Un pla­to de jamón de bello­ta 100% ibé­ri­co de Ibe­ric Box en su male­tín “ready to eat” siem­pre es una exce­len­te opción para una cena o comi­da en tu casa o la de tus ami­gos.

Los male­ti­nes de Ibe­ric Box “ready to eat” han veni­do para que­dar­se y poner en valor el con­su­mo de nues­tro pro­duc­to más estre­lla. La gen­te sigue muy des­orien­ta­da y con­fu­sa con los tér­mi­nos. De tal for­ma que no dife­ren­cian un jamón serrano de un ibé­ri­co, o qui­zás peor, cuan­do dicen al ten­de­ro de turno “pon­me jamón del bueno”. Esta joven empre­sa empe­zó ven­dien­do jamón en for­ma­to snack para aero­lí­neas y máqui­nas de ven­ding. Aho­ra se ha pro­pues­to faci­li­tar su con­su­mo entre todos los públi­cos, y en espe­cial el más joven.

Sus “Male­ti­nes ready to eat” son pre­sen­ta­cio­nes cómo­das de lle­var a una cena (y siem­pre que­da­rás bien) o para una cele­bra­ción en casa, con la fami­lia, con los ami­gos o qui­zás tú solo. Una noche de llu­via, un buen vino y tu serie pre­fe­ri­da. Segu­ra­men­te no hay mejor plan. Male­ti­nes de pale­ti­lla de bello­ta 50% y 100% ibé­ri­ca, tam­bién de cebo en for­ma­to de 5 sobres de 100 gra­mos cada uno.

Sus sobres son fáci­les de abrir y aún más de empla­tar para que la expe­rien­cia sea rápi­da y sin com­pli­ca­cio­nes. En enva­se paten­ta­do para mejo­rar la con­ser­va­ción: se alar­ga la vida útil del pro­duc­to y se man­tie­ne como el pri­mer día. Tam­bién es rese­lla­ble, de tal for­ma que se pue­de abrir y cerrar las veces que haga fal­ta. El pro­duc­to es visi­ble e iden­ti­fi­ca­ble, lo mires como lo mires. Su estan­ca­mien­to evi­ta con­ta­mi­nar­se de malos olo­res exter­nos y su acu­mu­la­ción de líqui­do en su inte­rior.

Tam­bién en la tien­da onli­ne exis­te la posi­bi­li­dad de com­prar el male­tín de sur­ti­do de ibé­ri­co cor­ta­do de pale­ta, jamón, cho­ri­zo y sal­chi­chón.

Para su com­pra solo tie­nes que entrar en su web. En menos de 48 horas lo tie­nes en cual­quier pun­to de la Penín­su­la Ibé­ri­ca con envíos gra­tui­tos. Garan­ti­zan la tra­za­bi­li­dad de sus pro­duc­tos des­de la cría de los cer­dos ibé­ri­cos has­ta su pro­ce­so de cura­ción final. Selec­cio­nan gran­jas de cer­dos ibé­ri­cos que sean res­pe­tuo­sas con el bien­es­tar ani­mal y sos­te­ni­bles para el medio ambien­te. Son jamo­nes pro­ce­den­tes de seca­de­ros en Huel­va y Sala­man­ca.

Más infor­ma­ción en la web de Ibe­ric Box

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