Nueva línea sin gluten de bizcochos, magdalenas y snacks de La Granja Foods

Nue­va línea sin gluten, sin lac­tosa y sin hari­na de maíz de La Gran­ja Foods. Es la últi­ma inno­vación de esta empre­sa famil­iar que nació en 1959. Fue fun­da­da con la clara vocación de elab­o­rar pro­duc­tos con sabor y nat­u­rales, no han deja­do de evolu­cionar con los tiem­pos. En los años 80 crearon la gama Diet para aten­der necesi­dades dietéti­cas. Pos­te­ri­or­mente la línea Bio se elaboró a par­tir de ingre­di­entes úni­ca­mente de agri­cul­tura ecológ­i­ca. La gama Veg­an para con­sum­i­dores veg­anos fue la penúl­ti­ma incor­po­ración al elen­co de pro­duc­tos de La Gran­ja Foods. 


La Gran­ja Foods ha crea­do esta gama sin gluten de biz­co­chos, mag­dale­nas y snacks a par­tir de hue­vo fres­co, hornea­do lenta­mente para que quede tier­no y espon­joso. Es defin­i­ti­va que el resul­ta­do sea más sabroso, nat­ur­al y digestivo.

Productos sin gluten de La Granja Foods
Pro­duc­tos sin gluten de La Gran­ja Foods


Este proyec­to se ini­ció hace 6 años a peti­ción de la Aso­ciación de Celía­cos de Catalun­ya, para con­seguir un pro­duc­to con mejor tex­tu­ra, libre de gluten, lac­tosa y de maíz.

Nueva gama de productos sin gluten, sin lactosa y sin harina de maíz de La Granja Foods

Para lle­var a buen puer­to estos pro­duc­tos si gluten con­struyeron una nue­va fábri­ca exclu­si­va para evi­tar la con­t­a­m­i­nación cruza­da con el resto de pro­duc­tos más tradi­cionales de La Gran­ja Foods.

Pro­duc­tos gluten free de La Gran­ja Foods
👌biz­co­cho de cal­abaza y yuzu (el cítri­co japonés)
👌biz­co­cho de cacao puro en pol­vo con chips de choco­late negro
👌biz­co­cho car­rot cake de zana­ho­ria deshidrata­da y nue­ces
👌biz­co­cho már­mol. Con pepi­tas de choco­late y hornea­do lenta­mente
👌biz­co­cho de plá­tano deshidrata­do y coco ral­la­do
👌biz­co­cho tradi­cional sin azú­cares aña­di­dos
👌mag­dale­nas tradi­cionales sin azú­cares añadidos

Estos dos últi­mos pro­duc­tos (el biz­co­cho tradi­cional y las mag­dale­nas tradi­cionales) son menos calóri­cos y aptos para dia­béti­cos ya que no usan azú­cares. Añaden edul­co­rante malti­tol en su lugar. 

Más infor­ma­ción en la web de La Gran­ja Foods

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Baker Band, la pastelería que compone música de sabores en cada tarta que sale de su obrador

La pastel­ería que crea músi­ca de sabores en cada tar­ta, bien a escoger de su pro­pio catál­o­go o bien sien­do tú mis­mo el com­pos­i­tor de tu pas­tel preferi­do com­bi­nan­do el tipo de biz­co­cho, el rel­leno, el almíbar o la cre­ma, en defin­i­ti­va cre­an­do tu pro­pio sabor. 

Pas­tel de nue­ces e higos con carame­lo casero

Kari­na, la creado­ra de Bak­er Band en el 2015 y de la “músi­ca del sabor”, jun­to a su exper­to y vir­tu­oso equipo, bus­ca que cada pas­tel que sale de su obrador sea úni­co y refle­je los gus­tos del cliente o de la per­sona a la que va dirigi­da. Que los sabores que encon­trará en la tar­ta que tiene entre sus manos le recuer­den sus notas musi­cales preferidas. 

Pas­tel de nue­ces e higos con carame­lo casero en su caja de transporte

A par­tir de rec­etas caseras, Kari­na exper­i­men­ta en su obrador, y crea nuevas rec­etas por eso las asim­i­la a la com­posi­ción de un nue­vo tema musi­cal. Y cada com­po­nente de una tar­ta es como una nota, de esta for­ma con­seguire­mos nues­tra músi­ca favorita en for­ma de sabores. Del mis­mo modo que fun­cio­nan las sen­sa­ciones de sineste­sia, en la cual uni­mos dos emo­ciones, el sabor y la músi­ca, proce­dentes de dos domin­ios sen­so­ri­ales difer­entes, el gus­to y el oído.

Detalle del pas­tel de nue­ces e higos con carame­lo casero

De esta for­ma, Kari­na y su equipo con­siguen que el choco­late con plá­tano y bai­leys te recuer­den a una sesión de jazz en algún club de Nue­va York o de París o las fru­tas trop­i­cales te pueden traer rit­mos lati­nos como la cumbia, el bal­lena­to o la bacha­ta de algún via­je al Caribe. Sola­mente tienes que coger una cuchara­da, cer­rar los ojos y sen­tir en tu mun­do inte­ri­or esa can­ción que te hace vibrar y erizar la piel y que te trae boni­tos recuerdos.

Pastel de coco y maracuyá de Banker Band. La música del sabor
Pas­tel de coco y maracuyá

Baker Band, la música del sabor

Todo elab­o­ra­do con ingre­di­entes nat­u­rales y de cal­i­dad, selec­ciona­dos con car­iño para que exp­re­sen esa músi­ca de sabor. No usan ni col­orantes ni con­ser­vantes, y siem­pre bajo pedi­do se elab­o­ra el día de la entre­ga para que el pas­tel sea fres­co. El resul­ta­do es una tar­ta jugosa y con un gen­eroso relleno. 

Varios pasteles de Baker Band. La música del sabor
Sur­tido de paste­les de Bak­er Band

Los paste­les se preparan en el inte­ri­or de una atrac­ti­va caja indi­vid­ual con una tapa trans­par­ente para poder ver su inte­ri­or. Se pre­sen­tan en dos for­matos: de 500 gramos y de 1 kilo. Y son fáciles de trans­portar sin que su dulce con­tenido pier­da su for­ma. Ide­ales para una cel­e­bración famil­iar, con ami­gos, o inclu­so para una excur­sión y dis­fru­tar de tu momen­to dulce en una comi­da en el cam­po o en la playa. Las cajas son fáciles de abrir por el lat­er­al y colo­car en un boni­to pla­to o com­er direc­ta­mente des­de la caja, si tan deses­per­a­dos esta­mos. El resto del pas­tel, si es que que­da, se guar­da nue­va­mente en la caja y se pone en la nev­era para con­sumir al día siguiente. 

Fachada del obrador de Baker Band
Facha­da del obrador de Bak­er Band en Barcelona

Pedi­dos en la web de Bak­er Band Se pueden recoger en el obrador o bien con entre­ga a domi­cilio. Como extra se puede añadir velas de cumpleaños o tar­je­tas de felic­itación. Tam­bién car­rot cake con hari­na sin gluten.

