La cúrcuma y sus numerosas propiedades y beneficios para la salud, se cuela en nuestra alimentación a través de 70 sabrosas recetas de la mano de Lunwerg y Editorial Planeta

Fern Green, escrito­ra londi­nense, exper­i­men­ta­da cocin­era, food styl­ist y propi­etaria de un hotel bou­tique en Leni, en la isla ital­iana de Mesina, nos pre­sen­ta aho­ra su más reciente pub­li­cación: ‘Cúr­cuma mág­i­ca’, pub­li­ca­da por Lun­werg Edi­tores de Edi­to­r­i­al Plan­e­ta, el pasa­do mes de enero de 2019.

Entre la larga lista de obras de la auto­ra, se encuen­tran numerosas pub­li­ca­ciones rela­cionadas con la ali­mentación salud­able. Y es que ya nadie quiere hac­er dietas, si no lo que se bus­ca, es cam­biar de modo rad­i­cal esa cos­tum­bre ances­tral de comer has­ta reven­tar (y si era de comi­da muy grasa ‑y no por ello menos deli­ciosa- mejor). Lo que bus­camos aho­ra es no sólo ten­er un aspec­to físi­co acorde a los cánones de belleza actuales, si no que lo que ver­dadera­mente nos pre­ocu­pa es estar sanos, lle­var una vida healthy. Bel­los y sanos, dig­amos. Nos per­sigue la tan inde­sea­da hora de pasar a mejor vida, y quer­e­mos no solo alargar lo más posi­ble este momen­to, si no tam­bién con­tar con una may­or cal­i­dad de vida durante los años que per­manez­camos en el más acá.

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Y por si ali­men­ta­rnos con comi­da salud­able fuera poco, lo que Fern Green nos enseña en este libro es cómo una espe­cia, lla­ma­da cúr­cuma (que es en real­i­dad el tal­lo seco y moli­do del jen­gi­bre) puede ser emplea­da como poderosa arma ter­apéu­ti­ca gra­cias a sus numerosas propiedades. Es decir, que no sólo puede y debe ser inclu­i­da en nues­tra dieta diaria como parte de un esti­lo de vida sano, si no que puede ser susti­tu­ti­vo de suple­men­tos y otros reme­dios ter­apéu­ti­cos nor­mal­mente adquiri­dos en far­ma­cia y con pre­scrip­ción médica.

Des­de tiem­pos pretéri­tos la cúr­cuma se uti­liza para casi todo, des­de reme­dio para curar enfer­medades, for­t­ale­cien­do y calen­tan­do el cuer­po en caso de res­fri­a­dos o fiebres, como la mejor solu­ción para prob­le­mas más com­ple­jos como la depre­sión y la ansiedad. Tam­bién en caso de intox­i­ca­ciones ali­men­ta­rias e infec­ciones, debido a sus propiedades antibac­te­ri­anas nat­u­rales, pasan­do por el teñi­do de ropa o la inclusión en los per­fumes más sofisticados.

Sin embar­go, quizás su más desta­ca­da propiedad sea la de agente anti­in­flam­a­to­rio, debido a que los ensayos real­iza­dos al respec­to demues­tran que puede ayu­dar a aliviar el dolor y la infla­mación, en per­sonas con osteo­poro­sis y artri­tis reumatoide.

Lejos de ser un pseu­do man­u­al de med­i­c­i­na, la auto­ra ráp­i­da­mente pasa a pre­sen­tarnos los tres grandes blo­ques en los cuales se reparten sus rec­etas: (i) smooth­ies, (ii) lech­es, infu­siones y tóni­cos, y (iii) sopas, a lo largo de las cuales tam­bién apren­demos cua­tro tru­cos impre­scindibles para lograr que la cúr­cuma sea absorbi­da por nue­stro cuer­po lo máx­i­mo posi­ble y ben­e­fi­cia­rnos así de todo su potencial.

Entre los bati­dos (smooth­ies sigu­ien­do la ter­mi­nología anglosajona que tan de moda está, y que, por qué no decir­lo, a un buen hedo­nista siem­pre le encan­ta), nos los encon­tramos tan­to con base de difer­entes lech­es (almen­dra, coco, soja o ave­na), yogur, o sim­ple­mente agua, y en cuan­to a sus ingre­di­entes prin­ci­pales estos pueden vari­ar bas­tante y estar pasa­dos en la pera, el plá­tano, el man­go, la zana­ho­ria, el maracuyá, la man­zana o el café.

Las lech­es, infu­siones y tóni­cos, com­bi­nan aún más ingre­di­entes y difer­entes espe­cias, como la cayena, el azafrán o inclu­so el té matcha, y sus muchas vir­tudes anti­in­flam­a­to­rias pueden alcan­zarse tam­bién en rec­etas más lig­eras, gra­cias a los tóni­cos que nos pro­pone y que pueden infu­sion­arse en agua y con­seguir poderes alcalanizantes, depu­ra­tivos, revi­tal­izantes, vit­a­m­i­nantes, y tam­bién con­tro­lar la dia­betes reducir el coles­terol, estim­u­lar el sis­tema inmu­ni­tario e inclu­so com­bat­ir el alzhéimer mejo­ran­do la cir­cu­lación de oxígeno en el cerebro.

En la parte final del libro, la auto­ra hace una selec­ción de sus sopas (y tam­bién purés) favoritos, elab­o­radas con hor­tal­izas fres­cas y cereales inte­grales que pueden ayu­dar a ale­jar res­fri­a­dos y catar­ros, uti­lizan­do bien cúr­cuma fres­ca o cúr­cuma mol­i­da, dan­do así el últi­mo empu­jón, si es que lo nece­sitábamos, para decidirnos sin dudar a incluir la cúr­cuma en nues­tra dieta habit­u­al. Y es que lo cier­to es que fun­cione o no ver­dadera­mente como agente anti­in­flam­a­to­rio, la cúr­cuma apor­ta un sabor exóti­co que está buenísi­mo y que enriquece, da cuer­po y apor­ta mucho sabor a casi cualquier rec­eta tradicional.

A la ven­ta en la web de la edi­to­r­i­al Plan­e­ta de Libros y tam­bién en libr­erías como Fnac, La casa del libro, entre otras.

© 2019 Raquel Car­rio. All rights reserved.

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