El mismo local que en un tiempo pasado estuvo ocupado por un taller mecánico ya hace algunos años que se dedica a la restauración y recientemente está regentado por el grupo Hofmann. Es el hermano pequeño de esta saga de alta gastronomía y que con el formato de taberna nos acerca el savoir faire de la escuela de cocina, la pastelería y el restaurante con estrella Michelin homónimo.
El perímetro alargado que a priori le da un carácter serio, rígido y que permite pocas concesiones en la distribución de las mesas, gracias al juego acertado de la decoración con un toque rústico por la piedra desnuda en una de las paredes, la que toca las mesas, y en la opuesta, forrada de lamas de madera con ondulaciones consiguen desdramatizar la sensación de tubo para crear un conjunto elegante y alegre, aprovechando esas curvas en forma de ola marina para la colocación de los comensales según el número de personas a compartir mesa. Envidiable nevera de vinos a ambos lados de la entrada.
Carta desenfadada, donde prima la calidad del producto, con el claro objetivo de democratizar su alta cocina, sin barroquismos superfluos, de vuelta a los orígenes pero con una presentación que mima los detalles sin escatimar, verbigracia el pan rústico elaborado por ellos y servido en paleta de madera, en versión reducida, de las que se usan en las tahonas. Platos degustados: Emocionantes patatas bravas al horno con romero, a mi gusto en su punto de bravura. Coca de jamón ibérico. Deliciosos cromesquis de pies de cerdo que son como croquetas pero sin rebozar en huevo y pan rallado. La masa- en este caso los pies de cerdo no pierden su forma- se envuelve en una pasta de fritura específica y se cocina en abundante aceite de oliva virgen extra otorgándoles un toque crujiente a su capa externa. Épicos macarrones de pesto y boloñesa de lagrimita. Fetén steak tartar acompañado de sus patatas neuf. Original presentación del elenco de postres en caja de madera sustituyendo al carrito de ídem. Mi opción elegida entre tanta tentación dulce: un refrescante vaso del cítrico yuzu combinado con té verde.
Representativa bodega con la posibilidad de pedir vinos a copas. Para redondear el ágape un café cortado de Cafés El Magnífico de esos que dejan un buen final sabor de boca. Me quito el sombrero por todos los restaurantes que cuidan el café.
Precio medio 30- 35 euros.
Taverna Hofmann en la Calle Girona, 145 de Barcelona 08037 Teléfono 936 241 762
Banda sonora del post el tema Sailing del renovado y carismático Mike Oldfield.
Fotos by Gemma