Bak­er Band está en el Car­rer Sant Joan de Mal­ta, 131–135, local, 08018, Barcelona. Telé­fono 625 720 088. Email info@bakerband.es

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Las rebuenas empanadas argentinas de La Fábrica en Barcelona

Empanadas argenti­nas de La Fábri­ca de Barcelona son “como allá, acá” y están rebue­nas.

empanadas argentinas de diferentes tipos.
Empanadas argenti­nas de La Fábrica

La Fábri­ca está ges­tion­a­da por argenti­nos, que tienen la mano rota en esto de las empanadas. De tan­tas que han hecho has­ta hoy y las que les fal­tan por hac­er. Bus­can los mejores ingre­di­entes y rel­lenan las empanadas has­ta que la masa ya no da más de sí o se rompería. Y por supuesto, el secre­to está en la masa, y que des­de hace poco son sin gluten.

El elen­co de empanadas se com­pone de los sigu­ientes rellenos:

  • De carne: de tern­era con cebol­la, hue­vo y oli­vas; de tern­era picante con cebol­la, pimien­to, hue­vo, oli­vas y guindil­la; pasas con cebol­la, hue­vo, oli­vas, pimien­to y pasas; a cuchil­lo de tern­era cor­ta­da con el idem, oli­vas, hue­vo, cebol­leta, pimien­tos y cerveza; chori­zo criol­lo con cebol­la y pimien­to; de criol­lo picante con cebol­la, pimien­to y guindilla.
  • De pol­lo: con cebol­la, hue­vo y pimien­to; pol­lo picante con hue­vo, cebol­la, pimien­to y guindil­la; y thai con cebol­la, lima, leche de coco y curry.
  • Veg­anas: Tahi­ni tofu de beren­je­na, cal­abaza, espár­ra­gos, trigueros, bró­coli, tofu y tahi­ni; wok de bró­coli, zana­ho­ria, espár­ra­gos trigueros, alca­chofa y soja; tomate seco con tofu, coles de bruse­las, champiñones, cal­abacín, beren­je­na y tomate seco.
  • De atún: con hue­vo, cebol­la y pimien­to; atún picante con hue­vo, cebol­la, pimien­to y guindilla.
  • De que­so: jamón york y que­so con moz­zarel­la, manchego y emmen­tal, roque­fort con jamón york, moz­zarel­la y nue­ces; cua­tro que­sos con pro­volone, emmen­tal, moz­zarel­la y gor­gonzo­la; cebol­la con moz­zarel­la y manchego; cap­rese con moz­zarel­la, tomate, manchego y alba­ha­ca; próvola con beren­je­na ital­iana, moz­zarel­la y pesto.
  • De veg­e­tales: escali­va­da con pimien­to rojo, cebol­la, beren­je­na y que­so de cabra; espinacas con cebol­la, emmen­tal y bechamel; maíz con cebol­la, gruyère y bechamel; champiñones con cal­abacín, emmen­tal, alca­chofas y bechamel. 

El pedi­do se puede acom­pañar de los cono­cidísi­mos y deli­cios alfa­jores Havanna. 

Tienen 6 tien­das local­izadas en toda la ciu­dad de Barcelona:

  • Eix­am­ple: Aveni­da de Sar­rià, 15.
  • Barcelone­ta: Car­rer Pepe Rubianes, 26.
  • El Born: Plaça de la Llana, 15.
  • Poble Nou: Car­rer Ramón Turó, 212.
  • Pl. Sant Jaume: Car­rer Call, 19.
  • El Born: Car­rer Corders, 10.

Están abier­tos todos los días de la semana.

Opciones de take away y deliv­ery con las platafor­mas de Deliv­eroo o Glovo. 

Para saber más sobre ellos entra en su web de La Fábri­ca

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Tres recetas fáciles con productos de Tierra Palaciega, la empresa sevillana especializada en tomates de calidad y con sabor

Tomate frito, pisto y mermeladas de tomate rojo y verde de Tierra Palaciega para un menú completo.

Tier­ra Palac­i­e­ga es el sueño hecho real­i­dad de un joven inge­niero agrí­co­la que le movía la gas­tronomía des­de su más tier­na infan­cia, y una vez acaba­da la car­rera se puso a recu­per­ar sabores pretéri­tos para las gen­era­ciones pre­sentes y futuras. Es en la sevil­lana local­i­dad de  Los Pala­cios y Vil­lafran­ca donde decide dar­le un giro a la empre­sa famil­iar, con el claro leit­mo­tiv de con­seguir un pro­duc­to nat­ur­al, de for­ma arte­sanal y pon­er en val­or la mate­ria pri­ma de su territorio. 

A par­tir de tomates del tipo redon­dos liso, de cosecha propia, selec­cio­nan y reco­gen man­ual­mente de la plan­ta en el momen­to jus­to de su madurez para con­seguir un tomate úni­co y con mucho sabor, ale­ja­dos de las pro­duc­ciones masi­vas e indus­tri­ales que bus­can can­ti­dad en lugar de cal­i­dad. Todos los pro­duc­tos son 100% nat­u­rales, sin con­ser­vantes, ni col­orantes, ni espe­santes. Están exen­tos de gluten y lac­tosa y lle­van la eti­que­ta de pro­duc­to vegano. 

Tier­ra Palac­i­e­ga están cer­ti­fi­ca­dos por Glob­al Gap que aut­en­tifi­ca­ba las bue­nas prác­ti­cas agrí­co­las, su pre­ocu­pación por el medio ambi­ente y el bien­es­tar del con­sum­i­dor, así como de la Mar­ca Colec­ti­va de Tomate de Los Pala­cios (cono­ci­dos como “el bom­bón col­orao”) que le dan un dis­tin­ti­vo de cal­i­dad a sus pro­duc­tos. Para el resto de ingre­di­entes se abaste­cen a par­tir de ver­duras fres­cas proce­dentes de fin­cas cer­canas a la plantación de tomates. 

“Prob­a­ble­mente la mejor fritá de tomate del mundo”

Sus difer­entes pro­duc­tos se elab­o­ran arte­sanal­mente sigu­ien­do las rec­etas tradi­cionales de la abuela del fun­dador de esta empre­sa con el obje­ti­vo de con­seguir un pro­duc­to casero y de máx­i­ma cal­i­dad. Se coci­nan a fuego lento y durante un perío­do mín­i­mo de tres horas para con­seguir una reduc­ción ade­cua­da, de tal for­ma que se con­suigue un tar­ro de 365 gramos a par­tir de 1,350 kg. de tomate nat­ur­al. El tomate frito y el pis­to se prepara con AOVE.

Productos artesanos totalmente naturales, sin gluten, sin lactosa y veganos.

La inno­vación a los pro­duc­tos tradi­cionales ha sido con la incor­po­ración de las nuevas líneas de mer­me­la­da de tomate rojo y verde, que tam­bién se elab­o­ran arte­sanal­mente, respetan­do los tiem­pos de coc­ción y sin ningún tipo de espe­sante ni con­ser­vantes, col­orantes ni pecti­nas, sola­mente zumo de limón nat­ur­al recién exprimido. 

“Prob­a­ble­mente la mejor fritá de tomate del mundo”

Catál­o­go de pro­duc­tos de Tier­ra Palac­i­e­ga:

  • Tomate frito de Los Palacios.
  • Pis­to caseo con tomate de Los Palacios.
  • Mer­me­la­da extra de tomate rojo.
  • Mer­me­la­da extra de tomate verde. 
  • Pack degustación.

