El pasado 9 de febrero, El Petit Celler ofreció la primera de una serie de catas y maridajes programadas para todos los públicos y que tendrán lugar semanalmente.
Situado en la calle Beethoven del barrio de Sant Gervasi (Barcelona), El Petit Celler es un local que aúna el concepto de tienda de vinos con el de wine bar. Con un catálogo impresionante que abarca desde vinos a precios asequibles y familiares hasta caldos exclusivos como los de Dominio de Pingus o los superlativos de la bodega Société Civile du Château Petrus, brinda al cliente la posibilidad de degustar el vino que se desee a precio de tienda, pero servido de una forma que nada tiene que envidiar a las mesas más elegantes de la ciudad condal.
Esta primera cata se ofreció de manos de Antonio Lopo, reputado somelier, cofundador de la empresa de vinos a medida Thunderwinemakers, y que, escudado por un rompecorazones jamón de bellota 100% ibérico Cinco Jotas cortado a mano, presentó cuatro vinos de dos denominaciones de origen distintas: D.O. Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda y D.O. Jerez, Xérès, Sherry.

Los 4 vinos catados y plato de jamón de bellota 100% ibérico 5J. Un rompecorazones en toda regla. Fotografía de Aarón González
Ambas DO firmes defensores de la uva palomino, comparten rasgos idénticos en su elaboración, pero la principal diferencia se encuentra en la localización geográfica. La manzanilla se produce en Sanlúcar, en el que un microclima más suave y húmedo que el jerezano, gracias a la cercanía del Atlántico y la presencia del Guadalquivir y las marismas, le confiere al vino un carácter más yodado. Estas condiciones medioambientales hacen que el velo de flor sanluqueño permanezca todo el año y sea ligeramente más grueso, suavizando el sabor y otorgando un sutil dorado en apariencia, mientras que el fino de Jerez, con un velo de flor que desaparece por efecto del calor, se aproxima a un oro pálido con un toque más agudo en nariz.
Los cuatro vinos que se presentaron en la cata fueron:
-Manzanilla Maruja de Bodegas Juan Piñero (D.O. Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda): con una vejez media de más de ocho años, esta manzanilla sanluqueña presenta un color amarillo dorado conseguido por un sistema muy dinámico que favorece la longevidad del velo de flor, y una cata con notas yodadas y minerales. Con una persistencia en el paladar considerable, permite abrazar con fuerza platos de marisco, pescado, arroces y embutidos.
-Manzanilla Pasada Maruja de Bodegas Juan Piñero (D.O. Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda): manzanilla con una edad media de 20 años, muestra un tono áureo y, como su hermana menor, ofrece notas yodadas y un final muy largo. Se atisban notas de miel y curry. Si bien es ideal que a uno le acompañe con un buen guiso, el momento álgido para besar a Maruja es tras dejar que su sensualidad eleve la temperatura para caer en sus morenos brazos andaluces.

Los 4 vinos catados. Fotografía de Aarón González
-Fino en Rama Urium (D.O. Jerez, Xérès, Sherry): de crianza biológica bajo velo de flor, a sus cinco años tiene en la elegancia su leitmotiv. Con un paladar eléctrico a la par que suave y seco, deja un retrogusto amargo semejante a la almendra cosa que lo hace muy adecuado para consumirlo con pescados, mariscos salados y, gracias a su baja acidez, con gazpachos y ensaladas generosas en vinagre.
-Jerez La Panesa de Bodegas Hidalgo (D.O. Jerez, Xérès, Sherry): elaborado según el método de Criaderos y Solera y de larga crianza bajo velo de flor, este oro líquido, viejo y brillante, sorprende por su suavidad en boca y por una persistencia larguísima reflejo de una crianza biológica llevada al límite. La madurez de la levadura y el microclima en el que se encuentra la bodega de Emilio Hidalgo le aportan un carácter único, así como aromas herbáceos y notas amargas en su final. Un rey de reyes ideal para acompañar tanto a ibéricos como a platos de pescado, arroz, setas, carnes blancas y marisco.
El Petit Celler C/ Beethoven, 8 Barcelona 08021 Teléfono: 932008260
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