Las cosas no ocurren porque sí. Las especies animales y vegetales se adaptan al medio más propicio y quizás por esa razón, y alguna conjunción cósmica que desconocemos, quiso que el hábitat natural de los cerdos ibéricos se situara geográficamente en la dehesa extremeña. Un espacio único, de cielos cerúleos intensos, de esos que apetecen pintar aunque no sepamos ni como coger la brocha fina, limpios, sin polución, donde se puede ver con nitidez la Vía Láctea, contar las estrellas fugaces y pedir todos los deseos pendientes en la perseida noche de San Lorenzo, y unido a tierras no contaminadas por insecticidas ni abonos químicos, así es el jardín del Edén en la tierra para los cochinos. Si le añadimos agua fresca y cristalina de sus manantiales, hierba para aburrir y las más dulces bellotas de encinas y alcornoques ¡qué más puede pedir el cerdo ibérico! No es de extrañar la apreciada que es su carne y sus derivados, hasta el punto de ser actualmente un producto gourmet.
Como no podía ser de otra manera, la gente de este territorio se ha dedicado principalmente a la ganadería porcina, a su cría, engorde y posterior matanza durante el invierno para elaborar los diferentes embutidos así como aprovechar su carne fresca, porque como dice el refrán popular “del cerdo, hasta los andares”.
Corrían lo años 50 del pasado siglo XX cuando Loreto Tomé y su esposa Josefa Hernández de Nogales (Badajoz) vieron la posibilidad de vender sus embutidos a otros vecinos del mismo pueblo y de los conlidantes, aumentando la demanda de sus productos años tras año por su calidad. Éste fue el embrión de la futura empresa familiar Montanegra.
La segunda generación está actualmente al frente de Montanegra, constituida como tal en 1990, aunando tradición en la elaboración de embutidos, con recetas que han ido pasando de padres a hijos, y con la innovación en maquinaria para garantizar calidad y la seguridad sanitaria en las modernas instalaciones de la empresa familiar. Además de los controles propios para autentificar la trazabilidad y la calidad, Montanegra está adherida a las certificaciones del riguroso Consejo Regulador de la DO Dehesa de Extremadura que asevera la autenticidad de todo el proceso de cría, alimentación de bellota en las más de 1.800 hectáreas, sacrificio, secado y curación artesanal.
En la tienda online se pueden encontrar sus productos de cerdo ibérico divididos en diferentes categorías:
- Jamones de bellota y de raza ibérica al 100% o 50% o Dehesa de Extremadura, y de cebo y de cebo campo.
- Paletas de bellota de raza ibérica al 100% o 50% o Dehesa de Extremadura, y de cebo y de cebo de campo.
- Lomos de bellota de raza ibérica al 100% o 50% y de cebo.
- Lomitos de bellota o de cebo.
- Embutidos como chorizo cular, salchichón cular, chorizo rojo de curación natural, salchichón ibérico, morcilla extremeña, morcón o caldillo.
- Carnes frescas ibéricas como presa, pluma, secreto, solomillo y carrilleras.
- Y por último, los prácticos loncheados de jamón, paleta, lomo y embutido para disfrutar cualquier hora del día.
Más información en la web y en la tienda online de Montanegra
Receta de brochetas de presa ibérica Montanegra:
Ingredientes:
- 1 Presa ibérica de Montanegra
- 50 ml. de AOVE. En la fotografía Dominus Cosecha Temprana de la DO Sierra Mágina
- 2 cucharadas grandes de miel. En la fotografía de romero de Alemany
- Tomates cherry
- Bandeja de champiñones blancos y Portobello

Ingredientes para brocheta de presa ibérica Montanegra
Elaboración:
- Limpiar la presa ibérica Montanegra
- Cortar en dados
- Colocar los dados en las brochetas
- Marcar en la plancha
- En un cazo reduccir el AOVE y la miel a fuego lento, removiendo continuamente y durante 10 minutos.
- En una sartén poner los tomates cherry y retirar cuando comiencen a salir los puntos negros.
- Dorar los champiñones
- Emplatar las brochetas y pintarlas con la reducción, colocar los tomates cherry y los champiñones.
- Disfrutar

Brochetas de presa ibérica Montanegra y copa de vino Sela
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