El Restaurante Cañitas Maite y sus dos ofertas gastronómicas: Cañitas Producto y Cañitas Barra

Los jóve­nes chefs de Cañi­tas Mai­te han situa­do su res­tau­ran­te como un refe­ren­te den­tro del mapa gas­tro­nó­mi­co de Espa­ña con sus dos pro­pues­tas de menús: el de pro­duc­to y el infor­mal de fin­ger food.

Son­ríe, hay vino. Fra­se de reci­bi­mien­to en la entra­da de Cañi­tas Mai­te. Toda una decla­ra­ción de inten­cio­nes jus­to deba­jo de una vitri­na-bode­ga con una selec­ción de refe­ren­cias viní­co­las.

Ubi­ca­do en los bajos del aco­ge­dor hotel homó­ni­mo, en la pobla­ción man­che­ga de Casas Ibá­nez, de la pro­vin­cia de Alba­ce­te. Sus chefs alzan la ban­de­ra de la exce­len­cia del pro­duc­to y de la téc­ni­ca, para con­ver­tir­lo en un tem­plo de refe­ren­cia en la vibran­te gas­tro­no­mía patria. Un nego­cio fami­liar que comen­zó el abue­lo de Javier hace 50 años. Hoy ya es la ter­ce­ra gene­ra­ción encar­ga­da de su ges­tión.

Javier Sanz y Juan Sahu­qui­llo


Javier Sanz, jefe de coci­na jun­to a su mano dere­cha Juan Sahu­qui­llo (los dos de 22 años) han estu­dia­do tan­to téc­ni­cas de coci­na como los pro­duc­tos en sí en la Escue­la de Hos­te­le­ría de Tole­do, su paso por alta­res de la coci­na espa­ño­la como el astu­riano Casa Mar­cial, el extre­me­ño Atrio, el vas­co Muga­ritz y el mallor­quín Andreu Genes­tra, les ha dado la expe­rien­cia sufi­cien­te para lle­var el pro­yec­to per­so­nal que los une, Cañi­tas Mai­te, has­ta colo­car­lo en el lugar que le corres­pon­de.

Ellos han con­ver­ti­do que Cañi­tas Mai­te, des­ta­que en el mapa geo­grá­fi­co, y no sola­men­te para los alba­ce­te­ños sino para todos los gas­tró­no­mos de este país y del extran­je­ro, es decir de todos ansio­sos bus­ca­do­res de nue­vos sabo­res que los emo­cio­nen y que como Anton Ego en Rata­toui­lle se les ilu­mi­ne la cara al recor­dar ese sabor y aro­ma del pasa­do.

Res­tau­ran­te Cañi­tas Mai­te

Jóve­nes pero sufi­cien­te­men­te pre­pa­ra­dos y madu­ros para tener obje­ti­vos pro­fe­sio­na­les cla­ros. La pla­ni­fi­ca­ción, la cons­tan­cia y el tra­ba­jo harán que lo con­si­gan. Tra­ba­jan la esen­cia de los pro­duc­tos con una mani­pu­la­ción míni­ma, solo bucan­do que los ensal­cen, para con­ver­tir sus pla­tos en subli­mes y deli­ca­dos con mucho sabor y finu­ra.

Cañi­tas Pro­duc­to y Cañi­tas Barra son las dos pro­pues­tas gas­tro­nó­mi­cas de este res­tau­ran­te alba­ce­te­ño de Casas Ibá­ñez.

La car­ta de Cañi­tas Pro­duc­to está con­fec­cio­na­da a par­tir de una muy esco­gi­da selec­ción de pro­vee­do­res para ela­bo­rar pla­tos que se con­vier­ten en épi­cos en la mesa. Pro­duc­to­res de las galle­gas rías de Arou­sa y 0 Gro­ve, y de las Lon­jas de Huel­va y Altea, arroz bom­bi­ta de La Albu­fe­ra madu­ra­do duran­te 12 meses y puli­do al 60%, Jose­li­to (Decla­ra­do el Mejor Jamón del Mun­do), cor­tes de car­nes de Cár­ni­cas Lyo, y otros de igual renom­bre, reco­no­ci­dos nacio­nal e inter­na­cio­nal­men­te por su exce­len­cia.

Pla­tos degus­ta­dos de la car­ta “Cañi­tas Pro­duc­to”:

Ostra de batea


- Ostras de batea galle­ga acom­pa­ña­do de una copa de man­za­ni­lla. El sabor salino y yoda­do se alían en lo sóli­do y en lo líqui­do.

