María José Flaqué: “El gran aprendizaje de estos tiempos es desconectar sin tener que irse al Tíbet”

Se pue­de medi­tar a tra­vés del bai­le, la cone­xión con la natu­ra­le­za o la crea­ti­vi­dad

foto maría josé flaqué

Foto gen­ti­le­za de María José Fla­qué

 

María José Fla­qué (1981) es una refe­ren­cia espi­ri­tual en las redes socia­les. Con más de un millón de segui­do­ras, esta cos­ta­rri­cen­se empren­de­do­ra y valien­te es la crea­do­ra de la pla­ta­for­ma “Mujer Holís­ti­ca”: un lugar en el que ins­pi­ra a las muje­res para atre­ver­se a tener una vida lle­na de pasión, amor, bien­es­tar y abun­dan­cia. Con dos exi­to­sos libros en el mer­ca­do, una de las “health coach” y maes­tra de medi­ta­ción más cono­ci­das del mun­do vir­tual, reco­rre el pla­ne­ta apren­dien­do y ense­ñan­do a vivir conec­ta­das con nues­tro cen­tro. Para ello es fun­da­men­tal dar­se cuen­ta de que, des­de el pun­to de vis­ta holís­ti­co, todas las par­tes del ser y las áreas de la vida están conec­ta­das. Pro­te­ger nues­tro espa­cio y ener­gía es fun­da­men­tal para encon­trar el equi­li­brio inte­rior.

¿Por qué “mujer holís­ti­ca” y no per­so­nas o seres holís­ti­cos? ¿Tu tra­ba­jo se cen­tra en las muje­res por­que son dife­ren­tes a los hom­bres en cuan­to a bien­es­tar o espi­ri­tua­li­dad?

Cuan­do comen­cé con Mujer Holís­ti­ca el lla­ma­do fue a tra­ba­jar con muje­res. El nom­bre lle­gó a mí de la nada y nun­ca me cues­tio­né por qué solo con muje­res, sim­ple­men­te sabía que ese era mi lugar, mi ámbi­to. Creo que los hom­bres tie­nen un camino igual de impor­tan­te que el nues­tro pero no con­tro­la­ría tan bien los deta­lles como en el caso de las muje­res por­que soy una de ellas. Mujer Holís­ti­ca siem­pre ha sido un refle­jo de mi evo­lu­ción y, por tan­to, de las prác­ti­cas que las muje­res nece­si­tan para conec­tar­se con su cen­tro.

¿Cómo se pue­de man­te­ner la salud físi­ca y men­tal en una socie­dad tan exi­gen­te? ¿Por qué hay tan­ta gen­te enfer­ma?

Hay muchos fac­to­res impor­tan­tes a la hora de man­te­ner la salud físi­ca y men­tal, no se pue­den redu­cir a una línea. Sin embar­go, creo que la cone­xión inte­rior con el Ser y regre­sar a prác­ti­cas que nos conec­ten con el silen­cio interno, como la medi­ta­ción, son el pilar fun­da­men­tal de una bue­na salud. En tér­mi­nos de la enfer­me­dad, en mi opi­nión, el cuer­po refle­ja todo lo que suce­de inter­na­men­te. Así como es afue­ra, es aden­tro. El cuer­po habla a tra­vés de sín­to­mas y cuan­do no escu­cha­mos, con­ti­núa hablan­do has­ta que nos lle­va a dete­ner­nos y ver qué está pasan­do. Esto nos con­du­ce a la intros­pec­ción y a traer más cons­cien­cia sobre el esti­lo de vida que esta­mos lle­van­do. Nos lle­va a cono­cer­nos mejor.

Le das una gran impor­tan­cia a la medi­ta­ción y a muchí­si­mas muje­res (y hom­bres) les cues­ta medi­tar en el sen­ti­do más for­mal de la pala­bra. ¿No todo es sen­tar­se, ver­dad? ¿Hay otras for­mas de apa­gar el rui­do interno y hacer espa­cio entre los pen­sa­mien­tos?  

