Turismo de montaña y trenes singulares e históricos en Catalunya

La ciu­dad de Bar­ce­lo­na está cla­ro que es un imán de atrac­ción para el turis­mo, pero hay vida más allá de la capi­tal cata­la­na. Para todos los que quie­ran salir­se de las visi­tas clá­si­cas e impres­cin­di­bles tam­bién se pue­de optar por otras rutas igual de intere­san­tes, que gra­cias al trans­por­te públi­co de los Ferro­ca­rrils de la Gene­ra­li­tat de Cata­lun­ya nos acer­can a pai­sa­jes úni­cos y espe­cia­les, a esca­sa­men­te una hora de la Ciu­dad Con­dal en algu­nos casos. Una ofer­ta que está abier­ta para todos: turis­tas nacio­na­les e inter­na­cio­na­les de paso y resi­den­tes en Cata­lun­ya, y por otro lado para demos­trar que la mon­ta­ña no sola­men­te es para el invierno y que pue­de ser una alter­na­ti­va lúdi­ca para esca­par de los días calu­ro­sos en la gran ciu­dad.

La divi­sión de Turis­me i Mun­tan­ya de los Ferro­ca­rrils de la Gene­ra­li­tat de Cata­lun­ya es la encar­ga­da de ges­tio­nar y pro­mo­ver los 5 des­ti­nos turís­ti­cos de alta mon­ta­ña así como los dife­ren­tes reco­rri­dos en tren, a saber: La Moli­na, la Vall de Núria y Vall­ter 2000 en el Piri­neo Orien­tal; Espot y Port Ainé en la comar­ca del Pallars Sobi­rà. Tam­bién se encar­ga del Cre­ma­lle­ra y Funi­cu­lars de Mon­tse­rrat así como de los tre­nes turís­ti­cos que repre­sen­tan la his­to­ria ferro­via­ria de Cata­lun­ya: el Tren del Ciment (Cemen­to)  y el Tren dels Llacs (los Lagos). Turis­tren, el Enotren o el Mon­tse­rrat Clas­sic Express. Todo con el cla­ro obje­ti­vo de des­es­ta­cio­na­li­zar estos pun­tos turís­ti­cos cuan­do la nie­ve des­apa­re­ce, para evi­tar la deser­ti­za­ción huma­na de estos terri­to­rios y por supues­to para crear nego­cio eco­nó­mi­co que dina­mi­ce todo el terri­to­rio cata­lán.

La esta­ción deca­na de La Moli­na ha amplia­do sus cir­cui­tos en el Bike Park para hacer las deli­cias de los bikers más expe­ri­men­ta­dos que nece­si­tan des­car­gar adre­na­li­na, pero tam­bién con cir­cui­tos para todos los nive­les. Opcio­nes para los menos aven­tu­re­ros como un paseo has­ta el refu­gio del Niu de l´Àliga con el tele­ca­bi­na o en el tele­si­lla has­ta el Cap de Come­lla y pos­te­rior ascen­so hacia el Puiglla­nça­da a 2.406 metros. El Cen­tre d’Es­port Adap­tat dis­po­ne de bici­cle­tas de mon­ta­ña adap­ta­das para per­so­nas con algu­na dis­ca­pa­ci­dad. Los niños dis­fru­ta­rán en el Cir­cui­to de los Árbo­les con sus tiro­li­nas, puen­tes tibe­ta­nos, sal­tos a lo Tar­zán entre otros, así como cir­cui­tos de inter­pre­ta­ción de la fau­na sal­va­je de esta zona.

A Núria se lle­ga con el cre­ma­lle­ra, un sim­pá­ti­co tren que va subien­do has­ta los 2.000 metros de alti­tud, para encon­trar­nos un valle domi­na­do por el San­tua­rio que le da nom­bre y que des­de el año 700 d.C. es cen­tro de pere­gri­na­ción reli­gio­so. Tam­bién es un lugar ideal para des­co­nec­tar del mun­da­nal rui­do (y del móvil) y conec­tar con la fami­lia y ami­gos, ya que está pre­pa­ra­da para el turis­mo fami­liar: sen­de­ris­mo, mini­bi­ci­cle­tas, paseo en caba­llos y ponis para los más peque­ños de la casa, pis­ci­na sen­so­rial o sen­ci­lla­men­te no hacer nada y dedi­car­se a la vida con­tem­pla­ti­va.

Vall­ter 2000 en la comar­ca del Ripo­llés a 2.000 metros de alti­tud es la esta­ción más medi­te­rrá­neo de los Piri­neos. Des­de el mira­dor situa­do a 2.535 metros se pue­de ver en días cla­ros la Bahía de Roses. Via­jes en tele­si­lla para ver el naci­mien­to del río Ter y muchas más pro­pues­tas. La cafe­te­ría res­tau­ran­te de esta esta­ción ofre­ce un mari­da­je con la car­ne de los Piri­neos y los vinos de la D.O. Empor­dà.

Espot y Port Ainé en la comar­ca del Pallars Sobi­rà ofre­ce rutas para des­cu­brir el Par­que Natu­ral, así como depor­tes para más atre­vi­dos como raf­ting, barran­cos o canoas de río.

La mon­ta­ña de Mon­tse­rrat es todo un sím­bo­lo reli­gio­so y para acer­car­se has­ta allí tene­mos la opción del cre­ma­lle­ra y dis­fru­tar rela­ja­dos de la belle­za del pai­sa­je has­ta alcan­zar el San­tua­rio. Los Funi­cu­la­res de Sant Joan y la San­ta Cova nos acer­can a los pun­tos más altos de este maci­zo, así como a des­cu­brir el con­jun­to escul­tó­ri­co moder­nis­ta cata­lán más impor­tan­te al aire libre: el rosa­rio monu­men­tal con obras de Gau­dí y Lli­mo­na entre otros.