Nava­jas


- Nava­jas con un sor­pren­den­te pun­to dul­ce de la vina­gre­ta pre­pa­ra­da con resi­na de pino de los alre­de­do­res.

Flor de alca­cho­fa


- Flor de alca­cho­fa, hue­vo de corral y papa­da Jose­li­to. Alca­cho­fas con­fi­ta­das en AOVE cuan­do es tem­po­ra­da para que aguan­te todo el año (téc­ni­ca muy pro­pia del terri­to­rio) ¡Pla­to memo­ra­ble por su com­bi­na­ción de tex­tu­ras y sabo­res!

Rebo­zue­los


- Rebo­zue­los asa­dos (y cru­jien­tes) con yema de hue­vo de cam­po y flor de ajo.

Arroz con alca­cho­fas

- Arroz con alca­cho­fas (las con­fi­tan para que aguan­te todo el año) con gam­bas y chi­pi­rón de ría. Usan arroz bom­bi­ta de La Albu­fe­ra, madu­ra­do 12 meses y puli­do al 60%.. para ir de pere­gri­na­ción (y de rodi­llas) cada domin­go y fies­ta de guar­dar.

Roda­ba­llo


- Roda­ba­llo coci­na­do a la bra­sa con su colá­geno y una mez­cla de AOVE, lau­rel, ajo y guin­di­lla.

Plu­ma ibé­ri­ca de Jose­li­to


- Plu­ma ibé­ri­ca de Jose­li­to mace­ra­do en garum que le da un sabor sala­do y marino. Está coci­na­do len­ta­men­te a 45 gra­dos duran­te 4 horas. Lo acom­pa­ñan unos vege­ta­les ver­des con hier­bas aro­má­ti­cas y sal­mue­ra.

Arroz con leche

- Arroz con leche de ove­ja fres­ca, reque­ma­do por enci­ma y con refres­can­te hela­do de piña.

Flan de leche de ove­ja

- Flan de leche de ove­ja, acom­pa­ña­do de su yogur y reque­són tam­bién de leche de ove­ja. ¡Otro nivel!.

Tar­ta de cho­co­la­te

- Tar­ta de cho­co­la­te y hela­do de haba ton­ka.

La car­ta de Cañi­tas Barra está pen­sa­da para comer con las manos.

El fin­ger food es el leit­mo­tiv de la infor­mal car­ta “Cañi­tas Barra” don­de la téc­ni­ca y el sabor se unen en vibran­tes pla­ti­tos que emo­cio­nan y ena­mo­ran. 

Cor­te de foie


- Cor­te de ave­lla­na relleno de foie y acom­pa­ña­do de fru­tos rojos. ¡Memo­ra­ble!

Nino­ya­ki


- Nino­ya­ki, buñue­lo japo­nés, de que­so de cabra y tru­fa. Sobre una base de  pis­ta­chos se asien­tan estas esfe­ras líqui­das fri­tas de que­so de cabra de Gra­ni­zo (La Rue­da del Cabriel) y una cre­ma de mem­bri­llo.

Ore­ja de cochi­ni­llo


- Ore­ja de cochi­ni­llo. Las con­fi­tan en gra­sa de pato y fri­tas en acei­te de oli­va acom­pa­ña­das de una emul­sión de soja.

Cro­que­ta de jamón Jose­li­to


- LA CROQUETA, así con letras mayús­cu­las, de jamón Jose­li­to. Tex­tu­ra cru­jien­te en su par­te más exte­rior y su inte­rior ela­bo­ra­do con leche fres­ca y man­te­qui­lla de ove­ja y por supues­to relleno de Jamón Jose­li­to. La pre­sen­tan con una lon­chi­ta de Jamón Jose­li­to para ir abrien­do boca y entrar en situa­ción.

Waf­fle


- Waf­fle de pata­tas bra­vas. Es una masa lige­ra en su inte­rior y cru­jien­te en su par­te más exter­na, sal­sa bra­va case­ra (poco pican­te) y mayo­ne­sa de yema. 

Lomo de atún rojo


- Lomo de atún rojo en pan brio­che cru­jien­te con emul­sión de chi­le rojo que le da un sabor pican­te.

Saam


- Saam de cochi­ni­llo y ciga­li­ta en hoja de shisho que nos refres­ca y lim­pia la boca.

Roll


- Exce­len­te roll de pan brio­che relleno de cos­ti­lla de vaca madu­ra­da. Se la acom­pa­ña con una sal­sa BBQ y unos bro­tes ver­des de haba.

