Miró y Mont-roig del Camp. Primera parada en el viaje a El Paisatge del Genis

Miró: “Toda mi obra ha sido con­ce­bi­da en Mont-roig”.

Joan Miró ( Bar­ce­lo­na, 1893 — Pal­ma de Mallor­ca 1983). Un capri­cho del des­tino hizo que los abue­los de Miró com­pra­sen una fin­ca al Mar­qués de Mon­troig, en la loca­li­dad homó­ni­ma, en la pro­vin­cia de Tarra­go­na, y que se con­vir­tie­ra en la casa de vera­neo de la fami­lia. Des­de joven tuvo afi­ción por la pin­tu­ra pero su padre se opu­so a que se dedi­ca­ra pro­fe­sio­nal­men­te a pin­tar. Entró a tra­ba­jar en las Dro­gue­rías J. Dal­mau, que le supu­so aca­bar enfer­man­do y le reco­men­da­ron un cam­bio de aire (habi­tual en la épo­ca), por lo que se tras­la­dó a la casa fami­liar, don­de se recu­pe­ró y se hizo fuer­te enfre­tán­do­se a su padre para deci­dir su des­tino. Des­de ese momen­to él reco­no­ció que nece­si­ta­ba estar en Mas Miró, por­que allí se sen­tía fuer­te. Este espa­cio, aún y sin tener nin­gu­na obra se pue­de vivir la reali­dad del pin­tor, con su estu­dio con­ser­va­do tal como lo dejó como si en algún momen­to fue­ra a vol­ver para reto­mar algún cua­dro, reto­car algún borra­dor, o tomar notas de algún deta­lle. Se con­ser­va la últi­ma hoja del calen­da­rio que no arran­có, de sep­tiem­bre de 1976, el últi­mo mes que estu­vo aquí.

Masía

La Masía de Mas Miró y que pin­tó Miró en su céle­bre cua­dro “La Masía”

 

La Masía de Mas Miró

La Masía de Mas Miró

 

Miró esta­ba vin­cu­la­do a este terri­to­rio y a sus colo­res: rojo (de la mon­ta­ña), ver­de (de los bos­ques) y azul (del mar), y en toda su obra se repi­te esce­nas de la natu­ra­le­za, don­de se ins­pi­ra para crear su obra.  Él ase­ve­ra que toda su obra se ins­pi­ra en Mont-roig.

Estudio de Miró

Estu­dio de Miró en Mas Miró

 

Estudio de Miró

Estu­dio de Miró en Mas Miró

 

En el cen­tro de la fin­ca, una casa de líneas rec­tas, de ins­pi­ra­ción india­na don­de pasa­ba las épo­cas de caní­cu­la pasean­do, bus­can­do la fres­ca som­bra de los árbo­les y las musas de la ins­pi­ra­ción. Aquí pin­tó La Masíaobra cla­ve en su pro­duc­ción pic­tó­ri­ca, la defi­nió como “un resu­men de toda mi vida en el cam­po”. Una pin­tu­ra pla­na con un aurea naïf, que duró 9 meses en aca­bar­la, como una ges­ta­ción, y que el espa­cio se con­ser­va tal cual él la pin­tó, excep­to las cua­dras que actual­men­te es el cen­tro de bien­ve­ni­da. En el galli­ne­ro hay un nido de golon­dri­nas que el deta­lla minu­cio­sa­men­te, por­que quie­re eli­mi­nar lo más eli­tis­ta y con­ser­var la esen­cia agrí­co­la del entorno. Esta obra la fina­li­zó en el estu­dio de Gar­ga­llo en París, y que cuan­do qui­so ven­der­la para sacar­le de apu­ros eco­nó­mi­cos, no le fue fácil, has­ta que final­men­te el escri­tor y Nobel de lite­ra­tu­ra Heming­way la com­pró. Actual­men­te está en la Natio­nal Gallery of Art en Washing­ton. Para ver el cua­dro ori­gi­nal en el siguien­te link

Mas Miró se pue­de visi­tar con audio­guía que deta­lla todas las zonas que fue­ron de inte­rés para el pin­tor. Este cen­tro de inter­pre­ta­ción del artis­ta en la pro­vin­cia de Tarra­go­na es uno de los vér­ti­ces del trián­gu­lo jun­to a Bar­ce­lo­na y Pal­ma de Mallor­ca dón­de sí están una par­te de sus cua­dros.

Miró se iden­ti­fi­ca con el alga­rro­bo, pro­pio de esta zona, por­que es fuer­te y se suje­ta bien a la tie­rra. Según Miró los árbo­les tie­nen vida y pue­den sen­tir. Segu­ra­men­te por esta razón Miró siem­pre lle­va­ba una alga­rro­ba en el bol­si­llo, a modo de amu­le­to. De esta mane­ra se entien­de que haya un alga­rro­bo en la Fun­da­ción Miró de Bar­ce­lo­na.

