
Restaurant Siete
Ponerle de nombre “siete” a un negocio, es como una predestinación, es una llamada a gritos a la buena suerte, como una invocación de buenos augurios, y también una declaración de intenciones, porque según los numerólogos es el guarismo mágico por excelencia, por su recurrencia continua en el mundo que nos rodea. Quizás sea por esta determinación numérica que los platos de este restaurante se convierten en mágicos y sabrosos. Además para atraer aún más la fortuna se ha sustituido cuidadosamente la “t” por otro siete dentro del nombre de este restaurante barcelonés.

Horno de leña a la vista.
Manuel, como un diligente director de orquesta, es también un incansable buscador de género de excelsa calidad apostando por los productos ecológicos y que junto a su chef, con su inconfundible deje toscano de Siena, trabaja los diferentes productos con esa pasión tan entregada y visceral propia de los habitantes del país de la bota, elaborando una cocina básicamente de respeto a la tradición italiana.

Botellas de Beso de Rechenna y Orube Crianza
Con una decoración sobria, de paredes blancas, y pequeños guiños neoyorquinos como las lámparas industriales y otro elementos tan característicos de la ciudad de los rascacielos, cede el protaginismo al horno de leña a la vista de fuego directo alimentada con troncos de encina que le da calor al espacio y aporta ese particular aroma y sabor a los platos cocinados con este método. De estricta obligación contemplar la bóveda de vuelta catalana al descubierto en su techo.

Antipasto de surtido de salumi.
Platos degustados: el imperdonable antipasto de surtido de salumi. Soberbia y exquisita burrata de Puglia ‑regada con un buen chorro de AOVE de aceituna arbequina ecológica- con un sabor y textura difícil de olvidar. Otro plato que hay que probar sí o sí es la imprescindible pizza elaborada con harina orgánica ‑obviamente- fermentada durante 48 horas a temperatura constante de 4ºC y que tras su paso por el horno de leña se convierte en una auténtica pizza de culto. La de 4 quesos de mozarella, parmesano, gorgonzola y emmental es de tirar cohetes. El siguiente plato degustado fue una Sfogliatina con bietola, gamberi e porcino trofoliati que en la lengua de Cervantes es un hojaldre de acelgas, cigalas y seta rossinyol (rebozuelo). Un magistral risotto al perfume de romero regalando generosamente al ambiente un agradable aroma de sotobosque. Para finalizar, el apartado dulce, con dos postres típicamente representativos del país de origen de lo chef como son la panna cotta siguiendo los pasos de una antigua receta de su familia y un tiramisú elaborado con auténtica crema de mascarpone.

Burrata de culto con acompañamiento de rúcula y tomate formando la bandera italiana.

Sfogliatina con bietola, gamberi e porcino trofoliati

Panna cotta de leyenda.
Vinos degustados a copas: Beso de Recchena un vino joven muy equilibrado de la D.O. Utiel Requena y Orube Crianza de la D.O. Ca. Rioja.
Os invito a buscar dentro de este restaurante ‑como si de un juego misterioso se tratase- el cartel con las 7 coincidencias más significativas referidas a este número.
Siete Restaurante está situado en Passeig de Sant Joan Bosco, 47 Barcelona Teléfono 932 801 187
BSO de este post: Ti porto a cena con me de la cantautora de Palermo Giusy Ferreri que con su voz dramática recorre en el videoclip 3 restaurantes de Verona contando su historia.
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