La Torre Bellesguard de Gaudí acoge la primera edición de Eat Gaudí los días 19 y 20 de octubre

 

La Torre Belles­guard, obra arqui­tec­tóni­ca de Antoni Gaudí y quizás una de las obras menos cono­ci­da de él en la ciu­dad de Barcelona, será el esce­nario de la Primera Edi­ción de Eat Gaudí Belles­guard Food­Mar­ket que se cel­e­brará los días 19 y 20 de octubre, tan­to en el edi­fi­cio en sí como los jar­dines que lo rodean, con el claro obje­ti­vo de situ­ar en el mapa geográ­fi­co de la Ciu­dad Con­dal esta mar­avil­losa casa gau­di­ana con vis­tas, cre­an­do una ofer­ta cul­tur­al y gas­tronómi­ca a la altura.

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Inte­ri­or Torre Bellesguard

 

Para inau­gu­rar esta primera edi­ción se buscó un chef de renom­bre que sirviera de nexo de unión. Inves­ti­gan­do se encon­tró que el propi­etario que encar­gó edi­ficar esta casa, Jaume Figueras, lo fue a su vez tam­bién de la tien­da mod­ernista de las Ram­blas donde aún con­s­ta “Antigua Casa Figueras” y que des­de 1987 está ocu­pa­do por el chef pastele­ro Chris­t­ian Escribà. De esta man­era se cer­ró el cír­cu­lo de bus­car un nom­bre de pres­ti­gio den­tro de la gas­tronomía para apadri­nar esta primera edi­ción de este even­to gas­tronómi­co cultural.

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Fotografía gen­tileza de Eat Gaudí

 

Esta casa fue encar­ga­da por Jaume Figueras, nego­ciante de hari­nas y pas­tas ital­ianas, a su ami­go Antoni Gaudí, pidién­dole que con­struyese (entre 1900 y 1909) una casa con his­to­ria, como si fuera un castil­lo a cabal­lo entre el góti­co y el mod­ernismo, has­ta tal pun­to que Gaudí retro­cedió a la época de Martín I de Aragón, tam­bién lla­ma­do Martín I el Humano (por su gran pasión por las Humanidades y los libros) y Martín I el Viejo, cuan­do ocupó los ter­renos de esta casa por prob­le­mas res­pi­ra­to­rios y estar ale­ja­do del cen­tro de la ciu­dad jun­to a la mon­taña de Collsero­la. De tal man­era que le sirvió de argu­men­to para con­stru­ir esta casa en el esti­lo neogóti­co rin­di­en­do hom­e­na­je a esa época medieval, con muchos guiños que no pasarán desapercibidos como las bal­dosas de la pared de la entra­da donde están dibu­ja­dos un león y un gal­lo rep­re­sen­tan­do el escu­do de armas de la esposa de Martín el Humano, y otros puestos al día para la época de su con­struc­ción como el sue­lo de cemen­to Port­land rugoso para que sirviera de ester­il­la y los invi­ta­dos se limpiaran los pies al entrar en la casa ya que el exte­ri­or era y es de tierra.

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Cara de dragón que se puede dis­tin­guir en el ter­ra­do de la Torre Bellesguard

 

