El nuevo local de Enric Granados, 71 de Barcelona tiene un doble uso, por un lado, a pie de calle, es 71 Oyster Bar y en las rebotica, por otro lado, está situado la coctelería speakeasyLa Perla con aires vintage que evocan aquellos locos y mitificados años de la Ley Seca.
Fotografía de la barra de 71 Oyster Bar. Gentileza de los propietarios.
Una elegante barra muy chic ofrece deliciosas propuestas de fruits de mer: las mejores ostras francesas de Marennes-Oléron y de la Normandie con una gran variedad de condimentos a elegir, tartares, ceviches y king crabs comparten cartel en el elenco de propuestas provenientes del mar. Los meat lovers también tienen cabida aquí y pueden elegir entre un steak tartar o el lomo bajo de buey. Todo regado con los mejores cavas, champagnes y vinos. Entre los postres caseros destacan el tentador cheesecake y el caramel.
Vista general de la coctelería La Perla. Gentileza de los propietarios.
Detrás de un espejo se encuentra la puerta de entrada a un rescatado speakeasy de la Ley Seca. Mobiliario obviamente recuperado de un tiempo pretérito, iluminación tenue que invita a besos también clandestinos, y la creatividad de su bartenderMarco Vían le dan toda una atmósfera de exclusiva elegancia.
71 Oyster Bar Enric Granados, 71 Barcelona 08008. Teléfono 931 424 391 Horario de lunes a miércoles de 12am hasta las 2am. De jueves a sábado de 12am hasta las 3am. Domingo cerrado.
Este restaurante temático de cocina peruana está situado a un tiro de piedra del Passeig de Gracia, ocupando un emplazamiento céntrico en la Ciudad Condal. El local está dividido entre una envidiable terraza exterior y un espacio interior diáfano de paredes desnudas, que a su vez está repartido entre el comedor y la la barra de cócteles donde se preparan los combinados para maridar con los diferentes platos y también para disfrutar la primera o la última copa de la noche, según se tercie. Una cocina que postula por la sorprendente fusión de la Nikkei (peruano-japonesa), la Chifa (china cantonesa), la novoandina, la criolla, las parrillas de Anticucho, la Amazónica, la cevichería, la picantería , así como cocinas regionales de la Costa, Sierra y Selva. Una mezcla de gastronomías que no deja indiferente a nadie.
Causa limeña. Foto gentileza de The Market Barcelona
Por mi parte, me uno incondicionalmente a la causa limeñay como un soldado del siglo XXI me alisto a las filas del libertador José de San Martín en pro de su divulgación y popularización. Un plato sencillo convertido en exquisito, refrescante y ligeramente picante, heredero de la más antigua tradición precolombina y que bebe directamente de las fuentes del acervo culinario del imperio incaico. Preparado a partir de alimentos básicos como la patata amarilla, el ají gualdo, el choclo o mazorca tierna de maíz y relleno de pollo desmenuzado y cocinado a baja temperatura para conseguir un sabor más contrastado de esta ave y una textura más suave en comparación con el sistema tradicional de mayor temperatura y menor tiempo. Acompañado de salsa huancaina, oliva botija troceada y el adorno de una bonita flor blanca con tintes violáceos de pensamiento para crear una paleta de color única. Ennoviado este primer paso con un cóctel Old Fashion de pronunciados aromas a canela y vainilla sobre una base de pisco, la bebida destilada originaria de este país andino y rematada con un bombón de uva, fruto de la sabia habilidad como mixólogo del bartender Patrick Weber y autor de la carta de cócteles preparados para cada ocasión.
Después de este primer plato compartido en interesante y enriquecedora conversación con el chef Nicky Ramos ‑que cursó estudios de Artes Culinarias en Le Cordon Blue de Orlando, USA- él mismo me encaminó a un festival hedonista de vistosos colores, de nuevos sabores, en especial los picantes ‑de esos que se quedan en la boca sin efectos secundarios- y aromas de su ancestral gastronomía para convertirme en un adalid y divulgador de su cultura.
Ceviche de corvina.
La siguiente entrada fue el ya clásico, y mil veces versionado a lo largo y ancho de este mundo, ceviche de corvina para comer con cuchara acompañado de boniato torneado infusionado con anís estrellado y de una de las variedades de maíz crujiente que recuerda el sabor de las palomitas de maíz pero en elegante.
Seco de cordero a la chiclayana. Foto gentileza de The Market Barcelona.
El tercer paso consistió en seco de cordero a la chiclayana -que contrariamente a su nombre es bien jugoso gracias a su cocción a baja temperatura para respetar sus sabores naturales- marinado en cerveza negra. Como acompañamiento refrescante cilantro, frejoles y arroz blanco.
En cuarto lugar ají de gallina. Un sorprendente plato tradicional de familia que se come con cuchara de palo y que en el ámbito más íntimo se sirve con la misma paleta clavada en el medio y que si se aguanta ella sola es señal inequívoca de que el alimento ya está cocinado.
Crema volteada con su coulis de mango.
El momento dulce vino de la mano de una crema volteadacon su coulis de mango.
Platos para maridar preferentemente con sus bebidas autóctonas como la cerveza negra Cusqueña para servir en su vaso especial del vaso de oro del Inca o con los acertados cócteles de los bartenders del local.
