
Fotografía de Noemi Martin
Tócame. Con la piel, la mirada o la sonrisa. Me da igual pero tócame.
Me gusta el abrazo humano y el gatuno. El abrazo de oso y el modesto roce de los dedos sobre el hombro cuando me encuentras. Venero las manos recias, las desfallecidas y las que acaban de llegar al Planeta. Las del obrero y el violinista. Las que tienen arrugas y manchas. Las adolescentes con uñas rebeldes.
Tócame si eres hombre, mar o tierra. Si tu corazón late en forma animal o tienes flores. También si te llamas aire amable. Adoro el contacto de la arena y el agua salada sobre los poros. Y el del viento revolviendo mis rizos espontáneos. Salvo cuando vuelvo de la peluquería y los llevo ocultos. Que no nos engañemos.
Tócame cuando esté feliz o llore a cántaros. Cuando hable sin parar o esté medio dormida. Cuando baile, tócame una canción de cuna o una copa de vino. Una balada celta o un lirio blanco. No tengas miedo. Más allá de la piel y la vida que palpita en mi muñeca, espero esa llamada. Tócame con tu voz y tu alegría nueva. No te la guardes.
Tócame mi tic tac con un poema. El que te guste. Me chiflan las sorpresas. Con un cuadro de Frida o tu sombrero rojo. Con tus galletas ricas y ese amor destemplado. Con la amistad olvidada, con tus pestañas limpias. Con esa timidez tan escarpada.
Tócame porque sé que lo necesitas y porque yo también lo espero. Porque somos fragilidad en medio de esta nada, en medio del sendero. Tócame porque eres mi amigo, mi amante o tal vez mi perro. Tócame porque tú eres mi paz y yo tu pegamento.
BSO Te va a pasar de Andrés Suárez
© 2016 Noemi Martin. Todos los derechos reservados.