Más infor­ma­ción y acce­so a la tien­da online de Tier­ra Palac­i­e­ga en el sigu­iente enlace https://www.tierrapalaciega.com/empresa-artesanal-de-productos-gourmet con envío gra­tu­ito a par­tir de la com­pra de 6 tar­ros. Tam­bién disponible en el Club del Gourmet de El Corte Inglés.

Menú com­ple­to acom­paña­do de los pro­duc­tos de Tier­ra Palaciega

Tres rec­etas con los pro­duc­tos de Tier­ra Palaciega.

Pas­ta fres­ca con tomate frito de Los Pala­cios:

  • Hervir la pas­ta fres­ca según indi­cia­ciones de la marca.
  • Una vez hervi­da la pas­ta, escur­rir bien. 
  • Pon­er 50 gramos de man­te­qui­l­la en una cazuela y volver a colo­car la pas­ta recién hervi­da y escurrida.
  • Remover bien la pas­ta y la man­te­qui­l­la para que se impreg­nen la una de la otra. 
  • Emplatar, pon­er dos cucharadas sop­eras de tomate frito Los Pala­cios, adornar con orégano o unas hojas de albahaca.
Pas­ta fres­ca con tomate frito de Los Pala­cios y Bacalao acom­paña­do de pis­to casero con tomate de Los Palacios

Bacalao sobre pis­to casero con tomate de Los Pala­cios:

  • Dorar en AOVE un par de ajos.
  • Freír los lomos de bacalao.
  • Calen­tar el pis­to casero con tomate de Los Palacios.
  • Exten­der sobre un pla­to el pis­to una vez calentado. 
  • Colo­car el bacalao encima. 
  • Y a disfrutar.
Tabla de que­so acom­paña­do de Mer­me­la­da extra de tomate rojo y verde de Los Palacios

Tabla de que­sos con mer­me­la­da extra de tomate rojo y verde:

  • Selec­cionar tus que­sos favoritos. Lo ide­al es que haya un sur­tido de pas­ta blan­da, semi­cu­ra­do, cura­do y azul.
  • Sacar los que­sos pre­vi­a­mente de la nev­era unos 15 min­u­tos para atemperarlos. 
  • Acom­pañar de fru­ta fres­ca dulce que va muy bien con los semi­cu­ra­dos, y fru­ta áci­da para limpiar la boca entre que­sos y que­so y así apre­ciar todos los matices. 
  • Añadir fru­tos sec­os que le apor­tan un toque cru­jiente a la tabla de quesos. 
  • Colo­car tostadas para poder untar de la mer­me­la­da extra de tomate rojo y verde de Los Palacios.

© 2020 José María Toro. All rights reserved

Señorío de Montanera ha lanzado un sistema ultra novedoso de envasado en atmósfera protectora para sus productos ibéricos.

Para sacar todo el sabor y aro­ma de un jamón de bel­lota 100% ibéri­co se tiene que lonc­hear o filetear de for­ma man­u­al con un afi­la­do cuchil­lo tipo jamonero, largo y del­ga­do. Los cortes tienen que ser lo más fino posi­ble, como si de papel de fumar se tratara, que se trasluz­ca y que al cor­tar por el mae­stro cor­ta­dor de jamón se pue­da leer la mar­ca del cuchil­lo. Has­ta aquí es lo ide­al, pero no todo el mun­do tiene un jamonero donde deposi­tar una pieza de jamón o paletil­la, ni tam­poco las her­ramien­tas para hac­er un corte per­fec­to y mucho menos la habil­i­dad para efec­tu­ar ese lonc­hea­do. Asimis­mo tam­bién muchas veces se descar­ta el ten­er una pieza entera para evi­tar que se seque y se dete­ri­ore por el con­tac­to con el aire al no con­sumirse rápidamente.

Has­ta el momen­to teníamos en el mer­ca­do unos sobres donde esta­ban deposi­tadas las lon­chas del jamón ya cor­tadas fina­mente pero ni el sabor ni el aro­ma era el esper­a­do, ése que recor­damos de momen­tos glo­riosos dónde un mae­stro cor­ta­dor con sus afi­ladas her­ramien­tas nos hacía sali­var, como el per­ro de Pavlov, mien­tras iba cor­tan­do y deposi­tan­do ele­gan­te­mente en un plati­to los difer­entes cortes.

Señorío de Mon­tan­era, la empre­sa extremeña de pro­duc­tos ibéri­cos, ha dado una vuelta de tuer­ca para que el públi­co pue­da sabore­ar los lonc­hea­d­os como si estu­vier­an recién cor­ta­dos a cuchil­lo, medi­ante el envasa­do en atmós­fera pro­tec­to­ra. Si después de todo el pro­ce­so de cría y elab­o­ración de una pieza de este val­or no se podía apre­ciar en su total­i­dad algo fal­la­ba en todo este pro­ce­so, y se ha resuel­to con este sis­tema ultra novedoso.

Ven­ta­jas del sis­tema de envasa­do en atmós­fera protectora:

  • Se pre­sen­ta en un envase reuti­liz­able que es de muy fácil aper­tu­ra y de con­ser­vación, ya que su tapa rígi­da facili­ta su preservación.
  • Mantiene todos los sabores, aro­mas y tex­turas como recién cortado.
  • Se elim­i­na esa apari­en­cia plas­ti­fi­ca­da, y por tan­to se lib­era de olores y sabores a mate­ri­ales sintéticos.
  • No es nece­sario some­ter el envase a calen­tamien­to para facil­i­tar la sep­a­ración de las lonchas.
  • No hay que recur­rir a plás­ti­cos para sep­a­rar las difer­entes capas.

 

Loncheados de Señorío de Montanera envasado en atmósfera protectora

Lonc­hea­d­os de Señorío de Mon­tan­era envasa­do en atmós­fera protectora

 

Todas estas car­ac­terís­ti­cas del nue­vo envase en atmós­fera pro­tec­to­ra per­mite dis­fru­tar de unas lon­chas de jamón en cualquier momen­to como si estu­viera recién cor­ta­do a cuchil­lo por un mae­stro cor­ta­dor de jamón. Sola­mente hay que sacar­lo del frig­orí­fi­co unos 5 min­u­tos antes para que el pro­duc­to se atem­pere. Una vez abier­to hay que con­sumir antes de 5 días.

Pro­duc­tos disponibles en este sis­tema de atmós­fera protectora:

  • Jamón de bel­lota 100% ibéri­co D.O. Dehe­sa de Extremadura.
  • Jamón de bel­lota 100% ibérico.
  • Pale­ta de bel­lota 100% ibérico.
  • Lomo dobla­do ibéri­co de bellota.
  • Lomo de bel­lota 100% ibérico.
  • Salchichón de bel­lota 100% ibérico.
  • Chori­zo de bel­lota 100% ibérico.

Disponible en la tien­da vir­tu­al de Señorío de Mon­tan­era en el Club del Gourmet de El Corte Inglés y en tien­das gourmet espe­cial­izadas en ibéri­co puro.

