La ciudad olívica se enclava en la ladera del cerro llamado Monte del Castro, descendiendo suavemente hacia la ría de Vigo. Tras su apariencia de industrial y portuoria se esconde una vibrante ciudad en continua transformación. Su Casco Vello se ha revitalizado en forma de barberías hipsters que cuidan con esmero a esta tribu urbana en especial sus cuidados peinados, sus pobladas barbas y por supuesto sus arreglados cuellos varoniles. Las pastelerías y cafeterías más cool se han apoderado con sus cupcakes y vistosos pasteles (no faltan los de zanahoria obviamente). Las tiendas de moda, diseño y arte respiran rabiosa actualidad. Compartiendo espacio, en el cercano mercado de A Pedra, las vendedoras de ostras siguen ofreciendo su mercancía para degustar en los bares y restaurantes cercanos.
La gastronomía gallega ha seguido los mismos pasos, pero en silencio, con menos ruido que en otras comunidades españolas pero sí con muchas nueces. Los novos cociñeiros galegos han conseguido condecoraciones por la guía Michelin y romper con tópicos para demostrar que hay vida más allá de las mariscadas, sin olvidarlas por supuesto.
Después de un paseo por el Ensanche o Vigo Señorial, dónde abundan los edificios altos en piedra construidos por una pujante burguesía conservera que en el siglo XIX convirtió esta barriada en sus residencias y las de sus empresas, hay que dirigirse hacia El Corte Inglés que en su zona de alimentación es toda una despensa de productos que llevan el marchamo de Galicia calidade para abastecerse de pescados, mariscos, quesos, frutas, conservas y dulces gallegos. Posteriormente hay que subir a la planta 7ª y disfrutar de las magníficas vistas de la ciudad, el puerto y la ría homónima que baña la ciudad. En esta misma planta hay varias ofertas de restauración para disfrutar y en especial de Ultramar que es la apuesta más informal del chef Pepe Vieira, con una estrella Michelin en su restaurante del mismo nombre. Platos como el bocadillo de pan de leña relleno de calamares fritos con ajo negro asado y piel de lima; sándwich de queso de tetilla con pesto en pan de espelta y acompañado de frutas frescas de temporada; steak tartar de vaca gallega con aliño de mostaza antigua y lascas de parmesano; o, el huevo frito del revés con patata puré y trufa de verano.

Bocadillo de calamares fritos

Sándwich de queso de tetilla con pesto

Huevo frito del revés, con puré de patata y trufa de verano

Steak tartar de vaca gallega con aliño de mostaza antigua y lascas de parmesano
Maruja Limón con una estrella Michelin en la Rúa Montero Ríos, 5, esconde una barra codiciada de pequeños bocados para disfrutar de esa alta cocina reconocida por la famosa guía de tapas rojas a precios democráticos. Éste es el espacio Maruja Granuja, Maruja Limón es el restaurante clásico y por último Maruja Directo para comer en la cocina sin perder ningún detalle.
Sémola, “pan y dulces” es la panadería-pastelería-cafetería donde el todo Vigo va a comprar el pan y también sus dulces: roscones, cupcakes y pasteles deliciosos. Tiendas en Puerta del Sol, 10, Marqués de Valladares, 14 y Avda. de las Camelias, 62.

Cupcakes de zanahoria

Tea cake doble de chocolate

Roscón
Matina en Aboliera Menéndez, 26 esconde una cafetería con mucho encanto entre las frías y húmedas piedras de una casa antigua. De estilo rústico para hacernos olvidar, y lo consiguen, que estamos en una ciudad portuaria. Desayunos, brunch y meriendas con productos biológicos.

Matina
Para dormir en Nagari Gran Hotel Boutique & Spa 5 estrellas de la Plaza de Compostela, 21. Su última planta por las noches se convierte en la mejor coctelería de la ciudad, en su moderno bar-terraza Skyline, junto a la piscina, con imperdibles vistas de la Ría.
Para seguir con tu experiencia hedonista de color y de aromas, puedes ampliarla visitando los parques de Vigo (es conocida como la ciudad de las camelias) así como de toda las Rías Baixas en busca de esta flor que vino de Oriente. Más información en Ruta de las camelias
© 2017 José María Toro. All rights reserved.