El Museu de la Xocolata de Barcelona pionera en España con su bean to bar de elaboración de chocolate artesano

Oli­vier Fer­nán­dez, maes­tro cho­co­la­te­ro y direc­tor de la Esco­la del Gre­mi de Pas­tis­se­ria de Bar­ce­lo­na, tenía cla­va­da una espi­na en su cora­zón cla­va­da des­de el 2010 cuan­do des­cu­brió este fenó­meno del cho­co­la­te arte­sano en el Culi­nary Ins­ti­tu­te de la ciu­dad que nun­ca duer­me, y de cono­cer las ferias más impor­tan­tes del bean to bar de Seattle y San Fran­cis­co, y final­men­te se la ha podi­do arran­car cuan­do a mitad de diciem­bre del 2019 logró abrir en el Museu de la Xoco­la­ta, el pri­mer espa­cio en nues­tro país don­de ela­bo­rar cho­co­la­te de for­ma arte­sa­nal, es decir des­de el prin­ci­pio al fin, lo que se cono­ce como bean to bary que se podría tra­du­cir como “del haba a la barri­ta”.

Proceso de elaboración del chocolate artesano

Pro­ce­so de ela­bo­ra­ción del cho­co­la­te arte­sano

 

proceso de elaboración del chocolate artesano

Pro­ce­so de ela­bo­ra­ción del cho­co­la­te arte­sano

 

En la conchadora

En la con­cha­do­ra. Den­tro del pro­ce­so de ela­bo­ra­ción de cho­co­la­te arte­sano

 

 

Para este pro­yec­to de gene­rar cul­tu­ra de cacao ha empe­za­do con 6 cho­co­la­tes dife­ren­tes pro­ce­den­tes de otros tan­tos 6 paí­ses pro­duc­to­res (Gha­na, Mada­gas­car, El Sal­va­dor, Tan­za­nia que es el más comer­cial, Repú­bli­ca Domi­ni­ca­na, y Papúa Nue­va Gui­nea)  y que se ela­bo­ran a la vis­ta del visi­tan­te, tras las mám­pa­ras de higié­ni­cos cris­ta­les, en el Museu de la Xoco­la­ta de Bar­ce­lo­na. Todo comien­za con el con­trol de la tra­za­bi­li­dad del pro­duc­to des­de el ori­gen, con la com­pra de micro­lo­tes de cacaos orgá­ni­cos de peque­ñas plan­ta­cio­nes fami­lia­res, obvia­men­te no tie­ne cabi­da los trans­gé­ni­cos, su selec­ción a mano de las habas blan­co por­ce­la­na (no amar­ga y por tan­to se nece­si­ta menos azú­car)  des­de las sacas para des­car­tar impu­re­zas en un espa­cio total­men­te asép­ti­co, tues­te de las habas entre 115 y 125ºC  a menor tem­pe­ra­tu­ra que el indus­trial para nece­si­tar menos azú­car, tri­tu­rar­lo en su con­cha­do­ra de peque­ño for­ma­to don­de se mue­le la pas­ta de cacao sin ape­nas calen­tar­la y aumen­tan­do su pala­ta­bi­li­dad, se pres­cin­de de la leci­ti­na o la man­te­ca de cacao hati­bu­tal en la indus­tria para con­se­guir una homo­ge­nei­dad que com­por­ta pér­di­da de sabor. De esta mane­ra obte­ne­mos un cho­co­la­te natu­ral, irre­gu­lar, don­de se notan las dife­ren­te­cias de cada uno de sus orí­ge­nes, para que al igual que un buen vino, expre­se las carac­te­rís­ti­cas del terroir de su pro­ce­den­cia.