Habrán vis­i­tas comen­tadas a la casa y donde se podrá degus­tar crea­ciones de Escribà para des­cubrir los difer­entes espa­cios que se pueden vis­i­tar como el piso cono­ci­do como Saló dels Maons donde se orga­ni­zarán dos comi­das y una cena a car­go del tele­vi­si­vo chef Marc Ribas, Toni Cot de Bou­quet Expe­ri­ences, Chris­t­ian Escribà, la músi­ca de Ensem­ble Con­cer­tan­ti Barcelona (aprovechan­do la gran acús­ti­ca del salón) y la geren­cia de la Torre Belles­guard para que los comen­sales que se apun­ten puedan vivir una expe­ri­en­cia úni­ca y mem­o­rable, ya que será un via­je en el tiem­po en la his­to­ria de esta casa des­de los íberos  has­ta la actu­al­i­dad, pasan­do por por la Edad Media, en la que fue sede real y papal, y la época mod­ernista. Se han crea­do platos según los ingre­di­entes y rec­etas de cada momen­to históri­co así como unas piezas musi­cales para una inmer­sión sen­so­r­i­al en la ofer­ta más exclu­si­va de Eat Gaudí.  No podía fal­tar la visi­ta al ter­ra­do que tiene for­ma de dragón, no será fácil des­cubrir­lo sin ayu­da, donde la cruz de la torre for­mará parte de ese juego visu­al hacien­do las veces de cola de este dragón imaginario.

Las activi­dades gas­tronómi­cas se dis­tribuirán en dos espa­cios donde se acogerán ponen­cias, catas, talleres y show­cook­ings a car­go de diver­sos chefs. En una sala del jardín se realizarán expe­ri­en­cias gra­tu­itas en difer­entes horar­ios que serán gra­tu­itas y por orden de lle­ga­da. Las antiguas cabal­ler­izas ofre­cerá una pro­gra­mación de pago para gru­pos reduci­dos de 30 personas.

Tam­bién se realizarán catas de AOVE, caviar, que­sos y vinos, así como talleres a car­gos de chefs pres­ti­giosos como Ada Par­el­la­da del restau­rante Sem­pro­ni­ana, Xabi Goitkoetx­ea del restau­rante Oria o un talle de coctel­ería a car­go de Javier de las Mue­las.

A lo largo de los jar­dines se dis­tribuirán las difer­entes paradas del mer­ca­do gas­tronómi­co con ofer­tas gourmet de difer­entes coci­nas de todo el mun­do así como opciones veg­anas acorde con las deman­das más actuales:

Zona de aper­i­tivos: La Sprtiz­e­ria y la bar­ra de ostras de Gouthier.

Coci­na Mediter­ránea: Idyl­li­ca vinos y cava. Embu­ti­dos Mal­don­a­do. AOVE de Pago de los Cen­te­nar­ios. We Cokuu. Pael­las de Esca­ta. Coci­na ital­iana de Panz­er 8. Pin­chos y tapas de L’Escorça. Ceviche de pulpo o pulpo a la brasa de La Pulpone­ta. TGT Quesos.

Bebidas: Café. Zumos de Flip­food. Cerveza de Estrel­la Damm. Aguas de San Pel­le­gri­no & Acqua Pan­na. Coctelería.

Coci­na norteam­er­i­cana: Hot dogs de L’Escorça. Hamburguesas.

Coci­na lati­na: Brasa argenti­na de Bis­tec. Coci­na mex­i­cana de Chi­da. Coci­na vene­zolana de Cachapera. Empanadas argenti­nas de La Fábrica.

Coci­na asiáti­ca: Del­hi­cioso gas­tronomía de la India. Cur­rys. Kom­butxa. Coci­na ori­en­tal de The Q Street Food. Coci­na japone­sa de Kafka.

Dul­ces del mun­do: Ver­it­fruit. Sita Brown de tru­fas y choco­lates. Crêpes, Paste­les de Petit Pastís. Hela­dos de San­dro Desii.

Eat Gaudí  Com­pra de entradas, reser­va de activi­dades y más infor­ma­ción. Fechas 19 y 20 de Octubre. En Torre Belles­guard del Car­rer Belles­guard, 20 de Barcelona. Horario de 11 a 22:30h. Pre­cio de la entra­da 3 euros.

© 2019 José María Toro. All rights reserved

Cata de vinos de Tinto Figuero en Idyllica

El espa­cio Idyl­li­ca, situ­a­do en la Ram­bla del Prat número 11 del pop­u­lar bar­rio barcelonés de Gra­cia,  es un pequeño mun­do en el que se dan cabi­da piezas maes­tras viní­co­las tan­to nacionales como inter­na­cionales, así como gas­tronomía para lle­var de alta cal­i­dad a través de su Ibicum, e inclu­so los más dis­tin­gui­dos mena­jes para vestir las mesas más elegantes.

