Postales para Noe

Está pasa­do de moda, lo sé. Escri­bir pos­ta­les es cosa del siglo pasa­do. ¿Quién nece­si­ta un arcai­co tro­zo de car­tón con una ima­gen tras­no­cha­da pudien­do reci­bir un fla­man­te whatsapp con foto incor­po­ra­da? Pues yo, la rei­na del “vin­ta­ge”. Me ale­gra lle­gar a casa, sol­tar las male­tas y encon­trar mi vie­ju­na pos­tal entre la publi­ci­dad y las car­tas del ban­co. O mejor aún: ate­rri­zar en Tene­ri­fe antes de que mi peque­ña ami­ga lle­gue al buzón. Cuan­do estoy de via­je me encan­ta com­prar una pos­tal boni­ta, ir a la ofi­ci­na de correos más cer­ca­na y, sobre todo, enviar­me bue­nos deseos y ale­gría a des­ta­jo. Pue­de pare­cer cosa de locos o de jubi­la­dos abu­rri­dos. Qui­zá de niños o soña­do­res de otro tiem­po. ¿Qué más da? Yo ya me estoy ima­gi­nan­do la pro­ce­den­cia de mi pró­xi­ma pos­tal mien­tras son­río de ore­ja a ore­ja.

bloghedonista.com

Foto de Noe­mi Mar­tin

BSO de este post Smi­le de Michael Jack­son. Des­de este pri­vi­le­gia­do púl­pi­to que nos pro­por­cio­na inter­net no para­mos de hacer pro­se­li­tis­mo de ese bene­fi­cio­so ejer­ci­cio que es son­reír,  por­que como decía Migue­li­to (una tira cómi­ca del dia­rio El País) “la tris­te­za no des­gra­va”.

© 2015 Noe­mi Mar­tin. Todos los dere­chos reser­va­dos

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde Blog Hedonista

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo