En medio de este disparatado, loco, ansioso y estresado mundo, hay un escogido grupo de gentes que conservan la cordura: ellos son los artesanos. Son como un soplo de aire puro, productores de proximidad, de km.0, que buscan la relación personal por encima de ventas masivas y agresivas. Reflejan su magia y su universo de sueños en cada producto que materializan. Los hay de todo tipo desde ebanistas, orfebres, modistos, etc. y también podríamos incluir en esta categoría a los cocineros. Son capaces de crear con sus manos, gracias a su experiencia adquirida con los años y su incontenida genialidad, verdaderas obras de arte, piezas estéticamente hermosas y que además tienen la particularidad de ser únicas e irrepetibles. Comprar productos artesanos es una decisión particular y porque no nos conformamos con un modelito que lo lleva todo el mundo y queremos destacar nuestra personalidad con ese pañuelo, sombrero o joya que refleje nuestro espíritu elevado.
Hay un cierto prejuicio social hacia todo el tema del trabajo manual. Por el contrario, toda la comunidad educativa, tanto psicólogos como pedagogos infantiles, insisten en lo beneficioso que representa para los niños, y lo no tan niños. Se estimula y refuerza los procesos mentales, exige atención y concentración, se memorizan pasos, se desarrolla la perserverancia y la paciencia (debería de ser asignatura de recuperación para más de un adulto), se trabaja la creatividad (presente en el lóbulo derecho del cerebro), se mejora la psicomotricidad en general y en particular el área motora fina al coger soltura en el manejo de los dedos como herramientas. Para acabar esta lista de ventajas, cada vez que un niño afronta un reto y logra su objetivo se le está aumentando su autoestima, siempre y cuando se vea reconocido tanto en el lenguaje verbal como en el más importante “no verbal”.

Joya artesana de Autentiqum. Fotografía gentileza de Mireia Casamada
Conocer Autentiqum y a Mireia Casamada, como su alma mater, me ha abierto un mundo nuevo. Comprender el leitmotiv que los unes y los apasionas ha sido entrar en una nueva dimensión de profesionales que buscam la belleza, la estética, la perfección en definitiva, sobre la cual, filósofos y humanistas han vertido ríos de tinta en sus eruditos libros durante siglos. Ellos son más prácticos y terrenales, buscan esa misma hermosura pero plasmada en sus trabajos. Este grupo está formado por Marian Reyes, Anna Albert, Carles Martí y Dolors Just en el ámbito textil de sombreros, bolsos y estampados. Por otro lado, y como alquimistas del siglo XXI en busca de la piedra filosofal, están los joyeros Rodrigo Mendoza y Núria Alvarez de Lara.
“El arte es la firma, el diseño es la marca, la ARTESANIA es la huella” Octavio Paz
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Ohhh sii! Me encanta la artesanía! Me parece que tiene una esencia que no se encuentra en productos industriales… Saludos!!
Totalmente de acuerdo. Saludos.
Hola Mireia que tal, perdona però es Núria Alvarez de Lara
Hola, este blog no es de Mireia, pero ya está arreglado. Gracias por avisar. Un saludo,