Con este tipo de ref­er­en­cias, no es de extrañar que fuera el lugar idó­neo para la pre­sentación y cata de los fab­u­losos vinos Tin­to Figuero de Viñe­dos y Bode­gas Gar­cía Figuero S.L. Para ello, el 14 de mar­zo, se per­sonó Anto­nio Gar­cía Figuero, hijo del incans­able José María Gar­cía fun­dador de la Bode­ga. Ori­un­do de La Hor­ra (Bur­gos) José María se pro­pu­so hac­er con su uva tem­pranil­lo, que planta­ba y cuid­a­ba des­de la infan­cia con el espíritu de sus abue­los y que pos­te­ri­or­mente se vendía des­de 1968 a bode­gas de renom­bre de la región, su pro­pio vino has­ta que en el 2001 tuvo su propia bodega.

Cata de vinos de Tinto Figuero en Idyllica

Cata de vinos de Tin­to Figuero en Idyllica

Situ­a­da a unos 800 met­ros sobre el niv­el del mar, La Hor­ra pre­sen­ta un cli­ma mediter­rá­neo «con­ti­nen­tal­iza­do», con invier­nos exten­sos y fríos (-16°C) y ver­a­nos cor­tos, sec­os y de altas tem­per­at­uras (40°C), con una baja plu­viometría y un sue­lo sed­i­men­ta­rio com­puesto prin­ci­pal­mente por arcil­la, limo, are­na y gra­va. Estos fac­tores, jun­to con un cuida­do cul­ti­vo tradi­cional y una vendimia man­u­al, hacen que el resul­ta­do sea una uva sana, fuerte y ele­gante, madre de unos vinos de potente personalidad.

Según pal­abras de José María: «Quer­e­mos que nues­tra bode­ga y los vinos que sal­gan de ella sean un refle­jo de la expe­ri­en­cia de gen­era­ciones, de tra­ba­jo y tenaci­dad». Es por ello que un buen saber unido a unas viñas excep­cionales y de las que un ter­cio son viñas vie­jas con más de 60 años, Viñe­dos y Bode­gas Gar­cía Figuero pre­sen­ta Tin­to Figuero como estandarte y uno de los mejores rep­re­sen­tantes de una D.O. como es la poderosa Rib­era del Duero.

Vinos de la cata de Tinto Figuero

Vinos de la cata de Tin­to Figuero. Fotografía de Aarón González

Los vinos pre­sen­ta­dos por Anto­nio fueron:

-Figuero 4 (2015): proce­dente de uvas de viñe­dos con una edad media de 20 años, ofrece un inten­so col­or rojo cereza pico­ta y unos aro­mas pro­pios de fru­tos rojos fres­cos como el arán­dano o la fram­bue­sa, a la vez que pre­sen­ta toques de tosta­dos, pimien­ta negra e inclu­so vainil­la. Se tra­ta de un cal­do fácil­mente entendible, sen­cil­lo y agrad­able que hace de la fres­cu­ra su man­era de ser, que invi­ta a seguir bebi­en­do y a ser dis­fru­ta­do por sí solo.

-Figuero 12 (2014): Sien­do ésta una aña­da excep­cional, Figuero 12 nace de viñas con 40 años a sus espal­das para ofre­cer una finu­ra y un equi­lib­rio ide­al para acom­pañar bue­nas comi­das. Igual que su her­mano menor, ofrece a la vista un col­or rojo cereza pico­ta aunque va per­di­en­do los azules del ante­ri­or. De nar­iz com­ple­ja e inten­sa, une a los fru­tos rojos las vio­le­tas, con­vivien­do con toques de café, choco­late y madera. En boca se pre­sen­ta como un seduc­tor nato, goloso, redon­do y amplio.

