Pollo frito gourmet, cócteles de autor al estilo moonshine y rock & roll en versión delivery by Piel de Gallina

Estas pie­zas de pollo te pon­drán la piel de galli­na de lo deli­cio­sas que están. Y así es por­que los chi­cos de Piel de Galli­na nos están eri­zan­do la piel con su ofer­ta deli­very. Por fin podre­mos des­te­rrar de nues­tra mate­ria gris, esa ima­gen, sabor y aro­ma que muchos tene­mos gra­ba­do a fue­go en nues­tra memo­ria de ese pollo gra­sien­to y con un sabor más de anti­bió­ti­cos que del ver­da­de­ro pollo.

piezas de pollo frito, cóctel
Pie­zas de pollo de Piel de Galli­na


En este pro­yec­to de Piel de Galli­na los socios son Mar­tin Pimen­tel y Javi Cadahía de V de Ver­mut (la ver­mu­te­ría de barrio que le dedi­qué un escri­to hace muy poco) el bar­ten­der San­ti Ortiz de 33 by San­ti Ortiz y el chef Daniel Vie­jo-Pra­do, que­se pusie­ron a bus­car la fór­mu­la ideal para encon­trar ese pollo fri­to que lle­ga­ra a casa cru­jien­te y jugo­so. Et voi­là! El pollo Rey de l’Empordà, un tipo de pollo cam­pe­ro, cria­do en liber­tad de la gran­ja aví­co­la Maria de l’Empordà fue el ele­gi­do. El chef Vie­jo- Pra­do bus­có y encon­tró en la téc­ni­ca corea­na de una ami­ga suya la fór­mu­la exac­ta (doble fri­tu­ra y hari­na de cali­dad) para con­se­guir jugo­si­dad en su inte­rior y cru­jien­te en su capa exte­rior. Y que ade­más lle­ga­se a casa en per­fec­tas con­di­cio­nes de degus­ta­ción. ¡Vamos, un tri­ple sal­to mor­tal!

Cin­co sabo­res a ele­gir entre dife­ren­tes mati­ces de pican­te que cada uno de ellos hace refe­ren­cia a una ciu­dad y que da ya pis­tas:

  • Seúl: soja, miel, azú­car moreno, pol­vo go-chi-jang de chi­le coreano pican­te y ajo. Acom­pa­ña­do de top­pings de jen­gi­bre fres­co, cebo­lla tier­na y arroz cru­jien­te para equi­li­brar un pican­te mode­ra­do.
  • Tulum: azú­car moreno, zumo de naran­ja, achio­te, chi­potle y ajo con top­pings de piel de naran­ja, cebo­lla mora­da encur­ti­da y cilan­tro para poten­ciar un semi pican­te ahu­ma­do.
  • Ken­tucky: Jack Daniel’s, sal­sa bar­ba­coa case­ra y pas­ta de maíz con top­pings de maíz tos­ta­do, cebo­llino y cebo­lla fri­ta es más sua­ve.
  • Bang­kok: soja, cre­ma de cacahue­te, pas­ta de curry rojo y hoja de lima kéfir con top­pings de cilan­tro, cacahue­tes fri­tos con miel y piel de lima, para los que les gus­ta el pican­te.
  • Casa­blan­ca: cúr­cu­ma, Ras el hanout, cilan­tro y té de men­ta con top­pings de sésa­mo tos­ta­do y men­ta pica­da para los que gus­tan de sabo­res espe­cia­les.

¿Y para beber? 6 cóc­te­les de autor de San­ti Ortiz al esti­lo moonshi­ne (el aguar­dien­te de des­ti­la­ción case­ra de la épo­ca de la Ley Seca). Se sir­ven en jarros de con­ser­va como se bebía en esa épo­ca y de ahí deben su nom­bre. Cóctles que armo­ni­zan y mini­mi­zan los sabo­res pican­tes como Kiki­ri (Bacar­di Car­ta bla­na, Plan­ta­tion Jamai­ca, Plan­ta­tion Over­proof, cor­dial de melón y pimien­ta de Jamai­ca), el Chic­ken Skyn (Jack Danie­l’s, siro­pe de anís y tomi­llo limo­ne­ro, agua cítri­ca) o el cóc­tel Mr. B que es todo un home­na­je al DJ Cadahía, por citar tres.

Dis­po­ni­ble en cubos de 6 pie­zas (200 gr) a 8€ y 12 pie­zas (400 gr) a 16€.

Otras pro­pues­tas de la car­ta son: el cacho­po­llo que es todo un gui­ño al astu­riano cacho­po de dón­de es ori­gi­na­rio el chef, y el Po’Boy en for­ma­to boca­di­llo (esca­lo­pe de pollo con lechu­ga, toma­te y mayo­ne­sa japo­ne­sa) con recuer­dos a la coci­na Cajún.

Acom­pa­ña­mien­tos como el rábano dakon encur­ti­do en mirin, los aros de cebo­lla cru­jien­tes, coles­law, la mazor­ca de maíz gra­ti­na­da en el Jos­per o el mac’­n’­chee­se.

Deli­very al WhatsApp 681 393050 de mar­tes a miér­co­les de 20h a 24h y de jue­ves a domin­go de 13 a 16h y de 20 a 24h. Tam­bién en las pla­ta­for­mas de Glo­vo y Just Eat.

Cuan­do lo prue­bes se te pon­drá la piel de galli­na (cómo cuan­do rozas a esa per­so­na que te hace sen­tir mari­po­sas) ¡Pro­me­ti­do!.

