Entrevista Hedonista a la escritora Sara Herrera Peralta

 

“ME GUSTA COCINAR PARA LOS AMIGOS” 

 

Sara Her­rera Per­al­ta es una de las poet­as españo­las de may­or proyec­ción. Ganado­ra de pre­mios tan pres­ti­giosos como el Car­men Conde, cuen­ta ya con una amplia obra que ha sido tra­duci­da par­cial­mente al inglés, francés, por­tugués, esperan­to e ital­iano. Gadi­tana de nacimien­to y ciu­dadana del mun­do de adop­ción, esta mujer: inteligente, amable y ser­e­na ofrece una poesía orig­i­nal llena de pro­fun­di­dad y grafis­mo. Una poesía nóma­da y en oca­siones ple­na de dolor que se plas­ma en los ver­sos de su últi­ma obra: “Hom­bres que can­tan nanas al amanecer y comen cebol­la” (La Bel­la Varso­via). Nos acer­camos a Sara ‑que aho­ra vive en Cazals, un pequeño pueblo de sei­scien­tos habi­tantes en el sud­este de Fran­cia- para cono­cer su día a día y su fac­eta más hedo­nista. Porque la poesía no está reñi­da con el vino tin­to. El resto en www.saraherreraperalta.com

 

Sara Herrera

Sara Her­rera por Samuel Capdeville

 

  1. Empezare­mos por la hora de lev­an­tarnos, ¿qué desayu­na Sara un día en el que se tiene que pon­er las pilas para escribir? ¿Y qué toma un día espe­cial, de fiesta?

Desayuno sal­a­do. Pan sin gluten con aceite de oli­va, una lon­cha de jamón y una pieza de fru­ta. Y café, siem­pre un café solo. A veces, los fines de sem­ana, huevos revuel­tos con tostadas y zumo natural.

  1. ¿Silen­cio, músi­ca, con­ver­sación, noti­cias al lev­an­tarse de la cama?

Silen­cio. Cuan­do vivía en la ciu­dad me lev­anta­ba escuchan­do la radio y las noti­cias o leía la pren­sa dig­i­tal mien­tras desayun­a­ba delante del orde­nador. Aho­ra la pren­sa la leo en el móvil pero nun­ca al lev­an­tarme. Pre­fiero la cal­ma de la casa por las mañanas.

  1. Después de la ducha, abres el armario: ¿col­or o blan­co y negro?

Col­or. Rara vez el negro, casi nun­ca el blanco.

  1. Se acer­ca la hora de com­er, ¿un lugar ide­al, real o imag­i­nario, para quedar con los amigos?

Des­de que vivo en el cam­po, en un pueblo de sei­scien­tos habi­tantes, quedar con los ami­gos se limi­ta a los fines de sem­ana o a las vaca­ciones. Cuan­do nos vis­i­tan, ese lugar ide­al es nues­tra casa, rodea­d­os de árboles y de ter­renos de hier­ba, plan­tas y ani­males. Me gus­ta coci­nar para los amigos.

  1. ¿Postre o café para una sobreme­sa de tertulia?

Casi nun­ca tomo postre después del almuer­zo, pre­fiero un café.

  1. ¿Qué tal se te da el deporte? ¿For­ma parte de tu ruti­na o lo tienes olvi­da­do en un cajón? 

No me gus­ta hac­er deporte, pero para la can­ti­dad de horas que paso al día delante de un orde­nador me obli­go a hac­er ejer­ci­cios de car­dio de vez en cuan­do o camino.

  1. ¿Músi­ca en el coche? ¿en el móvil? ¿mien­tras tra­ba­jas o escribes? ¿qué estás escuchan­do en los últi­mos días? 

No sue­lo tra­ba­jar o escribir con músi­ca de fon­do, me cues­ta con­cen­trarme, nece­si­to el silen­cio. Pon­go músi­ca cada vez que en casa hago algo que no requiere una activi­dad men­tal. En el móvil estos días sue­nan en bucle Per­o­ta Chin­go, Leonard Cohen o Estrel­la Morente. En el tocadis­cos, George Moustaki.

  1. Te regalam­os un via­je con todos los gas­tos paga­dos, ¿a qué poéti­co lugar viajarías? 

A Nepal o a Islandia: dos des­ti­nos pen­di­entes des­de hace años, dos sueños que siguen ahí.

  1. Y como somos gen­erosos, a la sem­ana sigu­iente te man­damos a un concier­to. ¿A quién te gus­taría escuchar, así cerquita?

A José González, a Sil­via Pérez Cruz… y volvería feliz a un concier­to de Tom Waits o Tune-Yards (pura magia).

  1. Lle­ga la noche, quedamos con unos ami­gos para tomar algo. ¿Cerveza o vino para acom­pañar la conversación?

Siem­pre vino tinto.

  1. ¿Eres de las que leen, ven la tele, se ponen una peli antes de dormir? ¿Qué nos encon­tramos en tu mesil­la de noche?

Pelícu­la, doc­u­men­tal o lec­tura. En la mesi­ta de noche aho­ra mis­mo están John Berg­er (“Trilogía de sus fati­gas” en Debol­sil­lo), Mar­ta Sanz (“Clavícu­la” en Ana­gra­ma) y Amalia Andrade (“Cosas que pien­sas cuan­do te muerdes las uñas” en Planeta).

  1. ¿Con qué sueñas cuan­do te pones en modo avión? 

Con ten­er más tiem­po libre para poder hac­er con las manos, via­jar, leer o escribir, con poder tra­ba­jar en muchos proyec­tos pen­di­entes, con poder ten­er cer­ca a algu­nas de las per­sonas a las que amo y echo de menos.

  1. ¿Qué poe­ma te gus­taría haber escrito?

El poe­ma “Core­ografía”, de Mía Gal­le­gos, o muchos de Wis­lawa Szymborska.

  1. Y para ter­mi­nar, ¿Qué es lo que te hace más feliz en este momen­to de tu vida?

La son­risa de mi hijo, la cal­ma de la con­cien­cia tran­quila, la nat­u­raleza que nos rodea, la serenidad presente.

 

© 2018 Noe­mi Mar­tin. All rights reserved.

 

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