 

Cookies elaboradas con chocolate origen El Salvador

Coo­kies ela­bo­ra­das con cho­co­la­te ori­gen El Sal­va­dor

 

Brownies elaborados con chocolate origen Tanzania

Brow­nies ela­bo­ra­dos con cho­co­la­te ori­gen Tan­za­nia

 

La pre­sen­ta­ción final para su com­pra en la tien­da del Museu de la Xoco­la­ta está muy cui­da­da: en papel hil­va­na­do a mano con la tela con la que se cosen los sacos de cacao y con una eti­que­ta don­de está todo deta­lla­do: ori­gen, nom­bre del ela­bo­ra­dor (Oli­vier Fer­nán­dez), infor­ma­ción nutri­cio­nal, tiem­po de fer­men­ta­ción, tipo de tos­ta­do, dura­ción y tem­pe­ra­tu­ra del con­cha­do, así como del tem­pla­do. Son 4 mm de espe­sor y 50 gra­mos de pla­cer, para que se fun­dan en la boca y des­cu­brir sus mati­ces. Tam­bién dis­po­ni­bles en for­ma­to de 17 gra­mos. En cual­quier caso, son barri­tas finas, deli­ca­das, lisas, con fallos, por­que como dice Oli­vier “no esta­mos hacien­do algo muy boni­to, esta­mos hacien­do algo muy bueno”. Su leit­mo­tiv es muy cla­ro: “bus­car la pure­za del sabor, que la gen­te vuel­va a hacer cacao en casa, que pier­da el mie­do y que des­cu­bra un sabor en el cho­co­la­te que no tenía o no recor­da­ba”, todo con el pro­pó­si­to de gene­rar “cul­tu­ra del cacao”. Com­pro­me­ti­dos con el medio ambien­te, la piel que des­car­tan de la haba del cacao la ven­den para un segun­do uso como para pre­pa­rar pas­ta de papel.

Información de la trazabilidad del chocolate

Toda la infor­ma­ción de tra­za­bi­li­dad del cho­co­la­te, des­de su ori­gen has­ta su ela­bo­ra­ción

 

Tabletas de chocolate de 17 g

Table­tas de cho­co­la­te de 17 g

 

Tableta de chocolate con la marca de la casa

Table­ta de cho­co­la­te con la mar­ca de la casa

 

© 2020 José María Toro. All rights reser­ved

FISAN está presente en la Alta Gastronomía con sus carnes frescas de cerdo ibérico alimentados con bellota durante la montanera

Esta­mos en épo­ca de mon­ta­ne­ra y es el momen­to idó­neo para con­su­mir estas car­nes fres­cas recién obte­ni­das de los cer­dos que se han sacri­fi­ca­do en este momen­to del año para con­se­guir las pie­zas más desea­das por los coci­ne­ros.

La mon­ta­ne­ra es esa tem­po­ra­da tan espe­cial para los cer­dos en los cua­les se ali­men­tan prin­ci­pal­men­te de bello­ta. Des­de que comen­zó en noviem­bre y has­ta mar­zo se pro­du­ce la matan­za del cer­do ibé­ri­co. Y como del cer­do se apro­ve­cha todo, ¡has­ta los anda­res! una vez se des­ti­nan las pie­zas del cer­do a la ela­bo­ra­ción de los jamo­nes, pale­tas, cho­ri­zo, lomo, etc. que­dan otras par­tes del cuer­po del cochino que se pue­den dis­fru­tar en las mesas de muchos res­tau­ran­tes, algu­nos con estre­lla Miche­lin, que se ani­man a intro­du­cir­las en sus car­tas para poner en valor estas car­nes fres­cas que se encuen­tran en su momen­to ópti­mo.

Cerdos de FISAN

Cer­dos de FISAN en la mon­ta­ne­ra 2018–2019. Foto­gra­fía gen­ti­le­za de FISAN

 

Una car­ne que gra­cias a la can­ti­dad de gra­sas infil­tra­das tie­ne un sabor úni­co, no sola­men­te pre­pa­ra­das a la plan­cha sino tam­bién con ela­bo­ra­cio­nes más com­ple­jas resal­tan­do el pro­duc­to.