© 2019 José María Toro. All rights reserved

El chef Pierre Thiam y su cocina senegalesa en versión pop-up en el Cotton House Hotel

Una mala pasa­da, un infor­tu­nio del des­ti­no y como con­se­cuen­cia una car­rera trun­ca­da con sus con­sigu­ientes sueños roto de un jovencísi­mo Pierre Thi­am recién lle­ga­do de África a la ciu­dad que nun­ca duerme, a la cap­i­tal por antono­ma­sia de la tier­ra de las opor­tu­nidades. Una div­ina o cós­mi­ca inter­ven­ción (leer una pal­abra u otra depen­di­en­do de lo que creamos) de un ángel sal­vador cam­bió su sino por otro, el de chef, que le ha dado mucha feli­ci­dad y la opor­tu­nidad de dar a cono­cer la rica gas­tronomía de su pueblo, con­vir­tién­dose en emba­jador de la coci­na de su pueblo y  por ende de la cos­ta oeste africana donde está situ­a­do Sene­gal, su país natal.

El chef Pierre Thiam en la presentación de su pop-up en la Library del Cotton House Hotel

El chef Pierre Thi­am en la pre­sentación de su pop-up en la Library del Cot­ton House Hotel

 

Un hom­bre tran­qui­lo de mira­da sin­cera y humilde explicó en la pre­sentación de su pop-up, cómo llegó has­ta aquí hacien­do un repa­so a su trayec­to­ria pro­fe­sion­al con la aper­tu­ra de cua­tro restau­rantes, una empre­sa de cater­ing y var­ios libros de coci­na y pro­gra­mas de tele­visión divul­gan­do la coci­na sene­gale­sa. Libros recopi­lación de las rec­etas orales de las mujeres de su famil­ia que se trans­mitían de gen­eración en gen­eración. Varias veces ha for­ma­do parte del grupo de chefs invi­ta­dos a las Naciones Unidas. Actual­mente ges­tiona los restau­rantes Teran­ga de Nue­va York y Teran­ga Lounge en el Hotel Pull­man de Dakar. Reconocimien­tos como el Pre­mio Sun­set Dias­po­ra por su con­tribu­ción a las Artes Culi­nar­ias de Sene­gal, el Pre­mio al Desar­rol­lo del Tur­is­mo Respon­s­able otor­ga­do por la Aso­ciación Africana de Via­jes, y con la Medal­la de las Aso­cia­ciones de Chefs de Zim­bab­we y el Pre­mio al Libro de Coci­na Julia Child.

Cóctel de bienvenida

Cóc­tel de bien­veni­da y que mari­da con las prop­ues­tas del menú degustación

 

La coci­na del chef Pierre Thi­am que durante 3 meses se podrá dis­fru­tar en el ele­gante Cot­ton House Hotel se basa en alim­ien­tos orig­i­nar­ios de África Occi­den­tal y que sólo se pro­ducen y se pude com­prar en esa zona, como el fonio uno de los cereales más antigu­os de nue­stro plan­e­ta, que crece muy rápi­do, en sola­mente 8 sem­anas y nece­si­ta muy poca agua con lo cual se cul­ti­va en zonas semi­desér­ti­cas. La okra que es una ver­du­ra con propiedades diges­ti­vas, con­tro­lar la dia­betes, reducir la fati­ga y aumen­tar los nive­les de resisten­cia. Y el plan­tain, de la fámil­ia del plá­tano pero que se tra­ta como una ver­du­ra porque se tiene que coci­nar para con­sumir. Sus platos son gluten free. El menú degustación puede ser tam­bién en ver­sión veg­e­tar­i­ana y se sirve de miér­coles a domin­go de 19 a 22:15h. Los mis­mos días de la sem­ana se pueden degus­tar tapas de 11:30 a 22:15h. Disponible des­de el 2 de mayo has­ta el 31 de julio de 2019. Se com­ple­men­ta con una prop­ues­ta de cócte­les para acom­pañar los sabores y aro­mas del menú. Pre­cio con mari­da­je 78 euros y sin mari­da­je 60 euros. La dec­o­ración de la ter­raza del Cot­ton House se ha vesti­do y mime­ti­za­do para la ocasión en vibrantes y vivos col­ores que evo­can el ori­gen africano del chef Pierre Thi­am.

Terraza del Cotton House Hotel

Vibrantes y vivos col­ores para la ambi­entación de la ter­raza del Cot­ton House Hotel

 

Platos degus­ta­dos:

  • Cro­que­tas de salmón y yuca con glasea­do de tamarindo dulce.

Croquetas de salmón y yuzu

Cro­que­tas de salmón y yuzu

 

  • Man­go y cere­les de fonio con adere­zo de lima y jengibre.

Mango y cereales de fonio

Man­go y cereales de fonio

 

  • Fri­joles pin­tos y beren­je­na hecha a la par­ril­la envuelta en hoja de plá­tano (del menú vegetariano)
  • Gam­bas en coco y lima sobre mijo de cous­cous thiéré.

Gambas en coco y lima

Gam­bas en coco y lima

 

  • Filete de res al esti­lo hausa con ensal­a­da tib­ia de fri­joles y tomate marinado.

Filete de res

Filete de res

 

  • Pudin de arroz con coco, man­go asa­do con miel y con­fi­ta­do de “hibis­cus sombi”.

Pudín de arroz con coco

Pudín de arroz con coco

 

Cot­ton House Hotel sigue en su línea de ofre­cer prop­ues­tas inno­vado­ras a par­tir de la gas­tronomía y otras ofer­tas como teatro en pequeño for­ma­to en su ele­gante Library a seme­jan­za de los clubs ingle­ses, su mar­ket en su patio-jardín-oasis urbano, y mucho más, pen­sadas para el via­jero curioso que se hospe­da en el hotel y tam­bién para el ciu­dadano de Barcelona con sen­si­bil­i­dad estéti­ca y cul­tur­al. En estas expe­ri­en­cias gas­tronómi­cas pop-up pasaron en primer lugar el chef Atul Kochar con su coci­na de espe­cias y ele­men­tos indios, y el segun­do fue el chef Davide Oldani con su coci­na min­i­mal­ista rein­tepretación de la tradi­ción italiana.

Detalle del interior del restaurante Batuar

Detalle del inte­ri­or del restau­rante Bat­u­ar del Cot­ton House Hotel

 

Este cén­tri­co hotel de 5 estrel­las está dec­o­ra­do por el acla­ma­do inte­ri­or­ista Lázaro Rosa Vio­lán, inspi­ra­do en el algo­dón que evo­ca suavi­dad, como­di­dad, del­i­cadeza y nat­u­ral­i­dad y que por otro lado revive su ante­ri­or uso: sede de la Fun­dación Tex­til Algo­don­era. Es miem­bro de Auto­graph Col­lec­tion Hotels, una mar­ca del grupo Mar­riott ori­en­ta­do a ofre­cer via­jes úni­cos en los des­ti­nos más bus­ca­dos del mundo.

Cot­ton House Hotel Gran Vía de les Corts Cata­lanes, 670. 08010 Barcelona Telé­fono 934 505 045

Teran­ga 1280 5th Avenue. Harlem, New York 10019 (USA)

Teran­ga Lounge 10, rue Col­bert. Pull­man Hotel. BP 3380 Dakar (Sene­gal)

© 2019 José María Toro. All rights reserved

 

 

 

 

Juana Madrid la salsa brava más molona (y sin gluten)

¡Sí, es ver­dad! todos, o casi todos, en algún momen­to de nues­tra vida hemos can­ta­do en algún bar de bar­rio la can­ción Lady Madrid, ese him­no entre año­rante y triste de los chicos de Pereza, Rubén y Ley­va, que nos recuer­da a esa chi­ca que se fue y con los años seguimos bebi­en­do los vien­tos por ella. Y como no podía ser de otra for­ma, todo los gatos y forá­neos, guardamos una amar­il­len­ta fotografía suya en nues­tra mate­ria gris más poéti­ca y román­ti­ca, por mucho que vayamos de duro y de rocan­rol del heavy, de nues­tra par­tic­u­lar Lady Madrid, cada uno tiene la suya “la chi­ca cor­ri­ente más boni­ta que ningu­na” con la Puer­ta de Alcalá detrás, la mis­ma que “ahí está, vien­do pasar el tiem­po”. Así es tam­bién Jua­na Madrid la sal­sa bra­va más molona y sin gluten.