No, la medi­ta­ción no es sen­tar­se. Medi­tar es entre­nar la men­te uti­li­zan­do un estí­mu­lo en par­ti­cu­lar para que ésta no se deje dis­traer por pen­sa­mien­tos, emo­cio­nes o cual­quier inco­mo­di­dad físi­ca. En otras pala­bras: medi­tar es poder sen­tir la infi­ni­dad de la men­te y del espí­ri­tu sin que domi­nen los pen­sa­mien­tos. Muchas veces esto es refe­ri­do como “poner la men­te en blan­co”, o libe­rar­la de pen­sa­mien­tos, pero en reali­dad es sim­ple­men­te no iden­ti­fi­car­se con los pen­sa­mien­tos.

Hay muchas for­mas de medi­tar, hay tan­tos cami­nos de cone­xión inter­na como seres huma­nos sobre el mun­do. Pue­des entrar en esta­dos de medi­ta­ción a tra­vés del bai­le, la con­tem­pla­ción, la natu­ra­le­za o expre­sio­nes de crea­ti­vi­dad. Cual­quier acti­vi­dad que ayu­de a des­co­nec­tar­se de los pen­sa­mien­tos y entrar al silen­cio interno es una prác­ti­ca de medi­ta­ción.

Te defi­nes como nóma­da digi­tal. Via­jas, vives y tra­ba­jas en dife­ren­tes paí­ses. ¿Via­jar con mayús­cu­las, esto es, no solo hacer turis­mo, te ha ayu­da­do a ver la vida y los pro­ble­mas de otra for­ma?  

Sí, total­men­te. El tener la ben­di­ción de haber vivi­do y cono­ci­do tan­tos paí­ses y cul­tu­ras me ha ayu­da­do a abrir la men­te y poder ver que no hay una sola for­ma de vivir. Tam­bién a cues­tio­nar mis creen­cias y las de la socie­dad en la que cre­cí. Ade­más, me ha per­mi­ti­do enten­der que no hay una sola for­ma correc­ta de vivir, que cada ser humano es un ser sobe­rano de luz que pue­de esco­ger su sis­te­ma de creen­cias y como quie­re per­ci­bir el mun­do.

¿Y qué me dices de los este­reo­ti­pos? Por ejem­plo el de la mujer con pare­ja e hijos. Aún hoy en día, en el siglo XXI, muchas muje­res pre­gun­tan a otras por qué están solas o no son madres. A veces has­ta en tono inqui­si­to­rial. Y a los hom­bres nadie les cues­tio­na…

Te voy a res­pon­der esto con mi ver­dad. Siem­pre he creí­do que cuan­do hay algo en la reali­dad inter­na de uno, un sis­te­ma de creen­cias, se ve refle­ja­do en el mun­do externo. A mí nun­ca me cues­tio­nan por qué estoy sola o no soy madre. No es algo que per­mi­to en mi cam­po. Yo cui­do mucho mi ener­gía, a quién pres­to aten­ción y de quién me rodeo. Ten­go una vida que amo y no dejo espa­cio ni ener­gía para este tipo de con­ver­sa­cio­nes y por ende, no entran a mi espa­cio.

Des­de lue­go eres una mujer de refe­ren­cia: valien­te, libre, espi­ri­tual… ¿Cómo has con­se­gui­do tener más de un millón de segui­do­res en redes socia­les? ¿Te has sen­ti­do abru­ma­da en algún momen­to de esta expe­rien­cia mediá­ti­ca?

Los segui­do­res lle­ga­ron de mane­ra natu­ral, creo que todos tene­mos un camino en esta vida y un pro­pó­si­to y el mío es com­par­tir­lo con miles de per­so­nas. Hace unos años jamás me hubie­ra ima­gi­na­do que Mujer Holís­ti­ca cre­ce­ría de esta for­ma, pero suce­dió. Y sí, he teni­do muchos retos a lo lar­go del tiem­po. Ser líder te hace enfren­tar­te con tu som­bra, tus mie­dos y tam­bién tus inse­gu­ri­da­des de una for­ma muy fuer­te. Ser empren­de­do­ra y tener una pla­ta­for­ma en el mun­do espi­ri­tual es todo un apren­di­za­je. Me he sen­ti­do abru­ma­da muchas veces pero tam­bién sé res­pe­tar mis espa­cios y mi ener­gía. Mis prác­ti­cas per­so­na­les son lo que me han ayu­da­do a man­te­ner­me salu­da­ble, cen­tra­da y feliz.

