El Tour Santa Fé

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San­ta Fé Can Pujades. Ctra. de Arenys a Sant Celoni, s/n Vall­go­rguina 08471 (Barcelona) Telé­fono 610 595 871

El cielo en la tier­ra. Mate­ria pri­ma de exce­lente cal­i­dad. Maestría en la elab­o­ración. Un dis­frute para los sen­ti­dos.  Una expe­ri­en­cia gas­tronómi­ca y enológ­i­ca difer­ente en Masía San­ta Fé. El cocinero Car­los Pier­nas, de  Carpi­er , como un direc­tor de orques­ta dirigió con bue­na batu­ta a sus colab­o­radores para que tocaran con vir­tu­o­sis­mo los instru­men­tos de coci­nar: cuchil­los, cazue­las, fogones, brasas, etc. para emo­cionar y entu­si­as­mar a los 25 fol­low­ers afor­tu­na­dos que fuimos sigu­ien­do paso a paso entre la per­ple­ji­dad y la sor­pre­sa cada movimien­to de este gran profesional.

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Primera estación: recep­ción y primeras expli­ca­ciones de Robert, como mae­stro de cer­e­mo­nias de esta expe­ri­en­cia solo para muy food­ies. El pro­pio Car­los abre uno a uno los eri­zos de mar. En un lado de la bar­ra un pla­to de buti­far­ra blan­ca buenísi­ma y en el otro lado,  un ser­vi­cio de tomate Raf sin más adere­zo que aceite de oli­va vir­gen extra y sal Carpi­er. Aquí es donde un tomate dice lo que tiene que decir, y demues­tra si tiene sabor o no sabe a nada. Este sabía y vaya si sabía.

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Cal­dos:   Louis Jar­dot 2010 Bour­gogne Chardon­nay y un cava Rosae (colab­o­ración de Rimarts y Carpi­er) con sor­pren­dentes notas ahu­madas para mari­dar con este primer pla­to y tam­bién con una bue­na pael­la hecha a fuego de leña de esas que se comen a pie de playa sin­tien­do la brisa del mar en la cara.

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Segun­da estación: atún rojo ¡espec­tac­u­lar la pieza! tar­tar de atún cor­ta­do a cuchil­lo in situ ¡deli­cioso!, lámi­nas de atún flam­bea­d­os al soplete para coger col­or exte­ri­or y lig­era­mente crudo en su inte­ri­or ¡para llo­rar! Por últi­mo sushi para los más clásicos. 

A par­tir de aquí cam­bié a un tin­to bor­goñés de la mis­ma bode­ga Louis Jar­dot. Un cal­do muy suave  y fácil de beber. Per­fec­to para acom­pañar el resto de la comida.

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Ter­cera estación: Que­sos de pas­tores cata­lanes com­pro­meti­dos con la pro­duc­ción arte­sana lejos de cualquier vicio indus­tri­al. Sor­pren­dentes. Nada que envidiar a los france­ses. Probé 3 piezas del amplio sur­tido: Casa Mateu de pas­ta blan­da que se deshace con solo mirar­lo, notas deli­ciosa­mente sal­adas y lácteas. El sigu­iente un que­so de cabra con per­son­al­i­dad recu­bier­to de ceniza. Por últi­mo, un que­so azul … ¡que no se enteren nue­stros veci­nos los france­ses ni los ingle­ses que ten­emos este que­so! Que sigan pen­san­do que sus Roque­fort y Stil­ton son mejores. Para acom­pañar pan de fru­tos sec­os y fre­sas para refres­car y limpiar la boca.

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Cuar­ta estación: Car­los otea el vien­to para saber de dónde viene y así con­tro­lar las brasas para preparar los calçots y dos piezas de cer­do ibéri­co: pluma y secre­to. Por nada del mun­do la carne debe recibir un exce­so de humo. Exce­lente. Músi­ca de jazz  para acom­pañar este instante inter­pre­ta­da por un trío.  Genial. Detalle tras detalle in crescendo. 

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Quin­ta estación: Huevos de emú con lámi­nas de tru­fa negra. ¡de fue­gos arti­fi­ciales! Sensacional.

Sex­ta estación: guisantes finísi­mos de Lla­vaneres con tri­pa de bacalao ¡de cam­panil­las! No pre­gun­téis por la foto.…estuve un buen rato en esta­do de shock. Sor­ry. Bueno… es una bue­na excusa para volver.

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Sép­ti­ma estación: puré real­iza­do al momen­to con patatas asadas y dados de man­te­qui­l­la bien mez­cla­dos has­ta hac­er una papil­la. Cordero tiernísi­mo asa­do en horno de leña ¡de tra­ca final!

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Octa­va estación: el momen­to dulce y sen­cil­la­mente ¡deli­ciosos!

Nove­na estación y últi­ma: café y gintonics.

Por fin lle­ga la rela­jación de Car­los y su equipo. Aho­ra lle­ga el turno de los comen­tar­ios y las salu­da­ciones efusivas.

Resumen: una expe­ri­en­cia food­ie para recor­dar y grabar con tin­ta indele­ble en un rincón de nue­stro corazón,  porque las emo­ciones vivi­das son de ese órgano que nos hace vibrar, sen­tir, emo­cionarnos, amar y llo­rar.  ¡Vívela! ¡que no te la cuenten!

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