Una deliciosa fragancia de azahar impregna de primavera y de Semana Santa las calles sevillanas. La estación del renacer a la vida ha estallado en todo su esplendor un año más. Los capillitas se preparan para salir enchaquetados y acompañar el paso de su cofradía. Mantillas y peinetas que embellecerán al cortejo femenino hace semanas que están en perfecto estado de revista. Los costaleros están preparándose para llevar la imagen religiosa de su devoción. Los capataces también ensayan esa invitación, que en el silencio de la madrugá y al tercer golpe seco sobre el llamador, el paso se levantará del suelo, pondrá los pelos de punta y emocionará a los allí presentes. Los músicos siguen practicando la música sacra que interpretarán estos días. Las devotas ya ultiman de acicalar a sus Santos. El próximo domingo de Ramos, la sevillana Hermandad de El Amor será la primera en salir en procesión con el paso de La Borriquita que representa la entrada de Jesús en Jerusalén. Se respira emoción y sentimiento por la Semana más grande y esperada de todo el año.
“¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!
¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores,
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!.
La Saeta. Antonio Machado
Esta semana la compra ha sido en la Pastiseria Pallarés del Carrer Comte d’ Urgell, 169 de Barcelona. Buñuelos esponjosos de L’Empordà con su sabor característico de matalahúva. También rellenos de suave crema, gustosa nata y vibrante chocolate.
¡Feliz Pascua!