Y al hilo de lo ante­rior, ¿No crees que es insano vivir con tan­tos estí­mu­los? ¿Cómo pode­mos empe­zar a des­co­nec­tar sin nece­si­dad de mar­char­nos a un monas­te­rio en el Tíbet?  

Apa­gar el celu­lar o des­co­nec­tar­se de las redes socia­les es un buen pun­to de par­ti­da. Es impor­tan­te sacar tiem­po para uno mis­mo, entrar al silen­cio interno y encon­trar prác­ti­cas de cone­xión, como cami­nar en la natu­ra­le­za. El gran apren­di­za­je de estos tiem­po es ese, como poder balan­cear todo y des­co­nec­tar sin tener que irse al Tíbet, hacien­do de nues­tro bien­es­tar una prio­ri­dad. Y tie­nes que ser tú el que se deci­da. Nadie lo hará por ti.  

Afir­mas que nues­tro esta­do natu­ral es la abun­dan­cia e impar­tes for­ma­ción para muje­res empren­de­do­ras. Sin embar­go, pare­ce que nos cues­ta hablar de espi­ri­tua­li­dad y salud inte­gral al mis­mo tiem­po que de bien­es­tar eco­nó­mi­co y empren­de­du­ría…         

Creo que es nues­tra res­pon­sa­bi­li­dad lim­piar el sis­te­ma de creen­cias que rige la socie­dad en la que vivi­mos. La creen­cia de que la espi­ri­tua­li­dad y el dine­ro no van de la mano está obso­le­ta. El dine­ro es ener­gía divi­na y sagra­da que nos ayu­da a mani­fes­tar cosas mate­ria­les en el mun­do y cum­plir con nues­tro pro­pó­si­to. Ade­más, sin dine­ro, es más difí­cil lle­gar a más per­so­nas con nues­tro men­sa­je. Para mí, el dine­ro va de la mano con nues­tra misión de vida.

¿Hay luz den­tro del caos?  

La luz está pre­sen­te en todo. La divi­ni­dad y la crea­ción son la fuen­te de todo. Detrás de la pola­ri­dad, de lo que nos gus­ta o no nos gus­ta, está la crea­ción abso­lu­ta. No exis­ti­ría el orden sin el caos, pero detrás de esos dos jun­tos siem­pre está la Ver­dad, la crea­ción abso­lu­ta.

¿Cuá­les son los pró­xi­mos retos de Mujer Holís­ti­ca? 

Estoy en el pro­ce­so de traer más prác­ti­cas ener­gé­ti­cas a mi tra­ba­jo. Este año esta­ré incor­po­ran­do un tra­ba­jo mucho más pro­fun­do a nivel ener­gé­ti­co y menos de la men­te. Creo que la nue­va vibra­ción y nivel de cons­cien­cia que esta­mos vivien­do requie­re que tra­ba­je­mos des­de un plano más ener­gé­ti­co y menos men­tal. Es pre­ci­so regre­sar al cuer­po físi­co y a las prác­ti­cas de cone­xión con la natu­ra­le­za y la ener­gía feme­ni­na.

Cada día es un rega­lo aun­que a veces lo olvi­da­mos, ¿ver­dad?

Correc­to.

© 2019 Noe­mi Mar­tin. All rights reser­ved

 

Un comentario

  1. Noe­mi Mar­tín me deja lle­na y expec­tan­te cada vez que la leo. Sus temá­ti­cas, refle­xio­nes y entre­vis­tan están en sin­to­nía con lo que al menos, yo, nece­si­to en mi vida.
    Enho­ra­bue­na a esta sen­si­bi­li­za­da y GRANDE escri­to­ra y perio­dis­ta. Obvio que me que­do con las ganas de cono­cer a María José Fla­qué. GRACIAS. 🦋

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