Patatas con la salsa brava Juana Madrid

Patatas con la sal­sa bra­va Jua­na Madrid

 

Con un apel­li­do que nos trasla­da inmedi­ata­mente, y con el mis­mo ímpetu que el muelle de un resorte, a ese bar de bar­rio de algu­na esquina de la madrileña calle de Alcalá, donde nació nues­tra pro­tag­o­nista allá por 1963, entre gri­tos de los par­ro­quianos y del camarero con tablas y con inmac­u­la­da camisa blan­ca pasan­do al jefe de bar­ra con galones, la coman­da de cañas y bravas. Que no con­ce­bi­mos un bar que mole sin su ración de patatas bravas con su sal­sa casera. Con el paso de los años, nues­tra Jua­na Madrid sigue sien­do orig­i­nal pero aho­ra, y sin perder su aire más cas­ti­zo, se ha hecho mod­er­na, y con su pañue­lo al cuel­lo es tam­bién gluten free porque los tiem­pos cam­bian, pero sin perder su esen­cia, porque antes no se añadía endulzantes ni tam­poco lac­tosa y aho­ra menos. Jua­na Madrid es así, es decir, total­mente natural.

En tres var­iedades de picante iden­ti­fi­cadas en la eti­que­ta por las guindil­las: una, dos o tres: Una, para los peques de la casa o para los que no sopor­tan el picante, que haber­los hay­los. Dos guindil­las que sería esa autén­ti­ca, la de bar de toda la vida. Para los que van de guays y la pal­abra miedo no está en su dic­cionario (y su estó­ma­go puede con todo) está la sal­sa bra­va con 3 guindil­las. Como inno­vación y para los via­ja­dos, curiosos, gourmets y tam­bién para el/la hip­ster gafa­pas­ta están las var­iedades de “Bra­va Tru­fa & miel” para acom­pañar carnes al horno, a la bar­ba­coa o dar­le ese pun­to difer­ente a una piz­za, y así pasar por un cocinil­las exper­to delante de tu chico/a preferido/a. La “Bra­va cur­ry & man­go” que nos trasla­da a la India sin mover­nos de Madrid, lo mejor de ambos mun­dos en un bote, y sirve para acom­pañar mariscos, pol­lo, cer­do o arroz bas­mati. Y el últi­mo guiño es a otra cul­tura her­mana, Méx­i­co, que de picante sabe y mucho, la “Bra­va cilantro & chile ser­ra­no”, una sal­sa ¡padrísi­ma! para acom­pañar tacos, enchi­ladas, faji­tas y por supuesto los nachos con que­so. Aten­ción que si después de pro­bar esta últi­ma sal­sa os sale acen­to mex­i­cano no es con­se­cuen­cia de la sal­sa sino de las Coro­nas que os habéis bebido.

Más infor­ma­ción de la Sal­sa Bra­va Jua­na Madrid en su web así como donde encon­trar­la o para com­prar en su tien­da online.

Los restaurantes de barrio ganadores de la segunda edición de los Premios Barcelona Restauración han sido Granja Elena, El Tomás de Sarrià, En Ville y el reconomiciento especial a Can Recasens

El Ajun­ta­ment de Barcelona creó en el 2018 este pre­mio para recono­cer el ser­vi­cio que prestan los difer­entes restau­rantes de la Ciu­dad Con­dal y su con­tribu­ción como eje ver­te­brador a for­mar bar­rio alrede­dor de ellos.

II Premis Barcelona Restauració

II Premis Barcelona Restauració

 

Los pre­mios están clasi­fi­ca­dos en 3 cat­e­gorías y aspi­ran­do diez restau­rantes en cada una de ellas, uno por cada dis­tri­to barcelonés, de tal man­era que el con­jun­to de final­is­tas rep­re­senta­ban un total de 30 restau­rantes barceloneses.

Los pre­mios han esta­do sep­a­ra­dos por “Cal­i­dad Gas­tronómi­ca”, “Inte­gración en el bar­rio” y “Local noto­rio o inno­vador”. Para la edi­ción de este año se ha aña­di­do la cat­e­goría de “Reconocimien­to espe­cial”.

Los ganadores y los final­is­tas en cada cat­e­goría han sido los siguientes:

  • En “Cal­i­dad Gas­tronómi­ca” se ha val­o­rado el recor­ri­do gas­tronómi­co, y el vence­dor ha sido un clási­co casi escon­di­do en el Pas­seig de la Zona Fran­ca, Gran­ja Ele­na del dis­tri­to de Sants-Mon­tjuïc. El resto de final­is­tas han sido los sigu­ientes restau­rantes: Robado­ra (Ciu­tat Vel­la), Agust Gas­tro­bar (Eix­am­ple), Rab­bar (Les Corts), Vivan­da (Sar­rià-Sant Ger­vasi) Roig Robí (Grà­cia), Bar Restau­rant Ginés (Hor­ta-Guinardó), L’Hostalet (Nou Bar­ris), El Palo­mo Cojo (Sant Andreu) y Els Pescadors (Sant Martí).

Granja Elena

Gran­ja Elena

 

  • En “Inte­gración en el bar­rio” se ha eval­u­a­do la iden­ti­fi­cación del restau­rante con el entorno y en este caso el campeón ha sido el míti­co El Tomás de Sar­rià del dis­tri­to de Sar­rià-Sant Ger­vasi. Los final­is­tas han sido: L’Òs­tia Barcelone­ta (Ciu­tat Vel­la), Casa Dori­ta (Eix­am­ple), Petit Mon­tjuïc (Sants-Mon­tjuïc) L’Escopinya i el cuco (Les Corts), La Pepi­ta (Grà­cia), Las Deli­cias del Carme­lo (Hor­ta-Guinardó), La Forquil­la (Nou Bar­ris), Can Pere Tapes (Sant Andreu), Can Recasens (Sant Martí)

El Tomás de Sarrià

El Tomás de Sarrià

 

  • En “Local noto­rio o inno­vador” se ha apre­ci­a­do el local sin­gu­lar o su trayec­to­ria históri­ca, y tri­un­fador ha sido el restau­rante En Ville 100% sin gluten de Ciu­tat Vel­la. Los final­is­tas que han com­peti­do por este títu­lo han sido: Artte (Eix­am­ple), La Por­ca (Sants-Mon­tjuïc), Met­ric Mar­ket (Les Corts), Bode­ga Pàd­ua (Sar­rià-Sant Ger­vasi), Gar­den Piz­za by Rafa Panatieri (Grà­cia), Mar­ti­cof­fee (Hor­ta-Guinardó), Bar La Choli­ta (Nou Bar­ris), Med­i­na (Sant Andreu), La Clo­ten­ca (Sant Martí)

En Ville

En Ville

 

  • El reconocimien­to espe­cial ha sido para Can Recasens del dis­tri­to de Sant Martí por su larga trayec­to­ria de 113 años.