La fami­lia Sán­chez, pro­pie­ta­ria de FISAN, se dedi­ca des­de 1920 tan­to a la crian­za como a la cura­ción para obte­ner la mejor cali­dad de sus pro­duc­tos, res­pe­tan­do la tra­di­ción pero tam­bién adap­ta­da a los tiem­pos actua­les. Actual­men­te es la ter­ce­ra gene­ra­ción la encar­ga­da de ges­tio­nar FISAN y des­de ese rin­cón geo­grá­fi­co tan estrá­te­gi­co para la cura­ción como es Gui­jue­lo ha sabi­do conec­tar con los gran­des chefs para intro­du­cir sus pro­duc­tos FISAN en la alta gas­tro­no­mía, ofre­cien­do los siguien­tes cor­tes:

  • Solo­mi­llo de bello­ta ibé­ri­co: la pie­za más cono­ci­da y por ende soli­ci­ta­da por el con­su­mi­dor. Es de for­ma alar­ga­da y cilín­dri­ca, muy magra, jugo­sa y lim­pia. Está situa­da en las cos­ti­llas lum­ba­res, en la par­te pos­te­rior del lomo.
FISAN_ Solomillo de Bellota Ibérico

Solo­mi­llo de bello­ta ibé­ri­co de FISAN. Foto­gra­fía gen­ti­le­za de FISAN

 

  • Secre­to de bello­ta ibé­ri­co: como su nom­bre indi­ca se encuen­tra escon­di­do y sola­men­te pue­de ver­se si se cor­ta el múscu­lo en hori­zon­tal. Esta par­te está for­ma­da por fibras mus­cu­la­res y gra­sa entre­ve­ra­da. Con for­ma de aba­ni­co apla­na­do y se sitúa entre el tocino que cubre el lomo en la par­te pró­xi­ma al cabe­ce­ro.
  • Pre­sa de bello­ta ibé­ri­co: su vetea­da de gra­sa intra­mus­cu­lar la hace muy jugo­sa y sabro­sa. Está situa­da sobre la pale­ta. Por su for­ma ova­la­da tam­bién se la cono­ce como “bola”.
  • Plu­ma de bello­ta ibé­ri­co: su equi­li­brio entre car­ne y gra­sa la hace jugo­sa y tier­na. Está situa­da en la par­te ante­rior del lomo y la pale­ti­lla. Con for­ma trian­gu­lar y pla­na en for­ma de ala.
  • Lagar­to de bello­ta ibé­ri­co: debe su nom­bre a su for­ma alar­ga­da y estre­cha. Situa­da entre las cos­ti­llas y el lomo. Tie­ne mucho sabor gra­cias a su par­te gra­sa y la sua­vi­dad de su car­ne.
  • Papa­da de bello­ta ibé­ri­co: de for­ma trian­gu­lar está for­ma­da por los teji­dos múscu­los-cutá­neos de la par­te ven­tral de la cabe­za. Mucho sabor y tex­tu­ra sua­ve. Se acos­tum­bra a usar por su gra­sa como com­ple­men­to o para acom­pa­ñar a un pes­ca­do y crear ese pla­to cono­ci­do como mar y mon­ta­ña.
  • Carri­lle­ra de bello­ta ibé­ri­co: como su nom­bre indi­ca son los múscu­los de los carri­llos, y al ser múscu­los muy ejer­ci­ta­dos es muy tier­na y con gran sabor. De for­ma redon­dea­da, es una pie­za magra con vetas de gra­sa.

