Salón del Cava Premium en Madrid

El pasa­do lunes, 8 de Junio, se cele­bró, en un enclave de excep­ción como es el madrileño restau­rante de Pedro Larumbe del Paseo de la Castel­lana, 38, el Salón Cava Pre­mi­um, orga­ni­za­do por el Con­se­jo Reg­u­lador del Cava. Una gran aflu­en­cia de públi­co se con­gregó en este esce­nario que es todo un ref­er­ente en la Vil­la de Madrid. Se dieron cita pro­fe­sion­ales de la restau­ración y de tien­das espe­cial­izadas así como difer­entes medios de comu­ni­cación con ansias de cono­cer las últi­mas novedades sobre el mun­do del cava y de escuchar a 3 primeros espadas de la esce­na cav­ista: Pedro Bonet del men­ciona­do Con­se­jo Reg­u­lador del Cava, Jaume Gra­mona del Insti­tut del Cava y Pere Guil­era de Pime­Ca­va. Los obje­tivos que se quisieron trans­mi­tir a todos los asis­tentes era muy claro: apos­tar por las bon­dades y exquis­itez de los Cavas Pre­mi­um, Reser­va y Gran Reser­va ‑que nada tienen que envidiar a los grandes del cham­pán- por la camaleóni­ca adapt­abil­i­dad a los difer­entes platos a mari­dar, como pro­duc­to difer­en­ci­a­do con­se­cuen­cia de una nat­ur­al evolu­ción y madurez de las bode­gas pro­duc­toras, y para situ­ar­los estratégi­ca­mente entre los mejores vinos espumosos del mun­do como avalan los reconocimien­tos inter­na­cionales que se van con­sigu­ien­do año tras año.

Entre las 35 empre­sas elab­o­rado­ras, con 150 mar­cas de cava Reser­va y Gran Reser­va, esta­ban entre otros, el vitic­ul­tor y enól­o­go Enric Car­bó de Blanch­er, con su Cava Gran Reser­va, elab­o­ra­do des­de 1960 en una bode­ga sub­ter­ránea del siglo XIX, que le dan a este cri­an­za de 30 meses jun­to con el licor de expe­di­ción — fru­to de una fór­mu­la sec­re­ta famil­iar- su par­tic­u­lar aro­ma que lle­ga has­ta nue­stro inte­ri­or y nos evo­ca recuer­dos de ado­les­cen­cia, de atarde­ceres bucóli­cos al final del estío. Un cava con per­son­al­i­dad que es todo un plac­er beberlo.

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Otro cava de ter­rer o de ter­roir - que dirían los galos– y que nos sumerge en esta ale­gría para los sen­ti­dos es el reser­va de la famil­ia Castell­roig. Este vino espumoso de la Vall del Bitlles nos sumerge en ese paisaje mediter­rá­neo, cáli­do en ver­a­no y de invier­nos tem­pla­dos, pero a veces enér­gi­co en sus llu­vias tor­ren­ciales de otoño como sino hubiera un mañana, entregán­donos en cada sor­bo ese panora­ma que lo ve nac­er, dónde sólo con uva xarel.lo y la tier­ra dibu­ja­da cada año en su inte­ri­or, se elab­o­ra este lujo para nue­stro goce y disfrute.

Después de esta mar­avil­losa expe­ri­en­cia, con el des­cubrim­ien­to de dos extra­or­di­nar­ios cavas ‑gra­cias a algu­na azarosa y afor­tu­na­da con­jun­ción de plan­e­tas- nos lle­va­mos todo el sabor del ter­rer que los vió cre­cer y nos emplazamos a los sigu­ientes salones de cava Pre­mi­um. Mien­tras seguimos soñan­do que cam­i­namos entre vides bajo la mati­za­da luz del Mediter­rá­neo, esa mis­ma lumi­nosi­dad que tan bien nos can­tó el can­tau­tor catalán Joan Manel Ser­rat, él mis­mo que nos des­cubrió los emo­tivos poe­mas obra de nue­stro gran poeta andaluz Anto­nio Macha­do, que bien podrían acom­pañar sus ver­sos en una degustación de estos cavas en bue­na compañía.

Con la colab­o­ración de Rosa Peñuelas

© 2015 José María Toro. Todos los dere­chos reservados

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