La matanza del cerdo (sin sangre) en Pork…boig per tu

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Figu­ra de cer­do col­ga­do del techo en el inte­ri­or de su come­dor. Toda una declaración de intenciones.

Hoy es día de matan­za en mi pequeño pueblo, antigua­mente perteneciente al duca­do de Feria, y la mañana inver­nal ha amaneci­do bien fría. Las nebli­nas todavía no han lev­an­ta­do el día y el recen­cio de la noche ha deja­do el sue­lo escar­cha­do. Los cuchil­los hace var­ios días que ya están bien afi­la­dos. Mi tito Domin­go tiene el títu­lo ofi­cial de matar­ife des­de hace años, cuan­do le cogió el tes­ti­go a su padre y mi abue­lo. El aguar­di­ente ya está servi­do en las copas para hac­er más lle­vadero el olor nau­se­abun­do de la muerte y que no regire el estó­ma­go a los neó­fi­tos en estos trances dan­tescos de la car­nicería. Con su sem­blante sereno y géli­do como el ice­berg, sin que le cim­bree el pul­so, y de acuer­do con la leg­is­lación vigente lo atur­dirá primero con una descar­ga eléc­tri­ca, y después sin un ápice de con­mis­eración le ases­terá un corte cert­ero con su aguza­do alfan­je cual letal guadaña, que provo­cará en el pobre bicho unos chill­i­dos ater­radores y ensor­de­ce­dores, audi­bles en la otra pun­ta del pueblo, has­ta emi­tir su últi­mo ester­tor que lo con­ver­tirá defin­i­ti­va­mente en fiambre.

Atrás quedaron los días felices del mar­ra­no en la mon­tan­era extremeña, cuan­do salía hecho un pin­cel, orgul­loso  de su porte, rijoso pase­an­do entre las hem­bras de su piara, revol­cán­dose juguetón en el bar­ro como si no hubiera un mañana, comien­do la bel­lota de enci­na dulce como la miel, bebi­en­do agua fres­ca del arroyo que cruza la dehe­sa y sin más pre­ocu­pación que con­tar las estrel­las de la Vía Láctea en la bóve­da celeste. Toda esta vida her­mosa y hedo­nista que Manuel Mal­don­a­do les regala a sus bichos has­ta que alcan­zan las arrobas nece­sarias para el sac­ri­fi­co, se tra­duce en piezas de carne y chaci­na sin parangón, de exce­lente cal­i­dad y sabor has­ta el pun­to de con­ver­tir­lo en un pro­duc­to exquis­i­to para pal­adares exi­gentes y con gran sen­si­bil­i­dad, que solo los cono­ce­dores de los pro­celosos pro­ce­sos para con­seguir estos nive­les son capaces de apreciar.

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Manuel Mal­don­a­do en pleno cur­so del des­piece. Foto gen­tileza de Are­na­lia Comunicación.

La matan­za urbana prac­ti­ca­da el pasa­do 13 de Febrero en el barcelonés restau­rante temáti­co que gira en torno a este ani­mal Pork…boig per tu (cerdo…loco por ti) del Grupo Sagar­dise ha real­iza­do sin san­gre, ( el pro­ce­so de desan­gra­do se real­iza pre­vi­a­mente, en el momen­to jus­to de morir porque es impor­tante un buen drena­je del líqui­do rojo del ani­mal para obten­er una bue­na cal­i­dad final de los pro­duc­tos del cochi­no y que a su vez se aprovechará para la elab­o­ración de deli­ciosas mor­cil­las). Por otro lado ha sido un detalle y de agrade­cer evi­tarnos ese paso por lo escat­ológi­co de ese momen­to y porque aunque pre­sumamos de un ide­al­is­mo-neo-rur­al-hispter-y-ecol­o­gista, defen­sores de la bucóli­ca vida en el cam­po a ultran­za como alter­na­ti­va sana, no podemos quitarnos la más­cara de remil­ga­dos urban­i­tas tan fácilmente.

Los cocineros (Joan Bagur, Iña­ki Lz. De Viñaspre y Manuel Jiménez) miem­bros del Barcelona Born Gourmet (el proyec­to gas­tronómi­co de chefs, restau­rantes y tien­das gourmets del Born unidos por este sel­lo de cal­i­dad para con­ferir­le carác­ter y per­son­al­i­dad a su aso­ci­a­dos) han esta­do colab­o­ran­do con el mae­stro de cer­e­mo­nias Manuel Mal­don­a­do, propi­etario de Ibéri­cos Mal­don­a­do y que en esto del des­piece tiene la mano rota y sabe un rato. Rep­re­sen­ta a la nue­va gen­eración de ganaderos ejem­plares, mod­er­nos, con visión de futuro, un adalid de la seña de iden­ti­dad extremeña más rep­re­sen­ta­ti­va, ped­a­gogo de la recu­peración de la gran joya de la despen­sa españo­la y que tiene un obje­ti­vo claro de colo­car el cer­do ibéri­co puro de bel­lota en el pódi­um del Olimpo gas­tronómi­co, a la altura del caviar o la tru­fa negra por citar alguno de los ases de los pro­duc­tos del­i­catessen mundiales.

Final­mente, y como no podía ser de otra for­ma, se dió bue­na cuen­ta de una degustación de las primeras piezas que ya esta­ban lis­tas para ser con­sum­i­das como la pluma, el secre­to, la pre­sa y el aban­i­co. Ver­dadera­mente delicioso.

Ban­da sono­ra de este post: Up (Acoustic) de Olly Murs feat Demi Lovato.

© 2015 José María Toro. Todos los dere­chos reservados.

Un comentario

  1. Recuer­do algu­na matan­za. El frío, los gri­tos del ani­mal, el olor a chamus­ca­do, el des­piece aún con la carne humeante, el aguar­di­ente y las per­runiñas… y las migas, y la prue­ba y la fies­ta de los adul­tos. Porque asistí a ella en el pueblo cuan­do era pequeña.

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