, des­de el aper­i­ti­vo has­ta los postres.
Cava Gran Reserva Terrers de Cal Bagés

Cava Gran Reser­va Ter­rers de Cal Bayés

  • Cava Gran Reser­va Masia Les Forques (100% xarel·lo): Una exce­len­cia proce­dente de viñe­dos viejos situ­a­dos en sue­los de nat­u­raleza cal­cárea en pleno corazón del Penedés. Con una pro­duc­tivi­dad muy baja, todas las viñas se cul­ti­van sin her­bi­ci­das ni insec­ti­ci­das respetan­do así la bio­di­ver­si­dad y el medio ambi­ente. La fer­mentación de la fru­ta se lle­va a cabo en inox­id­able a muy baja tem­per­atu­ra. Tras esta fer­mentación, se deja cer­ca de 12 días en lías de xarel·lo para pasar a otra fer­mentación a base de una levadu­ra de la famil­ia y otra impor­ta­da de Cham­pagne que le otor­ga un toque difer­en­cial a la ulte­ri­or cri­an­za. Este Gran Reser­va mues­tra un tono amar­il­lo paji­zo con refle­jos dora­dos, con rosario de bur­bu­jas finas, per­sis­tentes y lentas. Tan­to en nar­iz como en boca, se com­por­ta de man­era sim­i­lar: notas cre­mosas de fru­ta madu­ra y vainil­la con­viv­en con fon­dos tosta­dos y un com­ple­jo ahu­ma­do que deno­ta una larga cri­an­za. Es pre­cisa­mente este ahu­ma­do tan espe­cial e inten­so el que hace de Masia Les Forques un cava con una capaci­dad inher­ente para difer­en­cia­rse del resto. Caviares, pesca­dos salsea­d­os, carnes y que­sos cura­dos se sen­tirán orgul­losos de ser acom­paña­dos por este cava.
  • Vino tin­to Picu Picu 9 (85% mer­lot y 15% ull de lle­bre): Cri­a­do en bar­ri­c­as de roble francés y pos­te­ri­or­mente en botel­la, es un tin­to en el que se ha bus­ca­do sobreto­do la fres­cu­ra y la ligereza. De un atrac­ti­vo rojo bril­lante pero sin exce­so de col­or, Picu Picu 9 recuer­da a bosque, a jar­dines de jazmín y a tosta­dos. En boca, se mues­tra joven pero sin olvi­dar su cri­an­za en bar­ri­ca que le apor­ta esos mat­ices de vainil­la y de fru­tos sec­os, mien­tras que la pos­te­ri­or en botel­la le hace ser un vino ligero y estruc­tura­do. Picu Picu 9 se tra­ta de un vino ver­sátil, apropi­a­do para acom­pañar carnes, segun­dos platos e inclu­so para el copeo puro y duro (error, el copeo nun­ca es duro), que nació de una nue­va expe­ri­en­cia y que tiene pin­ta de per­du­rar en el mun­do vinícola.
Vino tinto Picu Picu número 9

Vin­to tin­to Picu Picu nº 9

10 d’Abril se reivin­di­can como unos hace­dores espe­ciales, con­cien­ci­a­dos con el carác­ter que tiene que poseer un vino o un cava del Penedès al mis­mo tiem­po que se rigen por unos prin­ci­p­ios en los que pri­man el respeto al medio ambi­ente y la sin­gu­lar­i­dad de la propia bode­ga. En pal­abras de Jaume, «se coopera con payeses para ade­cuar la viña vie­ja a la final­i­dad de la bode­ga», y ese propósi­to no es otro que el de sor­pren­der, ilu­sion­ar y crear unas altas expec­ta­ti­vas que, con el tiem­po, cumplirán.

Más infor­ma­ción de la bode­ga en Cavas 10 d’Abril Para saber más del catál­o­go de ref­er­en­cias así como de las activi­dades futuras de la vinote­ca orga­ni­zado­ra en El Petit Celler  del Car­rer Beethoven, 8 Barcelona 08021 Telé­fono 932 008 260

© 2017 Aarón González. All rights reserved.