Boca Chica, como ya comentaba en un anterior post, está situado estratégicamente en el epicentro de la Ciudad Condal, en una señorial casa burguesa del Passatge de la Concepció número 12, entre las comerciales calles de Rambla de Catalunya y Passeig de Gràcia. Con una decoración exquisita que lleva el reconocible marchamo del diseñador Lázaro Rosa Violán, que jugando con maderas nobles y adornos de trofeos de safaris en tierras lejanas ha recreado un marco envidiable digno de un hombre de mundo, viajado, aventurero, quizás de algún lord inglés que en sus salones reunió a lo más granado de su tiempo y también se me antoja algún imaginario huésped de este enclave, como el flemático y disciplinado Phileas Fogg capaz de jugarse una parte de su patrimonio con tal de ganar una apuesta a sus colegas del elitista Reform Club londinense.
En el mismo tono de elegancia está el servicio de vajilla y cristalería. Ésta última de formas caprichosas y muy vistosas, seguramente recuperadas de alguna almoneda, todo con un guiño vintage a las copas de nuestras abuelas que adornaban esas mesas de fiesta de juntar a toda la familia.
Todo ese conjunto lo hace postulante por méritos propios a entrar en la exclusiva lista de The World’s 50 Best Bars
Los encargados de Boca Chica conscientes de que la moda de cenar tomando un cóctel viene pisando fuerte desde otras latitudes, más al norte de nuestro país, quizás porque en esos territorios no tienen tanta capacidad de probar la diversidad de vinos con nuestra excelente relación calidad precio, quizás como alternativa a la socorrida cerveza, quizás a la influencia de films y series televisivas de primeros planos de algunas celebrities, la cuestión es que ya es tendencia y como no, Boca Chica, en un prurito de satisfacer esa demanda de los clientes internacionales habituados a este tipo de combinados más sofisticados, han elaborado una carta de platos y sus correspondientes cócteles para armonizar y crear un pionero mundo de nuevas sensaciones en la Ciudad Condal.
Interior. Foto gentileza de Boca Chica.
Por mi parte y ante esta moda moderna que se impone, como una regla invisible, chic y cool, me rindo a esta nueva fe y la abrazo irremediablemente y sin poner resistencias ni objeciones porque, y siguiendo los sabios consejos del autor de “El origen de las especies”, me adapto camaleónicamente con mi natural e innata resiliencia, porque para todo siempre hay un momento y se me antojan muchas y variadas para esta nueva experiencia de Boca Chica, tanto para disfrutar de un momento muy hedonista, como para impresionar a visitas de parientes y amigos como también para dejar boquiabierto y/o demostrar un exceso de galantería ante una nueva conquista. En cualquiera de estas situaciones, u otras que se puedan terciar y que ahora no me vienen a la imaginación, es una oportunidad que nos ofrecen a los lugareños de la Ciudad Condal los de Boca Chica para no desperdiciar y acercarse a probarlo, porque si son legión los que se han apuntado y están disfrutando de estas nuevas sensaciones gustativas cargadas de nuevos matices y sabores … ¡por algo será!.
Una parte muy importante de este pairing, que ya es un éxito asegurado, es la elección de una materia prima de excelente calidad seleccionada por las primorosas manos del chef David Serra, al mando de los fogones, para armonizar con las creaciones cocteleras del talentoso bartender Sergio Padilla que como un mago, que saca un conejo del fondo de su chistera, consigue aumentar las sensaciones y emociones en cada etapa de la carta confeccionada al efecto.
Coctelería de baja graduación para equipararla a una copa de vino y una carta dividida en 4 entrantes, 4 platos principales y 3 postres para disfrutar de una experiencia única y novedosa.
Cóctel Bloody del chef con cortezas de bacalao y ostra francesa número 3. Foto gentileza de Boca Chica
Maridajes probados:
Entrante: Bloody del chef a base de vodka, tomate, curry rojo, salsa Perrins, sal de apio y pimienta blanca que le dan esa sensación de picante en boca para maridar con cortezas de bacalao, que se obtienen de la aleta que usa este pescado para subir y bajar. Elaboración artesana del chef residente. Este cóctel también armoniza con la ostra francesa número 3.
Mousse de foie con láminas de mango caramelizado en simpática presentación con forma de brazo gitano. Cóctel Amar por amar basado en el licor Amaretto, nuez moscada, frambuesa, lima y naranja. Esta bebida refrescante, cítrica y amarga nos limpia la boca de la grasa del foie.
Cóctel Amar por amar y mousse de foie. Foto gentileza de Boca Chica
Como plato principal un tartar de salmón a la soja y sésamo, puré de manzana, agua de pepino, cubierto de un liviano y etéreo aire de apio. contrastado con una impactante presentación del cóctel Friendly 75 elaborado con champán Louis Roederer, vodka infusionado en estragón, licor de manzana francés y lima dominando el aroma herbáceo para eliminar la sensación grasosa de este pescado.
Tartar de salmón a la soja y sésamo, puré de manzana, agua de pepino y aire de apio.
Tartar de atún blue Fin, huevas de trucha, soja, AOVE, sobre base de aguacate. Cóctel Brainstoming con un plus visual de rodajas de manzana en abanico y elaborado con sake, licor de manzana ácida y jengibre que juega su papel protagonista de delantero centro y entra en la boca para limpiarla y refrescarla.
Como final dulce un strudel de manzana, canela, pasas hidratadas al ron y crema de vainilla acompañado de un cóctel Tokyo de vodka infusionado en cardamomo, zumo de yuzu y sirope de jengibre.
Banda sonora de este post:Shots de Imagine Dragons.