Dr. Martí i Julià, 82 Teléfono 93–4407258 L’Hospitalet de Llobregat. Muy cerca de la parada de metro Collblanc.
Después de 24 horas de meditación sobre si os contaba este secreto a voces finalmente he renunciado a mi egoísmo y en un acto de generosidad y solidaridad con vosotros, mis lectores, os escribo este post. También reconozco que este local me ha tocado mi fibra sensible porque todo lo que haga referencia a l’Hospi (la forma abreviada y familiar de llamar a l’Hospitalet de Llobregat) me llega al corazón ya que fue mi ciudad de acogida y rompo una una lanza a favor de todos los negocios de esta población, separada de Barcelona por una simple calle, para demostrar que hay vida fuera del centro de la ciudad condal.
Tiene todo el encanto de las antiguas bodegas de barrio, que corren peligro de extinción, con sus primitivas puertas de madera y cuarterones de cristal , barricas de un pasado reciente cuando el vino se vendía a granel, mostrador alto donde se servían chatos de vino a los parroquianos mientras discutían bizantinamente sobre lo humano y lo divino, (alguna vez también sobre el sexo de los ángeles), un reloj antiguo de madera que sigue marcando inexorablemente el paso de las horas, aunque aquí parece que el tiempo se paró, con las mismas primigenias mesas de sobre de mármol blanco de Macael y patas de hierro donde los asiduos jugaban interminables partidas de dominó y ahora se sientan gourmets a degustar platos tentadores. Carteles del tipo “la sobremesa se acaba a las 17h30 y a la 1 de la madrugada con las cenas” todo un aviso para navegantes para que los “cafeses” no se dilaten en el tiempo. Una decoración auténtica que conserva el retrete original de agujero en el suelo (remilgados abstenerse) y algún desconchado estéticamente bello que lo convierte en plena actualidad. Aquí no hay nada de cartón piedra, nada es artificial, todo se conserva desde su inauguración y esto le hace singular y especial.
A pesar de que hay carta, Tino disfruta cantándola a pie de mesa. La selección es sorprendente y con un toque de humor como las especialidades de la casa: “callos a la mutua (madrileña)”, “atún rustido impresionante” o “centolla al Siscu”. Un apartado especial es la selección de “platos de primera división (Champions League)” como el caviar, la angula, los percebes, las ostras y almejas vivas o las gambas a la plancha.
Platos degustados: calamares a la andaluza, sabrosas almejas, buñuelos de rape en su punto justo de fritura, exquisito bogavante en su salsa, huevo frito sobre el resto de la salsa del bogavante y repostería de la casa para finalizar el ágape. Todo ello regado con un excelente albariño Paco y Lola. Precio medio por persona 50 euros.
La banda sonora de este post: Burn de Ellie Goulding que encandila, deslumbra y embelesa con su voz frágil, cálida, dulce, melosa y sensual escondiendo una fémina fuerte y segura de sí misma como el tema vitalista que interpreta. Igual que Cal Siscu que tras esa apariencia destartalada y de bella decadencia de bodega decimonónica esconde verdaderas joyas gastronómicas de peregrinación para foodies del mundo mundial.
Ofrecen servicio de Take away para llevar a casa como las albóndigas con sepia o el rabo de toro.
Un fijo en vuestras agendas. ¡Que no te lo cuenten!.
Por fin se desvela el misterio!!!!! Gracias por el post!!!
Un verdadero lujazo. El caldero de bogavante estaba impresionante. ¿cuándo vamos?