Cata de Fino y Manzanilla en El Petit Celler de Barcelona

El pasa­do 9 de febrero, El Petit Celler ofre­ció la primera de una serie de catas y mari­da­jes pro­gra­madas para todos los públi­cos y que ten­drán lugar semanalmente.

Situ­a­do en la calle Beethoven del bar­rio de Sant Ger­vasi (Barcelona), El Petit Celler es un local que aúna el con­cep­to de tien­da de vinos con el de wine bar. Con un catál­o­go impre­sio­n­ante que abar­ca des­de vinos a pre­cios ase­quibles y famil­iares has­ta cal­dos exclu­sivos como los de Dominio de Pin­gus o los superla­tivos de la bode­ga Société Civile du Château Petrus, brin­da al cliente la posi­bil­i­dad de degus­tar el vino que se desee a pre­cio de tien­da, pero servi­do de una for­ma que nada tiene que envidiar a las mesas más ele­gantes de la ciu­dad condal.

Esta primera cata se ofre­ció de manos de Anto­nio Lopo, rep­uta­do some­li­er, cofun­dador de la empre­sa de vinos a medi­da Thun­der­wine­mak­ers, y que, escu­d­a­do por un rompec­o­ra­zones jamón de bel­lota 100% ibéri­co Cin­co Jotas cor­ta­do a mano, pre­sen­tó cua­tro vinos de dos denom­i­na­ciones de ori­gen dis­tin­tas: D.O. Man­zanil­la-San­lú­car de Bar­rame­da y D.O. Jerez, Xérès, Sher­ry.

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Los 4 vinos cata­dos y pla­to de jamón de bel­lota 100% ibéri­co 5J. Un rompec­o­ra­zones en toda regla. Fotografía de Aarón González

Ambas DO firmes defen­sores de la uva palomi­no, com­parten ras­gos idén­ti­cos en su elab­o­ración, pero la prin­ci­pal difer­en­cia se encuen­tra en la local­ización geográ­fi­ca. La man­zanil­la se pro­duce en San­lú­car, en el que un micro­cli­ma más suave y húme­do que el jerezano, gra­cias a la cer­canía del Atlán­ti­co y la pres­en­cia del Guadalquivir y las maris­mas, le con­fiere al vino un carác­ter más yoda­do. Estas condi­ciones medioam­bi­en­tales hacen que el velo de flor san­luqueño per­manez­ca todo el año y sea lig­era­mente más grue­so, suavizan­do el sabor y otor­gan­do un sutil dora­do en apari­en­cia, mien­tras que el fino de Jerez, con un velo de flor que desa­parece por efec­to del calor, se aprox­i­ma a un oro páli­do con un toque más agu­do en nariz.

Los cua­tro vinos que se pre­sen­taron en la cata fueron:

-Man­zanil­la Maru­ja de Bode­gas Juan Piñero (D.O. Man­zanil­la-San­lú­car de Bar­rame­da): con una vejez media de más de ocho años, esta man­zanil­la san­luqueña pre­sen­ta un col­or amar­il­lo dora­do con­segui­do por un sis­tema muy dinámi­co que favorece la longev­i­dad del velo de flor, y una cata con notas yodadas y min­erales. Con una per­sis­ten­cia en el pal­adar con­sid­er­able, per­mite abrazar con fuerza platos de marisco, pesca­do, arro­ces y embutidos.

-Man­zanil­la Pasa­da Maru­ja de Bode­gas Juan Piñero (D.O. Man­zanil­la-San­lú­car de Bar­rame­da): man­zanil­la con una edad media de 20 años, mues­tra un tono áureo y, como su her­mana menor, ofrece notas yodadas y un final muy largo. Se atis­ban notas de miel y cur­ry. Si bien es ide­al que a uno le acom­pañe con un buen guiso, el momen­to álgi­do para besar a Maru­ja es tras dejar que su sen­su­al­i­dad eleve la tem­per­atu­ra para caer en sus morenos bra­zos andaluces.