Polo hela­do


- ¡Que sue­nen las trom­pe­tas! Polo hela­do con espu­ma de fru­tos rojos y cho­co­la­te blan­co.

Hojal­dre de cre­ma


- Hojal­dre de cre­ma de vai­ni­lla de Tahi­tí. Las cor­te­zas de la vai­ni­lla tam­bién las apro­ve­chan para apor­tar más sabor a este pos­tre.

Dis­po­ni­ble ser­vi­cio de take away y cate­ring para even­tos.

En bre­ve se inau­gu­ra­rá el espa­cio pri­va­do “Pinae” en la pri­me­ra plan­ta don­de ofre­ce­rán 3 menús degus­ta­ción dife­ren­tes. Obvia­men­te con reser­va pre­via de míni­mo un día.

Más infor­ma­ción y reser­vas en la web de https://hotelcanitas.com Calle Tomás Pérez Úbe­da, 6. 02200 Casas Ibá­ñez (Alba­ce­te) Telé­fono 967 46 10 54.

¿Dón­de dor­mir? Ade­más de res­tau­ran­te es hotel y dis­po­ne de 4 esta­ble­ci­mien­tos en esta mis­ma pla­za: Hotel Cañi­tas Mai­te, Hotel Cañi­tas Mai­te-Suit, Mai­te 53- Loun­ge Apart­ments, Bou­ti­que Mai­te Spa.

Alca­lá del Júcar

¿Qué hacer en los alre­de­do­res? Esta­mos en el cora­zón de la comar­ca y de la DO Man­chue­la y ade­más de visi­tar bode­gas como la Bode­ga Gon­zá­lez Cabe­zas (ofre­cen enotu­ris­mo, visi­ta bode­ga, cata de vinos y menú gas­tro­nó­mi­co), tene­mos muy cer­ca Alca­lá del Júcar, que con su cas­ti­llo domi­nan­do las Hoces del Río Júcar nos per­mi­te tener una visión glo­bal de este boni­to pue­blo, escon­di­do prin­ci­pal­men­te en el valle, pero que ha ido ganan­do terrerno en una de sus lade­ras que sube pau­sa­da­men­te has­ta la mis­mas puer­tas del cas­ti­llo. Bor­dear la carre­te­ra que sigue en para­le­lo al sinuo­so río Júcar has­ta lle­gar a Jor­que­ra, Fuen­teal­bi­lla (de dón­de es natu­ral el lau­rea­do cen­tro­cam­pis­ta Andrés Inies­ta), o cam­biar de valle y pasar­nos al cer­cano río Cabriel don­de poder prac­ti­car depor­tes acuá­ti­cos de aven­tu­ra.

© 2020 José María Toro. All rights reser­ved

9 responses

  1. Estu­ve comien­do el 10 de sep­tiem­bre allí. Me sor­pren­dió muy gra­ta­men­te sobre­to­do por la mate­ria pri­ma que uti­li­zan de exce­len­te cali­dad y por el tra­to que le dan con una téc­ni­ca muy bue­na. Encon­tré exce­si­va uti­li­za­ción de la mayo­ne­sa en sus dos varian­tes (blan­ca y la pican­te) que me la encon­tré en casi todos los pla­tos que pedi­mos. Waf­fle con mayo­ne­sa jus­ti­fi­ca­da, el roll de vaca vie­ja no nece­si­ta­ba la sal­sa ni para deco­rar por­que era exce­len­te de por sí, el lomo de atún rojo es exce­len­te ¡mejor sin mayo­ne­sa!, en el saam igual que el bao tam­po­co se jus­ti­fi­ca la pre­sen­cia de la sal­sa mayo­ne­sa o igual es que ya esta­ba satu­ra­do de su uso en ese momen­to. Los pos­tres que pedi­mos, el milho­jas la cre­ma pas­te­le­ra esta­ba gru­mo­sa de haber­la coci­do dema­sia­do con su corres­pon­dien­te sabor. El pas­tel de cho­co acep­ta­ble pero no sor­pren­den­te.
    En gene­ral para mi fué un 8 sobre 10. Nota­ble alto, pero esos chi­cos estoy segu­ro que tie­nen más recur­sos en sus manos y en su sapien­cia como para no usar tan­to el recur­so mayo­ne­sa.

  2. Que fan­tás­ti­co lugar. Sien­to una sin­fo­nía de sabo­res en mi len­gua y en mi ima­gi­na­ción se teje un via­je el hedo­nis­mo en una mesa en Alca­lá de Júcar.

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