Can Recasens

Can Recasens

 

El jura­do estu­vo for­ma­do por difer­entes per­son­al­i­dades del ámbito políti­co y pri­va­do de recono­ci­do prestigio.

© 2019 José María Toro. All rights reserved.

 

Un mordisco (sin gluten) a Canadá

Canadá es espa­ciosa y verde como un cam­po de fút­bol gigante o de lacrosse, el juego nacional jun­to con el hock­ey sobre hielo. Una cifra de sólo trein­ta y seis mil­lones de habi­tantes en el segun­do país más grande del mun­do per­mite que aquí se pue­da vivir hol­gada­mente. Bas­ta con ver los jar­dines de las casas con sus mesi­tas y mece­do­ras. Hay césped por todos los lados, has­ta en medio de los car­riles de las autopis­tas. Y hay lagos gigantes y glacia­res, bal­lenas, islas, cam­pos de golf por doquier, bode­gas y ciu­dades afa­bles como el carác­ter de los cana­di­ens­es. Al menos en el mordis­co dulce y sin gluten que saboreé. Porque este es un país tan inmen­so que no creo ni que su sober­ana, la Reina Isabel II, lo haya recor­ri­do de norte a sur. Nece­si­taría mucho tiem­po. Cuan­do decides ir a Canadá a menos de que dispon­gas de un par de meses, como mín­i­mo, debes ele­gir. Mi opción, como primer acer­camien­to a este enorme país es la cos­ta este. Un coche en el aerop­uer­to de Toron­to y todo a babor entre camiones gigan­tescos, algunos de pelícu­la, y car­a­vanas de todo tipo. Aquí casi todo el mun­do tiene una en el patio de su casa.  

Típicas casas canadienses en una calle de Gananoche

Stonewa­ter Bed and Break­fast en Gananoque

 

El primer pun­to impor­tante del recor­ri­do después de hac­er noche en Oshawa, es Kingston. En esta pequeña ciu­dad, la más antigua de Canadá se res­pi­ra un ambi­ente entre clási­co y mod­er­no adereza­do con mucho jazz en vivo. Hay tien­decil­las y bares para ele­gir. Como a gus­tos eco no hay quien me gane, me que­do con un vis­toso super­me­r­ca­do de pro­duc­tos nat­u­rales, muchos a granel: el Tara Nat­ur­al Foods, donde com­pramos una miel deli­ciosa, y Le Chien Noir, un bistro francés con vinos de un mon­tón de sitios, has­ta albar­iños había, y unas ensal­adas espectaculares.

Kingston

Kingston

 

A unos 30 kilómet­ros de Kingston, la cita abso­lu­ta­mente ine­ludi­ble es en Gananoque. Este curioso pueblecito rezu­ma tran­quil­i­dad en sus calles pla­gadas de las típi­cas casas bajas cana­di­ens­es con sus ban­deras ondeantes. Dan ganas de pon­erse unas mal­las y unas zap­atil­las de deporte y lan­zarse a cor­rer por sus par­ques, donde por cier­to, vi plan­tadas col­iflo­res. Su pun­to fuerte, además de su cal­ma inque­brantable, es ser muelle de par­ti­da hacia las famosas Mil Islas, un fan­tás­ti­co must cuan­do via­jas a la zona. Un lugar ide­al para dormir jun­to al puer­to es el Stonewa­ter Manor B&B. Las habita­ciones son pre­ciosas y sus dueños que tam­bién regen­tan un fab­u­loso pub irlandés anexo (con burg­ers gluten free, algu­nas veg­anas) son encan­ta­dores. Además, sir­ven unos desayunos esplén­di­dos que incluyen unas tostadas sin gluten con man­te­qui­l­la y una tor­tilla de champiñones para llo­rar de alegría.

Casa en las Mil Islas

Casa en las Mil Islas

 

Ottawa, cap­i­tal can­di­ens­es y sigu­iente para­da, se merece medio día de via­je y una noche en el Blue Cac­tus para beber una copa de vino del Niá­gara con una ban­de­ja gigante de boni­a­to frito. Antes, visi­ta los puestos y cafés del ani­ma­do mer­ca­do Byward, las exclusas del Canal Rideau, los edi­fi­cios del Par­la­men­to que recuer­dan al West­min­ster de Lon­dres y, si tienes tiem­po, la Nation­al Gallery. Luego sigue tu rum­bo sin mirar atrás.

Ottawa

Un rincón para winelovers en Ottawa

 

Después de Ottawa nos dirigi­mos hacia el Par­que Nacional de la Mauricie y hace­mos para­da para dormir y cenar en Shaw­ini­gan a pocos kilómet­ros del Par­que. Este refu­gio nat­ur­al donde habi­tan osos negros, alces y cas­tores, es una autén­ti­ca mar­avil­la, sobre todo cuan­do des­cub­ri­mos una playa desier­ta en uno de los lagos que la inun­dan. Qué bien sabe un baño en aguas cristali­nas. Un pic­nic con pro­duc­tos de la zona y a soñar. Rum­bo al norte, tras aban­donar el Par­que, recor­re­mos un para­je pla­ga­do de lagos para dormir en La Tuque, una local­i­dad con su propia estación de esquí alpino, donde recomien­do el BB La gui­te du parc. Si eres gluten free, éste es tu lugar porque su dueña es celía­ca. Como una de las car­ac­terís­ti­cas de la condi­ción cana­di­ense jun­to con la ama­bil­i­dad es la hon­esti­dad, hacien­do caso a nues­tra anfitri­ona, cen­amos en Le Boke: buenos vinos y un con­fit de pato con risot­to de setas y ver­du­ri­tas para recor­dar todo el viaje.

Parque Nacional de La Maurice

Par­que Nacional de La Maurice

 

Des­de La Tuque avan­zamos hacia el Lago St. Jean durante desér­ti­cos kilómet­ros para darnos un bañi­to hela­do en la vil­la de Rover­bal y acabar en la ciu­dad de Alma, conc­re­ta­mente en La Mai­son de Matelot, un sen­cil­lo hotelito de 5 habita­ciones, una ter­raza con vis­tas de agua dulce y deli­ciosos desayunos gluten free. La vida es her­mosa. A oril­las del lago, pre­ciosas casitas se suce­den. Es el lujo cana­di­ense que con­siste en ten­er a tu dis­posi­ción un troc­i­to de lago con un embar­cadero o unas tum­bonas. Así que sal­vo en las playas autor­izadas, los acce­sos a St. Jean son pri­va­dos. Un lugar ide­al en el Lago para coger una bici y pasar el día con un buen pic­nic es el Par­que Nacional de la Pointe-Tail­lon, un refu­gio de cas­tores y pre­ciosos senderos acom­paña­do de kilómet­ros de playas sosegadas. Al norte del lago Saint Jean, visi­ta el pequeño pueblo de Per­in­bo­ka. Pedirás a tu dios o a la lotería nacional asi­lo en uno de esos rincones.