Ejem­plos de pla­tos ela­bo­ra­dos con pie­zas de car­ne fres­ca de FISAN:

  • Ricard Cama­re­na en su res­tau­ran­te valen­ciano homó­ni­mo con 2 estre­llas Miche­lin pre­pa­ra su “tar­tar de pre­sa de bello­ta FISAN”.
  • Bego­ña Rodri­go, tam­bién en la capi­tal del Turia, ofre­ce en su res­tau­ran­te La Sali­ta (1 Estre­lla Miche­lin) “samm de solo­mi­llo de bello­ta FISAN”.
  • Ser­gio Bas­tard de San­tan­der en su reco­no­ci­do res­tau­ran­te Caso­na del Judío con “el pla­to” por la guía roja gala, pre­sen­ta su “papa­da cura­da de bello­ta FISAN”.
  • Die­go Gue­rre­ro de DSTA­gE (2 estre­llas Miche­lin) en Madrid, tie­ne en car­ta su “carri­lle­ra ibé­ri­ca de FISAN gui­sa­da”.
  • Iván Cer­de­ño del res­tau­ran­te Ciga­rral del Ángel en Tole­do pre­pa­ra su “dim sum de papa­da ibé­ri­ca FISAN”.

Más infor­ma­ción en la web de FISAN en su web y en su tien­da onli­ne

© 2020 José María Toro. All rights reser­ved

Universal Studios Hollywood de Los Ángeles

Personajes de la serie de dibujos animados Scooby-Doo

Per­so­na­jes de la serie de dibu­jos ani­ma­dos Scooby-Doo

 

Este par­que de atrac­cio­nes de Los Ánge­les, Uni­ver­sal Stu­dios Holly­wood, apto para todas las eda­des, se aden­tra en sus gran­des éxi­tos cine­ma­to­grá­fi­cos y tele­vi­si­vos de ayer y de hoy, y nos invi­ta a hacer un reco­rri­do por los efec­tos espe­cia­les más curio­sos y sor­pren­den­tes, así como por los esce­na­rios y per­so­na­jes que nos hicie­ron vibrar y emo­cio­nar, con su besos y abra­zos y tam­bién a odiar a esos villa­nos que hay en todas las pelí­cu­las. Entra­das adqui­ri­das en la web de Muse­ment, espe­cia­li­za­da en loca­li­zar acti­vi­da­des de Espa­ña y de todo el mun­do, para todos los públi­cos: museos y arte, monu­men­tos y tours, espec­tácu­los, enogas­tro­no­mía, aven­tu­ra, depor­te y ocio noc­turno, tan­to cer­ca de nues­tra resi­den­cia habi­tual como si esta­mos pen­san­do ya en orga­ni­zar nues­tra pró­xi­ma esca­pa­da de fin de sema­na o de vaca­cio­nes.

En el par­que Uni­ver­sal Stu­dios Holly­wood cobran vida esos seres pla­nos de dibu­jos ani­ma­dos o per­so­na­jes de fic­ción que ali­men­tan nues­tra ima­gi­na­ción con sus aven­tu­ras más dis­pa­ra­ta­das, a veces, y otras más dra­má­ti­cas, pero en cual­quier caso siem­pre con la inten­ción de impre­sio­nar­nos y con­mo­ver­nos.

Dos zonas dife­ren­cia­das. Upper Lot y Lower Lot. Sepa­ra­dos por un gran des­ni­vel del terreno con muchas acti­vi­da­des para adic­tos al cine más fan­tás­ti­co de “trans­for­mers” y de los ani­ma­les del Jurá­si­co en el Lower Lot.

El Upper Lot tie­ne sus espa­cios más fami­lia­res como los siguien­tes:

  • Los Mini­ons, esas cria­tu­ras gam­be­rras y tra­vie­sas, a veces con un ojo o dos, según sea el caso, que se pirran por las bana­nas, con su pro­pio len­gua­je que hace refe­ren­cia a esta fru­ta, mere­ce­do­res de su pro­pio color (refe­ren­cia 13–0851 TCX Mini­on Yellow)  en la biblia cro­má­ti­ca Pan­to­ne (los Sim­psons son más anti­guos y no han con­se­gui­do ese honor) que bus­can a su líder villano que los diri­ja. La atrac­ción es una ver­ti­gi­no­sa aven­tu­ra de caí­das libres vir­tua­les entre el uni­ver­so de estos ama­ri­llos per­so­na­jes jun­to a Gru y su fami­lia.
Los Minions

