
Panorámica de las viñas de la Bodega Alta Alella. Foto gentileza de Treasures of Catalunya
La bodega Alta Alella está situada en un marco incomparable, sin parangón, con vistas panorámicas al azulado Mar Mediterráneo que en la lejanía del horizonte se une con el inabarcable cielo. Las viñas, como si de ordenados espectadores en sus respectivas butacas de este anfiteatro natural, asisten cada día al sempiterno espectáculo de ver nacer el sol y como un auditorio privilegiado e imperturbable asiste cíclicamente a su ocaso para enamorarse de las diferentes fases lunares. Se dejan acariciar por las brisas marinas que le aportarán ese toque de salinidad a su fruto. Pacientes recibirán el agua de lluvia que las refrescará y calmara su sed de crecer para después sentir ese calorcito que las mima y las madura hasta ver, como si de un ritual mágico se tratase, caer las lágrimas de San Lorenzo en el ecuador de la canícula estival. Toda una señal para estas viñas que se preparan para su recolección. Lo que viene siendo unas uvas felices y agradecidas que luego se traducirá en unos vinos con personalidad y carácter, o como dirían los galos de “terroir”.
Y así, en este enclave privilegiado, comenzó una deliciosa tarde bucólica con un paseo entre las viñas y la bodega, rodeando la casa novecentista, felizmente recuperada hace algo más de 20 años por esta familia de bodegueros comprometida con la causa ecológica, con la producción de vinos naturales sin sulfitos y realizando la vendimia a mano que conforman el leitmotiv desde el comienzo de esta aventura.
Después de la alegre caminata con bellas vistas empezó la experiencia del maridaje de las chocolatinas con una selección de vinos de esta casa, escogidos especialmente por Xocolates Granollers, la bodega Alta Alella y la organizadora de eventos personalizados Treasures of Catalunya.

Sala de degustaciones de la Bodega Alta Alella. Foto gentileza de Treasures of Catalunya.
Cava AA Laietà gran reserva elaborado con chardonnay y pinot noir al más puro estilo de las grandes casas francesas del champán. Aromas de harina, de levaduras y de lácteos del yogur asociado con un chocolate relleno de jengibre confitado. El refrescante jengibre se une a la frescura del chardonnay.
Cava Privat Rosé Brut Nature con Pinot Noir y Mataró de aromas especiados, notas balsámicas, de sotobosque, de romero y tomillo para casarlo con chocolate 70% relleno de regaliz.
Blanc de Neu marcado sabor a pansa blanca y aromas florales. Elaborado por concentración en frío. Armonizado con un chocolate blanco de pistacho y sal del Delta del Ebre.
Vino Syrah Dolç con la uva mataró. Aromas de prunas e higos confitados para unir a una chocolatina con pimienta rosa que al beber se potencia el sabor de esta especia.
Dolç Mataró con la variedad homónima sin llegar a la pasificación, pasando por barrica y crianza de un año en botella. Concordancia con un vibrante chocolate negro cuyo único adorno es la sal del Delta del Ebro como potenciador de su amargo sabor característico.
Y como colofón a la tarde primaveral en esta experiencia enoturística, una segunda copa de Blanc de Neu con una chocolatina al perfume de rosas. ¡De ovación en pie!
Banda Sonora Original de este post: la contagiosa y alegre melodía de Mika y su tema Talk about you
© 2015 José María Toro. Todos los derechos reservados.