Otros cua­dros ins­pi­ra­dos en Mon­troig son:

  • La pla­ya. De 1916 y de influen­cia impre­sio­nis­ta. Está col­ga­do en la Fun­da­ción Miró de Bar­ce­lo­na. Repre­sen­ta la pla­ya dón­de iba a nadar, bajan­do des­de Mas Miró por el barran­co de Pixe­ro­ta. En esta pla­ya reco­gía pie­dras, tron­cos y raí­ces que des­pués trans­for­ma­ba en escul­tu­ras.
  • Ermi­ta de San Ramón. De 1916 y de cla­ra influen­cia de Cézan­ne. Se guar­da en una colec­ción par­ti­cu­lar. Las for­mas cúbi­cas de esta peña de color rojo inten­so, con la ermi­ta arri­ba de todo, desa­fian­do las leyes de la gra­ve­dad, for­ma­ban un con­jun­to que lla­mó la aten­ción a un joven­cí­si­mo Miró.
Ermita de Sant Ramón

Ermi­ta de Sant Ramón des­de don­de pin­tó Miró este cua­dro

 

  • Mon­troig, el pue­blo. Tam­bién de 1916, repre­sen­ta la fas­ci­na­ción del artis­ta por el pai­sa­je de su pue­blo de adop­ción. Actual­men­te se man­tie­ne la mis­ma esen­cia que trans­mi­te el cua­dro. Se con­ser­va en una colec­ción pri­va­da.
  • Mon­troig, la igle­sia y el pue­blo. De 1919, se pue­de ver en la Fun­da­ció Joan Miró de Bar­ce­lo­na. En esta pin­tu­ra se comien­za a ver su inte­rés por el deta­lle.

En la igle­sia vie­ja de Mon­troig se con­ser­va un tapiz titu­la­do El lagar­to de las plu­mas de oro de Josep Royo y que está ins­pi­ra­do en una obra de Miró. 

Iglesia vieja de Mont-roig del Camp

Igle­sia Vie­ja de Mont-roig del Camp

 

Más infor­ma­ción en la web de Mas Miro

¿Dón­de comer?

En L’Er­mi­ta de Mont-roig. Carre­te­ra de Coll­de­jou, s/n. 43300 Mont-roig del Camp. Telé­fono 977 837 760. Comi­da case­ra, car­nes a la bra­sa y calço­ta­das. Des­de este pun­to se pue­den ver todos los colo­res bási­cos de la pin­tu­ra miro­nia­na.

Embutidos en L'Ermita de Mont-roig

Embu­ti­dos en L’Er­mi­ta de Mont-roig

 

Butifarra con patata y alcachofa a la brasa

Buti­fa­rra con pata­ta­ta y alca­cho­fa a la bra­sa. En L’Er­mi­ta de Mont-roig

 

¿Qué com­prar y visi­tar?

Olis Sole empre­sa fami­liar que des­de 1824 y con cin­co gene­ra­cio­nes de his­to­ria, se dedi­can a ela­bo­rar acei­te de oli­va vir­gen extra con la varie­dad arbe­qui­na, ampa­ra­do en la DOP Siu­ra­na. Ade­más ela­bo­ran acei­te eco­ló­gi­co, acei­tes aro­ma­ti­za­dos, vina­gre, vina­gre bal­sá­mi­co, acei­tu­nas y patés. Por ter­cer año con­se­cu­ti­vo han gana­do con su acei­te Más Tarrés como mejor afru­ta­do madu­ro den­tro de la deno­mi­na­ción de ori­gen pro­te­gi­da. En sus ins­ta­la­cio­nes se encuen­ta el Museo del Acei­te don­de se expli­ca la for­ma de como ela­bo­ra­ban anti­gua­men­te el acei­te en su fami­lia y poder apre­ciar la evo­lu­ción has­ta la actua­li­dad.

Cata de AOVE,s en Olis Solé

Cata de AOVE,s en Olis Solé

 

Museo del Aceite

Museo del Acei­te

 

Más infor­ma­ción para orga­ni­zar una visi­ta en la web de turis­mo de Mont-roig del Camp Mia­mi Plat­ja

El pai­sat­ge dels genis (el pai­sa­je de los genios): Es el via­je a un terri­to­rio que con­for­man 4 pai­sa­jes y que en un momen­to dado de la his­to­ria fue­ron el esce­na­rio para que 4 genios desa­rro­lla­ran toda su crea­ti­vi­dad. Un paseo por la pro­vin­cia de Tarra­go­na y por los luga­res don­de vivie­ron estos cua­tro artis­tas reco­no­ci­dos mun­dial­men­te.