Los Mini­ons

 

  • Wal­king Dead es un esca­lo­frian­te paseo por un sinies­tro hos­pi­tal en rui­nas, don­de las cami­llas y otros ele­men­tos clí­ni­cos acu­mu­la­dos en aban­do­na­dos pasi­llos fúne­bres con man­chas recien­tes de san­gre nos augu­ran un via­je que nos hará sen­tir sudo­res frío del qui­ró­fano más tétri­co. Un hos­pi­tal don­de te arre­pen­ti­rás de haber entra­do … por­que qui­zás no encuen­tres la sali­da.
  • El sim­pá­ti­co, tierno y redon­do oso Kung Fu Pan­da nos lle­va en su bar­co par­ti­cu­lar por sus andan­zas vir­tua­les, a veces pasa­das por agua y en este caso real, y tan refres­can­te como nece­sa­ria, don­de se enfren­ta­rá a su eterno rival, pero con sus habi­li­da­des de artes mar­cia­les con­se­gui­rá ven­cer­lo nue­va­men­te.
Kung Fu Panda

Kung Fu Pan­da

 

  • La mon­ta­ña rusa más estram­bó­ti­ca está en Krusty­land, el par­que de atrac­cio­nes del ima­gi­na­rio Spring­field, y que se deja­rá caer por las cua­dri­cu­la­das calles de esta ciu­dad don­de resi­den los per­so­na­jes. tam­bién ama­ri­llos, de la pecu­liar como áci­da fami­lia de los Sim­psons.
Springfield la ciudad de los Simpsons

Spring­field la ciu­dad de los Sim­psons

 

  • Los efec­tos espe­cia­les más lla­ma­ti­vos y el reco­rri­do por los esce­na­rios de car­tón pie­dra en el tour por calles que reci­ben nom­bres como James Ste­wart, Nat King Cole o Ste­ven Spiel­berg para final­men­te entrar en los han­ga­res habi­li­ta­dos para épi­cas peleas entre King Kong y dino­sau­rios, o el dan­tes­co rea­lis­mo de un terre­mo­to en San Fran­cis­co.
Castillo de Hogwarts

Cas­ti­llo de Hog­warts

 

Entra­das a tra­vés de Muse­ment líder en la ven­ta de entra­das por todo el mun­do y para todo tipo de gus­tos. Web impres­cin­di­ble para la orga­ni­za­ción del qué ver y hacer en nues­tro pró­xi­mo des­tino de ocio y/o vaca­cio­nal, ya sea de cor­ta o lar­ga dura­ción.

© 2019 José María Toro. All rights reser­ved

 

 

 

Llorando por esos mundos

Soy llo­ro­na. Lo con­fie­so sin pudor. Me con­mue­ve has­ta una hor­mi­ga coja. Cosas de la vida. Supon­go que por eso he derra­ma­do muchas lágri­mas por esos mun­dos de dios. A veces me han emo­cio­na­do pai­sa­jes memo­ra­bles,  de esos que cor­tan la res­pi­ra­ción y te hacen pen­sar que aún estás en la cama. En otras oca­sio­nes, las per­so­nas  que habi­ta­ban esos luga­res han sido la ins­pi­ra­ción  de esos “hips, hips” épi­cos. Como quie­ra que sea, ahí van algu­nas de mis llan­ti­nas geo­grá­fi­cas más impo­nen­tes. Que cons­te que hay unas cuan­tas más pero no quie­ro abu­rrir­les dema­sia­do con mis sollo­zos via­je­ros.

