Un vino soñado y cantado por Loquillo

Gran día, un día bril­lante. Es la pre­sentación en Madrid, en el cen­tro del bar­rio de Chue­ca, del vino de Loquil­lo, Neo.

 

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Loquil­lo con Rosa Peñue­las colab­o­rado­ra de Bloghe­do­nista en Madrid. Fotografía de Rosa Peñuelas

Cuan­do llego a Car­lota, pre­ciosísi­ma tien­da de vinos, no me sor­prende ver a tan­ta gente esperan­do, son amantes del rock & roll y quieren pro­bar el vino de El Loco. Se res­pi­ra feli­ci­dad, entu­si­as­mo y curiosi­dad a partes iguales. El momen­to es emo­cio­nante como cor­re­sponde a un gran vino… y se vuelve mági­co cuan­do con­si­go sacar una gran son­risa al Loco con un “¡Son­ríe!! ¡que el vino es ale­gría!!” y comien­za el gran concier­to de Neo, un vino soña­do y can­ta­do por Loquillo.

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Car­lota Wine Shop. Fotografía de Rosa Peñuelas

Abro la botel­la y me encuen­tro con la primera sor­pre­sa, el cor­cho, ese con el que siem­pre jug­amos mien­tras bebe­mos vino con nue­stros ami­gos. Tiene escritas pal­abras, pal­abras que definen como ha naci­do este vino, por el plac­er de crear, pal­abras fáciles como sueños, amores, ilusión, fuerza, abra­zo, beso… pal­abras fáciles de pen­sar pero difí­ciles de sabore­ar en un vino. Pero en este si, porque es tin­to, muy tin­to, su col­or es negro y rojo san­gre, un vino sin ape­nas clar­i­ficar, no lo nece­si­ta. Trans­mite la dulzu­ra y fuerza de El Loco, su músi­ca, le ha dado for­ma de poe­ma.

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Neo, vino de Loquil­lo, Rib­era del Duero. Fotografía de Rosa Peñuelas

Y sigo apu­ran­do la copa, los olores, los sen­timien­tos, los sonidos de antes de que sal­ga al escenario…porque trans­mite un concier­to, el mejor, el más grande, y yo noto lo que dice en su can­ción, cada vez sien­to más, cada vez pien­so menos, y eso me hace dis­fru­tar del vien­to y de la tier­ra donde cre­cen las viñas que paren este sueño de noche y are­na, de luces y de gente, de la emo­ción del concierto.

Y sien­to que si, que este vino es la defini­ción de una man­era de estar plan­ta­do en la exis­ten­cia, de como la antigüedad de la viña donde se cosecha entra en cada poro de mi piel, se mez­cla con la músi­ca y explota, explota en mis sen­ti­dos para recor­darme que lle­va den­tro la esen­cia de cien­tos de concier­tos de rock & roll, pero sobre todo la esen­cia y los sen­timien­tos de miles de per­sonas que han vivi­do y can­ta­do sus can­ciones, y que esta mar­avil­losa esen­cia de su vino será como su estrel­la, nun­ca dejará de bril­lar y bril­lar.

© 2016 Rosa Peñue­las. Todos los dere­chos reservados

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