Hotel Santa Marta, un ídilico lugar para el descanso y la gastronomía en la Costa Brava

El Hotel San­ta Mar­ta, situa­do en la Plat­ja de San­ta Cris­ti­na de la Cos­ta Bra­va y a menos de una hora de Bar­ce­lo­na, es el refu­gio ideal para una esca­pa­da de des­co­nec­tar y conec­tar con la natu­ra­le­za que rodea a este pri­vi­le­gia­do y fami­liar hotel. Dis­po­ne de habi­ta­cio­nes con vis­tas al mar y su bri­sa mari­na inclui­da. O de habi­ta­cio­nes con vis­tas al bos­que y a los aro­mas del pino medi­te­rrá­neo que lo rodea. Pasar por su spa (abier­to a hués­pe­des y visi­tan­tes) es un baño de salud y bien­es­tar para salir de él con la son­ri­sa pues­ta.

Hotel Santa Marta en la Costa Brava
Hotel San­ta Mar­ta
Hotel Santa Marta en la Costa Brava
Hotel San­ta Mar­ta
Habitación del Hotel Santa Marta en la Costa Brava
Habi­ta­ción del Hotel San­ta Mar­ta

Para tener una expe­rien­cia gas­tro­nó­mi­ca y hedo­nis­ta en el Hotel San­ta Mar­ta hay que dejar­se acon­se­jar por las pro­pues­tas del chef Jesús Niño (ex Drol­ma y ABaC) que es el res­pon­sa­ble de la ofer­ta culi­na­ria de este hotel 5 Estre­llas en la Cos­ta Bra­va.

Hotel Santa Marta en la Costa Brava
Hotel San­ta Mar­ta

Hotel Santa Marta un oasis para el descanso y la gastronomía en la Costa Brava

Res­tau­ran­te San­ta­Mar, a pie de pla­ya, es uno de los espa­cios gas­tro­nó­mi­cos del Hotel San­ta Mar­ta, en la Cos­ta Bra­va. La ofer­ta de pla­tos de este res­tau­ran­te infor­mal se basa en pro­duc­to fres­co de cali­dad y de pro­xi­mi­dad con pes­ca­dos a la bra­sa y arro­ces como pro­ta­go­nis­tas.

Pla­tos pro­ba­dos:

Cala­ma­res a la roma­na con mayo­ne­sa del apar­ta­do de clá­si­cos

Tacos mexi­ca­nos de atún, agua­ca­te y tár­ta­ra como pla­to exó­ti­co

Calamares y taco. En el Hotel Santa Marta en la Costa Brava
Cala­ma­res y taco

Arroz seco de gam­bas de Bla­nes

Arroz seco en el Hotel Santa Marta en la Costa Brava
Arroz seco

Flan de vai­ni­lla con nata, un pos­tre tra­di­cio­nal que siem­pre gus­ta

Flan de vainilla en el Hotel Santa Marta en la Costa Brava
Flan de vai­ni­lla

El Res­tau­ran­te 58 del Hotel San­ta Mar­ta, se defi­ne de autor pero con un res­pe­to abso­lu­to del pro­duc­to. Sus excep­cio­na­les vis­tas son el mar­co per­fec­to para una gran cena.

Pla­tos pro­ba­dos:

Ensa­la­da de alca­cho­fas, toma­te y burra­ta

Ensalada de alcachofas en el Hotel Santa Marta en la Costa Brava
Ensa­la­da de alca­cho­fas

Pas­ta Cala­ma­ra­ta, pes­to, oli­vas negras y toma­te ama­ri­llo

Pasta en el Hotel Santa Marta en la Costa Brava
Pas­ta

Jarre­te de cor­de­ro con­fi­ta­do con gnoc­chi de pata­ta a la tru­fa

Jarrete de cordero en el Hotel Santa Marta en la Costa Brava
Jarre­te de cor­de­ro