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Los 4 vinos cata­dos. Fotografía de Aarón González

-Fino en Rama Uri­um (D.O. Jerez, Xérès, Sher­ry): de cri­an­za biológ­i­ca bajo velo de flor, a sus cin­co años tiene en la ele­gan­cia su leit­mo­tiv. Con un pal­adar eléc­tri­co a la par que suave y seco, deja un ret­ro­gus­to amar­go seme­jante a la almen­dra cosa que lo hace muy ade­cua­do para con­sumir­lo con pesca­dos, mariscos sal­a­dos y, gra­cias a su baja acidez, con gaz­pa­chos y ensal­adas gen­erosas en vinagre.

-Jerez La Pane­sa de Bode­gas Hidal­go (D.O. Jerez, Xérès, Sher­ry): elab­o­ra­do según el méto­do de Cri­aderos y Sol­era y de larga cri­an­za bajo velo de flor, este oro líqui­do, viejo y bril­lante, sor­prende por su suavi­dad en boca y por una per­sis­ten­cia larguísi­ma refle­jo de una cri­an­za biológ­i­ca lle­va­da al límite. La madurez de la levadu­ra y el micro­cli­ma en el que se encuen­tra la bode­ga de Emilio Hidal­go le apor­tan un carác­ter úni­co, así como aro­mas her­báceos y notas amar­gas en su final. Un rey de reyes ide­al para acom­pañar tan­to a ibéri­cos como a platos de pesca­do, arroz, setas, carnes blan­cas y marisco.

El Petit Celler C/ Beethoven, 8  Barcelona 08021 Telé­fono: 932008260

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Taller de Gin-tonic Premium 5th Gin en El Petit Celler de Barcelona.

Recien­te­mente se cele­bró en El Petit Celler de Barcelona un mag­ní­fi­co y didác­ti­co taller de Gin-ton­ic Pre­mi­um con el elen­co de gine­brar 5th Gin del grupo Destil.leries del Maresme Brands magis­tral­mente impar­tido por Jor­di Boada.
Ame­nas expli­ca­ciones teóri­c­as sobre el nove­doso sis­tema de elab­o­ración que pasa por 3 des­ti­la­ciones y que se infu­siona con botáni­cos y fru­tas has­ta obten­er orig­i­nales y lla­ma­tivos col­ores y sabores para seguir a con­tin­uación con la degustación de las 4 gine­bras disponibles en el mer­ca­do de esta mar­ca de Arenys de Munt. Los nom­bres elegi­dos para cada una de ellas son todo un guiño a los 4 ele­men­tos bási­cos de la naturaleza.
La flo­ral 5th Water, de col­or azul turque­sa bril­lante e hip­no­ti­zante. Aro­mas her­báceos y espe­ci­a­dos. Muy agrad­able en boca que recuer­da a las notas flo­rales, dom­i­nan­do el ene­bro y el corian­dro. Para acom­pañar con un tar­tar de pesca­do o carne y ahumados.
La golosa 5th Fire, indi­ca­da para todos los que rehúyen del acen­tu­a­do sabor amar­go. De mag­néti­co col­or rosa, aro­mas en nar­iz a fru­tas del bosque, fre­sa y grosel­la, con ret­ro­gus­to amar­go de ene­bro. Para armo­nizar con unos bom­bones o inclu­so con un hojal­dre de fru­tas del bosque obviamente.
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Fotografía de Alvaro Quintana

La cítri­ca 5th Earth, para los incondi­cionales del limón. De un col­or amar­il­lo inten­so, que ya nos pre­dispone a pen­sar en los aro­mas que esconde. En boca la acidez dom­i­na con un ret­ro­gus­to de man­da­ri­na dulce. Para mari­dar con frit­uras de pesca­do para que la acidez nos limpie la boca tras cada sorbo.

La 5th Air o gine­bra base, es una Lon­don dry gin muy pura a par­tir de la cual se elab­o­ra toda la gama. Es la más neu­tra pero a la vez la que da más juego. De col­or trans­par­ente y ribetes pla­ta, en nar­iz aro­mas de ene­bro y en boca es suave con algu­na nota amar­ga. Per­fec­ta para casar con comi­da japone­sa y marisco cocido.

Los pre­cios de esta gama de gine­bra, de ele­gante dis­eño, gira en torno a los 20 euros.

BSO Fad­ed el tema del noruego Alan Walk­er can­ta­do por la frágil voz de Ise­lim Solheim.

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