Maison de Matelot

Mai­son de Matelot

 

Después de aban­donar Alma y haber cena­do en Mario Trem­blay o en el Café du Clocher, en ambos sir­ven un jugoso salmón, dirígete a Tados­sac pasan­do por el fan­tás­ti­co Par­que Nacional des Monts Valin. Los lagos siguen sien­do los mejores com­pañeros pero su placidez y sus fan­tás­ti­cas casas no dejan de asom­brar al vis­i­tante. Tados­sac es uno de los lugares del mun­do más impor­tantes para avis­tar bal­lenas, además de situ­arse jun­to a un her­moso fior­do. Los cetáceos se pueden divis­ar des­de un bar­co o zodi­ac pero tam­bién a sim­ple vista des­de la cos­ta. Recorre el paseo que parte del puer­to y si vas entre junio y noviem­bre las verás juguete­an­do entre las olas. El pueblo es un enclave agrad­able y ani­ma­do en medio de la tran­quila Canadá. Además, alber­ga una pre­ciosa capil­la que es la igle­sia de madera más antigua del país. Para tomar una ensal­a­da de pato o una burg­er de salmón (opción gluten free) pasa por el Pick Up Gril­lé. Para el mejor café (bio) de la zona, acér­cate al veci­no pueblo de L’Anse de Roche. En el úni­co que hay, el Cas­ta Fjord, su estram­bóti­ca encar­ga­da hará que el paseo merez­ca aún más la pena. Para una cena deli­ciosa dirígete al Café Bohème. Un con­se­jo, como no admiten reser­vas, vete como a eso de las 8:30h (cier­ran a las 10h) cuan­do los “no españoles” están terminando.

Tadossac

Café Bohème en Tadossac

 

En Que­bec, la úni­ca ciu­dad amu­ral­la­da del Norte de Améri­ca, huele a Paris y a las palomi­tas con man­te­qui­l­la y carame­lo de Marys. Me enten­derás cuan­do la vis­ites. Pasea por sus calles, entra en sus galerías de arte y sus tien­das de antigüedades. Date un paseo por el mer­ca­do, com­pra las man­zanas y fre­sas más vivas que he vis­to y si nece­si­tas algo más dulce prue­ba el sirope de Maple. No te olvides de dis­fru­tar de un almuer­zo ecológi­co en el bistro organ­ic L’o­ry­gin (tienen una car­ta de vinos inmen­sa) y para cenar y arru­inar la dieta del medio día, toma una fan­tás­ti­ca piz­za de que­so de cabra sin gluten en La Piazzetta. Y ya que esta­mos de que­sos, encuen­tra los mejores, inclu­i­dos algunos de Fuerteven­tu­ra, en la calle Saint Jean (Épicerie Européenne), donde podrás escuchar músi­ca en vivo en algunos de sus locales. Recuer­da vis­i­tar el bar­rio de Saint Roth para cono­cer la parte más alter­na­ti­va de la city y sus múlti­ples cafeterías. Por cier­to, en esta ciu­dad se habla español. En cin­co establec­imien­tos encon­tramos encan­tan­dores cana­di­ens­es que lo dom­ina­ban a la per­fec­ción. Nues­tra elec­ción para dormir fue una habitación abuhardil­la­da en el sen­cil­lo y pin­toresco hotelito Mai­son Ste-Ursule, den­tro del col­ori­do y musi­cal cas­co histórico.

Quebec. La Perle

Que­bec. La Perle

 

La últi­ma para­da de nue­stro via­je es la ciu­dad de Toron­to, una gran urbe de más de seis mil­lones de per­sonas prove­nientes de todos los rin­cones del plan­e­ta. Quizás Toron­to no tiene el saber estar ni la ele­gan­cia parisi­na de Que­bec pero tiene chis­pa. Y de la bue­na. Bas­ta con cam­i­nar sus calles y acer­carse al bar­rio bohemio de Kens­ing­ton para com­pro­bar­lo. Ropa de segun­da mano, tien­das bio y un mon­tón de gar­i­tos donde tomar comi­das del mun­do ¿qué tal unos tacos y un mar­gari­ta en el meji­cano Pan­cho y Emil­iano? Otro lugar imperdi­ble de la ciu­dad para los gluten free y tam­bién para los amantes de la comi­da vene­zolana es el Arepa Café, con platos deli­ciosos y con­tun­dentes que sir­ven como cater­ing al equipo local de béis­bol, el queri­do Blue Jays. En Toron­to, además de pro­bar una deli­ciosas pako­ras en Lit­tle India, visi­ta la famosa torre CN que lid­era la ciu­dad des­de lo alto si no temes a las colas. Tam­bién, acér­cate a sus museos, al puer­to o a la cono­ci­da Casa Loma. Por últi­mo, no te olvides de tomar algo en el mer­ca­do de St. Lawrence, el mejor del mun­do según Nation­al Geographic.

Centro de Toronto

Cen­tro de Toronto

 

Para ter­mi­nar el mordis­co cana­di­ense, nos acer­camos una jor­na­da a las famosas Cataratas del Niá­gara. Por cier­to, cóm­prate un chubas­quero si no quieres ter­mi­nar empa­pa­do. Luego, dis­fru­ta del día como quieras, tienes todo tipo de activi­dades para realizar pero no te quedes sin deleitarte con una copa de vino autóctono con vis­tas al estratos­féri­co cau­dal de agua.

Cataratas del Niágara

Cataratas del Niágara

 

Ya en el aerop­uer­to Pear­son de Toron­to, rum­bo a casa, el ansia via­jera no ha queda­do saci­a­da. O a lo mejor es gula. La sen­sación es la de quer­er ver más y más verde. Y más azul. En la son­risa lle­vo el impul­so quiméri­co de tomar un coche o un avión y diri­girnos hacia Van­cou­ver para seguir des­cubrien­do paisajes fan­tás­ti­cos y ciu­dades ami­ga­bles. En el espíritu, el anh­elo nave­g­ante de con­tin­uar sabore­an­do esa fru­ta enorme y jugosa que es Canadá.

© 2018 Noe­mi Mar­tin . All rights reserved. 

 

 

 

 

Cerdeña en modo love

Si bus­cas un rincón del plan­e­ta Tier­ra donde pasar unas vaca­ciones román­ti­cas, aquí lle­ga la últi­ma prop­ues­ta del Blog Hedo­nista: Cerdeña. Esta her­mosa isla ital­iana es ide­al para dar rien­da suelta al amor y la ñoñería. Eso sí, te ped­i­mos que esco­jas los meses de mayo, junio o sep­tiem­bre si quieres que tu fogosi­dad no se vaya al traste entre hor­das de tur­is­tas inva­di­en­do sus pre­ciosas calas. Aquí tienes diez con­se­jos para recor­rer Cerdeña en “modo love”:
 
Primero: Piérdete en las calle­jue­las de la cap­i­tal, Cagliari, dis­fru­tan­do de sus ter­razas y restau­rantes con tu amante o “aman­ta”. Mit­i­ga el calor en la playa del Poet­to, toma un hela­do en la Plaza Jenne y una copa de vino con una bue­na comi­da sar­da y ambi­ente musi­cal en Sei Ottavi.  Para pasar noche, apun­ta: Anti­co Cor­so Charme, habita­ciones sen­cil­las pero mar­avil­losas en un antiguo edi­fi­cio del siglo XVIII. Y para repon­er fuerzas  después de una noche de desen­freno, un sucu­len­to desayuno servi­do con mimo en la habitación. 