Funicular de Sant Joan

Funi­cu­lar de Sant Joan. Foto­gra­fía gen­ti­le­za de Ferro­ca­rrils de la Gene­ra­li­tat de Cata­lun­ya

El Tren pano­rá­mi­co dels Llacs (tren de los Lagos) es un via­je por unos pai­sa­jes incom­pa­ra­bles e imper­di­bles. Des­de Llei­da has­ta la Pobla de Segur pasan­do por Bala­guer, atra­vie­sa 41 túne­les y 31 puen­tes, embal­ses de Sant Llo­re­nç, Cama­ra­sa, Terra­dets y Sant Anto­ni así como la zona mon­ta­ño­sa del Mon­tsec. Duran­te el tra­yec­to la com­pa­ñía “La Cre­ma­lle­ra Tea­tre” se encar­ga de ani­mar e infor­mar con un tono humo­rís­ti­co y fes­ti­vo.

El Tren del Ciment (Cemen­to) reco­rre un tra­yec­to de 3,5 Kiló­me­tros en 20 minu­tos, en un anti­guo tren de 4 vago­nes (con capa­ci­dad de 25 pasa­je­ros cada uno) arras­ta­do por una loco­mo­to­ra die­sel. Cono­ci­do popu­lar­men­te como “el carri­let” es una línea his­tó­ri­ca con más de 100 años de anti­güe­dad que unía la anti­gua fábri­ca de cemen­to Asland de Cas­te­llar de n’Hug con Guar­dio­la de Ber­gue­dà. Son 4 para­das que mere­cen bajar­se para reco­rrer a pie la Pobla de Lillet, la Pobla Cen­tre, Jar­di­nes de Ca l’Ar­ti­gas dise­ña­do por Anto­nio Gau­dí a prin­ci­pios del siglo XX, y por últi­mo el Museo del Cemen­to que es un edi­fi­cio moder­nis­ta con sus vuel­tas cata­la­nes y estruc­tu­ras de hie­rro for­ja­do. Es toda una atrac­ción a la Vall de Lillet, pri­me­ro pasa entre las casas de la Pobla de Lillet y des­pués se aden­tra entre las mon­ta­ñas pire­nai­cas. Este ferro­ca­rril tuvo un uso indus­trial impul­sa­do por Euse­bi Güell para conec­tar la fábri­ca de cemen­to con el res­to del mun­do. Los sacos de cemen­to que trans­por­ta­ba lle­ga­ban has­ta Guar­dio­la de Ber­gue­dà y des­de allí por la línea de vía estre­cha hacia Ber­ga y Man­re­sa. Actual­men­te y con el buen tiem­po tie­ne un uso más lúdi­co para hacer feli­ces a niños, y no tan niños, recor­dan­do épo­cas pre­té­ri­tas.

tren del cemento

Tren del Ciment (cemen­to) Foto­gra­fía gen­ti­le­za de Ferro­ca­rrils de la Gene­ra­li­tat de Cata­lun­ya

Turis­tren es el más nue­vo de los pro­yec­tos de FGC que acer­ca los pun­tos de inte­rés turís­ti­co y cul­tu­ral que se pue­den visi­tar con sus líneas median­te la pro­mo­ción de bille­tes com­bi­na­dos. El Enotren apro­xi­ma la DO Pla de Bages, la visi­ta al Món Sant Benet, el Museo de la Téc­ni­ca de Man­re­sa, la Man­re­sa de San Igna­cio de Loyo­la, o la Man­re­sa medie­val.

El últi­mo en aña­dir­se a esta exten­sa lis­ta es el Mon­tse­rrat Clas­sic Express, com­pues­ta de 4 vago­nes que con­ser­van su ori­gi­nal esen­cia his­tó­ri­ca y moder­nis­ta. Es un via­je a un tiem­po pre­té­ri­to en este con­voy recu­pe­ra­do de made­ra tira­do por una loco­mo­to­ra Als­tom de 1955 pin­ta­da de azul y ama­ri­llo que no pasa des­aper­ci­bi­da. Comien­za su pau­sa­do reco­rri­do en Sant Boi de Llo­bre­gat has­ta lle­gar a Monis­trol para coger el Cre­ma­lle­ra de Mon­tse­rrat con des­tino el Monas­te­rio. De vuel­ta los via­je­ros dis­fru­ta­rán de una comi­da basa­da en pro­duc­tos loca­les acom­pa­ña­dos de vinos y cavas cata­la­nes. Un gru­po de acto­res ves­ti­dos de épo­ca evo­ca­rán ese tiem­po pasa­do don­de los via­jes en tren tenían un halo román­ti­co.

TREN RESTAURANT  FGC

Mon­tse­rrat Clas­sic Tren 1890. Foto­gra­fía gen­ti­le­za de Ferro­ca­rrils de la Gene­ra­li­tat de Cata­lun­ya

Más infor­ma­ción de hora­rios y pre­cios en:

Turis­me Ferro­ca­rrils de la Gene­ra­li­tat de Cata­lun­ya

La Moli­na

Vall de Nuria

Vall­ter 2000

Port Ainé

Espot

Cre­ma­lle­ra de Mon­tse­rrat

Tren dels Llacs

Tren del Ciment

Turis­tren

Mon­tse­rrat clas­sic express

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