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San­ta María Nove­lla (Flo­ren­cia) Foto­gra­fía de Noe­mi Mar­tin

  1. Flo­ren­cia: des­cu­brí el famo­so “sín­dro­me de Stendhal” en el via­je del Ins­ti­tu­to. Iba pasean­do albo­ro­ta­da por las calles de la ciu­dad tos­ca­na ‑cir­cuns­tan­cia nor­mal cuan­do tie­nes  die­ci­sie­te años y estás con tus ami­gos–  cuan­do me tro­pe­cé con la Igle­sia de San­ta María Nove­lla en una esqui­na.  No pude evi­tar­lo y me entró un tele­le de los gran­des. El cora­zón a mil y alu­ci­nan­do con tan­ta belle­za. Lagri­mo­nes por doquier y la cara de póquer de  mis com­pa­ñe­ros. He repe­ti­do la visi­ta a Flo­ren­cia en dos oca­sio­nes más y en las dos, el mis­mo “parra­que”. Quién sabe si en otra vida me hin­ché a pas­ta y piz­za.
  1. San Gimig­nano: segui­mos en Ita­lia. Fue en algu­na revis­ta de via­jes que des­cu­brí este pue­ble­ci­to medie­val rodea­do de mura­llas y viñe­dos. Esta­ba entre mis visi­tas pen­dien­tes des­de hacía mucho tiem­po. Hace unos meses pude cono­cer­lo y no me decep­cio­nó en abso­lu­to. No sé si fue el vino que me había toma­do momen­tos antes o la emo­ción atra­pa­da en la gar­gan­ta. Lo cier­to es que al cru­zar la  Puer­ta de San Gio­van­ni con la male­ta en la mano, llo­vía a mares entre mis pes­ta­ñas.
  1. Puen­te de Brooklyn: atra­ve­sar el puen­te que une Nue­va York con Brooklyn al ano­che­cer es una expe­rien­cia memo­ra­ble. Si lo haces un once de sep­tiem­bre des­pués de visi­tar la” Zona Cero”, tu cora­zon­ci­to segu­ro que toca en la puer­ta.
  1. Ausch­witz: Sobran las pala­bras. Reco­rrer el mayor cam­po de exter­mi­nio nazi de la his­to­ria, deja sin alien­to has­ta al alma más áspe­ra. Bello y terri­ble.
  1. San­tia­go de Chi­le: en esta oca­sión las lágri­mas fue­ron de ale­gría. Y de la bue­na. Cono­cer a mi ami­ga Pau­la tras más de una déca­da de amis­tad ciber­né­ti­ca hizo que me ena­mo­ra­ra de esta ciu­dad encan­ta­do­ra y  de sus mara­vi­llo­sos habi­tan­tes.
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Peri­to Moreno. Foto­gra­fía de Noe­mi Mar­tin

  1. Peri­to Moreno: en ple­na Pata­go­nia, una masa de hie­lo blan­ca y bri­llan­te se cue­la en tus neu­ro­nas. El guía había avi­sa­do: esta es la “cur­va de los sus­pi­ros”. Al doblar­la y des­cu­brir uno de los gla­cia­res más her­mo­so del pla­ne­ta, es inevi­ta­ble poner­se las gafas de sol y rom­per a llo­rar en silen­cio.
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El Faro del Fin del Mun­do. Foto­gra­fía de Noe­mi Mar­tin

  1. El Faro del Fin del Mun­do: tam­bién en Argen­ti­na, per­di­do en un islo­te fren­te a las cos­tas de Ushuaia, este peque­ño y tími­do faro des­lum­bra por su sen­ci­llez rotun­da. Rodea­do de focas y aves emer­ge del mar y hace tem­blar tus cimien­tos.
  1. Tokio: en la capi­tal nipo­na llo­ré de can­san­cio des­pués de vein­te jor­na­das mara­to­nia­nas sin ape­nas poder dor­mir. Pero sobre todo llo­ré con dis­cre­ción el últi­mo día cuan­do nos des­pe­di­mos de Iku­ko Yama­sa­ki. Mi pri­mo y yo hici­mos “couch­sur­fing” en su casa (en tér­mi­nos colo­quia­les que­dar­se de gorra don­de te dejen) y cuan­do nos acom­pa­ñó al metro rum­bo al aero­puer­to nos dijo adiós con un abra­zo muy fuer­te: una acción ines­pe­ra­da para el carác­ter japo­nés, poco dis­pues­to a mos­trar afec­tos de mane­ra tan evi­den­te.
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Pri­sión de Alca­traz. San Fran­cis­co. Foto­gra­fía de Noe­mi Mar­tin