Cagliari

Cagliari

Antico Corso Charme

Anti­co Cor­so Charme

Segun­do: Visi­ta las her­mosas ruinas de la ciu­dad feni­cia y romana de Thar­ros, pasan­do antes por la igle­sia pale­ocris­tiana de San Gio­van­ni di Sinis para jurarte pasión eter­na en el tem­p­lo más antiguo de la Isla (siglo VI). Al atarde­cer date un baño en la playa de Is Aru­tas y pasea por su bril­lante are­na. Recuer­da que no podrás lle­varte ni un gran­i­to porque está pro­te­gi­da. La cena en Oris­tano, una pequeña y ser­e­na ciu­dad con una estu­pen­da ofer­ta gas­tronómi­ca. Un ejem­p­lo: el Bleu. Para dormir, elige un hotel tran­qui­lo en pleno cen­tro como el Mar­i­ano IV Palace con un per­son­al amable y un recon­for­t­ante desayuno.

Ruinas de Tharros

Ruinas de Tharros

Ter­cero: Des­de Oris­tano dirígete a Bosa para tomar un ten­tem­pié en esta román­ti­ca y col­orista ciu­dad. A medio día estarás en Alghero, donde podrás dis­fru­tar de sus her­mosas calles con sabor catalán y sus ter­rac­i­tas jun­to al mar. Si bus­cas tomar un buen vino ital­iano adereza­do con pin­chos vas­cos y pecori­no sar­do,  la direc­ción es clara: Sar­doa Aper­i­ti­vo di Vino. No te sor­pren­das si mien­tras sabore­as tu copa de Can­nonau (la gar­nacha sar­da) y mordis­queas el famoso pan Carasau, sue­na de fon­do Ismael Ser­ra­no. 
 
Cuar­to: Sigue des­cubrien­do la cos­ta Oeste y tómate unos días de relax en El Faro Hotel Spa, situ­a­do en el Par­que Nat­ur­al de Por­to Con­te.  El desayuno y las cenas son deli­ciosos y tiene un increíble acce­so pri­va­do al mar. Des­de aquí visi­ta las encan­ta­do­ras playas de la zona y déjate mimar por tu pare­ja mien­tras paladeas una copi­ta de Mir­to, el licor isleño por excelencia.

El Faro Hotel Spa

El Faro Hotel Spa

Quin­to: Recorre el norte de la Isla pasan­do por sus tran­quilas playas y dis­fru­ta de un autén­ti­co espres­so ital­iano en el her­moso pueblo medieval de Cas­tel­sar­do mien­tras te vig­i­la su impo­nente castil­lo.  Después, resér­vate unos días, o si puedes, media vida, para soñar despier­to en la apaci­ble local­i­dad de Iso­la Rossa.  Te apun­ta­mos el Hotel Marined­da Tha­las­so Spa jun­to a la tran­quila playa del mis­mo nom­bre, donde morirás de amor con sus cenas y desayunos con vis­tas al Tir­reno, prepara­dos con espe­cial car­iño para celi­a­cos y “gluten free”.     
               
Sex­to: Toma un fer­ry en el Puer­to de Palau hacia el pequeño Archip­iéla­go de la Mad­dale­na. Tírate al sol en sus cal­i­tas escon­di­das de col­or verde azu­la­do y cruza has­ta la isla de Capre­ra en coche. Visi­ta la casa de Garibal­di, líder de la unifi­cación ital­iana, aven­turero y un entu­si­as­ta galán: tres esposas y algu­na que otra amante con­fir­ma­da. A la vuelta de la visi­ta cul­tur­al, un baño en Cala Ser­e­na, cat­a­lo­ga­da como una de las playas más román­ti­cas del mun­do, tam­bién en Capre­ra. Para cenar, te recomen­damos cualquiera de las taber­nas del ani­ma­do puer­to de La Mad­dale­na, donde si tienes suerte podrás escuchar algún concier­to de músi­ca en vivo. Para dormir en ple­na aveni­da marí­ti­ma, un clási­co: el Excel­sior.    

Costa de la Maddalena

Cos­ta de la Maddalena

Sép­ti­mo: Pon a prue­ba la gen­erosi­dad de tu acom­pañante en los escaparates de Por­to Cer­vo. Este pequeño enclave de la Cos­ta Esmer­al­da es un lugar de encuen­tro de ricos y famosos. Pre­ciosas casitas miran­do a un puer­to pla­ga­do de yates. Restau­rantes y tien­das vip. Y ya sabes que si a estas alturas, tu com­pañero de via­je no te con­vence, siem­pre te quedará la posi­bil­i­dad de encon­trarte a George Clooney toman­do un negroni en algún gar­i­to cool. 
 
Octa­vo: Dis­fru­ta de una jor­na­da de sol mediter­rá­neo en la Cala Capric­ci­oli, una de las más boni­tas de Cos­ta Esmer­al­da. Aprovecha para degus­tar en cualquiera de los restau­rantes de la zona los platos de pas­ta sar­dos más cono­ci­dos: los culur­giones o los gno­chet­ti sar­di. Tam­bién tienes la opción más play­era de los chirin­gui­tos: una Ich­nusa (la cerveza más pop­u­lar de la Isla con más de cien años) y un pul­pi­to y a morir de plac­er.  

Ichnusa

La cerveza Ich­nusa. Recu­pera el nom­bre de la antigua denom­i­nación grie­ga de esta isla.

Noveno: Pasa una tarde en Olbia, la “ciu­dad feliz” según los grie­gos, después de vis­i­tar alguno de los yacimien­tos arque­ológi­cos cer­canos. Para la ocasión, cóm­prate un mod­eli­to en cualquiera de las tien­das de Cor­so Hum­ber­to. Si bus­cas cenar en un sitio clási­co, te sug­e­r­i­mos el mag­ní­fi­co Da Pao­lo y sus platos tradi­cionales. Si te apetece algo más mod­ernil­lo y estiloso, prue­ba el deli­cioso que­so frito en las mesi­tas exte­ri­ores del  Anti­cas Licanzias. Final­iza la jor­na­da en el Hotel Panora­ma con increíbles vis­tas a la ciu­dad y una ter­raci­ta espec­tac­u­lar donde tomar una copa en la últi­ma plan­ta.                    

 
Déci­mo: Ter­mi­na tu via­je recor­rien­do las play­i­tas nat­u­rales y casi desér­ti­cas de la cos­ta este de Cerdeña. Como a algu­nas sólo podrás acced­er en bar­co o a pie tras un buen paseo, estarán casi a tu exclu­si­va dis­posi­ción. Cala Luna, Gogone o Goloritze son algunos ejem­p­los. Dis­fru­ta de un últi­mo baño en sus aguas trans­par­entes y después despídete de la Isla con la prome­sa de regre­sar algún día.      
 
Y recuer­da: si a la vuelta de nues­tra ruta román­ti­ca, con unos kil­i­tos de más –porque en Cerdeña se come muy bien- pero con el tor­so bien  moreno para estilizar la figu­ra, tu com­pañero de via­je te pro­pone una nue­va aven­tu­ra, la expe­ri­en­cia hedo­nista habrá sido un éxi­to y ten­drás que con­tin­uar leyen­do nues­tras recomen­da­ciones para siem­pre. Que viva l’amore. 

© 2017 Noe­mi Mar­tin. All rights reserved.

    

 
        
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