Rémol, humus de len­te­jas ver­des, encur­ti­dos y pico de gallo

Remol en el Hotel Santa Marta en la Costa Brava
Remol

Tar­ta de man­za­na con hela­do de vai­ni­lla

Tarta de manzana en el Hotel Santa Marta de la Costa Brava
Tar­ta de man­za­na

Hotel San­ta Mar­ta

📍Plat­ja San­ta Cris­ti­na, s/n Llo­ret de Mar (Cos­ta Bra­va) Giro­na

☎️ 972 364 904

© 2022 José María Toro. All rights reser­ved

Salón del Cava Premium en Madrid

El pasa­do lunes, 8 de Junio, se cele­bró, en un encla­ve de excep­ción como es el madri­le­ño res­tau­ran­te de Pedro Larum­be del Paseo de la Cas­te­lla­na, 38, el Salón Cava Pre­mium, orga­ni­za­do por el Con­se­jo Regu­la­dor del Cava. Una gran afluen­cia de públi­co se con­gre­gó en este esce­na­rio que es todo un refe­ren­te en la Villa de Madrid. Se die­ron cita pro­fe­sio­na­les de la res­tau­ra­ción y de tien­das espe­cia­li­za­das así como dife­ren­tes medios de comu­ni­ca­ción con ansias de cono­cer las últi­mas nove­da­des sobre el mun­do del cava y de escu­char a 3 pri­me­ros espa­das de la esce­na cavis­ta: Pedro Bonet del men­cio­na­do Con­se­jo Regu­la­dor del Cava, Jau­me Gra­mo­na del Ins­ti­tut del Cava y Pere Gui­le­ra de Pime­Ca­va. Los obje­ti­vos que se qui­sie­ron trans­mi­tir a todos los asis­ten­tes era muy cla­ro: apos­tar por las bon­da­des y exqui­si­tez de los Cavas Pre­mium, Reser­va y Gran Reser­va ‑que nada tie­nen que envi­diar a los gran­des del cham­pán- por la cama­leó­ni­ca adap­ta­bi­li­dad a los dife­ren­tes pla­tos a mari­dar, como pro­duc­to dife­ren­cia­do con­se­cuen­cia de una natu­ral evo­lu­ción y madu­rez de las bode­gas pro­duc­to­ras, y para situar­los estra­té­gi­ca­men­te entre los mejo­res vinos espu­mo­sos del mun­do como ava­lan los reco­no­ci­mien­tos inter­na­cio­na­les que se van con­si­guien­do año tras año.

Entre las 35 empre­sas ela­bo­ra­do­ras, con 150 mar­cas de cava Reser­va y Gran Reser­va, esta­ban entre otros, el viti­cul­tor y enó­lo­go Enric Car­bó de Blan­cher, con su Cava Gran Reser­va, ela­bo­ra­do des­de 1960 en una bode­ga sub­te­rrá­nea del siglo XIX, que le dan a este crian­za de 30 meses jun­to con el licor de expe­di­ción — fru­to de una fór­mu­la secre­ta fami­liar- su par­ti­cu­lar aro­ma que lle­ga has­ta nues­tro inte­rior y nos evo­ca recuer­dos de ado­les­cen­cia, de atar­de­ce­res bucó­li­cos al final del estío. Un cava con per­so­na­li­dad que es todo un pla­cer beber­lo.

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Otro cava de terrer o de terroir - que dirían los galos– y que nos sumer­ge en esta ale­gría para los sen­ti­dos es el reser­va de la fami­lia Cas­tell­roig. Este vino espu­mo­so de la Vall del Bitlles nos sumer­ge en ese pai­sa­je medi­te­rrá­neo, cáli­do en verano y de invier­nos tem­pla­dos, pero a veces enér­gi­co en sus llu­vias torren­cia­les de oto­ño como sino hubie­ra un maña­na, entre­gán­do­nos en cada sor­bo ese pano­ra­ma que lo ve nacer, dón­de sólo con uva xarel.lo y la tie­rra dibu­ja­da cada año en su inte­rior, se ela­bo­ra este lujo para nues­tro goce y dis­fru­te.

Des­pués de esta mara­vi­llo­sa expe­rien­cia, con el des­cu­bri­mien­to de dos extra­or­di­na­rios cavas ‑gra­cias a algu­na aza­ro­sa y afor­tu­na­da con­jun­ción de pla­ne­tas- nos lle­va­mos todo el sabor del terrer que los vió cre­cer y nos empla­za­mos a los siguien­tes salo­nes de cava Pre­mium. Mien­tras segui­mos soñan­do que cami­na­mos entre vides bajo la mati­za­da luz del Medi­te­rrá­neo, esa mis­ma lumi­no­si­dad que tan bien nos can­tó el can­tau­tor cata­lán Joan Manel Serrat, él mis­mo que nos des­cu­brió los emo­ti­vos poe­mas obra de nues­tro gran poe­ta anda­luz Anto­nio Macha­do, que bien podrían acom­pa­ñar sus ver­sos en una degus­ta­ción de estos cavas en bue­na com­pa­ñía.

Con la cola­bo­ra­ción de Rosa Peñue­las

© 2015 José María Toro. Todos los dere­chos reser­va­dos

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