Environment dress. Fotografía cedida por uh515.
El futuro que estudié en mi pasado universitario ya es realidad en este presente del siglo XXI que estamos viviendo. Recuerdo como los estudiantes de ingeniería y más concretamente los de robótica no paraban de hablar de inteligencia artificial y de sus robots pensantes, y algunos de ellos iban más allá y pronosticaban que esas máquinas serían capaces de sentir emociones, vamos que no sería extraño que algún idilio entre esos potentes artefactos podría llegar a ocurrir. Tenemos muchos logros conseguidos desde entonces como los imprescindibles ordenadores o móviles ‑impensables vivir ya sin ellos- hasta los robots aspiradoras para hacernos la vida más fácil.Environment dress. Fotografía cedida por uh515.
El último avance, como una vuelta de tuerca más, ha venido por parte del equipo uh513 formado por María Castellanos y Alberto Valverde dos artistas que gracias a su formación transversal en diferentes ámbitos, ella como investigadora y él como tecnólogo, presentaron su innovador trabajo environment dress y salieron ganadores en el concurso Next Things 2015-conducta convocado por LABoralCentro de Arte y Telefónica I+D. Este revolucionario vestido inteligente cuenta con un montón de sensores que analiza toda la información de nuestro alrededor, y nos la procesa pasándonos todo esas averiguaciones que realiza. A partir de aquí se abren infinidad de posibilidaes.Environment dress. Fotografía cedida por uh515.
Y como la ciencia avanza a pasos agigantados, seguro que este vestido inteligente nos seguirá sorprendiendo agradablemente en un futuro muy cercano haciéndonos la vida más cómoda, ¿os acordáis de cómo era el primer televisor en blanco y negro, con sólo dos cadenas y sin mando a distancia o el más reciente invento como el teléfono móvil que había que llevar una batería bastante pesada en una mano hasta los actuales cada vez más ligeros con múltiples posiblidades? Nos queda todo un mundo nuevo por explorar y conquistar.Más detalles en www.environmentdress.org
© 2016 José María Toro. Todos los derechos reservados