La cui­na dels genis (La coci­na de los genios) es una expe­rien­cia artís­ti­ca y gas­tro­nó­mi­ca que une a los 4 genios, en un reco­rri­do por la zona que ins­pi­ró a estos 4 artis­tas uni­ver­sa­les. El eco­sis­te­ma gas­tro­nó­mi­co es un ele­men­to impor­tan­te, y esta ofer­ta pone en valor la cul­tu­ra gas­tro­nó­mi­ca del terri­to­rio a tra­vés de la visión de estos genios y que se incor­po­ra a la ruta de El pai­sat­ge dels genis con los pla­tos crea­dos en los res­tau­ran­tes, y en las expe­rien­cias gas­tro­nó­mi­cas.

El pai­sat­ge dels genis es una ofer­ta de turis­mo cul­tu­ral en la Cos­ta Dau­ra­da y de las Terres de l’E­bre impul­sa­da por los Ayun­ta­mien­tos impli­ca­dos de Reus, Mont-roig del Camp, El Ven­drell y Hor­ta de Sant Joan jun­to con el Patro­na­to de Turis­mo de la Dipu­tación de Tarra­go­na y ges­tio­na­da con la cola­bo­ra­ción del Depar­ta­men­to de Inno­va­ción Turís­ti­ca del cen­tro tec­no­ló­gi­co Eure­cat, con el obje­ti­vo de esti­mu­lar la acti­vi­dad turís­ti­ca de estas dos zonas de Tarra­go­na.

Más infor­ma­ción en la web de El pai­sat­ge dels genis

© 2020 José María Toro. All rights reser­ved

La cocina del Delta del Ebro en formato de tapas y platillos de la mano del chef Fran López

El chef Fran López con una estre­lla Miche­lin en el Hotel-Res­tau­rant Villa Reti­ro con­si­guió intro­du­cir en Bar­ce­lo­na la rica y varia­da gas­tro­no­mía del Del­ta del Ebro con su res­tau­ran­te Xer­ta ubi­ca­do en el hotel Ohla Eixam­ple, alcan­zan­do el segun­do reco­no­ci­mien­to para su carre­ra con una estre­lla para este res­tau­ran­te bar­ce­lo­nés de la famo­sa guía roja gas­tro­nó­mi­ca fran­ce­sa. De tal for­ma que Fran López se ha con­ver­ti­do en uno de los coci­ne­ros más jóve­nes con dos estre­llas Miche­lin.

Fran López es un emba­ja­dor de la coci­na de les Terres de l’E­bre y en sus res­tau­ran­tes ofre­ce la tra­di­ción de su tie­rra jun­to con las más inge­nio­sa inno­va­ción pero siem­pre res­pe­tan­do los pro­duc­tos de tem­po­ra­da que le da el terri­to­rio que le vió nacer allá por 1983. Es la cuar­ta gene­ra­ción de una fami­lia que comen­zó en 1929 en la res­tau­ra­ción. Acu­tal­men­te, jun­to con su her­mano Joa­quim direc­tor gene­ral de Villa Reti­ro Group, son los crea­do­res de este gru­po empre­sa­rial que da tra­ba­jo a 200 per­so­nas y en don­de se inclu­yen ramas de: escue­la de coci­na, un fes­ti­val de músi­ca y una bode­ga de vinos y acei­tes. Des­de el 2018 tie­nen un pie en la isla mayor de las Pitiu­sas ges­tio­nan­do el ele­gan­te y res­pe­ta­dí­si­mo Hacien­da Na Xame­na que ofre­ce impre­sio­nan­tes vis­tas al mar des­de su pri­vi­le­gia­da ubia­ción en un acan­ti­la­do.

Ohla Bou­ti­que Hotels ges­tio­na dos hote­les en la Ciu­dad Con­dal. Por un lado Ohla Bar­ce­lo­na en Vía Laie­ta­na y Ohla Eixam­ple por otro lado en la calle Cór­ce­ga. En ambos la ofer­ta gas­tro­nó­mi­ca del hotel está capi­ta­nea­da por dos pri­me­ros espa­das de los fogo­nes: Romain For­nell, tam­bién con­de­co­ra­do con una estre­lla Miche­lin, en Ohla Bar­ce­lo­na y Fran López en Ohla Eixam­ple encar­gán­do­se del Xer­ta Res­tau­rant (1 estre­lla Miche­lin), Xer­ta Tapas Bar la ver­sión infor­mal del ante­rior, el Sky Bar, ban­que­tes y reunio­nes de empre­sa, room ser­vi­ce y los desa­yu­nos. De esta for­ma ambos hote­les han con­se­gui­do para la mar­ca el títu­lo de ser la pri­me­ra cade­na hote­le­ra bou­ti­que gas­tro­nó­mi­ca.

