Porque estamos vivos. Sólo por eso despidamos el 2016 con una sonrisa. Adiós amigo. Y mira que has sido puñetero y quisquilloso. Pero estamos vivos. Un año más. Doce meses con sus lunas brillantes y estrellas estrelladas.
Porque estamos vivos. Prometo que el año que llega será más cariñoso. Como un bebé muy tierno. Y si nace violento, inventaremos refugios de paz donde escondernos. Que tiren bombas. Que caigan misiles. Que suenen sirenas. Seremos fuertes, pacientes y optimistas. Porque respiramos y eso es ya una victoria y un punto de partida.
Porque estamos vivos. Y el sol nos lo recuerda. Y podemos bailar con dolor de rodillas. Mercromina en el alma. Luz para nuestros sueños. Chocolate que cura las heridas abiertas.
Porque estamos vivos. Coge una copa y brinda. Con amor y cerezas. Comienza desde cero, o desde menos ocho. Vístete de alegría. Este será tu año. Hagamos un conjuro: olvidar el pasado. Reír hasta agotarnos. Soltar. Dejar pasar. Con un “abracadabra”, mis mejores deseos: Muy Feliz Año Nuevo.
© 2016 Noemi Martin. All rights reserved