Si estás preparando una escapada y eres incapaz de decidirte entre la playa y el monte. Si buscas un destino natural con un toque de historia y tradición. Si estás estresado. Si eres amante de la buena gastronomía, los deportes náuticos y el senderismo. Si en definitiva eres un alma libre, para en seco y reserva tu billete al paraíso: has encontrado el lugar perfecto. La pequeña isla de La Gomera, declarada reserva de la Biosfera por la Unesco, ha sido puesta en el mapa sólo para ti.
Retrocedamos en el tiempo. Estamos en 1492 y Cristóbal Colón pasa por La Gomera, arregla el timón de la Pinta y de paso tiene un affaire con la bellísima señora de la Isla, Beatriz de Bobadilla, antigua amante de Fernando el Católico y conocida como “la dama sangrienta”. Vaya mezcla. Parece que el famoso conquistador, regresaría a la Isla en otra expedición a buscar aprovisionamiento, según se dice también de tipo carnal. Culebrones aparte, de aquella época, la de la conquista y la lucha aborigen queda como memoria en piedra la Torre del Conde, refugio de la elite señorial, que podrás visitar en San Sebastián, la capital de la Isla, junto con la Casa de la Aduana y la Casa de Colón.

Valle Gran Rey. Fotografía de Noemi Martin
Además de una interesante y curiosa historia por la que transitar, la Gomera cuenta con una extraordinaria red de senderos de la que disfrutar. Mas de seiscientos kilómetros que discurren entre barrancos, caminos serpenteantes, nubes arrastradas por los vientos alisios y una hermosa vegetación liderada por laurisilva canaria, un tipo de bosque subtropical que encuentra su máxima expresión en el inigualable Parque Nacional de Garajonay. Disfruta de los paisajes, respira aire puro y descansa en alguna de las pequeñas ermitas y caseríos que salpican los caminos gomeros.
Si después de un largo paseo, se empieza a mover algo en tu interior, la gastronomía isleña alimentará tus antojos más profundos. Los dulces y los salados. La repostería de la Isla es uno de sus mayores atractivos. Nadie puede resistirse a los rosquetes de manteca, la torta bilana y las famosas galletas gomeras, puro vicio con sabor a tradición. La miel de palma es otro de los “must” de La Gomera: la savia de la palmera, conocida como guarapo, se recoge y se cuece durante horas. El resultado es un delicioso y original manjar que además de aderezar los platos más sugerentes, cuenta con múltiples propiedades medicinales. Si además de dulce tu cuerpo te pide algo contundente y con sabor potente prueba el almogrote. Este “paté” de queso añejo de cabra u oveja con un toque picante, más o menos fuerte, no te dejará indiferente. Combínalo con un vino de la Isla, un plato de potaje de berros con gofio y un pescadito fresco con mojo verde y te aseguro que empezarás a silbar de alegría. Quién sabe si con la emoción del momento, te animas a aprender silbo gomero: un maravilloso lenguaje que surca laderas y barrancos y que forma parte del patrimonio cultural del Archipiélago.

Playa de Santiago. Fotografía de Noemi Martin
Además de naturaleza salvaje en espectaculares bosques como el del Cedro, en el municipio de Hermigua, la Gomera tiene una costa atractiva en la que tomar sol casi todo el año, darte un buen baño en aguas cristalinas y hacer deporte. Noventa kilómetros en los que encontrarás brillantes playas de arena negra y pueblos animados como Valle Gran Rey y Playa Santiago donde disfrutar de la gastronomía de la zona y poner el off a todas tus obligaciones diarias. Incluso las más complicadas. Y si no, que se lo pregunten a la canciller Ángela Merkel, asidua y enamorada de esta isla desde los años setenta.
No importa lo que estés buscando. No importa que aún no lo sepas. Deja de leer. Silba un deseo y encuéntralo en La Gomera.
BSO Sílbame de Samuel Bento con Rogelio Botanz y Benito Cabrera.
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