© 2020 José María Toro. All rights reser­ved

Le Circus de Millesime Madrid 2015

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A gran­des ras­gos Le Cir­cus de Mille­si­me Madrid 2015 vol­vió a sor­pren­der con la pre­sen­ta­ción de nue­vas crea­cio­nes culi­na­rias en gene­ral, y la de Méxi­co, en par­ti­cu­lar, como país invi­ta­do. Si le aña­di­mos las inigua­la­bles recrea­cio­nes oní­ri­cas de ambien­tes cir­cen­ses dise­ña­das para esta edi­ción, la visi­ta se con­vir­tió en todo un espec­tácu­lo para los sen­ti­dos don­de todo esta­ba pre­pa­ra­do para el más difí­cil toda­vía. Pasen y lean
La Real Con­ser­ve­ra Espa­ño­la, empre­sa que data de 1920 y que sólo usa maris­co galle­go en sus ela­bo­ra­cio­nes, emo­cio­nó con sus vasi­tos de alme­jas recu­bier­tos con una sal­sa fría para real­zar el sabor de este molus­co ¡de fue­gos arti­fi­cia­les!, la zam­bu­ri­ña de Cam­ba­dos con agua­chi­le de maíz o la alme­ja de con sopa yoda­da ¡para sen­tir todo la bra­vu­ra del Océano Atlán­ti­co en boca!
Las exqui­si­tas ostras de Daniel Sor­lut (que para un momen­to de urgen­te nece­si­dad se pue­den encon­trar en una de las para­das del madri­le­ño Mer­ca­do de San Miguel) de un sabor poten­te y total­men­te adic­ti­vas. Cómo no podía ser de otra mane­ra pro­ce­den de la pri­vi­le­gia­da zona de Maren­nes-Olé­ron, en la cos­ta oes­te de la Fran­ce, ese excep­cio­nal hábi­tat con una con­di­cio­nes envi­dia­bles para que vivan y se pon­gan así de sabro­sas les huî­tres galas.
Para satis­fa­cer a los más car­ní­vo­ros esta­ban los espe­cia­lis­tas en car­nes selec­tas de La Fin­ca de Jimé­nez Bar­be­ro que asom­bra­ron con sus crea­cio­nes y sus cor­tes.
El color bri­llan­te, ter­so y casi hip­no­ti­zan­te jun­to al olor mag­né­ti­co de las pie­zas de atún de Bal­fe­gó ‑tan apre­cia­da por los hijos del impe­rio del Sol Nacien­te, y por los ori­gi­na­rios del Sol Ponien­te tam­bién- pro­vo­có a los pre­sen­tes sali­va­ción (como el perro de Pavlov) fas­ci­na­ción, tur­ba­ción, sobre­co­gi­mien­to y embo­ba­mien­to (en este orden).
La mejor mixo­lo­gía no podía fal­tar a un even­to como éste,  y ahí esta­ban los bar­ten­ders de Pla­tea Madrid dán­do­lo todo con sus cóc­te­les de autor y sus movi­mien­tos pre­ci­sos de pre­pa­ra­ción de sus com­bi­na­dos como si de moder­nos alqui­mis­tas de algu­na sec­ta secre­ta se tra­ta­sen. Para la cir­cuns­tan­cia los repre­sen­tan­tes del país cen­tro­ame­ri­cano, y para demos­trar que hay vida más allá de las ran­che­ras de Luis Miguel y de los maria­chis, tra­je­ron su tequi­li­ta de Hacien­da Mara­va­tio y el oaxa­que­ño mez­ca­li­to de cul­to Don Sil­ve­rio.
Jor­ge de Andrés, chef del res­tau­ran­te La Sucur­salVer­ti­cal de la capi­tal del Turia, que se crió entre fogo­nes con su madre Loles Sal­va­dor y de quien here­dó su amor al pro­duc­to y la bús­que­da de una coci­na de raíz ‑la que revi­sa los pla­tos tra­di­cio­na­les para dar­les una nue­va dimen­sión- nos rega­ló esa mara­vi­lla de pla­to ins­pi­ra­do en la coci­na popu­lar de los pes­ca­do­res de bar­cas peque­ñas, que reco­gían can­gre­ji­llos para hacer un suquet y le echa­ban unos hue­vos rotos para pos­te­rior­men­te mojar buen pan. ¡Subli­me! o mejor dicho ¡de mas­cle­tá falle­ra!
La Escue­la de Hos­te­le­ría Gam­bri­nus Madrid con Pedro Larum­be a la cabe­za invi­tó a pro­bar el tata­ki mari­na­do con bom­bón de foie recu­bier­to de cho­co­la­te blan­co con lima yoda­da y gro­se­lla. Una explo­sión de sabor en el que cada ele­men­to se sen­tía inde­pen­dien­te­men­te, sin mez­clas.
Para ani­mar la fies­ta ahí esta­ban los del Tea­tro BOde­vil con un extrac­to de su fun­ción Deli­Zia para repar­tir ale­gría, entre­te­ni­mien­to y diver­sión, arran­can­do muchas son­ri­sas en este mari­da­je de espec­tácu­lo y gas­tro­no­mía.
Pd. Ya que­da menos para la pró­xi­ma edi­ción.
Con la cola­bo­ra­ción de Rosa Peñue­las
© 2015 José María Toro. Todos los dere­chos reser­va­dos.