-Viñas Vie­jas (2013): Primer vino de autor de la cata, sus viñas sex­a­ge­nar­ias nacen de com­ple­jas tier­ras de arcil­la, gra­va y are­na. Los tonos granates ofre­cen bel­los refle­jos que, unidos a unos aro­mas inten­sos entre los que desta­can los de fru­ta, mora y grosel­la negra, sobre ligeros toques espe­ci­a­dos y partícu­las de cuero, hacen de este tin­to un par­a­dig­ma de la ele­gan­cia próx­i­ma a la de un excel­so per­fume. Su paso en boca es estruc­tura­do y equi­li­bra­do. Como anéc­do­ta, el 2013 fue una aña­da dura en Rib­era, y gra­cias al instin­to vinicul­tor de José María fue sal­va­da gra­cias a que decidió vendimi­ar con celeri­dad en sep­tiem­bre. Al poco tiem­po empezaría a llover.

-Figuero 15 (2012): Reser­va proce­dente de cepas de más de 60 años. Trans­mite recuer­dos de tier­ra, de sue­lo inver­nal, con sus fru­tos negros y espe­cias como el cla­vo o la pimien­ta, aunque tam­bién se perciben notas de cacao y regal­iz. En boca pre­sen­ta ampli­tud y carnosi­dad con tani­nos ater­ciopela­dos.  Ide­al para carnes vie­jas y grasas, des­ti­la tradi­ción en cada gota.

-Mila­gros (2013): De pro­duc­ción lim­i­ta­da y con un val­or emo­cional aña­di­do, puesto que adquiere el nom­bre de la esposa de José María, este vino obtenido de uvas cuyas viñas tienen más de 60 años, es la del­i­cadeza embotel­la­da. A la vista, no solo no deja de perder ese bel­lo col­or rojo pico­ta de sus famil­iares, sino que lo inten­si­fi­ca. Aromáti­ca­mente com­ple­jo y ele­gante, se per­fuma con fru­tos rojos, yogurt de fru­ta y notas de tof­fee, dulce de leche y vio­le­ta. Su per­son­al­i­dad, impre­sio­n­ante, pro­duce mul­ti­tud de sen­sa­ciones en boca. Si se quiere guardar un vino para años, éste tiene que ser Milagros.

-Tinus (2009): El Señor de Figuero sin duda algu­na. Mil litros obtenidos de una selec­ción de uva de viñe­dos de unos 90 años y des­ti­na­dos a una pro­duc­ción muy lim­i­ta­da o «sim­ple­mente» a lle­var al afor­tu­na­do a soñar con paseos entre las viñas de Malas­mañanas y Acos, viñe­dos de ori­gen, y a dis­fru­tar de la Rib­era. Con una capa muy alta, pierde todos los azules que se podían encon­trar en los ante­ri­ores pero man­te­nien­do la inten­si­dad del rojo pico­ta. En nar­iz pre­dom­i­na la fru­ta madu­ra con­fi­ta­da con toques de tor­refac­to, espe­cias como la canela e incien­so, mien­tras que en la fase gus­ta­ti­va se con­fir­man la inten­si­dad, poten­cia y madurez esper­adas. Un vino sedoso con un equi­lib­rio per­fec­to y cau­sante de una sat­is­fac­ción prolongada.

Esta ame­na sesión final­izó con Anto­nio ponien­do el broche de oro con una diver­ti­da cata a cie­gas, en la que los pal­adares femeni­nos estu­vieron más acer­ta­dos al des­cubrir al mis­te­rioso pro­tag­o­nista, un Figuero 12 (2011).

Tin­to Figuero, unos vinos cuida­dos, mima­dos des­de su ori­gen y a ten­er muy en cuenta.

Más infor­ma­ción:

Tin­to Figuero

Idyl­li­ca

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