  1. San Fran­cis­co: Sales can­sa­dí­si­ma del avión y unos poli­cías con cara de “pit bull” te retie­nen duran­te más de dos horas sin dar expli­ca­cio­nes. Al final te dejan ir con la cabe­za gacha y des­pués un agen­te his­pano te cuen­ta que hay una fugi­ti­va con tu nom­bre. Sí, tam­bién se llo­ra un poqui­to de ner­vios y ali­vio cuan­do lle­gas sana y sal­va al hotel.
  1. Holly­wood: Paseo de la fama. Entre las dos mil estre­llas que lo pue­blan, encuen­tro la de Michael Jack­son. Me paro en seco, hago el “moon­walk”, can­to “Thri­ller” y, por supues­to, me emo­ciono has­ta las tran­cas.
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Gran Barre­ra de Coral (Aus­tra­lia) Foto­gra­fía de Noe­mi Mar­tin

  1. Gran Barre­ra de Coral (Aus­tra­lia): sobre­vo­lar en avio­ne­ta el mayor arre­ci­fe tur­que­sa del pla­ne­ta tie­ne miga. Sin glu­ten, por favor.  La mez­cla de colo­res nubla los sen­ti­dos. Una expe­rien­cia des­lum­bra­do­ra que hay que tener antes de que el calen­ta­mien­to glo­bal la haga impo­si­ble.
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Desa­yuno con vis­tas impa­ga­bles en Cien­fue­gos (Cuba) Foto­gra­fía de Noe­mi Mar­tin

  1. Cien­fue­gos (Cuba): Una ciu­dad pre­cio­sa y una habi­ta­ción en una casi­ta fami­liar jun­to al Cari­be autén­ti­co por trein­ta euros el día. Doña Dora, una cuba­na con muchos años que con­ta­ba his­to­rias reales mien­tras dis­fru­ta­bas de los mejo­res desa­yu­nos del mun­do en el embar­ca­de­ro.  ¿Cómo no des­pe­dir­se de ella y de su hogar con un abra­zo cáli­do y lagri­mi­tas en los ojos?
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Fes­ti­val de Euro­vi­sión 2016 en Esto­col­mo. Foto­gra­fía de la euro­fan Noe­mi Mar­tin

  1. Esto­col­mo: En esta ciu­dad he llo­ra­do dos veces. La pri­me­ra de frío. Ocho gra­dos bajo cero no se lle­van dema­sia­do bien,  más cuan­do vie­nes de Cana­rias y se te ha ocu­rri­do pasar la maña­na en Skan­sen, un museo con ani­ma­les al aire libre. Menos mal que el vino calien­te espe­cia­do tie­ne efec­tos inme­dia­tos cuan­do se toman un par de vasos segui­dos. La segun­da, en el  fes­ti­val de Euro­vi­sión hace unos meses. Ese himno tele­vi­si­vo de todos cono­ci­do, esas ban­de­ras albo­ro­ta­das y esa “euro­fan” dan­do rien­da suel­ta a sus emo­cio­nes sin cor­tar­se un pelo. El resul­ta­do: rímel embo­rro­na­do y unos cuan­tos klee­nex  arru­ga­dos  en el bol­si­llo.

Has­ta aquí un resu­men de mis llan­tos más sona­dos. Mien­tras ideo una segun­da entre­ga, te reto a que, como yo,  hagas memo­ria via­je­ra. Segu­ro que tú tam­bién has llo­ra­do algu­na vez por esos mun­dos. ¿Lo recuer­das?

BSO Llo­rar y llo­rar de Vicen­te Fer­nán­dez

© 2016 Noe­mi Mar­tin. Todos los dere­chos reser­va­dos.