Si en Xer­ta Res­tau­rant el ambien­te es más for­mal, pro­pio de un res­tau­ran­te con estre­lla Miche­lin, en Xer­ta Tapas Bar se ha bus­ca­do seguir con la mis­ma línea edi­to­rial, es decir, trans­por­tar la coci­na del Del­ta del Ebro pero en un ambien­te más des­en­fa­da­do, con un esti­lo de coci­na y ser­vi­cio infor­mal pero con mucha téc­ni­ca culi­na­ria. Situa­do entre el lobby y el hall del hotel con vis­tas a la calle, para que sea más acce­si­ble tan­to para los hués­pe­des como para los luga­re­ños en bus­ca de esa coci­na casual ori­gi­na­ria del Del­ta del Ebro. Tapas frías de que­sos cata­la­nes o de ahu­ma­dos como las anchoas, angui­la o sar­di­nas, el tar­tar de atún rojo de L’A­metlla de Mar, el car­pac­cio de pies de cer­do con cre­ma de foie y rebo­zue­los o las tapas calien­tes que ape­te­cen con el tiem­po frío como los meji­llo­nes del Del­ta con sal­sa mari­ne­ra, el pul­po asa­do con tex­tu­ras de beren­je­na y monia­to, el tram­pan­to­jo de fal­sos chu­rros con cho­co­la­te que son en reali­dad fin­gers de baca­lao y sal­sa de maris­co con tin­ta de cala­mar, o el pla­to típi­co de esta zona que es el “xapa­di­llo” de angui­la con pica­da. La pro­teí­na ani­mal está pre­sen­te en pla­ti­llos como el cane­lón de pato sal­va­je o el tim­bal de cola de buey, pies de cer­do, las ancas de rana, el suquet mari­ne­ro o maris­co según lon­ja.

El carri­to de pos­tres atrae todas las mira­das más golo­sas por estar situa­do a la vis­ta de todos los comen­sa­les y por supues­to tam­bién está ins­pi­ra­do en la repos­te­ría de esa zona. La bode­ga de vinos es com­par­ti­da con el res­tau­ran­te Xer­ta y exis­te la posi­bi­li­dad de ele­gir vinos a copas.

Pla­ti­llos degus­ta­dos:

  • Meji­llo­nes del Del­ta.
Mejillones

Meji­llo­nes

 

  • Nava­jas del Del­ta.
Navajas

Nava­jas

 

  • Cro­que­tas de rabo de buey, cru­jien­te por fue­ra y por den­tro casi líqui­da, a modo de un coulant.
Croquetas de rabo de buey

Cro­que­tas de rabo de buey

 

  • Mini clo­chas con ver­du­ras esca­li­ba­das y un aren­que, un pla­to tra­di­cio­nal de cuan­do iban a ven­di­miar.
Mini clochas

Mini clo­chas

 

  • Fal­sos “chu­rros con cho­co­la­te” hechos con baca­lao, sal­sa de maris­co y tin­ta de cala­mar.
Falsos churros con chocolate

Fal­sos chu­rros con cho­co­la­te

 

  • Sepia de pin­cho con cebo­lla, toma­te, piqui­llo y tomi­llo.
  • “Xapa­di­llo” de angui­la con pica­da. La angui­la se seca al sol con sal, lue­go se pasa al horno y por últi­mo a la plan­cha para que que­de cru­jien­te.
"Xapadillo" de anguila

“Xapa­di­llo” de angui­la

 

  • Suquet de angui­la. Es un pla­to típi­co de almuer­zo de sába­do.
"Suquet" de anguila

“Suquet” de angui­la

 

  • Tri­pa de baca­lao con alu­bias blan­cas.
Tripa de bacalao

Tri­pa de baca­lao

 

  • Cane­lón de pato sal­va­je con trom­pe­tas de la muer­te.
Canelón de pato salvaje

Cane­lón de pato sal­va­je

 

  • Pas­te­li­to de cabe­llo de ángel.
Pastelitos de cabello de ángel

Pas­te­li­tos de cabe­llo de ángel

Xer­ta Tapas Bar Cór­ce­ga, 289 08008 Bar­ce­lo­na. Telé­fono 937 379 080 Pre­cio medio 30 euros. Hora­rio: de lunes a sába­do de 13h a 16h y de 20h a 23h.

© 2019 José María Toro. All rights reser­ved.